Las iglesias hispanas en los Estados Unidos enfrentan desafíos únicos, pero han demostrado ser exitosas al construir comunidades dentro de sus congregaciones y al establecer relaciones con gente nueva.
Lifeway Research se asoció con dos docenas de denominaciones y redes de iglesias a fin de incluir el que quizá sea el mayor número de congregaciones protestantes hispanas en los Estados Unidos invitadas a participar en el mismo estudio de investigación. Patrocinado por Lifeway Recursos, la Billy Graham Evangelistic Association y Samaritan’s Purse, el estudio encuestó a 692 pastores de congregaciones cuya población es cuando menos 50 % hispana.
«Durante décadas, la población hispana en los Estados Unidos ha venido creciendo exponencialmente y es imperativo que las iglesias estén informadas sobre las necesidades específicas de esta comunidad», dijo Giancarlo Montemayor, director de publicaciones mundiales de Lifeway Recursos. «Este estudio nos ayudará a continuar la conversación sobre cómo servir a nuestros hermanos y hermanas de una manera más estratégica».
Las congregaciones hispanas en resumen
El estudio revela una imagen de las iglesias hispanas que muestra que son más nuevas, más jóvenes y más eficaces en la evangelización que la iglesia protestante típica en los Estados Unidos.
La mayoría de las iglesias protestantes hispanas (54 %) se establecieron después del año 2000, incluyendo un 32 % que fueron establecidas en el año 2010 o después. Menos de 1 de cada 10 (9 %) trazan su historia hasta antes de 1950.
Y no es solo que las iglesias sean relativamente nuevas, sino que la mayoría de las personas en sus congregaciones también son nuevas en los Estados Unidos. La mayoría son estadounidenses de primera generación (58 %), lo que significa que nacieron fuera del país. Una cuarta parte de sus miembros son hispanos de segunda generación (24 %), cuyos padres nacieron fuera de los Estados Unidos. Y el 17 % de ellos son hispanos que nacieron en los Estados Unidos, de padres que también nacieron en los Estados Unidos. Como resultado, la mayoría realizan sus servicios solo en español (53 %), mientras que el 22 % cuentan con servicios bilingües.
El 50 % de las iglesias se encuentran en un área metropolitana grande con una población de 100 000 habitantes o más. Alrededor de 3 de cada 10 (31 %) están ubicadas en ciudades pequeñas, el 9 % en áreas rurales y el 8 % en los suburbios.
En una iglesia protestante hispana típica, un tercio de la congregación (35 %) tiene menos de 30 años, incluyendo un 18 % menor de 18 años de edad. Otro 38 % tiene entre 30 y 49 años de edad, mientras que el 28 % tiene 50 años de edad o más.
«El crecimiento en el número de iglesias hispanas en los Estados Unidos ha sido extraordinario», dijo Scott McConnell, director ejecutivo de Lifeway Research. «Si bien es cierto que algunas de estas congregaciones se iniciaron dentro de iglesias angloamericanas —el 14 % de las congregaciones hispanas en este estudio tienen sus servicios de culto y adoración dentro de una iglesia que no es predominantemente hispana—, el ímpetu misional claramente ha venido desde dentro de la misma comunidad hispana, ya que dos tercios de estas congregaciones están dirigidas por un pastor inmigrante de primera generación».
En las iglesias protestantes hispanas en los Estados Unidos, el promedio de asistencia al servicio de culto y adoración es de 115 personas. Al igual que la mayoría de las otras iglesias, aún no se han recuperado por completo de la pandemia. En enero de 2020, antes de la pandemia de COVID-19, el promedio de asistencia era de 136. Aun así, el 13 % de las iglesias ya alcanzaron los niveles de asistencia que tenían antes de la pandemia. Y el 32 % dice que sus iglesias han crecido en los últimos tres años a pesar de la pandemia.
Casi todos los pastores protestantes hispanos (99 %) están de acuerdo, incluyendo un 94 % que afirma estar totalmente de acuerdo, que su congregación considera que las Escrituras son la autoridad para su iglesia y para sus vidas.
Casi 7 de cada 10 pastores (69 %) dicen que su iglesia tiene los recursos monetarios necesarios para financiar su ministerio, mismos que incluyen algunos aspectos que son comunes entre la mayoría de las demás congregaciones protestantes. La mayoría de las iglesias protestantes hispanas dicen que ofrecen estudios bíblicos o grupos pequeños semanales para los adultos (74 %), reuniones de oración semanales (66 %) y grupos pequeños semanales para los niños (52%). Un menor número de iglesias tienen grupos pequeños semanales para los jóvenes (45 %), grupos pequeños semanales para los jóvenes adultos (40 %), discipulado o tutoría individual (34 %), estudios bíblicos en grupos grandes por la noche (25 %) o servicios de adoración y alabanza por la noche (24 %). Solo el 3 % de las iglesias dijo no ofrecer ninguno de estos ministerios.
Cuando se les preguntó si los participantes del servicio de culto y adoración de fin de semana participan en grupos pequeños, el 42 % de los pastores dijeron que por lo menos la mitad de sus asistentes adultos están involucrados en grupos de estudios bíblicos, incluyendo un 15 % que dice que por lo menos el 75 % de sus congregantes está participando en un grupo pequeño. Alrededor de un tercio de los pastores (34 %) dicen que menos de 1 de cada 4 asistentes son miembros de grupos pequeños de estudios bíblicos, incluyendo el 9 % de los pastores que dicen que ninguno de los que asisten a los servicios de culto y adoración de fin de semana están involucrados en un grupo pequeño.
Con respecto a lo que impide que su congregación participe con más regularidad en las actividades de la iglesia, la mayoría de los pastores señalan como causa las largas horas de trabajo de sus miembros (61 %). Otros señalaron las reuniones familiares (35 %) y las dificultades o crisis personales (30 %). Alrededor de una cuarta parte de los pastores indican que la causa son las actividades recreativas o de entretenimiento (26 %) y el miedo que persiste al COVID-19 (24 %). Una menor parte de los pastores afirman que la causa son las actividades deportivas (20 %), la preferencia de ver los servicios en línea (18 %), la falta de transporte (17 %), eventos escolares (13 %) o las responsabilidades como proveedor de cuidado a una o más personas (11 %).
«Muchas de las actividades dentro de las iglesias protestantes hispanas son muy parecidas a las de las iglesias que no son hispanas en los Estados Unidos, ya que cuentan con servicios de culto y adoración, reuniones de oración, estudios bíblicos y clases de escuela dominical, entre las más comunes», dijo McConnell. «Pero los pastores de las congregaciones hispanas señalan que las familias inmigrantes tienen menos tiempo para la iglesia, ya que muchas familias trabajan largas horas, tienen tradiciones familiares y se ven afectadas por las distracciones culturales en los Estados Unidos».
Evangelización
Casi 4 de cada 5 pastores en las iglesias protestantes hispanas en los Estados Unidos (79%) afirman programar y organizar regularmente oportunidades para que los miembros puedan salir y compartir el evangelio.
Específicamente, la mayoría de los pastores dicen que sus actividades para compartir el evangelio en el último año incluyeron que los miembros de la iglesia invitaran a otras personas a asistir a la iglesia (86 %), el uso de redes sociales para compartir las actividades de la iglesia (74 %), eventos especiales para niños como la Escuela Bíblica de Vacaciones, actividades de Semana Santa o festivales de otoño (59 %), programas comunitarios como la distribución de alimentos, juguetes o ropa (58 %) y miembros de la iglesia que comparten el evangelio en sus conversaciones con otros (56 %). Además, algunas congregaciones llevaron a cabo actividades de evangelización puerta a puerta (30 %), enseñaron cómo compartir el evangelio con otros (24 %) y apoyaron económicamente el inicio de una nueva iglesia (12 %). Casi ninguna iglesia (1 %) dijo que no han podido hacer ninguna de estas actividades recientemente.
Los esfuerzos de evangelización de estas iglesias parecen ser efectivos, ya que cerca de la mitad (47 %) dicen que 10 o más personas han indicado que han entregado sus vidas a Cristo en el último año, incluyendo un 24 % que han visto 20 o más personas entregar sus vidas a Cristo en el mismo periodo de tiempo. Menos de 1 de cada 10 (9 %) informan que nadie ha entregado su vida a Cristo.
Los pastores también dicen que la mayoría de las personas nuevas a las que han evangelizado se han quedado en la iglesia. Según los pastores, casi 3 de cada 4 (73 %) de estos nuevos creyentes son participantes activos en la vida de la iglesia. Como resultado, el 88 % de los pastores protestantes hispanos dicen que constantemente escuchan historias de vidas transformadas en sus iglesias.
«Las congregaciones hispanas son muy activas en involucrar y atraer a nuevas personas», dijo McConnell. «No solo hay mucha actividad de evangelización en las iglesias hispanas, sino que Dios también las está bendiciendo con nuevas personas que se comprometen a seguir a Jesucristo».
El fomento de la comunidad
Cuando los nuevos miembros se unen a iglesias protestantes hispanas, los pastores afirman que se integran a congregaciones que se esfuerzan por crecer juntas. Casi 9 de cada 10 pastores (88 %) dicen que su iglesia tiene un plan para fomentar la comunidad en su iglesia, y de ellos un 53% afirma estar totalmente de acuerdo.
Los pastores señalan muchas actividades que son esenciales para construir un fuerte sentido de comunidad dentro de sus congregaciones.
Por lo menos 9 de cada 10 pastores dicen que orar juntos (96 %), estudiar la Biblia juntos (95 %), elegir llevarse bien y promover la unidad (93 %), dar la bienvenida a personas de diferentes culturas y orígenes (93 %), elegir ser transparentes y ser responsables unos con otros (89 %) y notar o establecer contacto cuando otros están ausentes (90 %) son aspectos muy importantes o extremadamente importantes en la unidad en sus iglesias.
Además, la mayoría de los pastores dicen que otros aspectos como el hecho de que los miembros de su iglesia trabajen juntos para servir a las personas de la comunidad (79 %), que socialicen fuera de la iglesia (81%) o que compartan recursos entre ellos (74%) son igual de importantes para promover la unidad.
La mayoría de los pastores afirman haber escuchado que los miembros de su iglesia participaron en cada una de esas actividades por lo menos en unas cuantas ocasiones en el último mes.
«El compañerismo entre los creyentes en una congregación local es algo que la Biblia dice que debe ocurrir», dijo McConnell. «Las iglesias hispanas se toman esto en serio e invierten en estas relaciones».
Un retrato del pastorado
El 93 % de los pastores de las congregaciones protestantes hispanas de los Estados Unidos son hispanos también. Casi todos (95 %) son pastores principales o los únicos pastores de una congregación, mientras que el 5 % son pastores del campus hispano de una iglesia que tiene más de un campus. Más de la mitad de los pastores sirven en el pastorado a tiempo completo (56 %), el 27 % son bivocacionales, el 10 % están empleados a medio tiempo, el 6 % son voluntarios y el 1 % están en puestos interinos.
Casi la mitad de los pastores en las iglesias protestantes hispanas (48 %) tienen entre 50 y 64 años de edad. Los pastores tienen más que el doble de probabilidad de tener menos de 50 años (37 %), que de tener 65 años de edad o más (16 %). Además, un 4 % tiene menos de 30 años de edad.
Casi 8 de cada 9 pastores (85 %) son hombres. Dos de cada tres pastores (66 %) son estadounidenses de primera generación, mientras que el 15 % son de segunda generación y el 19 % son de tercera generación. Cerca de 3 de cada 4 pastores se han graduado de una universidad, incluyendo un 44 % que tienen un título de posgrado, mientras que el 17 % tiene alguna educación universitaria y solo el 10 % tiene educación secundaria [high school] o inferior.
Teológicamente, 4 de cada 5 pastores (79 %) de iglesias protestantes hispanas en los Estados Unidos se identificaron como evangélicos. Alrededor de 1 de cada 6 pastores (16 %) afirmaron ser protestantes convencionales.
Traducción y edición en español por Livia Giselle Seidel.