Cuidado pastoral para las cañas quebradas y las mechas que apenas arden

Pablo nos enseña cómo restaurar el valor de los heridos y los cansados

Christianity Today March 18, 2021
Illustration by Rick Szuecs | Source images: David Suarez / Unsplash | Wikimedia Commons

“Me gustaría parecerme más a Epafrodito”, dijo un miembro del grupo después de la reunión por Zoom en la que estudiamos Filipenses 2. Epafrodito causa una gran impresión a pesar de las pocas referencias que tenemos de él en las Escrituras (2:25-30 y 4:18). Pablo lo describe en términos entusiastas: “mi hermano, colaborador y compañero de lucha, a quien ustedes han enviado para atenderme en mis necesidades” (2:25, NVI). A la luz de las palabras de Pablo, mi amigo se sentía inferior por comparación.

Pero cuando leemos la historia completa de Epafrodito con más detenimiento, surge una imagen bastante diferente, más humana. La iglesia de Filipos había enviado a Epafrodito para entregar un regalo económico y ayudar a Pablo mientras estaba en prisión. Pero después de su llegada, su salud empezó a deteriorarse rápidamente. No se nos dice qué enfermedad era, pero sí sabemos que estuvo al borde de la muerte (v. 27). En su convalecencia, Epafrodito empezó a sentir muchísima nostalgia de su hogar, y saber que todo el mundo en Filipos estaba preocupado por su condición solo aumentó su angustia.

La tristeza que Epafrodito estaba experimentando a su vez preocupó mucho a Pablo. El ayudante que le habían enviado ahora necesitaba ayuda. Pablo les dijo a los filipenses que tendría “menos preocupación” (v. 28) si enviaba a Epafrodito de vuelta.

Así que el viaje misionero de Epafrodito se acortó prematuramente. Aunque probablemente sintió alivio de saber que volvía a casa, posiblemente ese alivio se mezcló con sentimientos de inquietud. ¿Lo juzgarían por ser débil? ¿Se sentirían decepcionados o defraudados?

Si yo hubiera estado en el lugar de Epafrodito, sé que las voces de mi cabeza habrían estado llenas de acusaciones. Compararía mi falta de fortaleza con la aparentemente interminable resistencia de Pablo. Aun si nadie me menospreciara, yo estaría batallando con mis propios sentimientos de fracaso y vergüenza por haberme agotado antes de haber completado el trabajo. Epafrodito iba de regreso a Filipos con amplio espacio para la inseguridad, el desánimo y la duda.

El cuidado pastoral de Pablo

¡Qué regalo le dio Pablo a Epafrodito en su carta a los Filipenses! Epafrodito llevaba en sus manos palabras concretas de afirmación de parte de Pablo para contrarrestar cualquier mentira que estuviera dando vueltas en su cabeza. Y cuando Epafrodito volvió a la comunidad que lo envió, Pablo le abrió paso a través de su carta para ser recibido con honor y dignidad en vez de críticas y juicios.

Es muy probable que esta carta haya cambiado la trayectoria del futuro de Epafrodito. El hecho de que incluso lectores casuales en una llamada de Zoom de hoy en día lo consideren en tan alta estima dice más del cuidado que Pablo le brindó que del mismo Epafrodito. Pablo restauró el valor de alguien que podía haber sido desechado por no haber hecho su parte. El modo en que Pablo lo hizo nos proporciona un modelo excelente de cuidado pastoral.

Pablo permitió que Epafrodito viviera dentro de sus límites

Al comienzo de Filipenses 2, Pablo alaba la humildad de Jesús, describiendo cómo Cristo voluntariamente puso de lado todo aquello a lo que podría haberse aferrado como privilegio divino, eligiendo en cambio vivir dentro de los límites de la existencia humana (2:6-8).

En contraste, nosotros a menudo forzamos los límites. Queremos saber más; queremos tener mayor control; creemos que tenemos más capacidad y poder del que tenemos en realidad. La verdad es que todos tenemos límites. A veces son mentales o emocionales. A veces son económicos. Y a veces son físicos. Epafrodito se encontró con que su cuerpo no podía más. El esfuerzo era demasiado. Su mente y sus emociones también chocaron contra un muro. Él no se encontraba bien.

En ese momento, a Pablo, como pastor, le podría haber resultado tentador entrar en modo exhortativo. Ahí tenía a un discípulo listo para recibir una lección acerca de la importancia de seguir adelante y de la perseverancia en medio de las dificultades. Pero Pablo no llevó las circunstancias al ámbito espiritual ni usó la carta de la culpa. En vez de denunciar sus errores, miró la realidad de la condición de este hombre y le dijo: “Creo que ha sido suficiente”.

Erramos cuando asumimos que las limitaciones de los demás deberían ser las mismas que las nuestras. Piensa en el misionero pionero William Carey, a quien se le recuerda por escribir: “Puedo trabajar duro. Puedo perseverar en cualquier búsqueda definida. A esto se lo debo todo”. Y Carey pudo: tenía una tremenda capacidad y consiguió cosas asombrosas tras largos años de persistencia. Pero Carey nunca entendió la realidad de que su familia no compartía su robusto tesón. Trágicamente, varios de sus hijos murieron durante aquellos años, y su esposa sufrió un colapso nervioso.

Pablo sabía que los demás no estaban en la misma posición que él. No esperaba que todo el mundo permaneciera soltero, como él hizo. No le pidió a todo el mundo que se convirtiera en un predicador itinerante, sufriendo el mismo tratamiento brutal que él sufrió. Pablo vio a Epafrodito tal como era y le dio toda la libertad para vivir dentro de los límites que Dios le había dado.

Una razón por la que Pablo pudo hacerlo es porque él sabía que nuestros límites son dones y no pecados. A menudo vemos los límites como obstáculos que se interponen en nuestro camino para alcanzar nuestros sueños y objetivos. Sin embargo, la experiencia de Pablo con el aguijón en la carne le enseñó que las debilidades y los límites que percibimos son precisamente el lugar donde la fortaleza de Dios se vuelve más disponible (2 Corintios 12:7-10). Como pastores, cuando otorgamos a los demás la libertad de aceptar sus límites en vez de insistir en que los superen, damos espacio para que presten atención al lugar donde Dios está obrando.

Pablo restauró el valor al compartir el estatus

No hay nadie como Pablo en todas las Escrituras. Tenía un extenso pedigrí religioso (Filipenses 3:4-6). Si eso no fuera suficiente, durante años acumuló un currículo incomparable de dificultades, habiendo pasado por encarcelamientos, persecución, golpes, hambre y naufragios (2 Corintios 11).

Epafrodito, por otro lado, era un converso gentil, relativamente nuevo, y con un conocimiento bíblico limitado. El alcance de su “perseverancia en las dificultades” se limitó a pasar por una enfermedad severa y echar de menos su lugar de origen. Hasta donde nosotros sabemos, Epafrodito no recibió ninguna amenaza por causa de su fe ni ataques abiertamente espirituales. Simplemente experimentó la clase de desafíos que acompañan normalmente al ser humano.

Aun así, Pablo consideró la enfermedad de Epafrodito como una forma de sufrimiento por Cristo igualmente válida (Filipenses 2:30). No la juzgó como algo de menor valor por ser meramente física. Cuando llamó a Epafrodito “mi hermano, colaborador y compañero de lucha” (v. 25) elevó el prestigio de Epafrodito al de un colega.

Maya Angelou dijo una vez que solo los iguales pueden ser amigos. Pablo modeló este concepto aquí con mucha belleza. Aparte de sobrevivir a una horrorosa enfermedad, realmente Epafrodito no había hecho nada que lo elevara a la misma altura que Pablo para nosotros. Fue Pablo quien lo eligió como un igual, y lo hizo cuando esa gracia se merecía poco, pero se necesitaba mucho.

Es fácil asignarles a las personas un estatus mayor o menor basándonos en sus logros, su educación, riqueza o influencia… y a menudo lo hacemos sin darnos cuenta. Puede que sintamos gran admiración por miembros de la congregación que parecen tenerlo todo para contribuir (ya sean finanzas o talento), y que gravitemos alrededor de los Saúles que nos impresionan con su estatura mientras pasamos por alto a los Davides. Pero el ejemplo de Pablo nos recuerda que, como seres humanos, todos somos portadores de la imago Dei y, al mismo tiempo, todos estamos en igual necesidad de la Cruz. Permanecer anclados en ese punto central en donde compartimos el estatus nos brinda un mejor fundamento para construir relaciones verdaderas y para pastorear bien.

Pablo honró a la persona por encima del fracaso

Mientras Epafrodito iba de camino a casa con esta carta, Pablo mantuvo el enfoque en los aspectos honorables del ministerio de Epafrodito en vez de volver a insistir en los obvios defectos del breve viaje misionero.

He descubierto que yo soy bastante bueno para exaltar el fracaso. Me agarro a los dolorosos recuerdos de mis propios errores. Puede que diga que perdoné a alguien y aún continúe viéndolo bajo los lentes de cómo me defraudó.

Me conmueve una historia acerca de Clara Barton, la fundadora de la Cruz Roja estadounidense, quien enfrentó muchos desafíos y a muchos detractores para poder fundar la organización. Una vez una compañera le recordó cómo otra persona la había atacado años atrás. Clara no guardaba memoria del incidente, lo cual sorprendió mucho a su amiga. Cuando insistió al respecto, Clara dijo: “Recuerdo claramente haberlo olvidado”.

En Filipenses podemos ver que Pablo no se detuvo en cualquier debilidad física o emocional de la que otros habrían acusado a Epafrodito. Y debido a que Pablo decidió ver a Epafrodito como una persona de gran valor, esto a su vez impactó el modo en que Epafrodito fue recibido por la iglesia de Filipos.

Lo que Pablo hizo por Epafrodito encarna lo que Cristo hizo por cada uno de nosotros: Jesús, nuestro Salvador, quien no rompió la caña quebrada ni apagó la mecha que apenas arde (Isaías 42:3). Es debido a que Jesús eligió asignarnos valor que somos bienvenidos con gloria por el Padre.

Jesús nos permite vivir dentro de nuestros límites porque “Él conoce nuestra condición” y “sabe que somos de barro” (Salmo 103:14). Él también compartió estatus con nosotros, uniéndose a nosotros en nuestra baja condición y elevándonos hacia un nuevo lugar, llegando al punto de llamarnos sus amigos (Juan 15:15). Y aunque Él tendría grandes razones para recordarnos a todos que nos hemos equivocado, eligió en cambio honrarnos por encima de nuestros fracasos, y no tratarnos nunca como se merecían nuestros pecados (Salmos 103:10).

Demasiado a menudo me encuentro sobrepasado por la sensación de que mi deber pastoral es ofrecer una amonestación correctiva, señalar el error en defensa de la verdad. Eso es algo que viene con el oficio, pero no es la única prioridad, ni es la mayor. El modo más poderoso en que representamos al Buen Pastor a los demás es a través de la gracia que ofrecemos cuando el otro se encuentra en su momento más vulnerable.

La verdad es que cada uno de nosotros es Epafrodito, totalmente conscientes de nuestras debilidades, fracasos y vergüenzas. Y cada uno de nosotros tiene la oportunidad de ser como Pablo en la manera en que nos tratamos con gran cariño.

Como pastores, ¿podemos inclinarnos hacia un amor que cubra multitud de pecados? ¿Podemos preocuparnos menos por asegurarnos de que la gente aprenda de sus errores y pasar más tiempo recordándoles el gran valor que tienen para Dios? En eso consiste vivir el evangelio. Y puede cambiar la trayectoria de aquellos que cuestionan su importancia en el reino.

Jeff Peabody es escritor y pastor principal de la Iglesia New Day en Tacoma, Washington.

Traducción por Noa Alarcón

Edición en español por Livia Giselle Seidel

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News

Beth Moore anunció que ya no pertenecerá a la Convención Bautista del Sur

La popular maestra bíblica, autora y defensora de las víctimas de abuso, ha decidido abandonar la denominación que alguna vez fue su “lugar seguro”.

Christianity Today March 17, 2021
Courtesy of Baptist Press

Durante casi tres décadas Beth Moore ha sido la imagen de los bautistas del sur modernos.

Ella ama a Jesús y ama la Biblia, y ha dedicado su vida a enseñar a los demás por qué necesitan a ambos en sus vidas. Millones de mujeres cristianas evangélicas han leído sus estudios bíblicos y se han reunido en eventos multitudinarios en estadios para escucharla hablar mientras indaga en las profundidades de los pasajes bíblicos.

La gran influencia de Moore y su rol en la enseñanza de la Biblia siempre ha provocado cierta incomodidad en algunos de los evangélicos más influyentes debido a su creencia de que solo a los hombres se les debería permitir predicar.

Pero Moore siempre fue irreprensible, ya que apoyaba la enseñanza de los bautistas del sur que limita el oficio de pastor solamente a los hombres y afirmaba las misiones y la labor evangelística que tanto aprecia la denominación.

“Ella ha sido un estandarte de la Palabra de Dios, sin transigir nunca”, dijo el expresidente de Lifeway Christian Resources, Thom Rainer, en 2015, durante una celebración en el Tennessee Performing Arts Center en Nashville para conmemorar los veinte años de colaboración entre Beth Moore y la editorial de la Convención Bautista del Sur. “A fin de cuentas, el impacto de Beth Moore solamente se puede medir en términos de eternidad”.

Entonces apareció Donald Trump.

Las críticas de Moore contra el comportamiento abusivo del cuadragésimo quinto presidente hacia las mujeres, y su defensa de las víctimas de abuso sexual, la hicieron pasar de ser un amado ícono a ser una paria en la denominación que ella había amado toda su vida.

“Despierten, los que duermen, a lo que las mujeres han tenido que soportar todo el tiempo en entornos de craso privilegio y poder”, escribió Moore acerca de Trump, parafraseando un pasaje del libro de Efesios del Nuevo Testamento.

Debido a su oposición a Trump y a su franqueza a la hora de confrontar el sexismo y el nacionalismo del mundo evangélico, Moore fue etiquetada como “liberal” y “woke” [el término woke recientemente cobró un nuevo significado, a saber, estar “despierto” y al tanto de los problemas sociales]. Incluso hubo quien la acusó de herejía por atreverse a dar un mensaje durante un culto dominical en la iglesia.

Finalmente, Moore llegó a su límite. El viernes pasado, durante una entrevista con Religion News Service (RNS), afirmó que “ya no pertenece a los bautistas del sur”.

“Sigo siendo bautista, pero ya no me identifico con los bautistas del sur”, dijo Moore en la entrevista telefónica. “Amo a muchas personas de entre los bautistas del sur y muchas iglesias que pertenecen a su convención, pero no me identifico con algunas cosas de nuestra herencia que no se han quedado en el pasado”.

Moore le contó a RNS que hace poco terminó su larga relación con Lifeway, la editorial cristiana con sede en Nashville. Aunque Lifeway sigue distribuyendo sus libros, ya no los publicará ni administrará sus eventos en vivo. (Una aclaración: el autor de este artículo es un exempleado de Lifeway).

Kate Bowler, historiadora de la Duke Divinity School que ha estudiado a las mujeres evangélicas famosas, dijo que la decisión de Moore representa una importante pérdida para la Convención Bautista del Sur.

Moore, dijo, es una de las pocas líderes independientes de la denominación, cuya plataforma está basada en su propio “carisma, liderazgo e increíble ética laboral” y no en su matrimonio con un pastor afamado. (El marido de Moore es plomero de oficio). También mencionó el hecho de que tiene una amplia audiencia fuera de su denominación.

“La señora Moore es una voz en la que se confía profundamente a ambos lados de toda esta división entre liberales y conservadores, y siempre ha sido capaz de comunicar una profunda fidelidad a su tradición sin tener que seguir a la desbandada de bautistas del sur para hacer que Trump pareciera respetable espiritualmente”, dijo Bowler. “Los bautistas del sur han perdido a una poderosa campeona en un tiempo en que el testimonio público de la denominación se ha visto debilitado significativamente”.

Puede que Moore sea una de las maestras bíblicas más improbables de la historia reciente. En la década de los ochenta comenzó a compartir devocionales durante las clases de aeróbicos que daba en la Primera Iglesia Bautista de Houston. Entonces comenzó a impartir un popular estudio bíblico para mujeres en la iglesia que en cierto momento llegó a atraer [enlace en inglés] a miles de personas cada semana.

A principios de la década de 1990 escribió un manuscrito de estudio bíblico y lo envió a Lifeway (que entonces era conocida como Baptist Sunday School Board), pero fue rechazado. Sin embargo, después de que un miembro del equipo de Lifeway viera a Moore enseñar en persona, la editorial cambió de parecer.

El primer estudio de Moore, El corazón del creyente: Un santuario de Dios, se publicó en 1995 y fue un éxito que condujo a docenas de estudios más, todos respaldados por cientos de horas de investigación y reflejando el deseo incesante de Moore por conocer más de la Biblia.

Desde 2001 y hasta 2016 el ministerio de Moore, Living Proof, tuvo un superávit de seis cifras, creciendo en sus activos desde poco menos de un millón de dólares en 2001 hasta casi quince millones en abril de 2016, según los informes [enlace en inglés] presentados al Servicio de Impuestos Internos de los EE. UU. Su trabajo como maestra bíblica ha penetrado tanto en los estudios bíblicos de pequeñas iglesias como en estadios repletos en sus eventos en vivo del ministerio Living Proof.

Para Moore, la Convención Bautista del Sur era su familia, su tribu y su herencia. La iglesia bautista donde creció en Arkadelphia, Arkansas, fue un para ella un lugar de refugio frente a un hogar problemático donde experimentó abuso sexual.

“Mi iglesia local, en donde crecí, me salvó la vida”, le contó a RNS. “Muchísimas veces mi hogar era un lugar peligroso; mi iglesia era mi lugar seguro”.

Como adulta, participó como maestra de la escuela bíblica dominical y otros estudios bíblicos y después, en colaboración con Lifeway, su vida quedó profundamente entretejida con la denominación. Ella creía en Jesús. Y también creía en la Convención Bautista del Sur.

En octubre de 2016 Moore se llevó lo que ella llamó “la mayor impresión de su vida” cuando leyó las transcripciones de las cintas de “Access Hollywood”, donde Trump alardeaba de su acoso sexual hacia las mujeres.

“Eso no era solo inmoralidad”, dijo ella. “Eso era puro acoso sexual”.

Esperaba que sus colegas evangélicos, especialmente los líderes bautistas del sur en los que ella confiaba, se escandalizaran, especialmente debido a cómo habían reaccionado ante la conducta de Bill Clinton en la década de 1990. En cambio, dijo ella, se aliaron alrededor de Trump.

“La desorientación acerca de esto era abrumadora”, dijo ella. “Sencillamente abrumadora”.

Moore, que se describía a sí misma como “a favor de la vida desde la concepción hasta la tumba”, dijo que no se hizo ilusiones cuando los evangélicos apoyaron a Trump porque les prometió colocar jueces antiaborto a lo largo de todo el sistema judicial.

Aun así, no podía comprender cómo lo habían convertido en un campeón de la fe. “Se convirtió en el estandarte, la imagen de la gran esperanza del evangelicalismo de la gente blanca, la salvación de la iglesia de los Estados Unidos”, dijo ella. “Nada me podía haber preparado para eso”.

Cuando Moore habló públicamente [enlace en inglés] acerca de Trump, el contragolpe fue duro. Las ventas de sus libros se desplomaron, así como las ventas de entradas para sus eventos. Muchos vieron sus críticas hacia Trump como un acto de traición. Desde el ejercicio de 2017 hasta el de 2019, Living Proof perdió más de 1.8 millones de dólares.

Después de que comenzaran a salir a la superficie acusaciones de abusos y malas conductas entre los bautistas del sur en 2016, a Moore le empezó a preocupar también cada vez más la tolerancia que su denominación estaba mostrando hacia líderes que no trataban con respeto a las mujeres.

En 2018 escribió “Una carta para mis hermanos” en su blog, señalando su preocupación por la deferencia que en muchas ocasiones le habían solicitado que mostrara hacia otros líderes varones, la cual llegó al grado de que le pidieran llevar zapatos planos en vez de tacones cuando estuviera sirviendo junto a un hombre que fuera más bajo que ella.

También comenzó a hablar acerca de su experiencia de abuso, sobre todo después del informe [enlace en inglés] de febrero de 2019 del Houston Chronicle, el periódico de su ciudad, en el que se detallaron más de 700 casos de abuso sexual entre los bautistas del sur durante un periodo de veinte años.

Sus redes sociales, especialmente Twitter, donde tiene casi un millón de seguidores, se llenaron, con justicia, de ira y consternación por lo que ella vio como una tóxica mezcla de misoginia, nacionalismo y partidismo tomando control sobre el mundo evangélico que ella amaba… y también se vieron mezclados con un intercambio de bromas bien intencionadas con amigos y partidarios que animaban sus comentarios.

“Suelo meterme en muchos problemas en Twitter porque esa es mi especialidad”, dijo ella. “Lo mío es jugar con las palabras y las ideas”.

Entonces, en mayo de 2019, Moore contó que hizo algo que ahora describe como “una auténtica tontería”. Una amiga y escritora llamada Vicki Courtney mencionó en Twitter que Courtney predicaría en la iglesia el Día de las Madres.

“¡Yo también lo voy a hacer el Día de las Madres! Vicki, por favor, no se lo cuentes a nadie”, respondió Moore.

El tuit inmediatamente despertó un debate nacional entre los bautistas del sur y otros líderes evangélicos sobre si se debería permitir [enlace en inglés] a las mujeres predicar en la iglesia.

“Hay algo en el orden de la creación que significa que Dios quiere que la voz del predicador sea masculina”, dijo en su podcast Albert Mohler Jr., presidente del Southern Baptist Theological Seminary.

El pastor bautista de Georgia, Josh Buice, urgió [enlace en inglés] a la Convención y a Lifeway a cancelar a Moore, etiquetándola de amenaza liberal para la denominación.

John MacArthur, el controvertido predicador de una megaiglesia de California, resumió [enlace en inglés] su opinión en dos palabras, diciéndole a Moore: “Vete a casa”.

Moore, quien dijo que no se convertiría en pastora de una iglesia bautista del sur “ni para salvar su vida”, observó con asombro cómo su tuit comenzó a dominar la conversación en la denominación, ahogando las preocupaciones acerca del abuso.

“Estamos en medio del mayor escándalo de abuso sexual que ha golpeado a nuestra denominación”, dijo ella. “Y, de repente, lo más importante de lo que hay que hablar es acerca de si una mujer puede o no subir a un púlpito a dar un mensaje”.

Cuando Moore asistió a la reunión anual de la Convención en junio de 2019 y habló en un panel acerca del abuso, sintió que ya no era bienvenida.

La cosa solo ha empeorado desde entonces, dice Moore. La Convención se ha visto agitada por debates acerca de la teoría crítica de la raza, provocando que cierto número pastores de raza negra de alto perfil abandonen la denominación. La política y el nacionalismo cristiano han rodeado al evangelio, dijo.

Mientras todo esto ocurría, Moore estaba trabajando en un nuevo estudio bíblico con su hija Melissa sobre el libro de Gálatas del Nuevo Testamento. Mientras estudiaba ese libro, a Moore le impresionó un pasaje en donde el apóstol Pablo, el autor de la carta, describe un enfrentamiento con Pedro, otro apóstol y líder de la iglesia primitiva, diciendo que Pedro “no andaba rectamente conforme a la verdad del evangelio”.

Esa frase, dijo ella, le resonó por dentro. Describía lo que ella y otros bautistas del sur preocupados veían como equivocado en su denominación.

“No andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio”, dijo ella. “Sentí como si hubiéramos aterrizado en Marte”.

Beth Allison Barr, profesora de historia y decana de la Universidad de Baylor, dijo que la salida de Moore de la Convención será un duro golpe para las mujeres bautistas del sur. Barr, autora de The Making of Biblical Womanhood [La creación de la feminidad bíblica], un libro que muy pronto saldrá a la venta acerca de los roles de género entre los evangélicos, creció en una iglesia bautista del sur. Su madre era una gran seguidora de Moore, así como muchas otras mujeres de su iglesia.

“Si ella se marcha, se va a llevar consigo a muchas de estas mujeres”, dijo Barr.

Anthea Butler, profesora asociada de la Universidad de Pennsylvania y autora de un libro que será publicado próximamente sobre los evangélicos y el racismo, dijo que Moore se podría convertir en una versión más conservadora de la fallecida Rachel Held Evans, que reunió en torno suyo a cristianos progresistas cansados del evangelicalismo, pero no del cristianismo.

Los críticos de Moore pueden encontrar sencillo tacharla como “liberal” o “woke” en vez de lidiar con la sustancia de su crítica, dijo Butler. Pero las preocupaciones de Moore y los continuos conflictos dentro de la Convención acerca del racismo y el sexismo no se van a marchar, dijo Butler. La profesora de religión cree que Moore estará mejor después de abandonar la Convención, a pesar del dolor de la ruptura.

“Aplaudo su movimiento y la apoyo porque sé lo asfixiante que ha sido la Convención Bautista del Sur para las mujeres”, dijo Butler. “Estará mucho mejor sin ellos, haciendo el ministerio al que Dios la llame”.

Desenredar su vida de la Convención Bautista del Sur y de Lifeway fue difícil. Moore y su marido han comenzado a visitar una nueva iglesia, una que no está ligada estrechamente con la Convención, pero sigue siendo “fiel al evangelio”. Está analizando la posibilidad de unirse a otra denominación, quizá los luteranos o los presbiterianos, pero su corazón sigue siendo bautista.

Aún ama las creencias de los bautistas del sur, dice, y está decidida a seguir conectada con una iglesia local. Moore espera que, en cierto momento, el testimonio público de los bautistas del sur regrese a aquellos valores centrales y se aleje del nacionalismo, el sexismo y la división racial que ahora parecen definir su testimonio público.

Hasta ahora, eso no ha ocurrido. “Al final, llega un momento en que tienes que admitir ‘eso no es lo que soy’”, dijo ella.

Moore ha tenido una larga amistad con el equipo que edita y comercializa su obra en Lifeway y decirles adiós ha sido doloroso, pero aún en términos amistosos. Ella esperaba pasar el 2020 en una especie de gira de despedida, pero la mayoría de sus eventos del año pasado fueron cancelados debido a la pandemia por COVID-19. (Lifeway está promocionando un crucero en el que Moore aún aparece en el programa).

“Son personas a las que quiero tanto que las querré para siempre”, dijo ella. “Sencillamente no he podido encontrar muchas cosas durante mi vida en el ministerio que pueda decir que son una mayor manifestación de la gracia que el regalo que ha sido trabajar con Lifeway”.

Becky Lloyd, directora de Lifeway Women, habla con cariño de Moore.

“Nuestra relación con Beth no se ha terminado, continuaremos amándola, orando por ella y apoyándola en los próximos años”, le dijo a RNS en un correo electrónico. “En Lifeway nos sentimos muy agradecidos con el Señor por permitirnos ser una pequeña parte de cómo Dios ha usado a Beth a lo largo de los años para ayudar a las mujeres a involucrarse con las Escrituras de un modo profundo y significativo, y cómo las ha ayudado a crecer en su relación con Jesucristo”.

Lifeway seguirá comercializando los libros de Moore y promocionando algunos de sus eventos.

Estos eventos probablemente serán más pequeños, y quizá atraigan a cientos de personas en vez de a miles, dijo Moore, al menos al principio. Y ella está emocionada por este nuevo comienzo.

“Voy a servir a quien sea que Dios me ponga enfrente”, dijo ella.

Traducción por Noa Alarcón y Livia Giselle Seidel

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News

El ministerio internacional de Ravi Zacharias ya no se dedicará a la apologética cristiana

Apenas unos días después de hacer un llamado para que otras víctimas alcen la voz, RZIM anuncia que planea transformar su ministerio radicalmente. 

Christianity Today March 12, 2021
Courtesy of RZIM

Después de haber sido el ministerio de apologética cristiana más grande del mundo, Ravi Zacharias International Ministries (RZIM) anuncia que abandonará esa misión este mismo año.

La directora general, Sarah Davis, anunció al personal el miércoles 10 de marzo que, durante los próximos seis meses, el ministerio continuará reduciendo su tamaño y se convertirá en una fundación que concederá subvenciones y donaciones. Tiene previsto financiar a organizaciones que atiendan a víctimas de abusos sexuales, así como a aquellas que cumplan con el que era su propósito original: defender la verdad del evangelio.

“RZIM no puede ni debe seguir funcionando como organización en su forma actual. Tampoco creemos que podamos sólo cambiar el nombre de la organización y seguir adelante con nuestro trabajo como de costumbre”, dijo Davis, quien es la hija mayor de Zacharias y que ha dirigido el ministerio desde su muerte en mayo de 2020.

A los conferencistas de RZIM se les han rescindido las invitaciones desde que las acusaciones contra Zacharias fueron publicadas por primera vez en septiembre. Tras las investigaciones y la posterior confirmación de los abusos de su difunto fundador, las donaciones al ministerio se han reducido de forma importante, después de haber llegado tener un valor neto en el rango de los 35 a los 40 millones de dólares.

La investigación descubrió “una culpabilidad más allá de lo que podríamos haber imaginado”, reconoció Davis el miércoles.

“El ministerio de RZIM está pasando por un proceso probablemente distinto a cualquier cosa que podamos pensar en la historia evangélica moderna”, dijo Davis. “Nosotros, como ministerio, hemos estado procesando una amplia gama de emociones, incluyendo un intenso dolor por las víctimas de los abusos, aborrecimiento por las acciones de Ravi, desilusión, consternación, ira, y también incertidumbre sobre el futuro del ministerio que amamos y servimos.”

El ministerio está siendo sometido a una amplia revisión de su cultura y estructura por parte de la empresa consultora Guidepost Solutions. Davis informó a los trabajadores del ministerio que se esperan despidos de alrededor del 60% del personal, mismos que comenzarán inmediatamente, y se anunciarán cambios en el liderazgo una vez que la revisión haya terminado en un lapso de cuatro a seis meses.

Mientras tanto, el personal de cada departamento está siendo instruido para “centrar sus dones, habilidades y recursos” en “el arrepentimiento, la restitución, el aprendizaje y el servicio”.

Estos anuncios fueron publicados apenas unos días después de que el ministerio anunciara la decisión de cambiar el nombre de la organización el 7 de marzo pasado. También hizo un llamado para que otras víctimas se presenten y denuncien cualquier caso de acoso o abuso sexual cometido por su difunto y mundialmente famoso fundador.

El informe de la investigación independiente publicado el mes pasado confirmó las acusaciones contra el apologeta, mismas que se remontan al año 2004, y descubrió pruebas adicionales de que los abusos continuaron hasta unos meses antes de su muerte en mayo de 2020. Sin embargo, aunque la investigación fue concluyente, no fue exhaustiva.

En un comunicado publicado durante ese fin de semana, RZIM reconoció que puede haber muchas más víctimas. Es la primera vez que RZIM pidió directamente a las víctimas que hagan públicas sus acusaciones.

La empresa consultora Guidepost Solutions recogerá las denuncias por teléfono y correo electrónico como parte de su revisión exhaustiva de la organización RZIM, mientras que la defensora de las víctimas, Rachael Denhollander, servirá de enlace confidencial con las mismas. Se han habilitado líneas telefónicas en inglés, español y francés.

“Seguimos lamentándonos profundamente por las víctimas que han sido tratadas de forma completamente opuesta al evangelio”, escribió en un comunicado oficial [enlace en inglés] la directora general del ministerio. “También reconocemos cada vez más y con mucho dolor los errores cometidos por nuestra organización, así como el arrepentimiento que debe producirse tanto en el corazón como en la acción”. Davis dijo que la revisión que están llevando a cabo es exhaustiva y se espera que dure meses.

El ministerio también anunció que está eliminando las enseñanzas de Zacharias de su sitio web y de sus redes sociales. Las doce ramas internacionales de RZIM están evaluando de forma independiente sus propias culturas ministeriales y planes futuros.

El ministerio estaba enterado de las acusaciones previas

Los principales líderes de RZIM en los EE.UU. y Asia han sabido de las acusaciones contra Zacharias desde al menos 2008, cuando un miembro del equipo en la India informó al líder de la junta directiva de la rama de la organización en Singapur que Zacharias había sido visto con una mujer con la que no estaba relacionado en un hotel de Singapur. Zacharias y la mujer iban de la mano y parecían interactuar íntimamente. Zacharias descartó la acusación explicando que había sido un malentendido, y el ministerio no hizo investigación alguna al respecto, según documentos internos obtenidos por CT.

El mismo miembro del equipo volvió a plantear la cuestión en 2012, a la vez que cuestionó los viajes en solitario de Zacharias a Tailandia, donde Zacharias poseía dos apartamentos, uno para él y otro para una masajista. El ministerio tampoco investigó al respecto. Por el contrario, la junta directiva de Singapur inició una investigación completa sobre dicho colaborador, a fin de determinar si estaba difundiendo rumores sobre Zacharias.

“Los directores hemos acordado que los comentarios despectivos de cualquier tipo por cualquiera de las partes deben cesar inmediatamente, ya que no glorifican al Señor”, escribió el presidente de la junta de Singapur en un correo electrónico de 2012 obtenido por CT. “Tenemos la misma convicción de que los hermanos deben reconciliarse cuando haya habido malentendidos. …La obra de RZIM tiene un gran impacto en los no creyentes y cualquier disputa pública traerá un daño irreparable a las partes interesadas y a la organización.”

En las demás oficinas internacionales de RZIM se expusieron argumentos similares. Los miembros del equipo en la India, los Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá dijeron a CT que cuando plantearon preocupaciones, estas fueron ignoradas. Los líderes de la organización argumentaron acerca de la reputación de Zacharias. Se le consideraba irreprochable e incuestionable [enlace en inglés].

La portavoz de RZIM, Ruth Malhotra, en una carta de 26 páginas [enlace en inglés] dirigida a la junta directiva del ministerio en los Estados Unidos acerca de la complicidad de la empresa en los abusos de Zacharias, escribió que la respuesta estratégica de los líderes ante las acusaciones presentadas era “retrasar, negar, desafiar y difamar”. Según Malhotra, ella planteó preguntas en 2017, cuando Zacharias negó haber solicitado imágenes sexuales explícitas a una mujer canadiense. En lugar de intentar responder a sus preguntas, un alto dirigente de la organización le preguntó: “¿De qué lado estás?”.

Tras la investigación de 2021, la junta directiva estadounidense reconoció errores y prometió una revisión de la cultura y el liderazgo del ministerio.

“Nuestra confianza en Ravi cuando negó haber cometido falta moral alguna, así como sus engañosas explicaciones sobre los correos electrónicos y otros registros que ahora son públicos fue desmedida y muy equivocada”, decía el comunicado. “También reconocemos que en situaciones de abuso prolongado, a menudo existen importantes problemas estructurales, culturales y de políticas empresariales. Es imperativo que una vez que esto ha tenido lugar en nuestra organización, tomemos medidas específicas para asegurar que se diagnostiquen y aborden adecuadamente.”

La junta directiva del ministerio en los Estados Unidos es anónima y la declaración no está firmada por miembros individuales. No está claro quién redactó la declaración ni si los miembros de la junta directiva la aprobaron por unanimidad.

El balance internacional

Las 12 oficinas internacionales del RZIM también están evaluando su propia cultura y tomando decisiones sobre el futuro. Los líderes de los respectivos países tienen que decidir si cerrarán sus puertas o si continuarán en operaciones; si seguirán afiliados al ministerio con sede en los Estados Unidos o si serán organizaciones independientes; si mantienen el nombre de Zacharias o lo abandonan.

Las oficinas del ministerio en Reino Unido y América Latina han anunciado sus intenciones de separarse y establecer organizaciones independientes que continúen enfocando su ministerio en la apologética cristiana. El ministerio en Latinoamérica cerró su sitio web después de hacer su declaración.

RZIM España está evaluando los “próximos pasos” pero dijo que ha recibido “muchas expresiones de ánimo” para seguir haciendo apologética y evangelismo en España.

La oficina de RZIM en el idioma alemán, misma que opera en Alemania, Austria y Suiza, ha anunciado la capacitación de su equipo en materia de abusos y una revisión de su propia estructura organizativa y cultural.

“Mirando hacia atrás, nos damos cuenta de que nosotros, como instituto, estábamos sesgados positivamente hacia Ravi Zacharias, y que también confiamos demasiado en los mecanismos de control dentro de RZIM”, dijo el ministerio en un comunicado oficial [enlace en alemán]. “Lamentamos enormemente estos errores”.

La oficina del ministerio en Canadá ha decidido cerrar sus puertas. “Reconocemos que la necesidad de hacer evangelismo con un enfoque basado en la apologética continúa”, dijo la junta canadiense. “Lamentablemente, estamos convencidos de que no es posible que RZIM Canadá cumpla con este mandato dentro de las circunstancias presentes”.

RZIM Hong Kong, que sirve al sureste de Asia y Oceanía, declaró que está considerando “todos los caminos posibles que honren a nuestro Señor y Salvador Jesucristo” y también dijo: “Nos disculpamos sin reservas por el daño que hemos causado a otros a través de la confianza desmedida que pusimos en Ravi.”

Los responsables de RZIM en India y Turquía han traducido las disculpas de la junta directiva estadounidense y han hecho pública la información sobre la investigación, pero no han hecho declaraciones públicas individuales sobre el futuro del ministerio en dichos países. Al parecer, la oficina de RZIM en Oriente Medio no ha hecho ninguna declaración pública.

RZIM Rumania y RZIM Singapur anunciaron tiempos de oración y reevaluación.

El ministerio rumano dijo que están orando “para que Dios sane cualquier herida causada por las acciones de Ravi Zacharias y cualquier decepción causada por esta noticia. Ponemos toda nuestra esperanza en su gracia y seguimos comprometidos con la búsqueda y presentación de la #Verdad”.

RZIM África dijo que su principal prioridad es “Orar por, escuchar y aprender de las víctimas y los defensores de las víctimas, buscar su perdón cuando sea apropiado, y tomar medidas las medidas necesarias conforme vayan surgiendo.”

Dos líderes africanos se acercaron personalmente [enlace en inglés] a una de las víctimas para disculparse. El ministerio también está animando a otros a hacer lo mismo. “Dado el alcance del engaño y el abuso de Ravi”, dice el comunicado [enlace en inglés], “reconocemos que puede haber muchos otros que han sufrido y cuyas historias aún no se han contado”.

Traducción y edición en español por Livia Giselle Seidel

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News

Falleció Luis Palau, evangelista que predicó la Palabra a través del continente americano y más allá

El evangelista nacido en Argentina pasó de ser el traductor de Billy Graham a llevar a millones de personas en más de 80 países a tomar la decisión de seguir a Jesús.

Luis Palau

Luis Palau

Christianity Today March 11, 2021
Courtesy of Luis Palau Association / Edits by Christianity Today

El evangelista Luis Palau ha fallecido a los 86 años de edad por cáncer de pulmón. Inmigrante argentino que hizo su hogar en los Estados Unidos, Palau se convirtió en uno de los más destacados sucesores de Billy Graham y compartió el evangelio en más de 80 países del mundo. Su ministerio llevó a millones de personas a tomar la decisión personal de seguir a Jesús.

Palau predicó el evangelio a jefes de estado de América Latina, y mientras caía la Cortina de Hierro en la URSS, sus cruzadas reunieron a una gran variedad de cristianos, incluyendo protestantes, ortodoxos y católicos. De joven, Palau sirvió como intérprete para Billy Graham, quien más tarde ayudó a financiar la organización de evangelística de Palau cuando esta comenzó oficialmente en 1978.

Palau comenzó a evangelizar en un momento histórico para el evangelismo latinoamericano. El pentecostalismo había llegado por primera vez a la región a principios del siglo XX. En las décadas de 1960 y 1970, el ecuatoriano René Padilla y el peruano Samuel Escobar empezaron a defender la misión integral, desafiando un evangelismo que, en su opinión, se centraba demasiado en la salvación personal individual a expensas de preocupaciones sociales más amplias. Palau no siguió esta trayectoria. Sus escritos en español criticaron la teología de la liberación, y su ministerio se centró en las conversiones personales. Sin embargo, gran parte de la obra que llevó a cabo hacia el final de su vida trató también de involucrar activamente a la comunidad, especialmente en la ciudad donde residía: Portland, Oregón.

«Palau tenía una forma única de predicar el evangelio de una manera accesible, y de establecer prioridades espirituales dirigidas a la salvación personal en Cristo, a la vez que mostraba una cierta conciencia social», dijo el profesor de historia de Notre Dame, Darren Dochuk. «Si bien no predicaba un evangelio social en forma, su mensaje era consciente de las preocupaciones sociales».

En la década de 1990, el ministerio global de Palau comenzó a centrarse en Estados Unidos intencionalmente. Bajo la influencia de sus hijos, quienes asumieron el liderazgo activo del ministerio, sus eventos evangelísticos se caracterizaron cada vez más por conciertos de música cristiana y proyectos de servicio comunitario. En 1999, The New York Times preguntó [enlace en inglés] quién podría suceder a Graham. Palau fue el primer candidato.

A pesar de haber vivido toda su vida adulta en Estados Unidos, Palau seguía conectado a América Latina en gran medida a través de la radio, el mismo medio por el que escuchó predicar a Billy Graham por primera vez cuando era adolescente y que lo inspiró a comenzar a evangelizar. A menudo compraba cobertura simultánea en horario de máxima audiencia para televisar sus cruzadas en esta región. Además de predicar en público, también aparecía en la televisión local del lugar donde llevaba a cabo sus eventos y respondía a las preguntas de los espectadores, guiando a los lugareños hacia el Señor.

Palau creció en Ingeniero Maschwitz, un pueblo pequeño a unos 50 kilómetros de Buenos Aires. Nació en 1934, siendo el único varón de una familia de siete hijos, en una familia bilingüe de un padre cuyos padres emigraron desde España después de la Primera Guerra Mundial y una madre con familia escocesa y francesa. Los padres de Palau, Luis Palau padre y Matilde Balfour de Palau, se convirtieron al cristianismo después de que Edward Rogers, un alto ejecutivo petrolero británico, regalara a la madre de Palau una Biblia. Rogers fue una influencia espiritual clave para Palau durante su infancia, y cuando el padre de Palau murió inesperadamente, Rogers ayudó económicamente a la familia.

La propia experiencia de conversión de Palau tuvo lugar durante un campamento de verano en 1947, cuando un consejero del campamento lo guió a Cristo.

«No tienes que tener una historia asombrosa acerca de cómo recibiste a Jesús. Simplemente debes saber que esa es tu historia», escribió Palau más tarde en sus memorias. «Algunos tienen una experiencia en la que la luz cae del cielo, una experiencia como la del camino a Damasco que los lleva de ser “el peor de los pecadores” a los brazos de Jesús. Otros son como niños que apenas empiezan a comprender lo que significa el pecado, y la luz del cielo parece apenas un débil y tembloroso rayo de linterna sobre la página de la Biblia mientras la lluvia sigue cayendo alrededor. Lo único que importa en nuestra conversión es que sea real».

Palau aprendió inglés a una edad temprana a través de sus padres, que eran bilingües. Gran parte de su educación también fue en inglés, primero en un internado británico y después en una prestigiosa academia asociada a la Universidad de Cambridge.

Tras terminar el colegio y encontrar trabajo en una sucursal del Banco de Londres, Palau se encontró por primera vez con la voz de Billy Graham en la radio cuando era un adolescente en Argentina. Al cabo de varios años, el propio Palau había solicitado a su radio local que le permitiera dar sermones. Después de haber aspirado inicialmente a ser abogado, Palau empezó a soñar con un ministerio de escala global y con evangelización masiva similar a la de las cruzadas de Graham. Al mismo tiempo, asistió a un estudio bíblico dirigido por el pastor y escritor estadounidense Ray Stedman, quien durante los dos meses siguientes instó al argentino a trasladarse a Estados Unidos para recibir educación formal para el ministerio.

Cuando llegó a la zona de la bahía de San Francisco, California, Palau vivió con Stedman, quien al mismo tiempo era mentor del joven Chuck Swindoll. La tutoría de Stedman iba más allá de asignar libros o imponer consejos. Llevaba a Palau a las sesiones de consejería de otros congregantes, bromeaba con él acerca de sus antecedentes legalistas y lo bendecía con historias sorprendentemente francas y que parecían romper con todos los tabúes. Stedman animó a Palau a asistir al Seminario Teológico de Dallas, pero Palau se sintió intimidado por el compromiso de estudiar durante cuatro años y optó por un programa de un año en la Escuela Bíblica Multnomah (ahora Universidad Multnomah).

En Multnomah, Palau conoció a su esposa, Patricia, una residente de Oregón que tenía sus propios sueños de evangelización global. Después de casarse, la pareja se trasladó a Detroit antes de irse a pasar un tiempo en Costa Rica, Colombia y México con la agencia misionera Overseas Crusades. Cuando su familia comenzó a crecer (tuvieron cuatro hijos en total), los Palau decidieron criar a sus hijos en Oregón. Palau siguió viajando mientras Pat se quedaba en casa. Una vez él calculó, a los 57 años de su matrimonio, que habían pasado un total de 15 años separados debido a sus viajes.

«Nunca dejé de notar que muchos de los momentos más preciosos, los tesoros de la vida de mis hijos, llegaron y se fueron sin mí», escribió más tarde Palau. «No me arrepiento de mi elección, pero sí lamento los muchos recuerdos que tuvieron que hacerse sin que yo estuviera allí».

Palau había conocido brevemente a Billy Graham cuando este visitó Argentina, pero sus caminos volvieron a cruzarse cuando Palau se acercaba a los 30 años de edad. Palau admiraba a Graham, y emuló su estrategia centrada en la ciudad: nombró a hombres de negocios de éxito en su junta ministerial, llenó sus sermones con acontecimientos actuales, recurrió a atletas prominentes para que dieran testimonio en sus eventos, y nunca llevó a cabo una cruzada a menos que una coalición diversa de iglesias lo invitara. Al principio de su ministerio sirvió como intérprete para Graham en varios eventos y, a lo largo de sus décadas de ministerio, colaboraron juntos en varias ocasiones.

Las cruzadas de Palau a menudo se realizaban después de décadas de ministerio de las iglesias locales y sociedades bíblicas, muchas de ellas pentecostales. Además de dirigirse a las multitudes, Palau y su equipo evangelizador buscaban reuniones [enlace en inglés] con los líderes de la región. «Una conversación programada para durar doce minutos con el presidente Carlos Arana Osorio de Guatemala en realidad duró una hora; el presidente aceptó una Biblia de Palau y declaró que quería estudiarla», informó CT en 1974.

Tal vez el amigo más famoso de Palau fue el dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt (quien contaba con varios líderes evangélicos como amigos), y que posteriormente fue condenado [enlace en inglés] por genocidio. (Finalmente, el veredicto fue anulado). «Es estupendo tener un presidente cristiano como modelo», dijo Palau a CT [enlace en inglés] en 1983. «La mano de Dios parece estar sobre él».

A pesar de su ministerio internacional y de la agitación política por la que atravesó América Latina en la segunda mitad del siglo XX, Palau se ganó la reputación de ser una persona que rara vez comentaba sobre política.

«Los que son llamados a entrar en la arena política deben tomarlo como un ministerio del Señor. No me importa si es de izquierda o de derecha, si es ateo o si es un líder religioso; siempre les digo lo mismo a los políticos: “Su posición es una autoridad delegada por Dios, y usted es un ministro de Dios”», dijo Palau en 1996 [enlace en inglés]. «Así que les animo a pensar en la justicia y la rectitud, y a defender a los pobres y a los necesitados. Ese es el papel de un político».

Más allá de sus conexiones con líderes políticos, Palau también fue amigo durante mucho tiempo del hombre que se convertiría en el argentino más famoso del mundo: Jorge Bergoglio. Cuando ese amigo se convirtió en el Papa Francisco en el año 2013, Palau celebró el nombramiento.

«Fue emocionante por Argentina, por su personalidad y por su apertura hacia los cristianos evangélicos», dijo a CT en 2013 [enlace en inglés]. «Me emocioné un poco simplemente por haberlo conocido».

Este espíritu de colaboración ecuménica también marcó las cruzadas de Palau, que a menudo reflejaban meses de colaboración de campo con las iglesias locales, y el desarrollo de una renovada confianza entre cristianos que habían estado separados por mucho tiempo. Por lo general, estas colaboraciones se extendieron y buscaban llegar más allá de las congregaciones protestantes. En países como Egipto y Rusia, donde los evangélicos y los cristianos ortodoxos habían estado enfrentados durante mucho tiempo, las cruzadas sirvieron de catalizadores para la colaboración. En Centroamérica, católicos y carismáticos asistieron a sus eventos.

Sin embargo, esta camaradería no se extendió al país que lo adoptó. En 1976, Palau canceló una cruzada en Chicago dirigida a los cristianos hispanos a causa de la división entre cristianos pentecostales y no pentecostales.

«Curiosamente, Estados Unidos es el país más difícil del mundo para conseguir que las denominaciones trabajen juntas. Estados Unidos habla del lema “una nación bajo Dios”, pero es pura teoría», dijo Palau a CT [enlace en inglés] en 1996. «El mayor trabajo en una cruzada que abarque a toda la ciudad no es tocar a los no convertidos. Es reunir a las iglesias para tocar a los inconversos».

A pesar de su herencia argentina, cuando salió de Sudamérica, la formación teológica de Palau, sus relaciones y la estructura de su ministerio hicieron que gran parte del mundo lo considerara un estadounidense.

«El adoptó el modelo de Billy Graham. Tiene esta gran organización detrás de él que le solicita rendición de cuentas, experiencia de gestión, recaudación de fondos y legitimidad», dijo Daniel Ramírez, profesor asociado de religión en la Claremont Graduate University. «Eso viene de Estados Unidos. Eso no viene de América Latina».

Con el tiempo, la presencia de Palau en EE.UU. se hizo más fuerte y comenzó a diferenciarse del modelo que habían tomado muchos de sus eventos internacionales. Sus hijos le convencieron de que abandonara la palabra «cruzada» y la sustituyera por «festival», una sugerencia contra la que luchó al principio. Al igual que muchos de sus contemporáneos, empezó a cambiar [enlace en inglés] los lugares de celebración de los estadios deportivos por los parques del centro de la ciudad. Muchos eventos también empezaron a incluir proyectos de servicio a la comunidad. Durante unas vacaciones de primavera [enlace en inglés], retransmitió en docenas de iglesias vía satélite, y animó a las congregaciones a llegar a los estudiantes universitarios a través de fiestas en la playa con bandas locales, oradores y deportes locales.

«Era claramente ortodoxo y, al mismo tiempo, no era odioso», dijo Ed Stetzer, director ejecutivo del Centro Billy Graham del Wheaton College. «Eso es algo que no todo el mundo consigue en un escenario nacional. Él lo hizo».

Varios años después, su ministerio basado en el área de Portland también llamó la atención [enlace en inglés] por establecer relaciones de forma intencionada con el alcalde de la época, que era abiertamente gay, y por colaborar con una ciudad que tenía una reputación secular y progresista. En ocasiones, Palau se sintió preocupado acerca de que el creciente enfoque del ministerio en el servicio a la comunidad pudiera eclipsar el evangelismo al que se sentía llamado.

«Corremos el riesgo de cerrar el círculo y parecernos a los liberales», dijo a CT en 2008. «No debemos diluir el evangelio porque almorcemos con políticos. Yo estoy comprometido a predicar la sangre de Jesús y la cruz de Jesús».

A través de sus festivales americanos, también buscó [enlace en inglés] entablar intencionadamente relaciones con la comunidad latina.

«Los latinos estamos en la mejor posición para llevar el mensaje del evangelio fuera de este país por nuestro alto compromiso con la familia y porque los hispanos tienen un sentido de entregarlo todo por el evangelio», dijo Palau. «¡Solo menciono un versículo de la Biblia y rompen en aplausos!». En los mítines del pabellón de la Universidad de Illinois-Chicago, Palau lanzó la primera parte de un versículo bíblico y el público respondió con un rugido completando el resto del mismo al unísono.

Palau también creía que los latinos podían tender un puente entre las polarizadas comunidades blancas y negras. «No nos hemos aislado como los blancos de los problemas de la ciudad, y no tenemos las mismas heridas históricas que la comunidad afroamericana», afirmó.

«El aumento en la participación de los latinos en el evangelismo también cambiará a la propia iglesia evangélica», dijo Palau. «La iglesia evangélica dominante se ha vuelto demasiado cómoda en esta cultura. Ha perdido su fuego, su sentido de convicción del bien y del mal».

A pesar de la polémica situación política de muchos de los países por los que viajó Palau, buscó en gran medida que nadie se sintiera ofendido, con algunas excepciones. En 1977, Palau habló ante más de 60 000 personas en Gales a lo largo de un mes. Pero en 2005, la ciudad de Cardiff canceló una recepción [enlace en inglés] para Palau a causa de sus «creencias evangélicas extremas». Ese mismo año, Palau instó a las iglesias chinas que se reunían en hogares a registrar oficialmente sus iglesias a fin de «recibir mayor libertad y bendiciones del gobierno». Sus comentarios suscitaron una fuerte contestación [enlace en inglés] por parte de los defensores de la libertad religiosa.

Incluso cuando su ministerio se extendió en los Estados Unidos, Palau lamentó la falta de pasión del occidente por la evangelización.

«En América del Norte y Europa, sin embargo, me parece que, aunque se habla mucho de evangelismo, el verdadero evangelismo es difícil de detectar», dijo a CT [enlace en inglés] en 1998. «Los cristianos evangélicos de Norteamérica pagan alegremente cualquier cantidad por asistir a un concierto. Llenan el centro cívico para asistir a sesiones de adoración e incluso a convenciones de guerra espiritual de intercesión. Pero cuando se trata de la guerra cara a cara, que consiste en hablar a la gente amable pero directamente sobre su necesidad de Cristo, de repente los números disminuyen. En demasiadas iglesias, la respuesta al reto de proclamar el evangelio en su ciudad es: “¿Pero por qué debemos hacerlo?” y “Esto es muy costoso”».

Más de 15 años después, Palau reafirmó [enlace en inglés] sus convicciones.

«Los cristianos, y especialmente los anglosajones, tenemos la idea de que sabemos lo que piensa el otro antes de siquiera empezar a hablar con él. Realmente no es así», dijo Palau. «El Espíritu Santo dijo que convencería al mundo de pecado, de justicia y de juicio. ¿Lo crees? Yo lo creo».

A Palau le sobreviven su esposa, cuatro hijos y muchos nietos.

Traducción y edición en español por Livia Giselle Seidel.

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La carta de Pablo a una iglesia prejuiciosa

Lo que las congregaciones multiétnicas pueden aprender de las instrucciones dadas por el apóstol para la Cena del Señor.

Christianity Today March 9, 2021
Illustration by Chad Hagen

Muchos de nosotros hemos creído que las congregaciones multirraciales son la solución para el racismo blanco. Pero, como lo demuestra [enlace en inglés] la investigación sociológica de Korie Little Edwards, incluso cuando las iglesias reúnen a congregantes racialmente diversos, el modo en que se reúnen a menudo refuerza la preferencia social por la cultura blanca y cierta deferencia hacia las estructuras de poder blancas. En tales casos, las iglesias resuelven el problema de la segregación de los domingos por la mañana, sin resolver el problema de un cristianismo racialmente opresivo.

Las Escrituras señalan una situación similar en Primera de Corintios. El apóstol Pablo escribe a una iglesia multirracial y con diferentes clases sociales, formada por judíos y gentiles, esclavos y libres (12:13). Esta congregación era mucho más diversa que la típica iglesia norteamericana de hoy a la que, según Edwards, le falta tener siquiera un solo miembro de cualquier otro grupo étnico.

No obstante, Pablo les dice a los corintios que sus reuniones no son «para buscar lo mejor, sino para lo peor» (11:17-22, RVC). ¿La razón? El modo en que se reunían para la Cena del Señor reforzaba las divisiones socioeconómicas que había entre ellos. Algunos tenían mucho para comer. Otros no tenían nada.

Para comprender la crítica de Pablo, tenemos que entender primero la manera en que funcionaban las comidas en la sociedad corintia. Corinto tenía una jerarquía bien definida: una muy clara estratificación social y económica. El nivel al que pertenecías dependía de si tenías capital suficiente como para ser considerado «sabio», «poderoso» y «noble» (1:26).

Esta jerarquía social podía ser cuestión de vida o muerte. Ganarse una de estas etiquetas significaba que tendrías más posibilidades de obtener las oportunidades económicas y las redes sociales de las cuales tal vez dependería tu supervivencia.

En Corinto, las comidas comunitarias ofrecían [enlace en inglés] a los individuos una oportunidad de reclamar su lugar en la estratificación de clases, o incluso de subir un peldaño. En Corinto, al igual que sucede hoy en día en las cafeterías de las escuelas, el lugar en donde te sentabas durante el almuerzo decía mucho de dónde te encontrabas situado en la jerarquía social. Traer más o mejor comida, o exigir un asiento más honorable, por ejemplo, eran estrategias para intentar subir en la escalera de clases.

Eso era lo común en Corinto, pero Pablo declara que tal conducta no tiene lugar en la iglesia. Debido al modo en que esta congregación multiétnica y con diferentes clases sociales humillaba a los que no tenían, no podían llamar «Cena del Señor» a lo que hacían. Estaban actuando más como corintios que como cristianos.

Al imitar las jerarquías opresivas de Corinto en sus reuniones, la comunidad de creyentes de la ciudad «menospreciaba a la iglesia» y pecaba contra el cuerpo y la sangre del Señor mismo (11:22, 27).

Tal vez nos sorprenda la intensidad de Pablo en Primera de Corintios 11:17-34, pero hacen perfecto sentido una vez que analizamos lo que había dicho anteriormente en la epístola. Consideren, hermanos, su llamamiento. Pablo le dice a la iglesia:

No muchos de ustedes son sabios, según los criterios humanos, ni son muchos los poderosos, ni muchos los nobles; sino que Dios eligió lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo, para avergonzar a lo fuerte (…) a fin de que nadie pueda jactarse en su presencia. (1:26-27,29)

Al principio, Pablo les dice a sus oyentes que el modo en que Cristo dispuso su iglesia echa por tierra la estratificación social de Corinto que honraba a los sabios, los poderosos y los nacidos en noble cuna. ¿Cómo respondió la iglesia corintia? Incorporando prácticas que marcaban diferencias de clase social dentro de sus reuniones.

La solución de Pablo no es disolver esta iglesia multirracial e integrada por diferentes clases sociales, ni tampoco reducir el papel que jugaban las comidas en la vida de la iglesia. Más bien, él llama a la iglesia a darse la bienvenida los unos a los otros cuando se reunieran a comer (11:33). Puede que esto se pierda fácilmente, debido a que la mayoría de las versiones traducen el mandamiento del versículo 33 como «esperarse los unos a los otros». Pero, en el contexto de la hospitalidad, el verbo griego traducido como esperar puede referirse a dar la bienvenida a alguien, parecido al modo en que podríamos decir en hostelería que alguien «espera» a las personas a las que va a servir. ¿Cómo se pondría en práctica eso de «darse la bienvenida unos a otros» en la iglesia corintia?

Pablo nos da una clave en lo que dice a continuación. En Primera de Corintios 12:12-13 les recuerda que, aunque étnica y económicamente son una congregación diversa, cada individuo es un miembro del cuerpo único de Cristo. Los diferentes miembros usan sus dones distintivos para el bien del conjunto. Este es un mensaje con el que siguen comprometidas las iglesias multirraciales contemporáneas.

No estoy seguro, sin embargo, de que nos guste tanto lo que dice a continuación: «Pero Dios ordenó el cuerpo de tal manera, que dio mayor honor al que le faltaba, para que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los otros» (12:24-25).

Dios mismo ha estructurado la iglesia de tal modo que da mayor honor e importancia dentro de la congregación a los miembros a los que les falta honor fuera de ella. Dios sí que presta atención al lugar donde se encuentran las personas en la jerarquía social, pero solo con la intención de privilegiar a los que están abajo.

Debido a esto, Pablo llama a la iglesia a que nos demos la bienvenida los unos a los otros de tal modo que pongamos en práctica este modelo contracultural. Al abstenerse de privilegiar a los poderosos socialmente y, por el contrario, intencionadamente conceder un honor especial a los que carecían de derechos sociales, los corintios se reunirían para lo mejor, en vez de para lo peor.

La preservación de las jerarquías sociales de los corintios durante la Cena del Señor se asemeja al modo en que las iglesias multirraciales priorizan las preferencias de la gente blanca y convierten en norma sus estilos de alabanza, su forma de involucrarse en la comunidad y el «maquillaje racial» de sus líderes. Sin embargo, si los problemas son similares [a los de Corinto], tal vez las soluciones también lo sean.

Las congregaciones multirraciales pueden aprender del modo en que las iglesias históricamente negras, por ejemplo, han desmantelado las jerarquías sociales en sus reuniones. Cada iglesia, sin importar su maquillaje étnico, debe «examinarse» y «discernir» las formas en que la congregación privilegia la cultura blanca y trata a ciertos hermanos y hermanas como si no fueran miembros plenos del cuerpo de Cristo (1 de Corintios 11:28-29).

Las congregaciones multiétnicas que siguen las instrucciones de Pablo tienen una oportunidad única para servir como modelo para el resto de nosotros acerca de cómo reorganizar nuestra vida en comunidad. Entonces todos podremos abrazar las instrucciones de Pablo de «darnos la bienvenida los unos a los otros» al darles un honor especial dentro de nuestras iglesias a los que posiblemente se sienten marginados en la sociedad. Ojalá lo hagamos con valor y alegría.

Michael J. Rhodes es profesor de Antiguo Testamento en el Carey Baptist College y pastor asistente en la Iglesia Downtown, una iglesia multiétnica en Memphis, TN. Este artículo está adaptado de un artículo publicado en la revista Studies in Christian Ethics 33.4 (2020): «Arranging the Chairs in the Beloved Community».

Traducción por Noa Alarcón.

Edición en español por Livia Giselle Seidel.

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Aunque los nombres han cambiado, nuestra atracción hacia los ídolos permanece

Cómo la falsa adoración de hoy en día se asemeja a la del Antiguo Testamento.

Christianity Today March 8, 2021
Illustration by Rick Szuecs / Source images: Tuned_In / Getty / Envato Elements

Como evangélicos modernos, nos resulta tentador ver la idolatría como una reliquia del pasado antiguo. Al fin y al cabo, ¿quién aún se inclina ante becerros de oro o adora las imágenes de Nabucodonosor? En su libro “Here Are Your Gods”: Faithful Discipleship in Idolatrous Times [Aquí están tus dioses: el discipulado fiel en tiempos de idolatría], el estudioso de la Biblia y director internacional de Langham Partnership, Christopher J. H. Wright, resalta que la idolatría sigue presente, aunque a menudo actúe fuera de nuestra percepción consciente. Christopher Reese, escritor independiente y editor de The Worldview Bulletin, conversó con Wright acerca de la idolatría en el Antiguo Testamento y cómo resistir su encanto en tiempos modernos.

¿Cómo percibían los autores de las Escrituras a los dioses e ídolos paganos? ¿Creían que existían otras deidades?

En cierta forma, la respuesta es un drástico no. Si se compara con Yahweh, el SEÑOR, el único y verdadero Dios viviente, todos los otros supuestos dioses no son dioses en realidad. Esa es la enseñanza clara de los capítulos 40 al 55 del libro de Isaías, así como también de algunos de los salmos. Pero aun así, los otros “dioses” sin duda afectaron la vida personal, social, económica y política de todos aquellos que les rendían culto (ya sean paganos o israelitas). Sí, esos dioses existían, pero no como Dios, sino más bien como elaboraciones humanas a quienes las personas atribuían poder y autoridad.

Usted menciona que toda la idolatría humana se remonta a los sucesos descritos en Génesis 3. ¿Podría explicar esa conexión?

En el capítulo 3 de Génesis se describe un momento en el que los seres humanos deciden desconfiar de la bondad de Dios, poner en duda sus advertencias, desobedecer sus instrucciones, y definir por sí mismos lo que es bueno y malo. Una vez que los seres humanos deciden destronar a Dios, terminan por someterse a entidades, ya sean materiales o espirituales, dentro del orden de lo creado, o bien optan por declarar su propia autonomía moral.

Y como Pablo lo menciona claramente en Romanos 1, todo termina en lágrimas. La ruina personal y social que describe en ese capítulo no se refiere en sí al juicio de Dios por nuestro pecado, sino a los síntomas del juicio de Dios actuando en un mundo en el que él nos entrega a los ídolos que hemos elegido. Pablo indica que todo el pecado y el desorden humano proviene de este crucial desvío.

En el Antiguo Testamento, el pueblo de Dios enfrentó la tentación de caer en idolatría. ¿Es la misma tentación que los cristianos enfrentan actualmente?

Es evidente que damos distintos nombres a los ídolos. Pero es fácil encontrar similitudes si se examina la adoración a Baal en el Antiguo Testamento.

Baal era el dios de la fertilidad, tanto de las mujeres como de la tierra: ambos aspectos de los cuales dependían la riqueza y la importancia social. Y el culto a Baal implicaba el ritual de la prostitución sexual para asegurar dicha fertilidad. Es cierto que esto también conducía a la procreación de bebés, pero también tenían la opción de sacrificarlos para obtener un beneficio adicional. La sacralización del sexo y el sacrificio de bebés condujeron a una civilización tan depravada que Dios “vomitó” a sus habitantes (Levítico 18:25). Estos pecados siguen estando muy presentes en la actualidad, aun cuando tienden a adoptar distintas formas.

Baal también era el dios de los negocios, el tipo de dios al que un rey codicioso como Acab y su esposa Jezabel, adoradora de Baal, podían invocar para pasar por alto las leyes dadas por Dios acerca del uso de la tierra y que protegían a los agricultores de Israel. Hoy en día no es difícil ver su ejemplo reflejado en la idolatría de la avaricia y la acumulación excesiva de riqueza, al igual que la creciente desigualdad y el despojo de los pobres.

El Antiguo Testamento expone la idolatría de la codicia, el sexo, la arrogancia y el abuso de poder político y económico; y hay muchas cosas que se repiten hasta en los tiempos modernos. Desde el libro de los Jueces en adelante se señalan las consecuencias de la idolatría con una repetición dolorosa. Es como si Dios dijera: “¿Aún no entienden?”.

¿Existen ídolos que los evangélicos sean más propensos a adorar?

Con frecuencia, la idolatría implica la perversión de algo que es bueno en sí mismo, como la familia, el trabajo, la belleza o el sexo. Incluso hay muchas cosas buenas en la historia y la identidad del cristianismo evangélico que están en peligro de convertirse en algo desagradable. La conciencia individual es un claro ejemplo. Lutero tenía razón al defender el derecho del individuo a defender su propia interpretación consciente de las Escrituras, aun cuando vaya en contra de la tradición de la Iglesia. Sin embargo, esto se ha convertido fácilmente en un tipo de tribalismo denominacional que ha dañado profundamente al protestantismo, o bien, en una forma de “individualismo estricto” que rechaza toda autoridad legítima.

O considere el caso de la autoridad de la Biblia. Esta fue una consigna de la Reforma, la cual debe ser ratificada. Sin embargo, con facilidad se convierte en una idolatría de mi interpretación de la Biblia (o la de mi denominación, la de mi pastor o la de mi bloguero favorito). La Biblia en sí misma puede ser utilizada como un arma para propósitos que van en contra de su propio mensaje original.

Luego también está la importancia de la sana doctrina. Por supuesto, tenemos que defender la verdad del Evangelio contra la falsa enseñanza. Pero los sistemas doctrinales pueden fácilmente convertirse en eslóganes idólatras. Incluso la verdad puede usarse como refugio para un comportamiento apóstata e idólatra, como cuando el pueblo de Jerusalén seguía proclamando “el templo del Señor”, creyendo que hacer esta declaración los mantendría a salvo a pesar de su perversa injusticia (Jeremías 7). Tristemente, es común que algunos evangélicos afirmen seguir una doctrina verdadera mientras viven vidas que no se asemejan a la vida de Cristo.

Usted sostiene que es muy probable que muchos países occidentales enfrentarán el juicio de Dios debido a sus historias de violencia, aumento de la pobreza, desigualdad social y otras transgresiones. ¿Debemos dar también cierto mérito al Occidente por sus contribuciones positivas, como el estado de derecho, los derechos humanos, la libertad de conciencia y la movilidad social?

Es cierto que debemos dar gracias a Dios por todo lo que usted menciona. ¿Pero el mérito debería otorgarse a “Occidente” como tal? En cierto modo, sí, porque muchos de esos logros se produjeron durante los siglos de auge y expansión mundial de los pueblos europeos. Aunque no siempre en su forma más pura, la constante impregnación de la fe cristiana en el continente fue el pilar que alimentó el desarrollo de estos ideales positivos. Lo irónico es que muchos secularistas occidentales ahora critican severamente el cristianismo basándose en estos mismos ideales, ignorando que en realidad surgieron de una cosmovisión claramente cristiana.

A fin de cuentas, esta lista doble no causa asombro. Todas las personas son al mismo tiempo portadores de la imagen de Dios y pecadores caídos. Por lo tanto, todas las culturas reflejan la misma dualidad. Todas las grandes civilizaciones tienen grandes logros que dan testimonio de la dignidad de una creatividad humana que está arraigada en nuestro Dios Creador; pero también llevan las huellas de Satanás y de la rebelión humana.

Usted habla de que debemos orar por nuestros líderes políticos, pero también en contra de ellos. ¿En qué principios se basa para decidir qué sentido tomar en sus oraciones?

El principio para el primer tipo de oración es el mandato que Pablo menciona en 1 Timoteo 2:1-4 acerca de que debemos orar por los que están en autoridad. Los líderes políticos son seres humanos, pecadores como el resto de nosotros. Anhelamos su salvación tanto como la de cualquier otra persona (v. 4). Y, ya sea si eso sucede o no en la providencia de Dios, deseamos que gobiernen de tal manera que fomenten una sociedad estable en la que los cristianos puedan vivir en paz (v. 2).

Los principios para el segundo tipo de oración se ubican a lo largo de los Salmos y los libros de los Profetas. Cuando los profetas veían que las personas con poder político, económico o religioso eran injustas, corruptas o demasiado violentas, oraban y se pronunciaban en señal de protesta. Ellos vieron que los gobiernos aprobaban leyes que aumentaban la pobreza (Isaías 10:1-2). Veían tribunales llenos de jueces corruptos (Amós 5:10, 12). Vieron a los sacerdotes y profetas que no pedían rendición de cuentas a los gobernantes malvados (Jeremías 6:13-15; Ezequiel 22:26-29). Vieron que los ricos explotaban y pisoteaban a los pobres (Amós 2:6-7; Miqueas 3:1-3). Y le pidieron a Dios que reprendiera esa maldad en honor a su propia justicia.

Al tratarse de líderes perversos, oramos por su arrepentimiento y salvación, pero en contra de sus políticas y prácticas. La Biblia nos motiva a orar en ambos sentidos.

Traducción por Renzo Farfán

Edición en español por Livia Giselle Seidel

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Por qué los hijos de los inmigrantes están volviendo a sus raíces religiosas

Muchos estadounidenses de segunda y tercera generación que dejaron las congregaciones étnicas de sus padres y comenzaron a asistir a iglesias lideradas por gente blanca, hoy están regresando a sus raíces.

Christianity Today February 27, 2021
Illustration by Chad Hagen

Evelyn Perez intentó compartir su trauma. Hace cinco años, se reunía cada semana con un pequeño grupo de mujeres —a las que se refiere como “gente increíble”— en una megaiglesia no denominacional del área de la Bahía de San Francisco. Le contó al grupo de mujeres —conformado mayoritariamente por mujeres blancas y dos mujeres de color [en este artículo la expresión “gente de color” se usa para hacer referencia a las personas de cualquier origen étnico distinto a la raza blanca],— que su matrimonio se había vuelto peligroso. La relación se estaba resquebrajando y su marido se estaba comportando de manera abusiva, tanto física como emocionalmente.

Pero ella no se sintió comprendida.

“Cuando compartí mi historia, simplemente me dijeron: ‘Sentimos que estés pasando por esto, vamos a orar por ti’”, contó Evelyn, quien ahora tiene 37 años y está divorciada. “Nunca hubo una preocupación más profunda. Nunca escuché: ‘Queremos ser tu prójimo. Queremos sentarnos contigo en tu dolor. Queremos caminar a tu lado’”.

“This is our family. This is our culture. I don’t want you guys to ever lose it.” Evelyn PerezCourtesy of Evelyn Perez
“This is our family. This is our culture. I don’t want you guys to ever lose it.” Evelyn Perez

Evelyn, que había llegado con su madre desde Guatemala a los Estados Unidos cuando tenía dos años, no sintió que comprendieran cómo, en su experiencia, su marido de origen mexicano manifestaba “ya sabes, el alcohol y el machismo” que partió en dos su matrimonio.

Aunque mostraron empatía, las mujeres del grupo no reconocían por qué estaba dolida, ni lo profundo de su herida.

“No existía la voluntad de querer tener una comprensión más profunda de quién era yo, de dónde venía”, dice ella. “¿Cuál era mi cultura? Nunca me preguntaron”.

Así que se fue. Aunque al principio se resistió, Evelyn regresó a la Iglesia Maranatha Covenant en Richmond, California, la iglesia de mayoría inmigrante en la que había crecido.

Allí encontró una recepción completamente diferente.

Cuando Evelyn compartió el trauma de su matrimonio, “ellos me apoyaron, caminaron junto a mí”, dice. “Eran como una familia. Pude notar la diferencia entre las dos iglesias. Simplemente, había una comprensión mayor, y me sentí segura al compartir mi historia”.

La historia de Evelyn acerca del sentido de pertenencia que encontró en una iglesia de mayoría étnica resuena con la de otros estadounidenses, descendientes de inmigrantes de segunda o tercera generación, que se sienten desilusionados por las grandes iglesias multiétnicas lideradas por gente blanca. Es un fenómeno con el que estos cristianos batallan, aunque el número de megaiglesias multiétnicas esté creciendo. Un nuevo estudio [enlace en inglés] llevado a cabo por los sociólogos Warren Bird y Scott Thumma ha revelado que, aunque el 58 por ciento de las megaiglesias ahora son multirraciales (definidas así por tener un 20 por ciento de la congregación perteneciente a un grupo racial minoritario) el 94 por ciento de los pastores principales son blancos.

Este es un momento trascendental para estos hijos y nietos de inmigrantes. Su grupo de población, formado en gran parte por estadounidenses de origen asiático y latino, constituye el grupo minoritario de mayor crecimiento, debido en parte a la aprobación del Acta de Inmigración y Nacionalidad de 1965, que eliminó el sistema de cuotas basado en el origen nacional y condujo a un rápido crecimiento del número de inmigrantes provenientes de naciones no europeas. Pertenecientes en su mayoría a la generación X y a la generación del milenio, los descendientes de los inmigrantes que llegaron después de 1965 a menudo comparten la experiencia de haber dejado la iglesia étnica de su juventud por iglesias multiétnicas lideradas por gente blanca, solo para descubrir que algo les faltaba.

Ahora, cuando les toca criar a sus propios hijos, muchos se plantean preguntas acerca del tipo de fe y del entorno cultural que quieren ofrecerles. A menudo eso significa buscar iglesias que estén dispuestas a incorporar sus historias, que abracen su legado y que contraten a líderes que se parezcan a ellos.

Este cambio ha apartado a muchos estadounidenses de segunda y tercera generación de las iglesias multiétnicas y los ha encaminado en diversos caminos alternativos. Uno de ellos es una especie de “efecto búmeran modificado”, en el cual estos cristianos regresan a iglesias étnicas similares a aquellas en las que fueron criados, aunque a menudo con expresiones más progresistas acerca de lo que significa seguir a Jesús, y más orientadas hacia la justicia.

Michael O. Emerson, sociólogo cristiano que hace dos décadas coescribió el importante libro Divided by Faith: Evangelical Religion and the Problem of Race in America [Divididos por la fe. La religión evangélica y el problema racial en Estados Unidos], dice que los cristianos de color en términos generales, siguen dos caminos cuando se distancian de las iglesias multiétnicas lideradas por gente blanca: se unen a iglesias multirraciales lideradas por pastores de color, o bien abandonan los espacios religiosos por completo.

Sandra María Van Opstal, quien trabajó durante años con InterVarsity Christian Fellowship y es cofundadora de la organización sin ánimo de lucro Chasing Justice, dice que muchos cristianos de color han comenzado a rechazar los espacios multiétnicos liderados por gente blanca porque se han sentido orillados a causa de la falta de cuidado y de comprensión cultural.

Sandra María, de madre colombiana y padre argentino, creció asistiendo a una parroquia católica de habla hispana y dice que despertó a la fe cristiana en una iglesia Bautista del Sur predominantemente blanca. Más tarde, eligió pastorear la Iglesia Grace and Peace en el barrio Hermosa de Chicago. Aunque ya no trabaja allí, todavía considera que Grace and Peace, de mayoría puertorriqueña y negra, es su iglesia madre.

“Fui a Grace and Peace porque pensaba: ‘Necesito alejarme de toda esta gente blanca por un minuto si quiero sobrevivir’”, dice, describiéndolo como un proceso sanador. “Quería estar en la casa de mi madre. Y creo que esa es la imagen que tiene mucha gente de color. Es como decir: ‘La casa de mi madre no es perfecta, pero es la de mi madre, ¿sabes?’”.

Algunas investigaciones recientes han sustentado la idea de que las grandes iglesias multirraciales con liderazgo pastoral mayoritariamente blanco pueden, inadvertidamente, presionar a los feligreses a ajustarse a las conductas culturales blancas. Emerson dice que las iglesias multirraciales normalmente se han vuelven diversas cuando la gente de color se suma a ellas, y no al revés; además, dice, la gente blanca comienza a abandonar [enlace en inglés] las iglesias multirraciales una vez llegan a tener menos del 50 por ciento de gente blanca.

“La visión es grande, y es bíblica: tenemos que estar todos juntos para crear verdadera unidad y reconciliación”, dice Emerson, quien es de raza blanca. “La realidad es que aquellos que tradicionalmente han tenido la mayor influencia, es decir, la gente blanca, continúan haciéndolo, así que las cuestiones que importan, las que se discuten, son aquellas que preocupan a la gente blanca. El resultado es, por supuesto, que la mayoría de la gente de color comienza a sentirse como: ‘¿Acaso importamos? ¿Realmente pertenecemos a esta iglesia?’”.

Emerson, que encabeza el departamento de Sociología de la Universidad de Illinois en Chicago, analiza esta desilusión en un nuevo libro que está programado para publicarse este año, The Great Betrayal [La gran traición], sobre el cual él comenta que describe “cómo los cristianos blancos en los EE. UU. eligen continuamente el ser blanco por encima del ser hermanos y hermanas en Cristo”.

Mientras llevaba a cabo la investigación, Emerson y su equipo les preguntaron a líderes cristianos de color qué ayudaría a remediar la decepción que sienten las personas de color en iglesias multirraciales lideradas por blancos. Él dice: “Su respuesta fue congruente, y yo creo que profunda, y es esta: analizar el problema que implica decir ‘iglesia multirracial liderada por gente blanca’. ¿Cómo es eso posible? Así que la respuesta es que no puede haber iglesias multirraciales lideradas por gente blanca. Y eso no quiere decir que no haya líderes de raza blanca. Quiere decir que tiene que haber lo que ellos llaman ‘poder compartido’. Tiene que haber un equipo multirracial. Ninguna iglesia está liderada por una sola persona. Hay una junta, hay diáconos, hay un equipo de liderazgo, lo que sea. Tiene que ser diverso. Y tiene que ser diverso no solo en apariencia, sino en las perspectivas reales”.

Construyendo puentes en las filas de la iglesia

Las diferencias en la diversidad étnica generacional se pueden perder de vista fácilmente si los líderes de la iglesia no tienen ojos para verlas.

Durmomo Gary, quien trabaja para World Relief en temas de compromiso de iglesia y de gestión de casos, sabe bien cómo los estadounidenses de segunda y tercera generación están enraizados tanto en la cultura de sus padres, como en la corriente predominante de la cultura estadounidense. Nacido en lo que hoy es Sudán del Sur, Gary recuerda cómo los adolescentes que asistían a la iglesia sudanesa que él pastoreó en Illinois durante cinco años tenían poco interés en participar en el servicio dominical centrado en los inmigrantes, pero se presentaban regularmente a los estudios bíblicos para jóvenes los domingos por la tarde.

“La música que tocábamos (en los servicios) no les decía nada; ellos no sabían cómo cantar las canciones que cantábamos; la lengua que usábamos, tampoco la entendían bien”, dice. “Es más seguro para ellos venir a los estudios bíblicos porque yo hago las cosas de un modo que sí les habla. Cuentan chistes, traen sus Biblias. Y el problema con ese grupo es que, si llegan a un punto en que no tienen una iglesia que les reciba, sencillamente se apartan de la fe”.

Gary señala uno de los esfuerzos por hacer algo similar en una iglesia de mayoría blanca, la Iglesia Calvary en Orlando Park, Illinois, que creó un espacio para la creciente comunidad árabeamericana de segunda y tercera generación comenzando un ministerio en inglés y árabe llamado Noor (luz en árabe), liderado por un pastor árabeamericano, Lawrence Haddad.

“Entonces (Haddad) me invitó a entrar a una gran sala, y allí había como 150 o 200 personas”, dice Gary. “No escuché a nadie hablando en árabe. Tenían entre veinte y cuarenta años, y no encajaban en el tejido de la iglesia blanca estadounidense habitual”, pero tampoco estaban necesariamente interesados en un culto solo en árabe.

Sam George, director del Instituto Global Diaspora del Wheaton College, dice que es importantísimo que las iglesias levanten a la segunda y tercera generación de cristianos porque su habilidad para ser puentes culturales los convierte en fuerzas misioneras.

“Ellos llevan a cabo una función única en la misión de Dios”, dice George, que nació en las Islas Andamán en la India. “Cuando lo miras en perspectiva, ves a Dios trayendo gente hasta esta costa, y surge la siguiente generación, que restablece y reclama la fe, la vigoriza y la regenera de nuevas maneras”.

Buscando raíces

Tanto los cristianos blancos como los de color se han lamentado durante mucho tiempo de la división racial de las iglesias estadounidenses, invocando la frase de Martin Luther King Jr. acerca de “el momento más segregado” de Estados Unidos. El exasperante desafío para las congregaciones multiétnicas incluso más resueltas, sin embargo, es que algunos cristianos afirman que las comunidades multirraciales son incómodas y exigen mucho emocionalmente, y por eso su fe prospera más en espacios culturalmente homogéneos.

Daniel Lee, de 35 años, quien nació a las afueras de Cleveland de padres inmigrantes originarios de Busán, Corea del Sur, habla del ciclo que él ha experimentado, de dejar de asistir a iglesias coreanas para ir a iglesias lideradas por gente blanca, para finalmente regresar a las primeras.

“Así fue como me quedé encallado en Willow”, dice Lee, refiriéndose a la Iglesia Willow Creek Community a las afueras de Chicago. “Estaba sirviendo en una iglesia coreana y entonces, tras tres años, llegué a estar tan cansado que la dejé. Y me escondí en Willow, pasando desapercibido, sin querer involucrarme, solo asistiendo a los servicios”.

Finalmente superó ese periodo, e incluso trabajó en Willow durante unos años. “Pero entonces me di cuenta de que mi copa no estaba llena con la comunidad de los creyentes”, dice Lee. “Creo que esa es la narrativa de mucha gente de color: van a una iglesia, a una megaiglesia, se esconden, no pueden encontrar una comunidad, y después se marchan. Y, después, lo que terminan haciendo es regresar a una iglesia étnica porque eso es a lo que están acostumbrados. Esas raíces son muy profundas”.

Lee pastorea ahora los ministerios de jóvenes en inglés de la Primera Iglesia Presbiteriana Coreana de Naperville. Dice que cuando está enseñando y lanza algunas pequeñas frases en coreano o referencias a ciertas comidas “eso sirve como un punto de conexión para los estudiantes”.

Algunos hijos de inmigrantes, como Tanya y Barry Jeong, nunca dejaron la iglesia étnica. Ambos nacieron en Chicago, Tanya de padres provenientes de Hong Kong y Barry de padres de la provincia china de Guangdong, y ambos asistían a la Iglesia Chinese Christian Union (CCUC) en la zona de Chinatown de Chicago desde niños. A diferencia de algunos de sus amigos, los Jeong se quedaron, asegurándose de que sus hijas, de ocho y diez años, experimentaran el singular mosaico de la comunidad de lenguas y culturas del cantonés, el mandarín y el inglés.

Aunque Tanya, de 39 años, dice que “fácilmente podrían ir a una iglesia liderada por blancos” porque siente que “allí encajarían perfectamente”, realizan el trayecto de 30 minutos hasta la CCUC porque “hay algo especial en estar en una iglesia étnica y sentirse rodeados de otras personas chinas a las que no tienes que darles explicaciones. Me da la sensación de que cuando vas a una iglesia multiétnica estás constantemente explicando cosas, o conteniéndote. Eres muy consciente de que de algún modo representas a tu cultura”.

“I think that’s the narrative of a lot of ethnic people: They go to a church, a megachurch, to hide out, can’t find community, and then they leave.” Daniel LeeCourtesy of Daniel Lee
“I think that’s the narrative of a lot of ethnic people: They go to a church, a megachurch, to hide out, can’t find community, and then they leave.” Daniel Lee

En la CCUC, dice Tanya, sus hijas pueden comer dim sum en contexto. “A la gente no le da asco el hecho de que la comida favorita de una de mis hijas sean las patas de pollo. Ellas no son conscientes de esta clase de cuestiones culturales, que yo creo que a veces facilita que se abran”.

Barry Jeong, de 41 años, añade que, puesto que la mayoría de las amigas de sus hijas en la escuela y en su barrio residencial de Chicago son blancas, ir a una iglesia étnica las ayuda “a ver que son de ascendencia china y aprenden a estar orgullosas de ello, y a no querer ser más blancas para encajar”.

En California, Evelyn Perez dice que, aunque al principio le daba reparo regresar a la iglesia de mayoría inmigrante. “Sencillamente, estaba demasiado orgullosa de mí misma como para regresar”, dice. Ahora se siente agradecida de estar criando a sus hijos en una comunidad de creyentes que integra el lenguaje, la comida y las sensibilidades de la cultura latina. Sus hijos, de ocho y once años, antes estaban perdiendo interés en el español; ahora les emociona hablarlo en la iglesia, a veces con sus amigos.

“Me encanta que, para mí, regresar se sintió como decir: ‘Esta es nuestra familia. Esta es nuestra cultura. No quiero que ustedes la pierdan’”, dice Perez. “Por ejemplo, en nuestras iglesias, ¿cómo recaudamos dinero? Vendemos tamales”.

La comunidad se ha convertido en algo más profundo y auténtico para ella y sus hijos. “Nos sentamos unos con otros”, dice Perez. “No es ‘Ah, hola, ¿cómo estás?’. No. Es: ‘Ven aquí. Tómate un pan con café conmigo’. Así es como hacemos comunidad. Realmente cuidamos unos de otros, y me alegra que mis hijos lo vean”.

Como muchos otros de la generación del milenio, Evelyn, quien ahora sirve en el equipo de liderazgo de la iglesia, también se ve a sí misma como alguien con las herramientas y la pasión necesarias para señalar las desigualdades del sistema y defender el cambio social.

“Como líder de iglesia, yo pienso de esta forma: ‘Parece que aquí existe una gran disparidad entre la comunidad latina inmigrante y la gente blanca’”, dice ella. ¿Qué puede hacer la iglesia para ayudar a eliminar esa diferencia en los ingresos? ¿En el acceso a los servicios de salud? ¿En la educación? “Creo que es importante que seamos capaces de entender a quién estamos sirviendo.”

Un injerto, no un ramo de flores

Mitch Kim, que nació en California de padres inmigrantes y se crió pasando largos periodos de tiempo en Japón antes de regresar a Estados Unidos para la universidad, ha experimentado varias de las situaciones comunes que experimentan los cristianos coreanos de segunda generación.

Asistió y trabajó en la Iglesia Korean West Alliance en Warrenville, Illinois, durante dos décadas. Hace diez años, con la bendición de la Korean West Alliance, Kim plantó la Iglesia Living Water Alliance en Wheaton, Illinois, una congregación formada en gran medida de estadounidenses de segunda y tercera generación que floreció y sintió el llamado a alcanzar a personas que vivían “entre” culturas.

Después, hace siete años, un superintendente de distrito de la Alianza Cristiana y Misionera le preguntó a Kim si la Iglesia Living Water estaría interesada en fusionarse con la Iglesia Blanchard Alliance, una iglesia de mayoría blanca cuya asistencia había comenzado a decaer. Al principio Kim pensó: “¿Por qué querría atarme al cuello la soga de esta gran congregación?”, dijo. “Pero entonces lo reconsideré: ‘¿Sería una clase de respuesta a nuestra oración? ¿Nos está llamando Dios a estar juntos?’”.

Y así comenzó la Iglesia Wellsprings Alliance. En el momento de la fusión, los líderes de las iglesias dijeron que ambas congregaciones tendrían que ceder. Pero los de Blanchard pensaron que su congregación tendría que hacer el mayor esfuerzo al tener que adaptarse a tener un pastor principal de color.

Lo que ocurrió, sin embargo, fue lo contrario. “Lo que descubrimos después de la fusión fue que muchas de las personas que venían de Living Water de algún modo sintieron como que estaban perdiendo su casa, su propio espacio”, dice Kim. “Teníamos buenas relaciones, pero quedaba la sensación de haber perdido algo. Haber perdido un lugar donde no teníamos que dar explicaciones”.

“The multiethnic church often is a flower bouquet . . . its best day is the first day.”Courtesy of Mitch Kim
“The multiethnic church often is a flower bouquet . . . its best day is the first day.”

Aunque la iglesia ha batallado durante los últimos seis años por crear una nueva cultura, su congregación —aproximadamente un 60 por ciento blanca, un 25 por ciento asiática y un 15 por ciento negra y latina— ha crecido significativamente, de unos 500 a unos 800 adultos.

El último año, después de los asesinatos de George Floyd y de Breonna Taylor, la iglesia colocó dos carteles con el mensaje “Black lives matter” [Las vidas negras importan] en el exterior de su edificio principal. Colocó un letrero similar en su página web, con enlaces a diversos recursos y a una defensa teológica de esta declaración.

La gente de color de Wellspring “sintió que pedirles a los que pertenecen a la cultura mayoritaria que abrazaran las cargas y los dolores de sus hermanos y hermanas era algo muy concreto y costoso”, dice Kim. Algunos de los asiáticoamericanos que se sintieron frustrados por los cambios tras la fusión acudieron a Kim con palabras de ánimo: “Esto los había llenado de esperanza para nuestra iglesia multiétnica, que no sería simplemente un espacio para la mayoría cultural, salpicada de algo de color; que esa no sería la realidad, y que a sus hermanos y hermanas se les iba a permitir venir a la iglesia tal como eran”.

Una iglesia multiétnica que deja espacio para que las personas crezcan unas junto a otras en plena expresión de quiénes son, dice Kim, es una iglesia que no corta las raíces de la gente y deja que se marchiten y se marchen.

“El peligro es que, a menudo, una iglesia multiétnica es un ramo de flores, donde cortas a personas de su cultura, las raíces de donde proceden, y los reúnes de tal modo que el mejor día siempre es el primero”, dice Kim. “Cuando los juntas a todos, tienes un ramillete colorido. ‘¡Mira, tenemos una latina! ¡Mira, tenemos a alguien negro! ¡Mira, tenemos chinoamericanos! Háblame de tu cultura’. Pero, con el tiempo, no hay raíces”.

Las iglesias multiétnicas deberían funcionar más bien como un injerto. En tu propio cuerpo has debido fusionar tu cultura inmigrante con la estadounidense. Y siempre estás luchando con la idea de ‘¿Quién soy yo en medio de todo esto?’, dice. “Hay un deseo ferviente : ‘Quiero ir a la iglesia tal como soy’. Así que esta es mi esperanza: Lo que las segundas y terceras generaciones han estado haciendo en sus propios cuerpos y familias, eso debemos aprender a hacer como familia de la iglesia”.

Erin Chan Ding es periodista freelance, y vive con su marido, su hijo y su hija en el área de Chicago. Ha escrito para The Washington Post, Chicago Tribune, y The New York Times, y es miembro del equipo del Detroit Free Press.

Traducción por Noa Alarcón

Edición en español por Livia Giselle Seidel

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Theology

Lo que un año más de rutina nos enseña acerca de Dios

Tal como G. K. Chesterton nos lo recuerda, el Señor es “tan fuerte como para regocijarse en la monotonía”.

Christianity Today February 24, 2021
Catherine Falls Commercial / Getty Images

El año pasado fue un año marcado por otra vez. Cada nuevo día del 2020 nos preparamos para trabajar otra vez, para dar de comer y educar a nuestros hijos otra vez; las cifras de COVID-19 subían otra vez y otra vez nos preguntábamos “¿Cuándo terminará todo esto?”. A pesar de la llegada de la vacuna, y de la esperanza que trajo el nuevo año, nos despertamos un primero de enero para comenzar una larga espera por la vacuna, con resoluciones tímidas y la nueva cepa del virus llegando a los Estados Unidos. Nos quedamos contemplando cómo pasan los meses de invierno con una incansable monotonía en casa. Pero quizás estos meses intransigentes de la pandemia han revelado algo que no estábamos dispuestos a enfrentar: nuestras vidas están llenas de monotonía y repetición, y esto no cambiará.

Nos equivocamos cuando intentamos evadir una vida marcada por la repetición: esta es una realidad fundamental para el ser humano, y la pandemia simplemente nos hizo más conscientes de ello. Somos criaturas de otra vez; somos creados para el otra vez. Entonces, ¿por qué la repetición es percibida como una maldición en vez de una bendición?

El cristianismo explica esta aparente disonancia. Dios hizo que la creación comenzara a existir y floreciera en un patrón repetitivo (Génesis 1 y 2). Los cielos declaran su gloria, y el sol se regocija al correr su repetitiva carrera (Salmo 19:1-6, LBLA), los ríos baten palmas, y los montes cantan jubilosos (Salmo 98:8); la creación glorifica a Dios a través de su constancia, incluso los humanos, que son las criaturas más preciadas para Dios. Nuestros cuerpos no solo necesitan alimento y descanso diario; también fuimos hechos para encontrar un propósito en conocer y dar gloria a Dios una y otra vez.

Sin embargo, la Caída nos ha hecho resentidos e insensibles, nos ha quitado nuestro gozo en la repetición en vez de dárnoslo. Nos hallamos buscando una salida, aferrándonos a cualquier esperanza que nos prometa consuelo en medio de nuestras vidas monótonas. Debemos aprender a participar con nuestro Dios fiel e imaginativo para redescubrir el deleite de la repetición para la que fuimos creados.

En su libro Ortodoxia, G.K. Chesterton reprende a los adultos por nuestra visión desconectada de la realidad, y afirma que los niños comprenden el corazón de Dios mejor que nosotros. Así como los niños le piden a un adulto “¡hazlo otra vez!” para tener una nueva oportunidad para deleitarse, así el Creador se deleita en formar a una nueva persona, en hacer crecer un nuevo árbol, o en vestir un campo con margaritas una y otra vez, sin cansarse. “Porque la gente grande no es suficientemente fuerte para regocijarse en la monotonía,” escribe Chesterton. “Pero tal vez Dios sea lo bastante fuerte como para regocijarse en ella… porque nosotros hemos pecado y estamos envejeciendo, pero nuestro Padre es más joven que nosotros”.

El mundo de mis hijas gira completamente alrededor de la verdad básica de que yo les daré lo que necesitan, y porque ellas confían en mí, viven en su mundo despreocupadas. El espíritu libre que poseen los niños no es ingenuidad: es una seguridad certera que se nutre de una relación de confianza, el mismo tipo de relación a la cual Dios nos invita día tras día.

Aunque navegar a través de este mundo quebrantando sea parte de crecer, Jesús nos exhorta a que mantengamos un corazón como el de un niño: un corazón que confía en la provisión del Padre (Mateo 6:25-34). Él nos creó para que interactuemos con Él, le presentemos nuestras necesidades, deseemos tener comunión íntima con Él, y nos regocijemos cuando recibimos su provisión otra vez. Así es como mantenemos un corazón de niño: un espíritu libre y firme que confía en el Señor y se regocija en su invitación a confiar en Él otra vez.

A menudo la edad adulta nos impide ser algo para lo cual fuimos creados: seres creativos que ven un mundo monótono a través de ojos imaginativos. Cuando perdemos el gozo de la rutina, reducimos nuestra capacidad de conocer y reflejar a nuestro Dios, quien se revela a sí mismo en los pequeños ritmos de la vida diaria. El otra vez es el lugar de transformación donde Él elige encontrarse con nosotros, perfeccionarnos y ofrecernos nuevas misericordias cada mañana (Lamentaciones 3:23). Fuimos creados para la repetición.

Aunque para la mayoría de nosotros el aburrimiento de la vida diaria sea devastador, Chesterton afirma que Dios es lo bastante fuerte como para regocijarse en la monotonía, porque se deleita en sostener lo invariable a la vez que crea algo nuevo. Toda la Biblia testifica que Dios se complace en proveer para su pueblo otra vez. Lo vemos en sus pactos, en su disposición para borrar nuestras transgresiones (Salmo 103:12), en sus profetas que, por amor, hablan palabras muy duras (Jeremías 35:15) y en el maná que hacía caer cada mañana (Éxodo 16:4). La culminación del deseo de proveer que tiene nuestro Padre es Cristo mismo.

Jesús pasó la mayor parte de su vida como carpintero, construyendo mesas y sillas, preparando la madera, anotando medidas. Estaba familiarizado con lo cotidiano, y quizás por esta razón los evangelios revelan a un hombre a quien no le molestaba que se le pidiera que sanara otra vez, que enseñara otra vez, que explicara quién era otra vez. Al contrario, nos encontramos con un maestro y sanador infinitamente creativo, entretejiendo parábolas, desplegando su poder a través de diferentes señales, y sanando según la necesidad de cada uno.

En Mateo 13, Jesús cuenta siete parábolas diferentes. Todas excepto una empiezan diciendo: “El reino de los cielos puede compararse a”… una semilla de mostaza, la levadura para la masa, un tesoro escondido. Cada ilustración enseña la misma lección desde una nueva perspectiva para que los oyentes pudieran escuchar y entender. Cuando Jesús sanó al hombre ciego en Marcos 8, escupió en los ojos del hombre, puso sus manos sobre ellos, y cuando la sanación todavía estaba incompleta, puso sus manos sobre sus ojos una vez más. Nuestro Dios ve cada sanidad como una oportunidad para que su reino venga de una manera nueva.

Jesús participó de la repetición de la vida humana a fin de sanar nuestra relación rota con ella. Por medio de su amor constante y paciente por los pecadores, Jesús nos brinda un ejemplo de cómo encontrar gozo y libertad aún en medio de vidas que podrían ser monótonas. Él es el pan de vida deseoso de alimentar cuando da de comer a los 5 mil (Mateo 14), a los 4 mil (Mateo 15), o a sus amigos en el aposento alto (Mateo 26:26). Por su Espíritu que hoy mora en nosotros, también nos capacita para afrontar nuestro trabajo, familias y circunstancias con una imaginación llena de vida nueva.

A pesar de que mi esposo y yo nos podemos cansar de los otra vez que nos piden nuestras hijas, nuestro Padre no se cansa. Él no se molesta cuando confesamos los mismos pecados o cuando oramos por lo mismo una y otra vez. Él sabe que nos sentimos frustrados por pasar día tras día encerrados en casa, preocupados por la salud y las finanzas.

Después de negar a Jesús, Pedro no fue condenado por no tener fe: por el contrario, fue restaurado. Jesús le repitió tres veces la pregunta: “¿Me amas?” (Juan 21:16-17). Dilo otra vez, Pedro, ¿a quién amas? Jesús quiere escucharlo otra vez, y también eso desea nuestro Padre. Aun cuando ya lo hayamos hecho, quiere que otra vez vengamos a Él, que nos regocijemos en su bondad, que clamemos por su ayuda, y que mantengamos una imaginación avivada por la esperanza del evangelio. Una y otra vez.

Anne Kerhoulas vive en Asheville, Carolina del Norte, con su esposo y sus hijas mellizas, y escribe en Daily Discipleship.

Traducido por Sofía Castillo

Edición en español por Livia Giselle Seidel

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Culture

Murió Jaime Murrell, cantante de música cristiana que inundó el género con ritmos caribeños

El nominado al premio Dove animó el corazón de los cristianos de Latinoamérica con letras sencillas pero espiritualmente profundas.

Christianity Today February 22, 2021
Courtesy of Andrea Ortiz / Edits by Christianity Today

El cantante panameño de música cristiana Jaime Murrell, quien ayudó a América Latina a adorar a Dios con música que reflejaba la diversidad de la cultura y la historia de la región, murió por COVID-19 el 4 de febrero pasado a los 71 años.

Murrell, junto con el cantante estadounidense Marcos Witt y otros líderes de adoración pioneros en Venezuela, México y Brasil, introdujo estilos e influencias caribeñas en la música cristiana. Su álbum Prometo amarte, lanzado en el año 2000, fue nominado a los premios Dove como mejor álbum en español en 2001. También contribuyó en el álbum La Oración de Jabés, que fue nominado para el mismo premio en 2003. Hasta la fecha, la música de Murrell se sigue cantando en iglesias de toda América Latina.

“Jaime Murrell era un ministro cuyo objetivo era exaltar el nombre de Dios”, afirmó César Forero, pastor del Centro de Restauración Familiar Nueva Vida de la ciudad de Panamá, quien conoció a Murrell en la década de 1990. “Dejó en claro que su objetivo no era el número de discos, premios o conciertos, sino cumplir con la voluntad de Dios y dar gloria a su nombre”.

Al difundirse la noticia de la muerte de Murrell, artistas y pastores cristianos de toda América Latina lloraron su pérdida y celebraron su vida y sus logros.

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“Panamá es un pueblo latino muy pequeño, y a veces cuando nuestros pueblos son pequeños creemos que no tenemos potencial, que no valemos mucho. No tenemos que mirar lo que nos falta, o quiénes somos, sino tenemos que mirar quién es Dios”, dijo Serafín Contreras Galeano, un pastor venezolano que pasó 18 años en Panamá. “Nos olvidamos de que Dios escoge lo pequeño para glorificarse Él”.

La carrera de Murrell comenzó en el mundo secular, con sus bandas “Los Mozambiques” y “Skorpio”. Cuando empezó a dedicarse a la música en la década de 1970, la música cristiana latina era estilísticamente muy similar a la que se encontraba en las iglesias europeas y estadounidenses. A menudo, se cantaban versiones traducidas de himnos cuyos ritmos coincidían con los de sus homólogos anglosajones. En la década de 1980, Murrell fue uno de los líderes de alabanza que comenzó a ampliar el repertorio musical de la iglesia.

“Fusionó la cadencia de los estilos musicales europeos y caribeños”, dijo Kathryn Kemp, autora de Make a Joyful Noise! A Brief History of Gospel Music Ministry in America [¡Cantad alegres a Dios! Una breve historia del ministerio de música cristiana en Estados Unidos]. “Su música cristiana tiene un ritmo reggae, un tempo sincopado con tambores, platillos, teclados y cuerdas. Sus canciones de adoración son de tempo mixto, lento cuando es apropiado, pero con un llamativo acompañamiento de batería y guitarra”.

Murrell fue asociado en mayor medida con el sonido ska de la música cristiana latinoamericana. Precursor del reggae, el ska reunía elementos del calipso jamaicano y la música folclórica con el jazz y el R&B estadounidenses.

Murrell nació en un pequeño pueblo de Panamá en 1949. A los 18 años, ganó un concurso de canto, oportunidad que lo llevó a la televisión durante un año y lo impulsó a lanzar su propia banda. Sin embargo, el éxito comercial como músico secular tuvo un costo muy alto, ya que luchó contra las drogas y la depresión.

En 1976, tomó la decisión de seguir a Cristo. Apenas dos semanas después, el testimonio de Murrell hizo que Ricardo Clarke, uno de sus colaboradores musicales de la banda Skorpio, aceptara a Cristo.

Murrell ya era muy conocido en Panamá, por lo que su conversión atrajo una gran atención. Creó una nueva banda cristiana, Kyrios, y fue invitado por la televisión nacional a participar durante un evento especial de Navidad. Kyrios estuvo de gira durante cuatro años.

“Nos encendimos con la visión de organizar un grupo musical cuyo espíritu era alcanzar a los que no habían oído del Señor”, dijo el miembro de la banda Mario Fernando Vásquez, ahora pastor de las Asambleas de Dios en Panamá.

Uno de sus primeros éxitos fue “Pronto vendrá Él”, cuya letra decía “Pronto vendrá Él… Dobla la rodilla ya, anda, busca más a Dios, solo Él puede saciar tu alma”.

“La banda fue conocida por aprovechar los momentos fuera del escenario para hablar a la gente acerca de Jesús, y dar testimonio a la gente en las calles y en las cárceles”, dijo Vásquez.

Kyrios terminó en 1981, cuando Murrell decidió dejar de hacer giras y tomar un puesto en el ministerio de juventud en “La Catedral del Pueblo” en Miami.

Cuando emprendió su carrera en solitario en la década de 1990, la música que creó y cantó fue ampliamente adoptada por otros pastores y líderes de adoración latinoamericanos, e inspiró a muchos cristianos.

Forero dijo que la canción que más significó para él fue “Aquí estoy”.

“Dios usó la sencilla pero profunda letra de esta canción para ministrar mi vida en mi juventud, cuando tomé la decisión de servir a Dios como misionero de tiempo completo”, dijo. “Todavía hoy, cada vez que escucho esa canción, mi mente y mi corazón se remontan al día en que tomé esa decisión”.

Murrell y su esposa Verna dieron positivo a la prueba de COVID-19 el 20 de enero. Murrell murió de un ataque al corazón relacionado con las complicaciones causadas por el coronavirus.

“Siempre fue su meta que el carácter de Cristo fuese formado en él. Buscaba hablar la verdad, amar a Dios y al prójimo”, escribió su esposa en Instagram. “Sus mensajes y canciones es lo que siempre buscaban transmitir: ‘Amar como Cristo nos amará siempre’”.

Le sobreviven su esposa Verna y un hijo.

Traducción y edición en español por Livia Giselle Seidel.

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News

El ministerio de Ravi Zacharias investiga las denuncias de abusos sexuales en sus centros de spa

Tres mujeres han salido a la luz con acusaciones adicionales contra el fallecido apologeta cristiano.

Christianity Today February 19, 2021
Illustration by Mallory Rentsch / Source Image: Wikimedia Commons

Este artículo fue publicado en inglés el 29 de septiembre de 2020.

Ravi Zacharias International Ministries (RZIM) ha abierto una investigación por las acusaciones de que su fallecido fundador y homólogo acosó sexualmente a múltiples masajistas que trabajaban en dos centros de spa de los que él era copropietario.

Tres mujeres que trabajaban en el negocio, ubicado en un centro comercial en la zona residencial de Atlanta, contaron a Christianity Today que Ravi Zacharias las tocó inapropiadamente, que se exhibió y se masturbó durante tratamientos regulares durante un periodo de cinco años. Su socio empresarial dijo que se arrepiente de no haber detenido a Zacharias y ha enviado un mensaje de disculpa a una de las víctimas este mes.

RZIM niega las acusaciones, alegando en una declaración a CT que los cargos de mala conducta sexual “no coinciden de ningún modo con el hombre que hemos conocido durante décadas”. La organización ha contratado a un bufete de abogados “con experiencia en la investigación de estos asuntos” para indagar acerca de las acusaciones, que se remontan al menos a hace diez años. RZIM declinó responder más preguntas acerca de la investigación.

Durante su carrera ministerial, el renombrado apologeta —que murió [el contenido de los hipervínculos de este artículo están en inglés] en mayo a la edad de 74 años por cáncer de sacro— mencionó con frecuencia su dolor crónico de espalda causado por una lesión que sufrió en la columna en 1985. Dijo que manejaba el dolor con masajes y fisioterapia.

Las mujeres que trabajaban en los spas dijeron que cuando Zacharias no estaba viajando con RZIM acudía a recibir tratamiento dos o tres veces por semana. Los spas se encontraban a quince minutos de distancia de la sede central del ministerio en Alpharetta.

Las tres mujeres conocían a Zacharias como propietario y como cliente, así como líder cristiano y famoso escritor. Algunos de sus libros se vendían en la tienda, y los empleados los habían leído para poder hablar con él cuando venía.

Zacharias era amable y se interesaba por sus vidas, según la gente que trabajaba allí. Pero, con el tiempo, en las pequeñas salas de tratamientos privados, Zacharias les empezó a realizar proposiciones sexuales, contaron independientemente las tres mujeres. Al principio trataron de ignorarlo, puesto que sentían demasiada vergüenza como para denunciar al famoso ministro cristiano. Según sus relatos, su conducta inapropiada fue cada vez peor.

“Se exhibía en cada ocasión, y se tocaba en cada ocasión”, le contó una de las mujeres a CT. “Era donde iba para conseguir lo que quería sexualmente”.

Zacharias se masturbó delante de una de las mujeres más de cincuenta veces, según su relato. Él le dijo que estaba agobiado por las demandas del ministerio, y que necesitaba su “terapia”. También le pidió que tuviera sexo con él dos veces y le pidió fotos explícitas.

CT ha verificado las identidades y el historial laboral de las tres mujeres. Ellas compartieron sus historias bajo la condición de que no se las nombrara, temiendo el estigma de salir a la luz como víctimas y el posible castigo por dañar la reputación de un famoso líder cristiano. Ellas hablaron con CT por teléfono en múltiples ocasiones durante los últimos cinco meses, y CT entrevistó también a tres de sus compañeros de trabajo en los spas, quienes corroboraron los hechos de sus relatos.

Estas denuncias llegan tres meses después de la muerte de Zacharias y tres años después de que se resolviera el caso contra Lori Anne Thompson por acusaciones de mensajes sexualmente explícitos.

Thompson no tiene permiso para hablar de lo ocurrido por un acuerdo de confidencialidad, pero antes de ello detalló cómo el apologeta le requirió fotografías de ella desnuda, que la alagó y le sugirió que él se merecía el alivio sexual por el gran “costo” de su ministerio. En una declaración de 2017, Zacharias confirmó sus comunicaciones y las fotografías, pero dijo que él no las había solicitado.

Las mujeres que trabajaban en los spas dijeron que no habían hablado en público previamente porque no quieren dinero, ni publicidad, ni siquiera una disculpa por lo que ocurrió. Pero que, después de la muerte de Zacharias, querían que otras víctimas que hubiera por ahí —como Thompson— supieran que no estaban solas.

En los spas

Zacharias entró en el negocio de los spas en 2004, abriendo Touch of Eden en un centro comercial de Johns Creek, una zona residencial poblada y de rápido crecimiento al noroeste de Atlanta. Los registros económicos obtenidos por CT indican que Zacharias invirtió al menos 50 mil dólares, y estaba registrado como vicepresidente y propietario de un tercio de la compañía.

Cuando Touch of Eden cerró en 2008, Zacharias y su socio empresarial Anurag Sharma abrieron un segundo spa en la misma ubicación. Se llamó Jivan Wellness, nombrado así por la palabra hindú para “vida”. Jivan permaneció abierto hasta 2015. En aquel momento, los registros de impuestos muestran que Zacharias ganaba una compensación total de unos 365,000 dólares al año de parte de RZIM.

Zacharias no mantuvo en secreto su participación en los negocios de spa. RZIM confirmó la propiedad de las empresas por parte de su expresidente en respuesta a CT. También tenía tarjetas de negocios que le nombraban propietario de Touch of Eden y apareció en la inauguración de Jivan Wellness. La página web del segundo centro de spa indicaba que el brazo humanitario de RZIM —Wellspring International— era uno de los beneficiarios del negocio.

Jivan Wellness grand opening in 2009.YouTube screenshot
Jivan Wellness grand opening in 2009.

En ocasiones llegaron a trabajar en los spas entre seis y diez personas. Casi todas, mujeres solteras que trataban de forjarse una carrera como masajistas licenciadas, esteticistas, manicuristas y propietarias de pequeños negocios. Los empleados dijeron que Zacharias, que iba regularmente para recibir masajes, así como por tratamientos para su piel, hacía sentir especial a la gente cuando les hablaba y valoraba sus vidas intelectuales y espirituales.

Les preguntaba a las mujeres por sus aspiraciones profesionales y las invitaba a hablar sobre su trasfondo personal: incluyendo sus antiguas relaciones, traumas y abusos. Las tres mujeres que hablaron con CT indicaron cada una que Zacharias se ganó su confianza y entonces fue cuando comenzó el acoso sexual.

“Tocaba mi pierna, que estaba al alcance de su mano, pero entonces la subía hasta mis muslos y después a mis partes privadas”, dijo una mujer.

Otra recordaba a Zacharias tocándole la parte baja de la espalda. Parecía amistoso, casi reconfortante. Entonces bajó la mano y la metió en sus pantalones. En muchas otras ocasiones subió la mano por su costado y le tocó el pecho.

Las mujeres dijeron que ellas simplemente se apartaban y pretendían que no había pasado nada. A todas les preocupaba haber hecho algo mal: quizá había sido un malentendido o quizá habían hecho algo que provocara que el famoso líder cristiano “cayera en pecado”. Esperaban que con su lenguaje corporal se entendiera que los acercamientos sexuales no eran bienvenidos.

“Me sentía avergonzada. Me sentía humillada”, dijo una de ellas. “Tenía a este evangelista reconocido mundialmente comportándose inapropiadamente, y no tenía ni idea de lo que hacer. No solo era el jefe de la compañía. No solo era un CEO. Era un líder cristiano”.

Cuando las mujeres guardaron silencio, el acoso sexual aumentó. Las tres por separado alegan que Zacharias comenzó a quitarse la sábana durante los tratamientos y a exhibirse. Una mujer dijo que Zacharias le mostró su erección al menos 15 veces en pocos meses.

“En la escuela nos enseñan a tapar apropiadamente”, dijo ella. “Existe un modo de colocar la sábana para que puedas llegar a ciertas áreas como la parte baja de la espalda. Envuelves la sábana casi como si fuera el pañal de un bebé. Nadie se despoja de ella fácilmente. Hacía que pareciera un accidente, pero era a propósito”.

Una mujer dijo que Zacharias estaba en total silencio cuando se exhibía. Otra dijo que hacía “ruidos inapropiados”.

La tercera mujer dijo que después de que Zacharias se exhibiera varias veces, él le pidió que le masajeara la zona de la ingle y que pusiera la mano allí. Era posible que su lesión de espalda le provocara dolores en aquella zona, dijo ella, así que accedió a su petición, aunque la hizo sentir incómoda.

Llegados a este punto, habían hablado durante horas en las salas privadas de masaje, dijo la mujer. Él le había preguntado por su vida, y ella le había contado todo acerca de sus aspiraciones profesionales, sus problemas como madre soltera, su relación de la infancia con Jesús y cómo había sido abusada sexualmente.

La mujer sentía que Zacharias la estaba ministrando y que “había santidad a su alrededor”. Ella pensó que, a cambio, lo estaba ayudando y se sintió obligada a seguir adelante hasta cierto punto.

Entonces Zacharias intentó moverle la mano hacia su pene, contó la mujer a CT. Ella se negó y se dio la vuelta mientras él se masturbaba. La siguiente vez que le dio un masaje, él se exhibió de nuevo y se volvió a masturbar. Según su relato, esto ocurrió más de 50 veces en los siguientes tres años.

“Él decía: ‘Lo necesito. Lo necesito. Lo necesito’”, relató la mujer. “Decía que lo necesitaba mucho y que era una buena terapia”.

Zacharias le pidió tener sexo con él. En ambas ocasiones, ella se negó porque él estaba casado. Él le dijo que soñaba con ser capaz de dejar su ministerio y su vida como apologeta para poder llevar una vida normal y privada. Pero que no podía porque aquello era su “carga”, relató la mujer.

Permanecer en silencio

Las tres mujeres que hablaron con CT dijeron que no le contaron a nadie en su momento la conducta de Zacharias, que sucedió entre 2005-2010. Ni siquiera hablaron del asunto entre ellas. Una mujer recuerda compartir “una mirada” con una compañera de trabajo. Otra recordaba alguna insinuación de que Zacharias usaba el spa para masturbarse. Una tercera se preguntaba si otra mujer había sido acosada cuando renunció repentinamente y su padre vino para llevarse sus objetos personales del spa.

Pero las mujeres no hablaron. Tenían miedo de que no les creyeran, o de ser culpadas y perder sus empleos.

Si hubieran querido denunciar a Zacharias, habrían tenido dos opciones. Podrían haber ido al ministerio que lleva su nombre, donde tanto la esposa de Zacharias, Margie, como una de sus hijas están en la junta directiva. O podrían haber ido a la Christian and Missionary Alliance [Alianza cristiana y misionera] (CMA).

Zacharias mantenía una licencia en la denominación, que dice que disciplina a los empleados cristianos por “fracaso moral que implique mala conducta sexual”. La CMA sostiene que estas personas están descalificadas para el liderazgo si su conducta causa “un daño inminente a los demás o al testimonio de Cristo”.

El proceso disciplinario solo puede comenzar cuando se realiza una acusación ante una autoridad eclesial en persona o por correo certificado, sin embargo. Las mujeres no sabían quién tenía autoridad sobre Zacharias… si es que la tenía alguien.

Cada una de ellas permaneció en los spas hasta que ya no pudieron soportarlo más. Permanecieron en silencio hasta mucho tiempo después.

“Lo cerré y me lo guardé”, dijo una de las mujeres. “Pero el pasado nunca se queda atrás, y el tiempo no cura todas las heridas. Cuando pasas por algo traumático, afecta a tu mente, afecta a tu cuerpo, afecta a tus relaciones, afecta a tu espíritu”.

Los estudios psicológicos sobre víctimas de abusos sexuales hablan de que el 95 por ciento muestran síntomas de estrés postraumático, incluyendo sentimientos agobiantes de ira, traición y aislamiento. Depresión, ansiedad y conductas autodestructivas son comunes. Cuando el daño ha sido hecho por un ministro cristiano de confianza, los psicólogos dicen que las víctimas a menudo suelen sufrir una vergüenza adicional, sentimientos de culpa personal y extensos periodos de confusión espiritual.

Una de las mujeres dijo que dejó de creer en Dios durante un tiempo después de su encuentro con Zacharias, pero que regresó a la fe después de una consejería exhaustiva. Otra dijo que no había ido a la iglesia desde entonces y que no podía confiar en las instituciones religiosas. Le llevó siete años de terapia llegar a la conclusión de lo que Zacharias le hizo no había sido su culpa, dijo.

La tercera se marchó de Atlanta, se cambió de nombre, de carrera, y nunca mencionó lo que ocurrió —ni siquiera a la familia más cercana— hasta que fue contactada por CT.

“Dejé todo esto atrás”, dijo. “No quiero dinero y no quiero que sepan siquiera quién soy. La única razón por la que hablo es que por las otras mujeres que pueda haber ahí fuera heridas por él”.

Una de las mujeres dijo que ni siquiera pensó en dar un paso al frente hasta que salió en las noticias en 2017 que Zacharias supuestamente había solicitado fotografías explícitas a una mujer de Canadá. Supo inmediatamente que Thompson estaba diciendo la verdad, contó, recordando cómo después de que Zacharias se hubiera masturbado delante de ella le pidió fotografías explícitas para cuando estuviera viajando.

Al igual que con la masajista, Thompson también fue víctima de abuso sexual en la infancia y, con el tiempo, había compartido su historia con el famoso apologeta. Se comunicaron por correo electrónico y por celular después de encontrarse en dos eventos en Canadá en 2014 y 2015, según un relato que Thompson escribió y compartió con múltiples personas en diciembre de 2016, antes del acuerdo de confidencialidad. CT ha obtenido el relato escrito de un tercero.

Thompson escribió que cada vez fue sintiendo más cariño y amor hacia Zacharias como figura paterna, honrada por la atención de su comunicación regular. Entonces Zacharias comenzó a pedirle fotografías, vestida y después desnuda, y finalmente le pidió que tuvieran sexo telefónico, dijo ella.

Al querer mantener su relación y cuidarlo —especialmente después de que él se quejara de sentirse “profundamente solo” mientras sacrificaba tanto al viajar por la obra del ministerio— Thompson accedió.

Zacharias viajó por 70 países, según RZIM, hablando a millones acerca de los fundamentos filosóficos y el marco del evangelio. La organización que lleva su nombre se acabó convirtiendo en una empresa global con 17 entidades legales separadas y más 250 empleados desde Atlanta hasta Singapur, y desde España hasta Perú.

“Él me afirmó muchas veces que el costo del ministerio había sido muy alto, que no disponía de nada de tiempo para él, ni privacidad, ni personalidad propia”, escribió Thompson en 2016. Añadió que Zacharias le aseguró que el Señor comprendía que él se había sacrificado y daba a entender que sus intercambios sexuales eran la manera de Dios de recompensarle.

Thompson se sintió culpable, se culpó a sí misma, terminó con la relación y comenzó a ir a terapia. “Temía haber sido la causa de que él cayera en pecado sexual”, escribió.

Al año siguiente, Zacharias demandó a Thompson y a su marido. Él le contó a la junta de RZIM que se había escrito en privado con Thompson, pero negaba todo lo demás, asegurando que él no había solicitado los mensajes explícitos ni las fotografías y que todo era parte de una trama de extorsión.

La demanda acabó en una mediación privada y terminó con un acuerdo de confidencialidad. Aunque ambas partes acordaron no difundir nada, RZIM publicó una declaración de 800 palabras de Zacharias explicando su parte de la historia. Entonces, Zacharias se negó a contestar más preguntas, recurriendo al acuerdo.

Thompson ha pedido repetidamente ser liberada de los términos del acuerdo. Los abogados de las víctimas dicen que temen que las organizaciones cristianas en algunos casos han utilizado los acuerdos de confidencialidad como herramientas para esconder la verdad. Rachael Denhollander, sobreviviente de abusos y abogada defensora de las víctimas, ha dicho que Thompson debería ser liberada del acuerdo.

“Los titulares de la herencia yacente de Ravi deben liberar a Lori del acuerdo de confidencialidad que le forzaron a firmar”, tuiteó Denhollander a principios de mes. “Sobrevivientes: su abogado NUNCA debería permitir este tipo de acuerdo. NUNCA. Líderes: si SU abogado quiere que la persona abusada o un testigo firme un acuerdo, no estarán ayudando a hacer las cosas bien. Debería darles vergüenza a todos”.

Según una declaración de la junta directiva de RZIM la semana pasada, la familia Zacharias “no cree que sea conveniente” liberar a Thompson del acuerdo de confidencialidad.

En su declaración de 2017, Zacharias habló de la importancia de que los líderes se protegieran de “incluso la apariencia de indecoro” y dijo: “Durante mucho tiempo he mantenido mi práctica de no estar a solas con ninguna otra mujer que no sea Margie o nuestras hijas; ni en un coche, ni en un restaurante, ni en ningún otro sitio”.

Las mujeres de los spas de Johns Creek donde Zacharias era copropietario le contaron a CT que ese no fue el caso cuando trabajaron para el apologeta. Él recibió masajes, cuidados de la piel y faciales en sesiones privadas múltiples veces por semana. Los tratamientos se hacían en pequeñas salas donde Zacharias estaba a solas con mujeres.

“Triste por todos sus demonios”

El socio empresarial de Zacharias, Anurag Sharma, no respondió a las repetidas llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos de CT durante el curso de un mes. Sin embargo, Sharma habló recientemente con tres personas acerca de los spas que solía poseer con Zacharias. Todos ellos han relatado sus conversaciones con CT y han compartido documentación, incluyendo capturas de pantalla y grabaciones.

La gente que habló con Sharma dijo que él reconocía que había ocurrido algo malo en Touch of Eden y en Jivan Wellness. Se arrepentía de no haber intervenido, pero no entró en detalles. Él atribuye sus reservas al carisma de Zacharias.

“Me siento mal por haberle seguido ciegamente”, escribió Sharma en un mensaje de texto. “No era más que otro ser humano”.

Sharma, técnico informático de profesión, conoció a Zacharias a mediados de la década de 1990. En una conversación, grabada por una persona no asociada con los spas, Sharma se describe a sí mismo como un amigo cercano de Zacharias. Incluso después de que terminara su relación empresarial, continuaron hablando hasta el día en que Zacharias murió, dijo.

“Él no tenía amigos, y necesitaba alguien con quien hablar”, dijo Sharma. “Estaba muy triste por todos sus demonios, y dijo que esa era la condición del corazón humano”.

Según Sharma, los dos hombres hablaron acerca de cristianos de perfil alto que habían caído en desgracia, y Sharma utilizó aquellas conversaciones para sondear con preguntas. En una grabación, Sharma recuerda haberle preguntado a Zacharias por qué famosos ministros del evangelio parecían tener más problemas morales que los cristianos corrientes. Zacharias le dijo que todo el mundo peca.

“Realmente nunca llegué a dudar de él, y no sé por qué, porque sentía que eso no estaba bien”, dijo Sharma. “Debí entender que lo de ‘todos han pecado’ significa lo mismo para todos, en vez de poner a las personas en un pedestal”.

RZIM declinó comentar acerca de la relación de Zacharias con Sharma o la relación del ministerio con los negocios con fines comerciales.

La apologeta Ruth Malhotra dijo que la investigación acerca de las acusaciones de los spas se llevará a cabo por un bufete de abogados de tamaño medio del sureste de Estados Unidos, y que el ministerio no responderá más preguntas hasta que la investigación se haya presentado a la junta.

“En RZIM seguimos comprometidos con la verdad”, dijo Malhotra. “Es el fundamento de lo que hacemos, y eso no ha cambiado”.

La misión primordial de RZIM es alcanzar a aquellos que dan forma a la cultura con el mensaje de “la credibilidad del evangelio de Cristo Jesús” y el ministerio ha continuado —a pesar de los confinamientos por la COVID-19 y la pérdida de su famoso homólogo— para defender el mensaje cristiano.

La organización tiene cien eventos planeados para el mes de octubre, desde conferencias online por Zoom hasta discursos en universidades asiáticas, pasando por seminarios en iglesias bautistas del Medio Oeste estadounidense. Tiene una lista de más de cincuenta hombres y una docena de mujeres que continuarán la obra y el ministerio de Zacharias.

Cuando Zacharias falleció en mayo, fue homenajeado extensamente por los evangélicos.

Dos de las mujeres que dicen que él las acosó sexualmente en los spas están de acuerdo en que Zacharias fue un gran hombre que sirvió y se sacrificó por el bien del evangelio. Incluso comentaron con CT que es posible que el bien que hizo promocionando la causa de Cristo sea mayor que el dolor y el trauma que él les causó a ellas.

Pero insisten en que eso no significa que la conducta sexual inapropiada no ocurriera. “Incluso con alguien tan devoto como Ravi”, dijo una de ellas, “aun así puedes estar combatiendo con el Diablo”.

Con reportajes de Kate Shellnutt.

Traducido por Noa Alarcón

Edición en español por Livia Giselle Seidel

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