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Mike Bickle, fundador de Casa de Oración Internacional, es acusado de abuso sexual

Exlíderes de Casa de Oración Internacional exponen lo que según ellos son acusaciones creíbles de varias mujeres que formaron parte del ministerio en el pasado.

Mike Bickle

Mike Bickle

Christianity Today December 14, 2023
Cortesía de IHOPKC

Mike Bickle, el fundador de Casa de Oración Internacional de Kansas City (International House of Prayer Kansas City, en adelante IHOPKC), enfrenta acusaciones de abuso sexual y espiritual que tuvieron lugar durante varias décadas de su ministerio, y que afectaron a varias mujeres.

Bickle, de 68 años, ha sido acusado de conducta sexual inapropiada en la que «no se respetó el pacto matrimonial», según una declaración publicada el 28 de octubre por parte de un grupo de exlíderes de IHOPKC que investigaron las acusaciones [enlaces en inglés].

Según manifestaron en la declaración, aunque estaban escandalizados, concluyeron que las acusaciones eran creíbles con base en «el testimonio colectivo y confirmable» de «varias víctimas».

La megaiglesia carismática de Bickle, que ofrece reuniones abiertas de alabanza y oración las 24 horas del día desde su fundación en 1999, fue informada de las acusaciones el viernes 27 de octubre, según el medio The Kansas City Star, que obtuvo una grabación del anuncio.

Stuart Greaves, director ejecutivo en IHOPKC, le dijo al personal que el equipo de liderazgo estaba «abordando la situación con mucha seriedad».

Los líderes que publicaron la declaración —los exmiembros del comité y del equipo ejecutivo de liderazgo Dwane Robers y Brian Kim, y Wes Martin, expastor de la iglesia Forerunner Christian Fellowship— dijeron que primero habían intentado reunirse con Bickle directamente para exponer las acusaciones, tal como lo indica la Biblia en Mateo 18. Según ellos, Bickle se negó a reunirse con ellos y luego intentó intimidar y desacreditar a las víctimas.

The Kansas City Star reportó que el tema del sermón de Bickle el domingo siguiente fue sobre las falsas acusaciones.

En su sermón, se refirió a cómo, según Apocalipsis 12:10, «la acusación es el arma más efectiva de Satanás en los últimos tiempos» y cómo «convierte murmuraciones sugestivas en acusaciones hostiles que destruyen vidas y relaciones», según las notas del sermón que aparecen en el enlace de The Roys Report.

Bickle también dijo que «la iglesia se está acercando al tiempo más glorioso y desafiante en la historia, cuando el dragón (caballo negro) sopla su aliento sobre muchos para que se acusen y traicionen unos a otros».

Greaves hizo referencia a esa frase del sermón cuando informó al personal sobre las acusaciones: «Les pedimos que no se haga referencia al “caballo negro” en esta situación, para que podamos evitar causar mayor dolor a los afectados. Nuestra preocupación principal es sobre los que están pasando por dolor y trauma, nuestra familia espiritual, Mike y Diane, así como la familia Bickle».

Bickle siguió la recomendación de no participar en la predicación y enseñanza mientras la iglesia contrata a «terceros para evaluar y mediar las acusaciones», según anunciaron los líderes de IHOPKC durante una reunión dominical y en redes sociales.

Los líderes que investigaron las acusaciones dijeron que creen que las acciones de Bickle «no cumplen con los estándares bíblicos para el liderazgo de la iglesia», e incluyen también el uso de su autoridad espiritual para manipular a las víctimas. Según afirman los líderes en su declaración, las mujeres que dieron a conocer los hechos «no ganaban nada al compartir sus experiencias aparte de buscar la verdad, el arrepentimiento, la misericordia y la gracia».

Según ellos, Bickle dijo que las acusaciones son falsas, aunque no ha emitido respuesta sobre los informes recientes. [Su respuesta fue publicada más tarde, el martes 12 de diciembre].

Bickle comenzó su ministerio como pastor en la ciudad de Kansas en las décadas de 1980 y 1990. Su iglesia abandonó la denominación de Vineyard a mediados de la década de los noventa cuando Bickle se volvió más carismático y comenzó a tener diferentes opiniones sobre la profecía y la intercesión. En ese tiempo, Bickle había estado afiliado con «profetas» locales, entre ellos Paul Cain y Bob Jones. (Ambos terminaron en escándalos: Jones —que no está relacionado con la universidad—, admitió conducta sexual inapropiada y abuso espiritual, mientras que Cain fue disciplinado por comportamiento homosexual y alcoholismo).

En IHOPKC, Bickle hace énfasis en el ayuno, la profecía, el reino espiritual y el fin de los tiempos. Para algunos, su ministerio forma parte de los carismáticos independientes, aunque Bickle rechazó la etiqueta de la «Nueva Reforma Apostólica». Bickle apareció en el programa Strang Report del medio Charisma a principios de octubre para compartir una palabra profética sobre la guerra en Israel, y antes de eso había organizado un ayuno por «la salvación de Israel», que según Bickle hará que la Segunda Venida tenga lugar.

Según la página web del ministerio, el personal de IHOPKC está compuesto por alrededor de 2000 miembros, los cuales son en su totalidad misioneros a tiempo completo que recaudan fondos para su propia manutención. Durante el anuncio por parte de los líderes de IHOPKC, algunos miembros exigieron que haya una mayor transparencia, diciendo que «queda más por revelar», según informó The Kansas City Star.

Roberts, uno de los que firmaron la declaración, actualmente sirve como líder en la Casa de Oración de Florianópolis en Brasil. Su iglesia anunció que se distanciará de Bickle por algún tiempo.

«Nuestro clamor y oración es que seamos fuertes y no dejemos que estas noticias sacudan nuestra fe o desalienten nuestros corazones mientras levantamos una iglesia que ora y espera el regreso del Novio», escribió la iglesia [enlace en portugués]. «Estamos comprometidos a cumplir la transparencia y la Verdad, y compartiremos más información cuando se aclaren los hechos».

Algunos exmiembros de IHOPKC dijeron que la iglesia es represiva y sectaria; por su parte, la iglesia dijo que es liderada por ancianos, pide rendición de cuentas a los líderes, y está comprometida a la seguridad contra el abuso espiritual, físico, emocional y sexual.

Hace más de diez años, la Casa de Oración Internacional fue puesta bajo escrutinio tras una acusación de agresión sexual y asesinato en un grupo de estudiantes que habían formado su propia «comunidad religiosa». También había sido demandada por IHOP (International House of Pancakes) por infracción de los derechos de marca.

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Embriones congelados: la nueva crisis de orfandad

Más de un millón de embriones producidos por fecundación in vitro que no fueron utilizados se encuentran en crioalmacenamiento. ¿Son ellos el próximo reto del movimiento provida?

Christianity Today December 13, 2023
Illustration by Christianity Today

Los evangélicos y otros defensores provida vieron la decisión de la Corte Suprema de 2022 en el caso Dobbs v. Jackson Women's Health Organization como un punto de inflexión en la lucha contra el aborto en Estados Unidos. Después de que el tribunal anuló Roe v. Wade y eliminó la protección federal para tal procedimiento, algunos estados conservadores comenzaron a introducir leyes sobre la personalidad fetal, otorgando a los niños no nacidos los mismos derechos que a los niños nacidos [enlaces en inglés].

Pero Hannah Strege observó todo ese proceso con otro grupo vulnerable en mente: los embriones congelados. En esta nueva era, ¿los embriones tendrán derechos? Si los tienen, ¿alguien los respetará?

Strege, de 24 años, fue concebida mediante fecundación in vitro (en adelante FIV) en 1996 y congelada durante dos años. En 1997, ella y 19 de sus hermanos fueron adoptados en forma embrionaria por John y Marlene Strege. Fueron enviados por FedEx a una clínica de fertilidad local. Hannah fue el único embrión que sobrevivió el proceso de descongelación y se implantó con éxito en el útero de Marlene. Nació en diciembre de 1998.

«El bebé se crea en un laboratorio y se transfiere a un útero. El bebé contiene todos los componentes de una vida separada que puede llegar a desarrollarse plenamente, [desde] el momento de la fecundación. El embrión congelado vive fuera del útero de su madre, “aunque con ayuda artificial”», escribieron los autores de un escrito amicus curiae presentado en julio de 2021 para el caso Dobbs para resaltar la personalidad fetal en las primeras etapas del desarrollo. «La vida de Hannah es una prueba contundente de este hecho».

Hannah no fue la primera humana nacida de un embrión donado (eso se cree que ocurrió en 1984). Pero Hannah nació en el apogeo del debate sobre la investigación con células madre embrionarias a finales de los años 90 y principios de los 2000, y es conocida como el primer «bebé copo de nieve» en ser adoptado formalmente en estado congelado.

El activismo de la familia Strege en pro de la adopción de embriones puso de relieve el concepto en Estados Unidos en un momento en que los evangélicos miraban con reserva muchas tecnologías de reproducción artificial. A los cinco meses de edad, Hannah apareció en el programa de radio nacional de Enfoque a la Familia con James Dobson. Se presentó ante el Congreso a los dos años, y conoció al presidente George W. Bush a los siete.

«Estábamos a la vanguardia de un movimiento de adopción de embriones que comenzó a permitir que muchos otros embriones almacenados y congelados tuvieran las mismas oportunidades que Hannah tuvo», escribió John Strege en su libro de memorias A Snowflake Named Hannah. «Estábamos obligados a defender a aquellos que no pueden hablar por sí mismos, como nos indica la Biblia, y nos comprometimos a hacerlo».

Así como Hannah ha crecido, también lo ha hecho la industria de la fertilidad.

Desde que nació Hannah, el número de embriones congelados almacenados en los Estados Unidos ha aumentado de aproximadamente 100 000 a aproximadamente 1.5 millones. Las parejas británicas congelan 100 000 embriones al año. Australia Occidental informó de 30 000 embriones congelados tan solo en 2022. Muchos de estos embriones (óvulos fertilizados en sus primeras etapas de desarrollo) provienen de tratamientos de FIV, refrigerados indefinidamente en botes de nitrógeno líquido, sin planes para su futuro.

Existen complejidades técnicas en torno al almacenamiento de embriones: es costoso y requiere supervisión y espacio de oficina. Y existen complejidades legales, los embriones congelados generalmente se consideran propiedad personal, por lo que destruirlos o administrarlos mal podría generar graves responsabilidades.

Pero los cristianos que creen que la vida comienza al momento de la fecundación también ven serias complejidades morales en este proceso de almacenamiento. Algunos embriones congelados nacerán de sus madres genéticas, pero miles de otros pertenecen a padres que ya no desean tener más hijos. Algunos embriones han estado almacenados durante décadas o han sido abandonados, aunque cada día se congelan muchos más.

La familia Strege conserva una fotografía de Hannah con su madre y el presidente George W. Bush que tomaron en una visita a la Casa Blanca.Photography by Austin Keith for Christianity Today
La familia Strege conserva una fotografía de Hannah con su madre y el presidente George W. Bush que tomaron en una visita a la Casa Blanca.

Cada vez con mayor frecuencia, los cristianos evangélicos adoptan estos embriones y los dan a luz como a sus propios hijos. En diciembre de 2022, el programa de adopción de embriones Snowflakes, una división de Nightlight Christian Adoptions, registró su nacimiento número 1000 desde su fundación en 1997. La directora Kimberly Tyson dijo que el programa está creciendo un 20 por ciento año tras año y en 2023 atendieron a más de cien nuevas familias adoptivas. Otra organización religiosa sin fines de lucro, el Centro Nacional de Donación de Embriones (NEDC, por sus siglas en inglés) en Knoxville, Tennessee, celebró este año su nacimiento número 1400 mediante adopción de embriones.

A nivel nacional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estiman que entre 2004 y 2019, más de 21 000 embriones donados fueron transferidos a un útero, y casi 8500 de ellos nacieron. Desde 2002, el gobierno federal ha destinado fondos anualmente, más recientemente un millón de dólares, para concientizar sobre la adopción de embriones.

De vez en cuando, estos «copos de nieve», como los llama Nightlight, aparecen en los titulares: «El embrión es solo un año más joven que la madre que lo dio a luz». «Gemelos nacidos de embriones congelados hace casi 30 años». «Donaron sus embriones… y 20 años después, conocieron a los trillizos que nacieron».

Pero estos artículos periodísticos que sorprenden con datos que desafían a la naturaleza a menudo pasan por alto la gravedad de la situación más amplia: a nivel mundial, un millón o más de embriones congelados corren el riesgo de ser abandonados.

En octubre, Hannah y su madre se reunieron conmigo en la sede de Enfoque a la Familia en Colorado Springs. El ministerio fue un elemento central en la infancia de Hannah y una parte formativa de su historia. Dobson abordó el dilema ético de John y Marlene en 1997 y luego presentó a su familia en su programa de radio varias veces, autodenominándose el padrino de Hannah.

Durante una pausa en nuestras conversaciones, deambulé con las dos mujeres por un mercado local de agricultores. En un puesto, Marlene Strege señaló un candelabro decorado con copos de nieve. Su familia ha recibido muchos obsequios decorados con copos de nieve en honor a Hannah. Marlene suele llevar un collar de copos de nieve.

Al principio, Hannah da la impresión de ser tranquila y seria. Pero cuando está con sus amigos, dijo, su lado extrovertido sale a la luz. Lee con avidez, y en fechas recientes se mantiene ocupada entrenando a su cachorro golden retriever, Aspen.

Ella también continúa la misión que comenzaron sus padres. Y tiene mucho trabajo por delante. Este verano se graduó de la Universidad de Baylor con una maestría en trabajo social que planea utilizar para promover la adopción de embriones y crear conciencia sobre tratamientos más éticos para la infertilidad. Está estudiando para obtener su licencia en trabajo social y cree que algún día podría buscar un doctorado.

«Si no estuviera haciendo el trabajo [activismo], no se haría», dijo. «Dios me dio una historia única para compartir. No ser abierta acerca de mi propia historia no tendría sentido».

Desde que era joven, Hannah se ha conectado con otras personas como ella gracias a Nightlight y los esfuerzos de sensibilización de su familia. Asistió a reuniones de adoptados, viajó varias veces a Washington, DC, y aceptó docenas de entrevistas con los medios. Dirige una página de Instagram para embriones adoptados mayores de 14 años (la mayoría de los embriones adoptados se encuentran en la adolescencia o en la infancia), ya que su número es todavía lo suficientemente pequeño como para que pueda resultar difícil encontrar personas con una historia similar.

«Yo misma asumí que debía ser una portavoz, porque la mayoría de los copos de nieve son más jóvenes que yo», dijo Hannah.

Hannah Strege, nacida en 1998, ahora tiene 24 años.Photography by Austin Keith for Christianity Today
Hannah Strege, nacida en 1998, ahora tiene 24 años.

Pero ser portavoz es también un papel que la historia ha elegido para ella. La familia Strege ha sido una fuente de consulta para muchas otras familias que han adoptado o planean adoptar embriones. En la escuela de posgrado, donde Hannah se especializó en estudios sobre la adopción, leyó estudios de casos escritos sobre ella. «Han pasado 24 años [de activismo] y no sé por qué esto no es ampliamente conocido», dijo Hannah.

Aunque está cansada, en muchos sentidos también está empezando su carrera como portavoz. Además de apoyar a los adoptados, Hannah sueña con iniciar una organización sin fines de lucro que facilite las adopciones y también forme clínicas de fertilidad y apoye a los padres adoptivos.

En pocas palabras, su objetivo es «ver nacer más bebés».

Hace un año en Birmingham, Rodney y Mary Leah Miller dieron a luz gemelos. Dalton y Mary Elizabeth fueron los bebés número 1000 y 1001 nacidos a través del programa Snowflakes.

Después de 10 años de infertilidad, incluidas varias rondas fallidas de FIV, el médico de los Miller sugirió la donación de óvulos. Incómodos con esa opción, los Miller se enteraron de la adopción de embriones por medio de un amigo y comenzaron a investigar esa posibilidad.

«Creo que fue la primera vez que tuvimos una renovada sensación de esperanza», dijo Mary Leah. Con oración y el consejo de su pastor, siguieron adelante y los gemelos nacieron después de una transferencia fallida y un aborto espontáneo. Tienen tres embriones más de esa adopción y planean seguir haciendo crecer su familia.

«Estos niños son todo lo que siempre esperábamos y soñamos», dijo Rodney Miller.

La mayoría de las mujeres que exploran la adopción de embriones ya han probado la FIV, dijo Kimberly Tyson. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente uno de cada seis adultos padece infertilidad, misma que puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Un estudio reciente de Pew Research Center encontró que alrededor del 1 % de las mujeres estadounidenses han recibido FIV o inseminación artificial.

Pero los tratamientos de fertilidad son cada vez más comunes. El estudio de Pew también encontró que el 42 % de los adultos en los EE. UU. se han sometido personalmente a algún tipo de tratamiento de fertilidad o conocen a alguien que lo ha hecho, en comparación con un tercio de los adultos que respondieron de la misma forma hace cinco años.

La fecundación in vitro es costosa, ya que su precio oscila entre 10 000 y 25 000 dólares [USD] por ciclo, durante el cual a la mujer se le inyectan hormonas, y después sus óvulos son extraídos y fertilizados. Y las parejas no siempre reciben información completa sobre sus desventajas. Si bien la FIV ha avanzado mucho en términos de seguridad y eficiencia, la mayoría de los ciclos de tratamiento aún no tienen éxito.

Tras pasar por una menopausia prematura, Roslyn Cheatham, de Mooresville, Carolina del Norte, y su esposo, Joe (con su hija mayor, Joslyn, en brazos), encontraron la NEDC en internet y decidieron adoptar embriones. Roslyn es una apasionada de la adopción, ya que ella misma fue adoptada. Derecha: Las hijas de los Cheatham que fueron adoptadas como embriones, Marissa y Joslyn, tienen ahora 12 y 15 años.Courtesy of the Cheatham Family
Tras pasar por una menopausia prematura, Roslyn Cheatham, de Mooresville, Carolina del Norte, y su esposo, Joe (con su hija mayor, Joslyn, en brazos), encontraron la NEDC en internet y decidieron adoptar embriones. Roslyn es una apasionada de la adopción, ya que ella misma fue adoptada. Derecha: Las hijas de los Cheatham que fueron adoptadas como embriones, Marissa y Joslyn, tienen ahora 12 y 15 años.

«Los 770 000 bebés nacidos mediante FIV en 2018 requirieron unos 3 [millones] de ciclos», informó un editorial de The Economist. «En Estados Unidos y Gran Bretaña, aproximadamente la mitad regresa a casa con un bebé en brazos, incluso después de varios años y hasta ocho ciclos de tratamiento».

Esas abrumadoras estadísticas son una de las razones por las que los centros de tratamiento para la infertilidad alientan a las mujeres a extraer muchos óvulos y crear múltiples embriones al inicio del tratamiento, ya que aumenta las posibilidades de concebir. No obstante, también crea más embriones de los que una pareja realmente puede ver nacer.

Chris y Rebecca Henderson se casaron en 1992. Después de 12 años de intentar tener hijos, se les recomendó explorar la FIV. Inseguros, pero llenos de oración, siguieron adelante y crearon 13 embriones, y dos nacieron como hermanos gemelos.

Cuando los gemelos tenían seis meses, la clínica de fertilidad de los Henderson comenzó a preguntar sobre los próximos pasos para los 11 embriones restantes. A Rebecca le aconsejaron [los médicos] que no tuviera más hijos, por lo que los Henderson se enfrentaron a una decisión difícil.

La mayoría de las personas a las que les quedan embriones almacenados tienen algunas opciones. Pueden descartarlos. Pueden donar embriones para investigaciones científicas, aunque pocos laboratorios aceptan embriones producidos por FIV debido a los limitados fondos gubernamentales. Tras la resolución del caso Dobbs, el «volumen de embriones donados para investigación se ha reducido significativamente», dijo a Washington Post un director del laboratorio de FIV en Stanford Medicine Fertility and Reproductive Health.

Alternativamente, los embriones se pueden almacenar congelados por una tarifa que oscila entre 500 y 1000 dólares mensuales. O bien, se pueden entregar a otra familia que quiera criarlos como propios.

«Cuanto más tiempo llevan los embriones en almacenamiento, más probabilidades habrá de que [sus familias] los abandonen», dijo Tyson.

Algunas clínicas se sienten abrumadas por el creciente volumen de embriones almacenados, ya que los recipientes de nitrógeno ocupan espacio y los médicos pueden crear docenas de embriones por cada paciente. Un médico le dijo a NBC News en 2019 que a algunas pacientes se les extraen entre 40 y 60 óvulos en un ciclo, y «la embrióloga recibe órdenes de su médico de inseminarlos todos, y ni siquiera se pregunta si la paciente quiere que se inseminen tantos… Nadie va a tener 30 hijos».

«No estábamos preparados para nada de esto», dijo a NBC News un endocrinólogo reproductivo de Florida. «De nuestros embriones, el 21 % han sido abandonados».

zquierda: Los Gassman en 2022. Centro: Los niños Gassman y Henderson juntos en 2016. Derecha: Los Henderson en 2022.Courtesy of the Henderson and Gassman Families
zquierda: Los Gassman en 2022. Centro: Los niños Gassman y Henderson juntos en 2016. Derecha: Los Henderson en 2022.

Los Henderson encontraron la organización Snowflakes y fueron empatados con Dan y Kelli Gassman.

«Es una montaña rusa de emociones tomar la decisión de firmar, incluso cuando sales de ti mismo y piensas en ello de manera racional», dijo Rebecca. «Nos encantó esta opción, pero nos tomó un tiempo emocionalmente llegar a ese punto».

Kelli se casó cuando tenía poco más de 40 años. Después de varios años de intentar concebir, los Gassman recurrieron a la adopción de embriones y finalmente adoptaron los 11 embriones de los Henderson. A los 46 años, Kelli dio a luz a Trevor, que ahora tiene 10 años. Un año después, dio a luz a Aubrey.

«Es el regalo más desinteresado que alguien me haya dado jamás», dijo Kelli.

La adopción de Henderson-Gassman fue inicialmente una adopción parcialmente abierta, donde toda la comunicación estuvo mediada por la agencia de adopción. Pero pronto las familias decidieron reunirse y luego continuaron reuniéndose. Ahora van juntos de vacaciones todos los años y los niños son como primos. Su historia es única, pero las familias dicen: «es más grande que nosotros».

«Es un viaje muy emotivo», dijo Rebecca. «Pero si puedes dejarte a ti mismo de lado y ver que es una gran vía para llegar a ser padres… puede ser una gran vía para ayudar a otros que no pueden tener hijos a tenerlos».

Muchas parejas cristianas que luchan contra la infertilidad se sienten incómodas usando óvulos o esperma donados. Y si no optan por la FIV debido al costo, las bajas tasas de éxito o las objeciones morales, generalmente recurren a la adopción para hacer crecer a sus familias.

Pero no todas las adopciones son iguales.

Hay al menos 369 clínicas de fertilidad en los Estados Unidos que han realizado transferencias de embriones donados, según un estudio de los CDC. Rara vez funcionan como las agencias de adopción tradicionales, ya que la donación de embriones implica muchos menos trámites burocráticos que la adopción de un niño. Las receptoras de embriones generalmente llegan a una clínica de fertilidad habiendo encontrado ya un donante de embriones, a través de grupos en internet o incluso en las redes sociales.

El lado positivo es que esta informalidad ayuda a que la adopción de embriones sea relativamente asequible. Implantar un embrión donado cuesta la mitad del precio de una FIV y un tercio del precio de una adopción privada.

Pero si bien algunas clínicas de fertilidad exigen que los pacientes participen en cierto nivel de asesoramiento, los nuevos padres a menudo reciben poco apoyo más allá de eso, en comparación con los padres que adoptan tradicionalmente.

Hannah Strege cree que las familias que adoptan embriones deberían participar en cada parte del proceso de adopción, incluidos estudios del hogar y entrevistas, mismos que la mayoría de las clínicas de fertilidad no ofrecen. También quiere que se eleven los estándares en toda la industria de la donación de embriones. Si los embriones son personas, después de todo, no deberían ser simplemente intercambiados en las redes sociales sin coberturas adicionales de protección.

«Adoptar a un embrión vela por el interés del niño, versus el interés de la familia [que los dona]», dijo Hannah. «Dios sabe dónde tiene a tu hijo».

Solo unas pocas organizaciones que manejan embriones facilitan las transferencias de embriones como adopciones, uniendo a potenciales familias adoptivas con familias «donantes» que desean poner sus embriones en adopción. La mayoría de ellos son religiosos, y los dos más grandes son Nightlight, una agencia de adopción que tiene oficinas en todo Estados Unidos, y el NEDC en Knoxville.

El NEDC abrió en 2003 como una organización sin fines de lucro que facilita las donaciones y adopciones de embriones. Las familias donantes de toda América del Norte ceden sus derechos al NEDC y la familia adoptiva puede explorar un catálogo digital de los miles de embriones almacenados en el sitio. La organización no exige que las familias sean religiosas, pero sí que las parejas adoptivas sean heterosexuales y estén casadas.

«No hay datos empíricos, pero anecdóticamente, la gran mayoría de las personas que vienen son cristianas, y la mayoría de ellos son evangélicos, y también una cantidad significativa de católicos», dijo el portavoz Mark Mellinger. La adopción de embriones «tiende a resonar entre los creyentes evangélicos». Él estima que el NEDC realiza alrededor del 10 % de todas las transferencias de adopción de embriones por año en Estados Unidos.

La mayoría de los embriones donados son caucásicos, asiáticos o hispanos. Muy pocos son afroamericanos, dijo Mellinger, y están reservados para familias adoptivas negras. «Por lo general, reservamos embriones de minorías para compararlos con receptores del mismo origen étnico», añadió.

El NEDC facilita tanto donaciones como transferencias a las familias que quieran adoptar. Trabaja en estrecha colaboración con una clínica en Knoxville y subcontrata parte del proceso de adopción, tales como los estudios del hogar, a proveedores acreditados como Nightlight. El NEDC ofrece adopciones abiertas y cerradas.

A diferencia del NEDC, el programa Snowflakes de Nightlight no está afiliado a clínicas de fertilidad. Funciona como enlace para familias que quieran entregar sus embriones, familias adoptivas y clínicas de fertilidad a nivel nacional que puedan realizar el procedimiento de transferencia. Tyson y su equipo combinan familias adoptivas y donadoras según requisitos mutuos, lo que significa que muchas de sus familias son hogares evangélicos con dos padres. Animan a las familias a comunicarse desde el principio, y ambas familias eligen el tipo de relación que mantendrán en el futuro.

La razón número uno por la que las familias adoptan embriones es que la mujer «quiere experimentar el embarazo y el parto», dijo Tyson. «Quieren dar a luz a un bebé».

Tyson estima que tal vez el 20 % de los adoptantes de embriones están motivados por el altruismo, es decir, son personas ansiosas por darles a los embriones una oportunidad de vivir en lugar de buscar adoptar a un niño que ya ha nacido.

Pero también hay quienes critican abiertamente la adopción de embriones. Argumentan que participar en la industria es participar en un sistema poco ético y promover la sobreproducción de embriones. Algunos dicen que los niños adoptados tendrán dificultades con sus historias de origen de la misma manera que lo hacen los adoptados tradicionales. Otros son padres que luchan con la idea de entregar sus embriones a otras familias.

Jennifer Lahl, defensora de bioética y fundadora de The Center for Bioethics and Culture Network, cree que «nuestra obligación es, en primer lugar, con los huérfanos entre nosotros y las necesidades de los niños aquí ahora que no tienen un hogar amoroso donde ser criados».

Matthew Lee Anderson, especialista en ética cristiana y profesor de la Universidad de Baylor, cree que la adopción no puede resolver en última instancia el problema del exceso de embriones. Sostiene que los evangélicos, en general, no tienen la capacidad de adoptar a todos los niños que necesitan una familia y a todos los embriones que merecen nacer.

«No es un problema: es una grave crisis moral», afirmó. «Si la adopción de embriones, como práctica, amplía la comprensión del proceso de crear [embriones] en primer lugar, entonces creo que deberíamos mirarlo con cautela». Él cree que a los embriones que no pueden nacer se les debe permitir «volver a Dios» con contrición y lamento.

Sin embargo, la mayoría de los demás críticos están de acuerdo en que, si un embrión no puede nacer de los padres genéticos, la adopción (idealmente, la adopción abierta) es la única alternativa positiva para estas pequeñas vidas atrapadas en una crisis global de fertilidad.

Los embriones no se dejan como sobras o sin utilizar, «como si fueran cosas o herramientas», escribió Russell Moore (ahora editor jefe de CT) en 2012. «Estas son personas portadoras de la imagen de Dios, dotadas por su Creador, no por su “utilidad”, [y que tienen] ciertos derechos inalienables. Abrir nuestros corazones, nuestros hogares y, a veces, nuestros úteros a los más pequeños es algo que debemos hacer en imitación a Cristo».

Aaron y Jennifer Wilson están de acuerdo. Evangélicos estadounidenses por excelencia, viven en Nashville, donde Aaron trabaja para Lifeway y Jennifer trabaja para Union University, y ambos educan en casa a sus gemelos de 12 años. Cuando estaban recién casados, se toparon con un artículo de Baptist Press sobre la adopción de embriones e inmediatamente se entusiasmaron ante la posibilidad. Pero dejaron esa idea en su lista de pendientes.

Tres años más tarde, todavía sin hijos, se les animó a probar la FIV, un proceso que no les resultaba cómodo seguir.

«En el estacionamiento del consultorio del médico el día que recibimos el diagnóstico, hicimos una llamada telefónica», dijo Aaron, de 42 años. Dos semanas después de hablar por teléfono con el NEDC, solicitaron la adopción de embriones. Después de dos transferencias fallidas, dieron la bienvenida al mundo a sus gemelos mediante cesárea. «La adopción de embriones resonó en nosotros, porque también nos apasionan las opciones provida… Los embriones son invisibles a simple vista, pero son almas microscópicas».

Dios dijo que Jesús era una persona cuando todavía estaba en el vientre de María, señaló Aarón. «Dios se humilló hasta adoptar la forma de un embrión… con solo unas pocas células, del tamaño de un píxel», dijo. «La adopción de embriones realmente me abrió los ojos a la maravilla de la Encarnación».

Para muchos cristianos como Hannah, que creen que la vida comienza al momento de la fecundación, no es suficiente ver nacer en el mundo los embriones almacenados. Quieren que deje de crecer el número de embriones congelados.

«La adopción de embriones intenta resolver el problema del exceso de embriones», dijo John Strege, el padre de Hannah. El problema, y su solución, va en dos líneas, dicen sus defensores: se están creando demasiados embriones y se están abandonando demasiados. (Algunos estudios también han sugerido que la congelación prolongada puede dañar los embriones).

Los defensores coinciden en que, en un mundo ideal, la primera solución es prevenir la proliferación de embriones congelados, mediante regulaciones, o simplemente mediante concientización y educación. Algunos ven la solución en las leyes y regulaciones de la industria de la fertilidad. En Alemania, por ejemplo, está prohibida la congelación de embriones, excepto en circunstancias excepcionales.

«No creo que la adopción de embriones deba ser necesaria; lo que se necesita es una ley federal como la de Alemania», afirmó Lahl.

Los médicos y clínicas de fertilidad también deberían educar a los pacientes sobre las implicaciones a largo plazo de la creación y almacenamiento de embriones, dicen activistas como Hannah.

«Recomendaría encarecidamente que [las familias] creen la cantidad de embriones que se implantarán inmediatamente en cada ciclo», dijo Jeffrey Barrows, ex ginecólogo-obstetra y vicepresidente principal de bioética y políticas públicas de la Asociación Médica y Dental Cristiana.

Reconoce que esto es más costoso y físicamente exigente, extraer y fertilizar un óvulo a la vez es menos eficiente que crear lotes enteros de embriones. Pero Barrows cree que esas decisiones personales son una mejor solución que la legislación, porque las leyes pueden resultar contraproducentes para las organizaciones cristianas (los gobiernos pueden imponer requisitos que van en contra de las convicciones de un grupo). «Estás salvando vidas humanas; vale la pena el dinero y los ciclos adicionales».

Muchas familias que donan o dan sus embriones en adopción dicen que no recibieron la educación adecuada o que no pensaron en los resultados a largo plazo de crear más embriones de los que podrían dar a luz.

Algunos, como Lahl y Barrows, dicen que las familias, si pueden, deberían traer al mundo los embriones que les quedan como la mejor solución posible para los niños. Y Aaron Wilson observó que, si los padres mueren sin entregar sus embriones, la responsabilidad legal podría pasar potencialmente a sus hijos, los hermanos de los embriones.

«A menudo se pasa por alto la perspectiva del niño», dijo Barrows. «Lo ideal es que el niño crezca con sus padres genéticos».

Además de querer que no se creen embriones en exceso, Hannah solo quiere que más familias consideren la adopción de embriones, ya sea que puedan concebir de forma natural o no. «La gente está tan enamorada de su propio óvulo y esperma que no consideran la adopción», dijo. «Quiero que se salven más vidas mediante la adopción de embriones».

La familia Strege ha escuchado muchas historias de familias que finalmente buscaron la adopción de embriones después de escuchar la historia de Hannah en la radio, en un artículo de noticias o de boca en boca.

Mientras Hannah y su madre hablaban conmigo tomando café en la cafetería de Enfoque a la Familia, Whit's End, una joven canadiense de una mesa cercana nos interrumpió.

«Sentí que Dios me dijo que hablara contigo porque he estado escuchando tu conversación», dijo, conteniendo las lágrimas y hablando con dificultad. «Mi esposo y yo hemos estado luchando contra la infertilidad durante varios años y hemos estado hablando sobre los próximos pasos. He oído hablar de la adopción de embriones y he estado esperando confirmación de que es la dirección correcta para nosotros». Conocer a Hannah y Marlene en una tarde cualquiera parecía una confirmación divina, dijo.

Son estas pequeñas conversaciones, día tras día, las que son tan importantes para el trabajo de concientización sobre la adopción como los viajes a Washington y las entrevistas de radio, dijo Hannah.

El trabajo puede resultar agotador, explicar por enésima vez qué es un embrión o por qué alguien debería utilizar el lenguaje de adopción para reconocer la humanidad de los embriones. Pero son estas conversaciones las que poco a poco están haciendo que la adopción de embriones sea más común entre los evangélicos.

Las cifras pueden parecer imposibles, pero no son irremediables. Si las aspiraciones de Hannah se hacen realidad, cada copo de nieve algún día podría tener la oportunidad de crecer.

Kara Bettis Carvalho es editora asociada de Christianity Today.

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Olvidamos que le pertenecemos a Dios

El bálsamo sanador de encontrar nuestra verdadera identidad.

Christianity Today December 13, 2023
Phil Schorr

Pero ustedes son descendencia escogida, sacerdocio regio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. — 1 Pedro 2:9

Celebrar la llegada del rey eterno es celebrar cómo, por medio de Jesucristo, encontramos libertad de la esclavitud del pecado y de la muerte. A nosotros, que antes estábamos lejos, Dios nos ha acercado mediante la sangre de Cristo a una relación restaurada con Él y a su descanso eterno (Efesios 2:13).

Las palabras de Pedro se dirigían a los cristianos gentiles que vivían como «extranjeros y peregrinos» en el Imperio romano (1 Pedro 2:11). No eran ciudadanos: eran residentes temporales en un mundo que valoraba mucho la ciudadanía en su jerarquía social. También era una época en la que la tolerancia de Roma hacia la libertad religiosa estaba disminuyendo. Pedro le escribía a cristianos marginados y perseguidos que sufrían a causa de su lealtad al Rey Jesús.

En 1 Pedro 2:9, el apóstol ofreció a sus lectores un bálsamo sanador, un recordatorio de que es Dios, y no las personas, quien determina su verdadera identidad. Pedro utiliza cuatro frases para describirles su identidad en Cristo: «descendencia escogida, sacerdocio regio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios».

Sus palabras remiten a Éxodo 19:4-6, donde Dios le explicó a Moisés el propósito de su deseada alianza con Israel: Israel había sido apartado para mostrarle al mundo lo que significaba adorar al único Dios verdadero. Y al servir como conducto para la bendición de Dios al mundo, este pueblo experimentaría, a su vez, la bendición divina.

El sufrimiento y la persecución pueden deshumanizar y desmoralizar a un pueblo, despojándolo de su dignidad y esperanza. Pedro buscaba restaurar lo que el mundo había tratado de arrebatarle a estos cristianos. Le recordó a estos «extranjeros y peregrinos» su elevada condición. A través de Cristo, eran miembros de la familia de Abraham con acceso directo a la divinidad. Tenían un estatus eterno como sacerdotes reales apartados para guiar a las naciones hacia Dios.

Por medio del Evangelio, nosotros, que hemos sido deshumanizados, somos rehumanizados, revestidos de fuerza y dignidad por Aquel a cuya imagen hemos sido creados.

Sin embargo, en un mundo infectado por el pecado y el mal, puede ser fácil olvidar.

Olvidamos que le pertenecemos a Dios. Cegados por las luchas de la vida, nos cuesta ver la esperanza eterna que tenemos por el mero hecho de ser suyos.

Pero en palabras de Shirley Caesar: «Esta esperanza que tenemos, el mundo no nos la dio, y el mundo no nos la puede quitar». No importa lo oscura que sea la noche, siempre tenemos esperanza. A través de Cristo, el amor firme y la fidelidad de Dios nos siguen para siempre. Por eso, en medio del sufrimiento y la persecución, nuestros ojos miran a lo eterno, no a lo temporal. Recordamos que nuestra identidad, valor y vocación están determinados por Dios, no por el hombre. Seremos su pueblo por toda la eternidad y nuestro hogar eterno está con Él.

Reflexiona



1. ¿Cómo influye en nuestra perspectiva sobre el sufrimiento y la persecución comprender nuestra identidad como pueblo elegido y posesión especial de Dios?

2. ¿De qué manera trata el mundo de definir nuestra identidad y nuestro valor? ¿Cómo podemos evitar olvidar que nuestra verdadera identidad está determinada por Dios?

Elizabeth Woodson es profesora de Biblia, teóloga, autora y fundadora de The Woodson Institute, una organización que equipa a los creyentes para entender y crecer en su fe.

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Cómo contemplar la gloria

Nos convertimos continuamente en lo que contemplamos.

Christianity Today December 12, 2023
Phil Schorr

Ahora bien, el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu. — 2 Corintios 3:17-18

La primera vez que la palabra «gloria» captó realmente mi atención fue un caluroso domingo por la mañana en una iglesia predominantemente de raza negra en Atlanta, Georgia. Yo era el joven predicador invitado y, mientras hablaba, desde la última fila de bancos se elevaba repetidamente la proclamación «¡Gloria!», con una rica cadencia y una innegable autoridad espiritual. El audaz grupo de mujeres del fondo sintonizaba algo que yo, recién graduado del seminario, no lograba percibir. Mientras hablaba a su amada iglesia, yo estaba más centrado en conectar intelectualmente los puntos de mi texto y en transmitir mi conocimiento de las Escrituras que en la realidad de esta «gloria» que ellas tan bellamente proclamaban.

En aquel momento, la palabra «gloria» no era parte de mis pensamientos ni de mis conversaciones. El concepto me parecía vago e incluso me incomodaba un poco. Pero aquel día supe que necesitaba saber lo que sabían aquellas mujeres. Hablé con ellas después del servicio de culto, y me quedó muy claro que no estaban gritando palabras religiosas rituales para despertar emociones, sino que habían vivido la reunión de los santos y la predicación de la Palabra como una participación en la gloria divina y como una comunión con el Espíritu Santo.

Su fe vibrante me recordó que nos convertimos en lo que contemplamos. A medida que fijamos nuestros ojos en Jesús y experimentamos la presencia y el poder de Dios en nuestras vidas, comprendemos y reflejamos cada vez más la gloria. Por otro lado, la mayor esclavitud se produce cuando fijamos nuestros ojos en nosotros mismos o en los ídolos que nos rodean. Jesús abrió el camino para que el Espíritu pudiera morar en nosotros, y para que pudiéramos ser libres de la esclavitud del pecado y contemplar la gloria del Señor. Su llegada quita el velo que cubría nuestros corazones y ofrece tanto la bendición de contemplar su gloria como la de ser transformados a su semejanza con más y más gloria (2 Corintios 3:17-18).

Aquella mañana de domingo de hace muchos años, era evidente para mí y para los presentes que yo estaba fuera de mi zona de confort. Mientras expresaba mis propios desafíos después del servicio, una mujer declaró: «¡Él te sacará adelante!». A lo largo del camino de la vida y de mi vocación pastoral he necesitado recordar esas palabras de aliento para fijar mis ojos en Jesús.

Esas mujeres fueron para mí como los ángeles que proclamaron «¡Gloria a Dios en las alturas!» (Lucas 2:13-14), declarando la gloria del Señor y señalándome la presencia, el poder y la paz de mi Salvador. Ojalá formaran parte de mi iglesia cada domingo, ayudándome a contemplar a Jesús, que vino para que todos pudiéramos llegar a ser como Él.

Reflexiona



1. Al considerar el significado de la palabra «gloria» en el contexto de un servicio de culto, ¿cómo describirías tu comprensión de la gloria? ¿Cómo ha influido este concepto en tu relación con Dios y en tu forma de adorarlo?

2. A menudo expresamos gratitud por el impacto de nuestra iglesia local al ayudarnos a contemplar a Jesús. ¿De qué manera tu comunidad de fe te brinda apoyo y aliento para contemplar la gloria de Dios?

Steve Woodrow ha sido el pastor de enseñanza y dirección en Crossroads Church Aspen, Colorado, durante los últimos 23 años.

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Un amor del tamaño del universo

La esperanza que todo el mundo siente durante el Adviento.

Christianity Today December 11, 2023
Phil Schorr

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. — Juan 3:16-17

Me encanta la interacción entre Nicodemo y Jesús en el Evangelio de Juan. Nicodemo acude a Jesús de noche para evitar ser juzgado por sus compañeros fariseos, porque quiere tener tiempo para hacerle preguntas sinceras. El guardián de las costumbres judías quiere llegar al fondo de lo que le intriga de este hombre que hablaba con tanta autoridad.

Jesús responde con paciencia y amabilidad a la franqueza de Nicodemo. Comunica que su misión en el mundo se encuentra enmarcada en el amor, lo que resulta interesante si tenemos en cuenta que Nicodemo era maestro de la ley. En su bondad, Jesús le muestra a Nicodemo que, con un amor de dimensiones universales, Dios dio a su único Hijo para que quien crea en Él no sea condenado a una eternidad sin Dios.

¿De qué clase de amor habla Jesús aquí? Sé que con frecuencia utilizamos esta palabra de forma genérica; sin embargo, a través de Jesús, Dios reveló el tipo de amor que nos tiene y el efecto que quería que ese amor tuviera en nosotros: «¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente, porque no lo conoció a él» (1 Juan 3:1).

La más grande revelación que Jesús hizo sobre el diseño y la profundidad del amor de Dios es que podamos ser llamados hijos de Dios. Pero este amor tuvo un costo enorme, como siempre sucede con el amor más grande. «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos», dice Jesús en Juan 15:13.

No se trataba de un mero afecto, un sentimiento pasajero o un cariño especial hacia nosotros. El amor de Dios por nosotros es más profundo y amplio que el universo mismo, porque «Dios es amor. El que permanece en amor, en Dios permanece y Dios en él», dice el apóstol Juan en 1 Juan 4:16.

Aunque nacemos en una oscuridad que abarca las profundidades de nuestra alma, Dios envió a Jesús para irrumpir en la negrura con una luz lo bastante brillante como para iluminar los confines del universo. Jesús no se limitó a trazar los planos de la redención de Dios, sino que también incluyó la motivación de Dios: el amor.

Como dice el preciado himno navideño, esta es la «esperanza que todo el mundo siente» cada año cuando imaginamos el volumen insondable del amor de Dios por nosotros en la persona y la obra de Jesucristo.

Reflexiona



1. Nicodemo, maestro de la ley, buscó respuestas en Jesús y, sin esperarlo, encontró el profundo mensaje del amor de Dios. ¿De qué manera el hecho de que Jesús enmarque su misión en términos de amor desafía nuestra comprensión de las nociones culturales comunes del amor?

2. El Adviento es un tiempo de expectación y celebración del insondable volumen del amor de Dios manifestado en Jesucristo. ¿Cómo podemos cultivar un sentimiento de asombro y gratitud por el inconmensurable amor de Dios en nuestras vidas?

Ronnie Martin es el pastor principal de Substance Church en Ashland, Ohio. También es director de renovación de líderes de Harbor Network y autor de siete libros.

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La buena noticia de nuestra mala noticia

A veces, el sufrimiento no se puede espiritualizar.

Christianity Today December 10, 2023
Phil Schorr

Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. — Juan 16:33

Tengo buenas noticias para ti: va a haber malas noticias.

La encarnación de Cristo estuvo salpicada de malas noticias. Su llegada fue testigo de la matanza de una generación a manos de un tirano. Su ministerio culminó con su tortura y ejecución. Incluso tras la victoria de la Resurrección y el nacimiento de la Iglesia en Pentecostés, sus seguidores, llenos del Espíritu, fueron perseguidos, desterrados y dispersados «por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia» (1 Pedro 1:1). Con el tiempo, la Iglesia llevó el Evangelio a todo el mundo, solo para sufrir dolor y división a causa del culto a la personalidad y pequeños desacuerdos teológicos. Imagino que esta no es la historia mesiánica que Israel esperaba, ni tampoco el sueño de la Iglesia primitiva.

Vivimos en una cultura obsesionada con erradicar el dolor, inventando y vendiendo tecnologías para aislarlo, pastillas para aliviarlo y técnicas de autoayuda para evitarlo. Tal vez no sea popular decir «la vida es dura: espera sufrir»; sin embargo, es verdad.

Jesús dice claramente: «En este mundo afrontarán aflicciones» (Juan 16:33). No obstante, aunque lo hemos escuchado, muchos de nosotros nos hemos encontrado sorprendidos, enfadados y desprevenidos cuando realmente experimentamos un sufrimiento profundo. Cuando la polvareda se asienta, nos damos cuenta de que nuestras reacciones ante los problemas de la vida no coinciden con las verdades teológicas que afirmamos.

Esta disonancia me ha sacudido más de una vez. La enseñanza de Jesús de que podemos esperar una vida llena de malas noticias, y esperar que Él nos guíe a través de la misma, es en realidad una muy buena noticia.

Saber que el sufrimiento sucederá inevitablemente nos vacuna contra una espiritualidad superficial que cree que el dolor puede evitarse, o que incluso atribuye las dificultades de la vida a nuestra propia infidelidad. Sufrir no es una excepción ni un defecto: es un hecho de la vida. En efecto, si creemos que nuestros esfuerzos o pensamientos positivos nos protegerán, estamos preparándonos para sufrir un choque existencial cuando el dolor nos encuentre. Cristo es franco sobre esta realidad, y nos invita a aceptar tanto la inevitabilidad de los problemas como la seguridad de que Él los ha superado. En realidad, esta verdad es bastante liberadora.

Cristo superó el sufrimiento y las tentaciones del mundo del mismo modo que superó la muerte: no eliminándola, sino atravesándola con firmeza, y permitiendo que se convirtiera en el vehículo mismo por el que ofrece salvación a todo el cosmos. En Juan 16, Jesús nos invita a hacer lo mismo al vivir en la paz de su Espíritu y no en la ansiedad de nuestras circunstancias. Nos invita a ver el conflicto en el mundo como una aberración sostenida en las manos de Cristo; como una realidad previsible y que podemos atravesar gracias a su poder en nosotros.

El sufrimiento llegará, y en ocasiones será del tipo que no puedes espiritualizar y que probablemente pienses que no puedes afrontar. Cuando ocurra, no te sorprendas, y no pienses que depende de ti convertirlo en un milagro. Recuerda que es Cristo quien vence: confía en Él, apóyate en Él y permítele que haga la obra de salvarte a ti y al mundo. Esta es la realidad terrenal de la historia del Adviento. ¡Aleluya!

Reflexiona



1. ¿Cómo sueles responder al sufrimiento y a las circunstancias difíciles?

2. ¿Cómo puedes apoyarte en el ejemplo de Cristo y en la paz de su Espíritu en los momentos de sufrimiento?

Strahan Coleman es escritor, músico y consejero espiritual de Aotearoa, Nueva Zelanda. Es autor de tres libros de oraciones devocionales, entre ellos el recientemente publicado Beholding.

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El movimiento evangélico ha crecido lentamente en América Latina. El catolicismo no ha sido el único obstáculo

Apenas 150 años después de la llegada de los primeros misioneros protestantes, un académico colombiano analiza el estado del evangelicalismo en la región predominantemente católica.

Personas frente a la puerta de una iglesia católica en Brasil.

Personas frente a la puerta de una iglesia católica en Brasil.

Christianity Today December 9, 2023
Mario Tama / Staff / Getty / Edición por CT

En los últimos años, el crecimiento del movimiento evangélico en América Latina ha llegado a los titulares de las noticias. Sin embargo, lo que más soprende al historiador colombiano Daniel J. Salinas es el tiempo que tardó el movimiento en arraigarse.

Los primeros misioneros protestantes llegaron a América Latina hace unos 150 años, en la década de 1870. Actualmente, los evangélicos en Brasil y Guatemala representan el 41 y el 31 por ciento de sus poblaciones, respectivamente [enlaces en inglés]. Estos países son casos atípicos en el marco del lento crecimiento del evangelicalismo en el resto de América Latina, donde históricamente ha predominado el catolicismo.

«El factor principal que ha desafiado el poder de la iglesia católica no es el protestantismo, sino el secularismo», dijo Salinas. «Si le preguntas a cualquier persona en América Latina, te dirán que son católicos, aunque quizás nunca hayan ido a la iglesia. La mayoría de la gente cumple los ritos de la religión predominante, pero no mantiene un compromiso hacia la doctrina de esa religión. Cumplen con el bautismo cuando son pequeños, hacen la confirmación y se casan por iglesia, pero no van más allá que eso».

Salinas creció en una iglesia pentecostal en Bogotá, Colombia. Tras trabajar un tiempo como ingeniero mecánico, creyó que Dios lo estaba llamando a hacer algo más con su vida y comenzó a servir como misionero en Uruguay, Ecuador, Bolivia y Paraguay. Actualmente, Salinas enseña en varios seminarios, entre ellos la Fundación Universitaria Seminario Bíblico de Colombia en la ciudad de Medellín. Es el autor de Teología con alma latina: El pensamiento evangélico en el siglo XX, publicado en español por Ediciones Puma en 2018.

Salinas habló recientemente con Geethanjali Tupps sobre su trayectoria como misionero en América Latina, las tensiones históricas y actuales entre protestantes y católicos en el continente, y el impacto de la historia política sudamericana del siglo XX en la iglesia.

¿Qué tipo de impacto tuvieron los misioneros protestantes cuando comenzaron a llegar en la década de 1870?

Los primeros misioneros fueron presbiterianos y metodistas que llegaron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Ellos abrieron centros médicos y escuelas, muchos de los cuales continúan funcionando y son reconocidos en la actualidad. Sin embargo, después de las décadas de 1930 y 1940 la mayoría de los misioneros solo abrieron iglesias. Nada más. El interés social que había habido en un principio se perdió.

Durante esta época, los misioneros estadounidenses que viajaban a América Latina no eran vistos principalmente como gente interesada en difundir su mensaje de fe, sino como personas interesadas en hacer que América Latina mirara con buenos ojos a Estados Unidos. De hecho, uno puede encontrar libros escritos por católicos que afirmaban que los misioneros protestantes eran espías de la CIA o que habían sido enviados por Estados Unidos para cambiar nuestro modo de vida y nuestra cultura.

A grandes rasgos, el crecimiento fue muy lento y el contexto muy difícil. Muchos de aquellos misioneros probablemente pasaron a la presencia del Señor sin poder ver los resultados de sus esfuerzos. Aun en las décadas de 1960 y 1970, la iglesia evangélica era todavía muy pequeña.

¿Cómo han respondido los gobiernos en América Latina ante el movimiento evangélico?

El camino no fue fácil para los misioneros que llegaron a América Latina a comienzos del siglo XX. Los gobiernos liberales eran más abiertos y receptivos hacia los misioneros porque pensaban que el protestantismo contribuiría al desarrollo de sus países. Pero tan pronto como un presidente más conservador llegaba al poder, se cerraban las fronteras.

A principios de la década de 1900, algunos países comenzaron a reconocer la libertad religiosa y la libertad de culto. Durante años, muchas de las constituciones estipulaban que la Iglesia católica era la iglesia oficial del país. En Argentina y Colombia, por ejemplo, no quitaron el requisito de que el presidente debía ser católico sino hasta la década de 1990.

En la actualidad, muy pocas veces ocurre que los evangélicos sean invitados por algún gobierno para participar en las conversaciones que definirán políticas o el desarrollo del país. Los políticos solo se acercan a los evangélicos antes de las elecciones porque reconocen que el voto evangélico puede marcar una diferencia en los resultados.

Hace años, cuando servíamos como misioneros en Cochabamba, Bolivia, en 1998, estábamos buscando un lugar para celebrar el aniversario número 40 de IFES (International Fellowship of Evangelical Students) en América Latina. Había una escuela católica que tenía un hermoso lugar de reuniones que estábamos interesados en usar. Ellos alquilaban ese lugar a diferentes grupos, pero cuando les preguntamos si podíamos alquilarlo, nos dijeron que no porque no éramos católicos.

¿Qué grupos alcanzó el movimiento protestante más efectivamente?

Ya en la década de 1900, los estratos con niveles más altos de educación y las personas más ricas o con mayor poder político habían abandonado la religión por completo, incluso a pesar de que la iglesia católica era la que bendecía al presidente y al congreso.

Históricamente, las personas de clases más bajas han sido más abiertas al evangelio. Una de las razones fue la rápida urbanización. La gente abandonaba la seguridad y certidumbre de sus lugares de origen en áreas rurales donde habían vivido toda su vida para buscar mejores oportunidades en las ciudades. Pero cuando llegaban a las ciudades, no tenían una red social de contactos, así que una manera que tenían para conocer gente era asistir a una iglesia evangélica, la cual a menudo ofrecía una red comunitaria de apoyo.

Para la década de 1970, las iglesias evangélicas comenzaron a crecer. El liderazgo en aquellas congregaciones era cada vez más local y menos extranjero, lo que hacía que la gente se identificara más con ellos. La mayoría de las iglesias no tenía ninguna relación o conexión con agencias u organizaciones misioneras extranjeras.

En ese tiempo, muchos países también sufrieron dictaduras militares. Algo que todavía no sé con claridad es qué efecto tuvieron estos gobiernos sobre las iglesias católicas y protestantes. Mientras que mucha gente se desilusionó de la iglesia católica por ser una aliada de muchos de estos regímenes, las iglesias evangélicas no denunciaron realmente la injusticia y las dictaduras militares, sino que permanecieron al margen mientras el poder de las dictaduras empeoraba.

¿Hasta qué punto los evangélicos de América Latina están tratando de encontrar una identidad propia?

En la época cuando venían los misioneros extranjeros, el mensaje de la iglesia católica era: somos latinoamericanos y América Latina es católica. Si eres latinoamericano, eres católico. Los misioneros evangélicos que llegaban no entendían realmente cuán unido estaba el catolicismo a la identidad de la gente.

Llevó mucho tiempo, más de un siglo, para que se rompiera esa conexión tan fuerte entre el catolicismo y la identidad latinoamericana, [es decir,] para que alguien pudiera sentir que podía ser latinoamericano y evangélico sin sentirse como un extranjero.

¿Cómo han contribuido las mujeres a la teología de América Latina?

En muchos lugares, las mujeres fueron las primeras en aceptar el evangelio, y muchas iglesias estaban organizadas y lideradas por mujeres. Con respecto a la participación en el liderazgo de la iglesia, las mujeres siempre se han involucrado; pero si hablamos de la participación en la producción teológica, eso es algo más reciente. Se pueden encontrar un par de nombres de la década de 1970 y 1980. Beatriz Melano Couch (1931-2004), de Uruguay, fue la primera mujer protestante registrada en obtener un título de doctorado en teología en América Latina.

Otras académicas que conozco son Elsa Támez de México, que es profesora de estudios bíblicos en la Universidad Bíblica Latinoamericana, y Nancy Bedford, quien nació en Argentina y actualmente es profesora en el Garrett Evangelical Theological Seminary.

En el grupo de Langham hay al menos cuatro mujeres que terminaron un doctorado en teología, misionología u otras áreas teológicas.

¿Cree usted que el movimiento evangélico ha atendido las necesidades y preocupaciones sociales de los pueblos originarios en América Latina?

Eso es todavía más reciente.

Los teólogos de pueblos indígenas han tenido un papel fundamental en la forma en que contamos la historia de la conquista y cómo entendemos la invasión de los españoles. No ha habido una organización que una a los pueblos indígenas para que trabajen juntos. Más bien, varios cristianos indígenas están compartiendo su comprensión de la fe cristiana sin tener mucho contacto con otros pueblos indígenas, hecho que se ha visto acentuado por factores tanto geográficos como lingüísticos.

¿Qué papel ha tenido la inmigración al entender el movimiento evangélico u otras confesiones de fe?

Nuestros países son un crisol de muchas culturas. En Colombia, por ejemplo, recibimos a muchos libaneses y turcos en el siglo XIX. Algunos se integraron por completo con la población, aunque uno los puede reconocer por sus apellidos.

Por otro lado, si uno va al sur de Chile, hay muchas iglesias donde los servicios todavía se realizan en alemán. Y en el sur de Argentina uno puede encontrar iglesias donde se habla en inglés. Todavía hay algunas iglesias formadas por inmigrantes que vinieron de Francia que están en el extremo sur de Argentina, Chile, Brasil y Uruguay.

En Uruguay hay muchos alemanes, sobre todo menonitas, que en su momento habían sido expulsados de Alemania por no querer unirse al servicio militar. Fueron a Rusia, pero luego tuvo lugar la Revolución Bolchevique. Hay varias colonias menonitas en Paraguay, en el sur de Brasil y de Chile, y un par de comunidades grandes en Argentina.

No es fácil hablar de la influencia o los efectos que la inmigración tuvo sobre el evangelio porque muchos cristianos que llegaron eran menonitas que habían sido históricamente comunidades cerradas al resto de la población del país. Migraron a América Latina porque buscaban protección, poder educar a sus hijos como querían y usar su lengua materna. La apertura de estas comunidades es bastante reciente.

Tengo un amigo que trabaja en la Iglesia Presbiteriana Japonesa en São Paulo, Brasil. Es una iglesia y un ministerio muy grande, y ellos sirven a japoneses de segunda o tercera generación que ahora son brasileños, pero también tienen una reunión temprano por la mañana en japonés para los adultos mayores.

Cuando fui misionero en Uruguay, vivía cerca de una familia armenia. Cuando iban a la iglesia, los padres de la familia iban a la reunión en armenio, mientras que los hijos iban a la reunión en español.

¿De qué manera los países de América Latina están participando de forma más activa en las misiones?

Hace poco estuve en Kenia para la Asamblea Global de SIM International (Serving in Mission, por sus siglas en inglés). Conocí a una familia boliviana de Cochabamba que estaba sirviendo en el norte de Kenia con gente de Somalia. También conocí a una familia de la Ciudad de México que sirve en Katmandú, Nepal, y a otro mexicano que sirve en la India.

Brasil es un país grande que está enviando a muchos misioneros a todas partes, y sé que Costa Rica y Colombia también han enviado a muchos misioneros. Tenemos los mismos problemas que muchas obras misioneras, como por ejemplo el agotamiento, y muchos misioneros vuelven a sus países completamente exhaustos. Pero también escuchamos historias de lo que está sucediendo, y eso es alentador.

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Culture

La gente dice que toda la música de alabanza suena igual. Puede que se refieran a otra cosa

Las quejas sobre el género emergente quizás tienen que ver con el descontento hacia la cultura que lo rodea.

Christianity Today December 7, 2023
Ilustración por CT / Source Images: Unsplash

La primera vez que impartí la materia Historia de la Música I, un alumno vino a mi oficina preocupado por un examen de audición que la clase iba a tener. «Esto es imposible», me dijo. «Toda la música suena igual».

Ese semestre habíamos estado estudiando desde la teoría musical de la Grecia antigua hasta la Pasión según San Mateo de Bach. Abordamos el canto gregoriano, la polifonía de Notre Dame, los madrigales renacentistas, las misas de la Contrarreforma y mucho más.

La música abarcaba siglos. Había obras en unísono vocal completo, otras con armonías intrincadas. Algunas estaban en latín, otras en alemán. Sin embargo, los estudiantes universitarios no pasan su tiempo escuchando cánticos y madrigales. No los culpo por decir que el examen era difícil, y sé que su aversión e incomodidad se deben sobre todo a la falta de familiaridad con esos géneros musicales.

Por eso, cuando oigo a alguien decir: «La música de alabanza contemporánea suena toda igual», pienso en mis alumnos de Historia de la Música, y me pregunto si en realidad a esa persona simplemente no le gusta mucho esa música.

¿Cómo suena la música de culto contemporánea? ¿Es justo decir que toda «suena igual»? [Enlaces en inglés].

«(Casi) el 100 % de la lista de 25 mejores canciones de alabanza están asociadas a un grupo reducido de megaiglesias», decía el título de un artículo de Worship Leader Research a principios de este año. La mayoría de las canciones de la lista fueron escritas o grabadas por artistas asociados a Elevation, Bethel, Hillsong o Passion, «los cuatro gigantes». Y muchas de estas canciones se han traducido a otros idiomas.

Debido a que tanta influencia se concentra en un pequeño grupo de creadores y organizaciones, el número de personas que componen la música de adoración más conocida es pequeño (y cada vez menor). Pero, ¿es correcto afirmar que esta concentración de influencia y popularidad significa que la música de culto contemporánea está empezando a sonar igual? ¿O simplemente suena como si formara parte del mismo género?

En los últimos 25 años, la música de alabanza contemporánea ha madurado hasta convertirse en un estilo musical y una fuerza industrial reconocible, con sus propias convenciones y características [enlace en español]. Hace unas décadas, la «música de alabanza» era considerada un subgénero de la música cristiana contemporánea, o bien, un conjunto de música dirigida principalmente a iglesias y líderes de alabanza y adoración.

Sin embargo, actualmente el género tiene características propias dentro del mundo de la música cristiana y de la industria musical convencional. De hecho, los álbumes de alabanza tienen su propia categoría en los Dove Awards, y la plataforma Spotify tiene varias listas de reproducción dedicadas a ese género. Al igual que la mayoría de los géneros, la música de alabanza contemporánea cuenta con un pequeño grupo de figuras influyentes («los cuatro gigantes») que producen sus éxitos más conocidos. Las canciones no suenan todas igual, pero sí suenan como si pertenecieran a un mismo género.

«En cada género musical hay marcadores distintivos», dijo Shannan Baker, miembro del equipo de Worship Leader Research y becaria postdoctoral en música y humanidades digitales en la Universidad Baylor. «Hay temas similares, recursos textuales como “romper cadenas”, pero cuanto más se adentra uno en la música, más puede distinguir las diferencias y las piezas que hacen que ciertos artistas sean únicos».

La crítica de «todo suena igual» es la crítica de menor esfuerzo contra cualquier género musical, y suele surgir de la antipatía. Decir «la música country suena toda igual» es una forma de decir «no me gusta la música country». Aquellos que no prefieren este género en particular probablemente se lo imaginan según sus propias percepciones generalizadas de características distintivas como el acento nasal, la steel guitar y algo en la letra sobre camiones o caminos de tierra.

Pero, como señala Baker, los que pasan más tiempo escuchando un género en particular pueden reconocer la diversidad dentro del mismo. Por ejemplo, entre las canciones de la lista de 25 temas que observaron los investigadores existe una clara variación musical. «This Is Amazing Grace» de Phil Wickham [en español, «Gracia sublime es»] es una canción animada con un patrón rítmico de 4/4 o four on the floor y su estribillo tiene un ritmo simple y fácil de cantar. La canción «Oceans» [en español, «Océanos»] de Hillsong UNITED, en cambio, es famosa por empezar con una estrofa y un estribillo con melodía tranquila y escaso acompañamiento de instrumentos, y a menudo es cantada en un tempo lento y flexible para mostrar la expresividad del vocalista.

El tema «Reckless Love» de Bethel Music y Cory Asbury [en español, «Amor sin condición»] está en clave menor y en un compás de 6/8, mientras que la enérgica «Glorious Day» de Passion [en español, «Glorioso Día»] comienza con un verso de guitarra tenue: Mi vergüenza me sepultó, y va creciendo en anticipación hasta cantar el estribillo con voz más fuerte: Y a la muerte venció.

Quizá parte del «todo suena igual» que algunos perciben en las canciones de alabanza se deba a la presencia de temas y verdades cristianas que comparten.

«Hay una esperanza subyacente que parte del evangelio mismo», escribió Nick Lannon, un pastor anglicano de Kentucky en su artículo para Mockingbird «Por qué toda la música cristiana suena igual (incluso cuando no es así)» [enlace en inglés]. «Los ritmos y las letras pueden cambiar, pero se tiene la sensación de estar escuchando la misma canción… y se puede reconocer al instante».

Lo que dice Lannon es cierto: los ritmos, las melodías y las letras varían —como sucede en cualquier género—, pero los temas como el amor, la gracia y la esperanza se mantienen constantes. Y aunque quizá no siempre aparezca el mismo conjunto de características musicales comunes, cualquier combinación de aquellas características puede situar una canción dentro del género.

Las canciones de alabanza contemporáneas suelen contener una clara demarcación entre verso y estribillo, un puente que apunta a un clímax, una estructura armónica sencilla y un uso intensivo de controladores y efectos de sonido de teclado que crean una base de textura desvanecida. La dinámica por terrazas (graduaciones de volumen) y el rango vocal sirven de guía tanto a los cantantes como a los oyentes para pasar de los momentos de un canto más tranquilo a prorrumpir con cantos de celebración (como sucede en «Glorious Day»).

Estos recursos y el lenguaje armónico no son exclusivos de la música de alabanza contemporánea; de hecho, el género toma muchos préstamos del pop, el rock y de la música country. Y en una grabación de alguno de los cuatro gigantes, no es seguro que la música de Bethel o Elevation sea reconocible al instante, a menos que sea reconocida por la voz de algún vocalista conocido como Kari Jobe.

Lo que distingue a la música de alabanza contemporánea como género es su propósito y función, que es facilitar la alabanza y la adoración. Y a medida que el género fue evolucionando, comenzó a reflejar las prácticas musicales de un tipo particular de comunidad de alabanza modelado por sus artistas más conocidos.

Por otro lado, en las grabaciones de música religiosa hay elementos audibles que indican a qué tipo de práctica religiosa y espacio de reunión están dirigidas, por ejemplo, si hay un coro de góspel o un órgano. La música de alabanza contemporánea del tipo de «los cuatro gigantes» toma prestado del pop y el rock tradicionales; el tipo de instrumentos presentes (sintetizadores o teclados, guitarra eléctrica, batería, bajo) indica al oyente que esta música está dirigida a iglesias que cuentan con equipo y una producción al estilo de una banda de rock.

Más allá de estos grandes grupos de música de alabanza, artistas conocidos como Keith y Kristyn Getty, Sovereign Grace o CityAlight componen música que utiliza una instrumentación similar, pero que se inspira en gran medida en las estructuras musicales y el estilo del texto de los himnos de los siglos XVIII y XIX. Aun así, la música de este segmento del nicho sigue posicionándose cómodamente dentro del género «música de alabanza contemporánea».

Alguien que afirme que «toda la música de alabanza suena igual» podría estar pensando más allá del sonido de las canciones y refiriéndose a una percepción más amplia de uniformidad o monocultura en torno a la alabanza contemporánea.

Todos los géneros musicales pueden nutrirse de y definirse en sus propias subculturas y comunidades que utilizan el conjunto de la música para proyectar una identidad. Lo mismo puede decirse, en cierta medida, de la música de alabanza contemporánea, cuyos seguidores también se sienten atraídos por las personalidades, la moda y la estética que la acompañan.

Para algunos líderes de alabanza y músicos de iglesia, la música de Bethel, Hillsong y otros artistas de alabanza conocidos ha sido asociada con una alabanza apasionada y llena del Espíritu. Esta música a menudo viene acompañada de medios visuales producidos profesionalmente en plataformas como YouTube e Instagram y, como resultado, las canciones quedan unidas a imágenes que indican a los espectadores qué tipo de experiencia de adoración puede crear la música: cómo se ve y se siente; cómo actuarán los adoradores.

Una encuesta realizada a líderes de alabanza reveló que más de la mitad de los encuestados afirmaron que a veces desearían que el estilo de alabanza y la cultura musical de su iglesia se parecieran más a los de estos artistas.

«No se trataba solo de querer que el grupo y la música sonaran de una determinada manera», dice Baker. «Se trataba de que querían que sus congregaciones participaran física y visiblemente [de determinada manera]».

Marc Jolicoeur, otro miembro del equipo Worship Leader Research y pastor de alabanza y artes creativas en New Brunswick, Canadá, dice que muchos líderes de alabanza aspiran a recrear algunos aspectos [por medio] de grabaciones de video y sonido porque han tenido experiencias profundas y de primera mano con la música (en conferencias o conciertos, por ejemplo), y quieren compartirlas con sus iglesias locales.

«Pensamos: quiero eso para mi gente, para mi iglesia local y mi congregación», dice Jolicoeur. Pero no se trata de querer una producción deslumbrante y una calidad profesional solo porque sí. Se trata del poder que reside en un determinado modelo y cultura de alabanza musical.

Para muchos cristianos estadounidenses, las conferencias de alabanza y los conciertos son lugares donde hemos experimentado un servicio de adoración conmovedor, dramático y emotivo. Por eso no es de extrañar que esos escenarios y la música que albergan se hayan convertido en modelos a los que aspiran tanto líderes como músicos.

La música de «los cuatro gigantes» y de otros artistas de alabanza conocidos no suena toda igual, pero ciertamente evoca esas deseables experiencias «elevadas» de alabanza.

Si en verdad existiera algún peligro de «uniformidad» en la música de alabanza más popular de hoy en día, tal vez sería la estrecha visión de lo que podría o debería ser un servicio de alabanza musical significativo. No todas las canciones suenan igual, pero las convenciones del género dependen cada vez más del acceso a grabaciones multipistas, un gran sistema de sonido y un equipo completo de músicos. Sin embargo, para la mayoría de las iglesias el culto del domingo por la mañana no se parece en nada a un concierto.

Los líderes que desean utilizar los éxitos de alabanza más conocidos se enfrentan al desafío de adaptar y reimaginar estas canciones para sus iglesias locales. El proceso requiere creatividad, flexibilidad y la voluntad de dejar de lado algunas de las asociaciones audiovisuales que pueden venir con una canción en particular.

Adaptar la música a la iglesia local y a sus particularidades siempre ha sido la tarea de un pastor de música o de un líder de alabanza. Además, según Jolicoeur, encontrar el equilibrio entre los ideales o el afán por la excelencia en la producción musical y la habilidad para reconocer las necesidades de cada congregación forma parte de su llamado.

Los líderes de alabanza «solo quieren crear un ambiente en el que la gente tenga libertad para sentir a Jesús».

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News

Daddy Yankee invita a sus fans a ‘seguir a Jesucristo’ en su último concierto

La superestrella de la música latina y cantante de «Despacito» anuncia su retiro con una sorprendente revelación y una frase que resuena profundamente con los cristianos puertorriqueños: «Cristo los ama y Cristo viene».

Daddy Yankee durante su concierto «La Meta» en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot el 30 de noviembre de 2023 en San Juan, Puerto Rico.

Daddy Yankee durante su concierto «La Meta» en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot el 30 de noviembre de 2023 en San Juan, Puerto Rico.

Christianity Today December 5, 2023
Gladys Vega/Getty Images

Los admiradores de Daddy Yankee sabían que el concierto del domingo por la noche en su natal Puerto Rico iba a ser el último de los casi 30 años de carrera de la superestrella de la música latina. Sin embargo, el último concierto de su gira «La Meta» tuvo un final inesperado que dejó atónitos a los fanáticos y causó conmoción en los medios de comunicación en español.

Además de la despedida prevista para el quinto concierto de la gira del cantante en la isla que comenzó el jueves por la noche en el Coliseo de Puerto Rico, hubo una poderosa declaración del creador de éxitos como «Gasolina» y «Despacito». Raymond Ayala, el artista de 46 años conocido como Daddy Yankee, anunció que su decisión de retirarse estaba totalmente motivada por su decisión de convertirse en un seguidor de Cristo.

Ayala se convirtió en la estrella más reciente de la escena musical urbana, especialmente del reguetón, en testificar haber tenido un encuentro con Jesús como su Salvador.

Otro artista puertorriqueño, Farruko, también había hecho un anuncio similar sobre su conversión en un concierto en Miami en febrero de 2022, mismo en el que se negó a cantar la letra de su éxito «Pepas» y le pidió perdón a sus admiradores por las letras de sus canciones. A siete conciertos de terminar su gira, anunció que le devolvería el dinero a quienes no quisieran escuchar su mensaje de Jesús.

Héctor Delgado, quien antes se presentaba con el nombre artístico «El Father» y ahora dirige un ministerio en Puerto Rico, también abandonó el escenario del reguetón puertorriqueño en 2008 a causa de su conversión.

Los tres artistas dejaron el mundo de la música en la cúspide de sus carreras y de la fama mundial. La gira de despedida de Daddy Yankee, generó 125 millones de dólares tan solo en 2022.

«Mi gente, este día para mí es el más importante de mi vida y se los quiero compartir, porque no es lo mismo vivir una vida de éxito que una vida con propósito», dijo Daddy Yankee ante un estadio lleno de admiradores frenéticos que habían ido a celebrar a su ídolo.

«Por mucho tiempo yo intenté llenar un vacío en mi vida que nadie pudo llenar. Trataba de rellenar y buscar un sentido a mi vida. En ocasiones aparentaba estar bien feliz, pero faltaba algo para hacerme completo», dijo, «y les tengo que confesar que ya esos días terminaron».

«Alguien pudo llenar ese vacío que sentía por mucho tiempo. Me pude dar cuenta que para todos yo era alguien, pero yo no era nada sin Él», continuó Daddy Yankee, antes de mencionar a Cristo.

«Ahora el que me conoce por Daddy Yankee, que diga: “Daddy Yankee en Cristo, Raymond Ayala en Puerto Rico”. Se acabó una historia y va a comenzar una nueva historia, un nuevo comienzo», dijo. «Todas las herramientas que tenga en mi poder —como la música, las redes sociales, las plataformas, un micrófono—, todo lo que Jesús me entregó, es ahora para el reino».

«Muchas gracias, Puerto Rico, y espero que ustedes caminen conmigo en este nuevo comienzo y espero que se les grabe algo bien importante: no sigan a ningún hombre. Yo soy un humano. A todas las personas que me siguieron: sigan a Jesucristo. Él es el camino, la verdad y la vida».

Antes de bajar del escenario, Daddy Yankee declaró: «Cristo los ama y Cristo viene».

Esa frase final resuena profundamente en Puerto Rico porque durante décadas fue el mensaje central de la predicación de uno de los evangelistas más conocidos de la isla fallecido en 2013: Yiye Ávila, quien se había dedicado al fisicoculturismo antes de convertirse en evangelista y que llegó a ser comparado con Billy Graham.

Sin embargo, Ayala [Daddy Yankee] no se acercó al Evangelio como un completo desconocido. En su pasado había antecedentes de una sólida base cristiana, y tiene un hermano que actualmente es un pastor evangélico.

De hecho, cuando oró agradeció la misericordia de Dios por permitirle viajar por el mundo, alcanzar la riqueza y seguir vivo. También dijo que espera que esa misma misericordia le permita evangelizar el mundo desde Puerto Rico.

https://www.instagram.com/p/C0a5YMJgfGz/

«Por fin llegué a la meta. Soy libre. ¡Amén!», declaró Ayala antes de abandonar el escenario.

En un espectáculo de drones durante el cierre del concierto se pudo ver una cruz rosa gigante y el mensaje: «Cristo viene».

Delgado, quien pasó a dirigir la Iglesia Maranatha en Río Grande, reaccionó con entusiasmo a la noticia de que otro excolega se acercó al evangelio, y señaló que Daddy Yankee fue quien había sembrado primero en él una semilla sobre Cristo.

«Nunca olvidaré que fuiste el primero en hablarme del evangelio de Jesús. Solo le pido a Dios que te dé fortaleza y sabiduría para que puedas ejecutar todo lo precioso que Dios tiene para ti y tu familia», escribió Delgado.

Farruko compartió su alegría por la noticia, pero pidió en sus redes sociales que no «vengan a meterle el pie» a Daddy Yankee como lo hicieron con él cuando se convirtió. «Gloria al Padre, hay fiesta en el reino», escribió en Instagram.

Las conversiones públicas de estrellas de Puerto Rico no son necesariamente sorprendentes. Además de estos famosos, Vico C, pionero del rap y el hiphop puertorriqueños, confesó a Cristo como su Salvador y más tarde grabó un álbum de canciones cristianas.

Asimismo, cantantes del género de la música salsa —como Richie Ray, Bobby Cruz, Ismael Miranda y Domingo Quiñones— también anunciaron sus conversiones durante sus carreras.

«Bienvenido a casa, hermano Raymond», escribió Redimi2, un artista dominicano de reguetón cristiano. «Aunque ya conocía la noticia, me volví a emocionar hasta las lágrimas al verte confesarlo públicamente».

Keropi Sánchez, uno de los humoristas más famosos de Puerto Rico, también expresó su alegría por la noticia.

«Así como nos alegramos al enterarnos de esta conversión, que también nos alegremos por cualquiera que venga a los pies de Cristo, ya sea famoso o no».

Con información adicional de Jhonny A. Neito Ossa.

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Culture

La Navidad es el mito que sucedió de verdad

La Encarnación cumple las esperanzas de todas las culturas.

Christianity Today December 5, 2023
WikiMedia Commons

Cada año, en el Día de Todos los Santos, mi esposa y yo solemos compartir algunas historias de los creyentes que más nos han impactado. Este año, compartí con mi familia la historia de la conversión de C. S. Lewis.

Durante algún tiempo, Lewis había estado tambaleándose al borde del precipicio de la fe, incapaz de resolver sus desacuerdos intelectuales con el cristianismo. En un paseo nocturno por Oxford con sus amigos Hugo Dyson y J. R. R. Tolkien, decidió compartirles su objeción esencial.

Todo lo importante, dijo Lewis, pertenece al ámbito del mito. [Enlaces en inglés].

Lewis sentía una gran afición por la mitología nórdica desde sus años de juventud en Irlanda del Norte. Para él, el mito consistía en tratar de dar sentido a las cosas, mientras que la historia consistía en hechos irrepetibles que pueden ser recogidos y analizados de forma empírica. La gran tragedia de la existencia humana era que el mito y la historia no se cruzaban ni podían hacerlo nunca.

Así como el pensador alemán G. E. Lessing que vivió antes que él, Lewis describió el «foso desagradable» entre la historia y la teología. Sin importar cuán radiante hubiera sido su vida, un hombre llamado Jesús que había vivido dos mil años nunca podría llegar a ser más que una figura inspiradora.

Las respuestas de Dyson y Tolkien lo sacudieron. En el caso de este hombre, dijeron, el mito se había convertido en realidad. Todo lo eterno y místico —la magia profunda del mundo— era real y estaba encarnado en la persona de Cristo. Él no era un personaje meramente histórico, sino el Dios Creador, encarnado para salvar a los seres humanos que había creado.

Con esa respuesta, Lewis fue capaz de hacer encajar las piezas. Como le escribió más tarde a su amigo Arthur Greeves, «la historia de Cristo es simplemente un mito verdadero: un mito que actúa sobre nosotros del mismo modo que los demás mitos, pero con la tremenda diferencia de que sucedió de verdad».

A través del Hijo de Dios, se produjo una verdadera unión matrimonial entre el cielo y la tierra. Dios abrazó la materia en la persona de Jesús. La Encarnación ocurrió en un lugar, pero fue «difundida» y «testificada» en todos los lugares, como escribió el académico y sacerdote jesuita Henri de Lubac.

En aquella «infinitud reducida a un bebé», como lo expresó Gerard Manley Hopkins, el descenso de Dios a la carne humana no consistió simplemente en dignificar a la raza humana o en estar con nosotros en nuestras alegrías y tristezas. Más bien, el cielo descendió a la tierra para que las cosas de la tierra pudieran ascender al cielo.

La idea de una unión entre el cielo y la tierra llama mi atención porque toma una postura claramente no individualista. Requiere poseer una aguda comprensión de la persona humana. En palabras del sociólogo Christian Smith, como occidentales modernos, muchos de nosotros vivimos y nos conducimos con una comprensión distorsionada de la persona como si se tratara de un «individuo autónomo, autodirigido y orientado terapéuticamente».

No obstante, si tan solo seguimos la línea de pensamiento de Lewis sobre el mito, inmediatamente podemos ver la insuficiencia de esa visión individualista. Las personas somos, parece decir Lewis, los mitos que nos han formado. Somos las historias que hemos heredado, que dan forma a lo que esperamos y definen nuestro concepto de lo que significa una buena vida. La idea de que el mito se convierte en hecho es una idea que otorga un valor real a la cultura, ya que los mitos solo surgen dentro de las culturas.

Por lo tanto, una persona es algo infinitamente mayor y más sagrado que un individuo intercambiable. Cada uno está implicado en redes relacionales, narrativas, geográficas e institucionales que son esenciales para la identidad y el florecimiento personal. La Encarnación demuestra que estas formas culturales no son tan solo un accidente de la historia, ni son simplemente el resultado de la pecaminosidad humana. La intención de Dios es enderezar esas formas culturales torcidas con perspicacia y con cuidado hasta que expresen la forma de integridad que él diseñó para ellas.

Lewis reconoció todo eso. Sin embargo, aquí tengo que reconocer que Lewis era un inglés propio de su tiempo y es ahí donde me parece necesario marcar cierta distancia. Su cristianismo tenía un matiz distintivamente inglés. Pero si él tenía razón, entonces la Encarnación significa que no hay una cultura que sea distintivamente cristiana. Los mitos que preparan el camino a Cristo no son mitos únicamente nórdicos o grecorromanos. El cristianismo no es una religión blanca ni occidental. Tampoco necesita ser expresada exclusivamente en lenguas occidentales.

Llegamos a entender esto al estudiar a la Iglesia global. Las redes de movimientos de la diáspora y la inmigración están impulsando el resurgimiento del cristianismo en lugares marcados por el poscristianismo. Bien sabemos que la migración y la mezcla de culturas han sido motores importantes de la expansión del evangelio a lo largo de la historia. Como Andrew Walls afirmó una vez, el cristianismo es siempre una encarnación: una traducción a una cultura ya existente que subvierte y atrae a las personas de esa cultura hacia Cristo. Es precisamente esta «capacidad de traducción infinita» de la fe cristiana lo que la distingue de otras religiones del mundo.

En mi experiencia como latino que creció y aún sigue sirviendo en contextos predominantemente blancos y anglófonos, me ha sorprendido descubrir que Jesús es honrado y glorificado por músicos pentecostales dominicanos como Lizzy Parra y Ander Bock. Me ha asombrado conocer a hermanos anglicanos de Nigeria que adoran a Jesús con una energía y una intensidad que me llenan de esperanza en la obra viva y activa del Espíritu Santo. Mi fe se ha ensanchado luego de que me encontrara con iraníes que lo perdieron todo y que perseveran en seguir a un Jesús que habla farsi.

En todas estas expresiones culturales, podemos ver el cumplimiento de la profecía de Isaías: que todas las naciones correrán a Sión (Isaías 2:2; 60:3). Cristo es el anhelo de todas las naciones, porque Él ha estado obrando en todos los pueblos, sembrando gracia en preparación para su venida. Como dijo Lewis, el Señor está presente en los «sueños buenos» de cada pueblo. Son los mitos de cada pueblo los que los preparan para recibirlo cuando vuelva.

La Encarnación abarca todos los aspectos de la existencia humana. Es una parte esencial de la esperanza que celebramos en Navidad. No hay cultura humana para la que Jesús sea un extranjero. Los mitos —los mitos de todas las naciones— se hicieron realidad en Jesucristo. Es difícil negar el poder de la Encarnación cuando vemos comunidades vibrantes de cristianos que no lucen como nosotros ni suenan como nosotros alabando el nombre de Jesús.

Sabemos que Cristo vino a salvar a toda la humanidad. Esto es lo que recordamos cuando encontramos a Cristo en el pesebre.

Jonathan Warren Pagán es un ministro anglicano que vive y sirve en Austin, Texas.

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