Los evangélicos ucranianos han tenido suficiente.
Agotados tras una semana de guerra, han escuchado numerosas oraciones por la paz pronunciadas por sus colegas rusos. Pero no han oído palabras de condenación.
«Sus asociaciones han felicitado a Putin, dando gracias por la libertad de creencias», dijo Taras Dyatlik, director regional para Europa del Este y Asia Central del Overseas Council. «Ha llegado el momento de hacer uso de esa libertad».
Dado que Kyiv, Kharkiv, Kherson y otras ciudades han sufrido ataques con misiles, la Organización de las Naciones Unidas ha informado de la muerte de más de 200 civiles. El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania informó de más de 2000. El número de bajas militares continúa en debate mientras ambas naciones afirman haber causado miles de muertes en las filas del enemigo.
Pero en lugar de centrarse en los números, Dyatlik, quien coordina una red regional de docenas de seminarios protestantes, recurrió a la Biblia.
«Acuérdense de Mardoqueo y Ester», escribió el 1 de marzo en una carta abierta [enlaces en inglés]. «No sean como Josafat, que se alió con Acab y guardó silencio cuando Dios habló por medio del profeta Micaías».
Dyatlik acusó a sus colegas rusos de aceptar la retórica nacional, primero en 2014, cuando las fuerzas respaldadas por Rusia invadieron la región oriental de Donbas, y nuevamente hoy. Pero «rogando de rodillas», aprovechó su reputación con los líderes de las asociaciones evangélicas de Rusia, al tiempo que reconocía su difícil situación.
«Ustedes temen la cárcel», dijo. «[Pero] no sean fieles a Putin. Sean fieles al cuerpo de Cristo».
Las enmiendas recientemente aprobadas al código penal ruso establecen una sentencia de prisión de hasta 15 años por afirmaciones «falsas» sobre la violencia en Ucrania, mientras las autoridades reprimen a los rusos que llaman «guerra» a la «operación militar».
Desacreditar a las fuerzas armadas ahora puede resultar en una sentencia de 3 años; llamar a mítines contra la guerra podría merecer cinco años. Dependiendo del nivel de severidad, los cristianos y otros ciudadanos rusos se arriesgan a recibir multas y trabajo forzado.
Dyatlik no fue el único que expresó su frustración. Pero en lugar de basarse en las Escrituras, su colega Valerii Antoniuk apeló a la historia.
«¿Dónde están tus Bonhoeffers? ¿Dónde están tus Barths?», preguntó el líder de la Unión Ucraniana de Iglesias de Cristianos Bautistas Evangélicos. «Su silencio ahora es la sangre y las lágrimas de los niños, las madres y los soldados ucranianos: eso está en sus manos».
Mientras tanto, Pavel Kuznetsov simplemente quiere que se use la palabra correcta: ley o no ley.
«Muchos creyentes en Rusia están orando por la “situación” en Ucrania. La situación se llama GUERRA», escribió en Facebook el pastor de la iglesia Palabra de Vida en Boyarka, 24 km (15 millas) al suroeste de Kyiv. «Y cuando vuelvas a orar, dile a Dios que esto es una guerra y que nos están matando aquí».
Al momento de la publicación, más de 300 evangélicos rusos habrían recibido el mensaje.
«Ha llegado el momento en que cada uno de nosotros debe llamar a las cosas por su nombre, mientras todavía tenemos la oportunidad de escapar del castigo de arriba y evitar el colapso de nuestro país», decía una carta abierta [enlace en ruso] firmada por un grupo de pastores rusos y otros líderes protestantes. «¡Hacemos un llamado a las autoridades de nuestro país para que detengan este derramamiento de sangre sin sentido!».
Su mensaje también era bíblico.
Citaba Jeremías 18:7–8 al decir que la nación que se arrepienta de su maldad será perdonada.
Hacía referencia a Caín cometiendo el pecado de fratricidio contra su hermano Abel.
Y exhortó a su nación a implementar las palabras de Jesús: «Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán» (Mateo 26:52, NBLA).
Dyatlik recibió la declaración con gran alegría, pero también con ferviente oración.
«Literalmente están arriesgando sus vidas», dijo. «Pero muestran su amor al Señor y a su cuerpo: somos uno en el Espíritu».
La carta abierta está disponible [enlace en ruso] en el sitio web de Mirt Publishing House, una pequeña editorial evangélica en San Petersburgo, y está firmada principalmente por bautistas y pentecostales rusos afiliados a iglesias o seminarios en Moscú, San Petersburgo y otras 40 ciudades más.
[Nota del editor: La petición fue inhabilitada tras reunir 400 firmas en dos días.]
«Este es un paso extraordinariamente valiente en comparación con la timidez evangélica anterior bajo Putin», dijo Mark Elliott, editor emérito de East-West Church Report, una revista que durante 29 años ha estado enfocada a explicar el cristianismo euroasiático a los cristianos en Occidente. «Estoy asombrado y animado de que estas valientes personas estén defendiendo a Ucrania. Sufrirán por esto a menos que Putin sea destronado. Señor, ten piedad».
«La carta no es una reacción típica de los protestantes rusos. Mantenerse alejado de la política ha sido su postura principal durante décadas», dijo Andrey Shirin, profesor de un seminario bautista en Virginia nacido en Rusia. «Han sido acusados rutinariamente por las autoridades soviéticas de ser antigubernamentales. En respuesta, dijeron que ellos eran creyentes, no políticos».
«Muchos protestantes rusos mantienen esta postura en el conflicto actual», dijo. «Pero algunos desean una mayor participación social, y la tragedia que se desarrolla en Ucrania ha tocado una fibra sensible».
Sin embargo, un cosignatario rechazó la expectativa de que todos los cristianos rusos deban hacer lo mismo.
Alexey Markevich, uno de los nueve protestantes rusos que firmaron oficialmente la carta antes de que circulara públicamente, dijo que no todos deben ser Bonhoeffers.
«El primer llamado de la iglesia es la proclamación de la Palabra de Dios… [y] esta proclamación ocurre de muchas maneras diferentes: los pastores predican, los teólogos escriben, los filántropos reparten pan, la gente llora con los que lloran, los activistas salen a la plaza», dijo. «Es importante para cada uno de nosotros ver nuestro llamado y cumplirlo honestamente delante de Dios, sirviéndole a Él y a las personas».
Además, Bonhoeffer y otras figuras famosas que lucharon contra el mal, si bien son modelos de fidelidad en sí mismos, no son modelos que empatan con exactitud con las demandas que los ucranianos plantean a los rusos en la actualidad.
«Sus ejemplos son valiosos y relevantes para nosotros», dijo Markevich. «Pero [no salieron] a manifestarse, y [Bonhoeffer] no realizó ninguna actividad pública».
En su opinión, sería difícil lograr resultados a través de tales acciones. Los evangélicos en Rusia no tienen influencia política para detener la guerra, ya sea que escriban cartas o llenen las plazas de las ciudades. Algunos todavía lo intentarán, de la misma forma en que el mismo Markevich lo ha hecho desde 2014. Pero el verdadero poder está en otra parte.
«La guerra puede ser detenida por Dios», dijo. «Por eso clamamos a Él».
Aunque con menos riesgo, pero aún con un costo eclesial significativo, algunos sacerdotes ortodoxos ucranianos afiliados a Moscú están pidiendo a sus obispos locales que rechacen al Patriarca Kirill de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
«Esta desgarradora… tragedia sin precedentes ha sido provocada por la conspiración maligna y la inacción maliciosa de una persona a quien no podemos reconocer como nuestro patriarca», declararon en un comunicado conjunto 10 sacerdotes de la diócesis de Cherkasy de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, 193 km (120 millas) al sureste de Kyiv.
«Exigimos la ruptura de todas las relaciones con la Iglesia Ortodoxa Rusa y la restauración de la comunicación eucarística con el patriarca ecuménico».
En 2019, el patriarca ecuménico de la Iglesia Ortodoxa con sede en Estambul, Bartolomé I, reconoció la independencia nacional de la nueva Iglesia Ortodoxa de Ucrania, la cual se deslindó de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana afiliada a Moscú. Muchas parroquias en Ucrania rechazaron esto y optaron por permanecer bajo el patriarcado de Moscú, puesto que ese ha sido el precedente histórico. (Las cifras exactas del número de iglesias afiliadas a estas dos instituciones son difíciles de determinar).
Pero ahora, bombardeados por las fuerzas rusas, los diez sacerdotes dirigieron su carta al Onufri metropolitano, el líder de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, y exigieron que su obispo local rompiera los lazos con Kirill.
También usaron referencias bíblicas, mencionando el libro de Ester y Proverbios 24, textos que llaman a los creyentes a no fingir ignorancia, sino a rescatar a los que se enfrentan a la muerte.
«Encontraremos la fuerza para no alinearnos con los débiles de mente», afirmaron, «sino con Cristo, quien es nuestro verdadero pastor, padre y protector, a quien sea el honor y la gloria por todos los siglos. Amén».
Su acción fue seguida por los sacerdotes de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana. de Lviv, que se convirtió en la primera diócesis en llamar unánimemente a romper con Moscú.
«Hoy todos se han quitado las máscaras. Es obvio para todos que detrás de las palabras sobre el amor fraternal y la creación de un espacio espiritual único del “mundo ruso” había un deseo creado por el hombre de enterrar e ignorar al pueblo ucraniano libre y amante de Dios», dijeron en su declaración, comparando a Putin con el Caín bíblico.
«Permanecer en unidad eucarística y de oración con el Patriarcado de Moscú… hace que los fieles de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana parezcan cómplices, enemigos y traidores».
El mundo ve una realidad similar.
La Asamblea General de las Naciones Unidas votó por la condena de Rusia con 141 votos a favor, 5 en contra y 35 abstenciones, y por exigir el fin de las hostilidades. Solo Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea se unieron a Rusia en oposición a la medida.
Sergei Ryakhovsky, líder de la Unión Rusa de Cristianos de Fe Evangélica, una de las dos asociaciones pentecostales más grandes del país, fue citado en Vzglyad, un periódico ruso en línea, por haber orado que la «operación militar rusa» (terminología preferida de Putin) termine antes de la Pascua del 24 de abril, además de señalar la defensa de los soldados por parte de Juan el Bautista.
«Cualquier cristiano de cualquier denominación está en contra de la violencia», dijo, según el artículo de Vzglyad. «Pero al mismo tiempo entiendo que la paz se logra por diferentes métodos, incluida la fuerza, como en esta situación».
Ryakhovsky luego denunció la entrevista como falsa en una publicación de Instagram. «Queridos hermanos y hermanas, si en un futuro cercano leen en la prensa mis citas sobre Ucrania, sepan que son falsas», publicó el viernes [enlace en ruso].
Muchos analistas predicen un conflicto prolongado.
«Lo más probable es que los ocupantes solo aumenten sus esfuerzos, destruyendo nuestro país y nuestras vidas», dijo Roman Soloviy, director del Instituto de Teología de Europa del Este en Lviv. «Por lo tanto, no podemos rendirnos… en medio del caos, el dolor y la muerte, debemos seguir siendo los instrumentos de consuelo, ayuda y esperanza de Dios».
Y parte de eso ahora proviene de Rusia, incluso cuando su gobierno ha tomado medidas para censurar sus medios. Las fuentes de noticias liberales Dozhd y Ekho Moskvi fueron cerradas recientemente. Pero algunos líderes evangélicos continúan hablando.
«Ningún interés u objetivo político puede justificar la muerte de personas inocentes», decía la carta abierta. «La guerra está destruyendo no solo a Ucrania, sino también a Rusia, a su gente, su economía, su moralidad y su futuro».
Nota del editor: este artículo se actualizó el viernes 4 de marzo para incluir la declaración de Instagram de Sergei Ryakhovsky, en la que afirma que su entrevista en Vzglyad es falsa.
Traducción por Sergio Salazar.
Edición en español por Livia Giselle Seidel.