Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).
Mi hija dice que soy un comercial para el aprendizaje de toda la vida. Quizás tiene razón. No solo les enseñe a la mayoría de mis hijos en casa (después fueron a una escuela cristiana y publica) pero hoy en día como abuela, estoy trabajando hacia un EdD en Liderazgo Educativo. Hay mucho que aprender, y al iniciar el 2016, estoy comprometida a amar a Dios con toda mi mente.
La educación es importante para mi familia (un valor que nos dio mi mama), pero esto no quiere decir que ha sido fácil. Me enfrente a desafíos a una temprana edad en la escuela elementar, porque el inglés es mi segundo idioma. Por la gracia de Dios, pude aprender conceptos, el desarrollo del idioma junto con coloquialismos y terminar siendo la primera generación de mi familia en graduarse del colegio. El Señor me ayudo para ganarle a las estadísticas y considerar como podemos ayudar a otros para que hagan lo mismo, y no hay nada mejor que un año nuevo para reforzar ese deseo.
Hemos entrado 16 años al nuevo siglo, pero todavía familias hispanas ven como en una parte de la ciudad hay acceso a mejores oportunidades de educación (incluyendo la preparación para colegio) – vemos claramente como las oportunidades de educación varean de un código postal al otro. No todas las familias tienen la oportunidad de considerar enseñarles a sus hijos en casa o enviarlos a una escuela privada. Por esto, tenemos que comprometernos a no solo asegurar que nuestros propios hijos tengan equidad en la educación, pero que todo niño lo tenga, incluyendo los que asisten a las escuelas públicas.
Una equidad en la educación para todo niño se trata de justicia Bíblica, y nuestras iglesias son el lugar apropiado para donde empezar. Animo a todo líder eclesiástico y miembro que consideren como pueden apoyar la equidad educativa para todos los estudiantes de su comunidad. Puede empezar preguntándose lo siguiente:
¿Cuales escuelas necesitan apoyo y que nos involucremos? ¿Cómo puedes expresar el amor de Cristo a estudiantes que están luchando y a sus familias? ¿Que necesitan las familias en tu vecindario e iglesia para ayudarle a sus estudiantes lograr el éxito?
Al iniciar este año, un paso sencillo que puedes tomar en hacer la educación un tema para discusión en tu iglesia es registrarte para el domingo de la Educación. Miles de iglesias participan en el Domingo de la Educación el primer domingo de septiembre, y esto inicia una discusión de todo el año sobre el valor de amar a Dios con toda nuestra mente. Conversaciones y actividades fluyen naturalmente todo el año; la tutoría de estudiantes, ayudando a padres entender el valor de las reuniones con las maestras, ofrecer recursos para becas escolares y llevar a estudiantes a los planteles de universidades y colegios para una gira. Simplemente en preguntarnos como podemos apoyar a estudiantes iniciara el proceso de mejorar el resultado educativo en nuestras comunidades.
Su congregación puede creativamente apoyar la educación en el 2016 en muchas maneras. Anteriormente, nuestra iglesia local ofreció un ministerio semanal llamado “Aprendiendo como Aprender”. Estudiantes de la iglesia y la comunidad recibieron puntos prácticos para estudiar, ayuda con tarea, e información básica de modales de voluntarios. Esta instrucción suplementar de herramientas del salón de clase fue complementada por una introducción básica de modales, por ejemplo, modales para cenar en la mesa y la manera correcta de introducirse uno con otra persona. Enfocándose de una manera holística al entrenamiento, animando, y celebrando el avance de los estudiantes los ayudo y vemos la evidencia en los frutos hoy al mirar el desarrollo de estas lecciones para toda la vida en ellos.
Hay tanto que nuestras iglesias y nosotros como individuos y creyentes, podemos hacer para impactar a estudiantes positivamente este año. Podemos asegurarnos que todo estudiante tenga la oportunidad de aprender, y alcanzar el potencial que Dios ha puesto en cada uno, y que sean equipados para estar preparados para el colegio. Juntos, podemos elevar los estándares para todos los niños en nuestras comunidades para que alcancen su potencial en Dios – este año y todos los años venideros.
Leticia Reyes está en la fase de su disertación para su doctorado en el Liderazgo en la Educación en Dallas Baptist University. Es una orgullosa abuela de ocho.
Información para el Domingo de la Educación : www.faithandeducation.com