Harvard se ha convertido en una obsesión

La presidenta de Harvard, Claudine Gay, ha dimitido. Quizá esta no sea la hora de pensar menos de Harvard, sino de pensar menos en Harvard.

Christianity Today January 5, 2024
Ilustración de Mallory Rentsch Tlapek / Fuente de las imágenes: Getty

El martes recibí un correo electrónico de la presidenta de la Universidad de Harvard, Claudine Gay, en el que anunciaba su decisión de dimitir [enlaces en inglés]. Estaba dirigido a los «miembros de la comunidad de Harvard», a la que pertenezco como exalumno (MDiv, 2014) y capellán de Harvard para la InterVarsity Christian Fellowship.

Harvard es una comunidad que me importa profundamente. Y los últimos meses han demostrado que muchas otras personas también se preocupan profundamente por Harvard; personas que van mucho más allá de la lista a la que Gay envió su correo electrónico. Su anuncio se produjo tras una serie de frenesís mediáticos en torno a Harvard, algunos sobre el testimonio de Gay ante el Congreso en diciembre, las posteriores acusaciones de plagio, y otros sobre la respuesta de los grupos estudiantiles a los horribles atentados de Hamás del 7 de octubre y la subsiguiente guerra entre Israel y Hamás [enlaces en inglés].

Me han pedido muchas veces mi opinión sobre lo que está ocurriendo y, al principio, mi instinto fue brindar el matiz que esos titulares siempre parecen pasar por alto. Pero a medida que las historias siguen apareciendo, me he encontrado cada vez más dando una respuesta diferente: Quizás Harvard debería importarte menos.

En cierto sentido, el interés era comprensible. Esta ronda de atención mediática comenzó con una declaración verdaderamente censurable de una organización estudiantil de Harvard después del 7 de octubre: una declaración que echaba toda la culpa de la violencia a Israel y que había sido firmada por otros grupos estudiantiles.

Levanté la ceja cuando la vi, pero también sé de primera mano cómo pueden ser los grupos de estudiantes: apasionados, informales, caóticos. Más tarde me enteré de que algunos grupos se sorprendieron al ver su nombre vinculado a la declaración, y que otros no habían visto la declaración antes de su publicación.

Esto va a causar revuelo en el campus, pensé.

Vaya si me equivoqué. No solo causó revuelo en el campus. Causó revuelo en todo el país. ¿Y por qué se convirtió en noticia nacional? Probablemente por la misma razón por la que estás leyendo este artículo en este momento: estamos obsesionados con Harvard. Harvard consigue clics.

Junto con algunas otras instituciones académicas de primer nivel, Harvard tiene una forma especial de ocupar las mentes del público estadounidense. El nombre por sí solo evoca una extraña mezcla de asombro y envidia. La marca transmite un significado que nos fascina. Por un segundo, olvidamos las palabras de Cristo cuando dijo: «Así que los últimos serán primeros y los primeros serán últimos» (Mateo 20:16, NVI), y nos quedamos prendados del prestigio de Harvard.

Yo mismo lo he experimentado. Cuando se me presentó la oportunidad de estudiar en Harvard en 2011, me atrajo su reputación. No reflexioné realmente sobre si era la elección correcta para mí o si era parte del plan de Dios para mi vida. Vi la H en la parte superior de mi carta de aceptación, rompí con mi novia de seis días (¡lo siento!) y compré un pasaje de ida a Boston.

Todo el mundo en Harvard conoce el poder del nombre. Por eso los estudiantes de Harvard dicen: estudio en Boston, y no estoy en Harvard. Nadie quiere soltar la bomba H en una conversación que por lo demás sería amistosa.

Cuando comencé mi ministerio con los estudiantes de posgrado de Harvard, aprendí una lección clave de mi mentor, Jeff Barneson, quien ha sido ministro del campus de la universidad más tiempo del que Israel vagó por el desierto: «Todos debemos llegar al punto de arrepentirnos de las razones por las que vinimos a Harvard». ¿Por qué? Porque, hasta cierto punto, todos vinimos aquí porque estábamos enamorados del éxito mundano del que el nombre de Harvard es sinónimo.

Harvard se ha ganado con razón gran parte de su reputación gracias a siglos de erudición de primer nivel. Esto debe aplaudirse. Pero no es por una sólida erudición por lo que las historias de Harvard se difunden a nivel nacional mientras ignoramos lo que ocurre en los colegios comunitarios locales o en las escuelas estatales, con las que es mucho más probable que tengamos una conexión personal o comunitaria. Nuestro mundo, cada vez más interconectado, hace que nuestra atención, junto con nuestra ira, se dirija hacia narrativas remotas.

Con demasiada frecuencia no analizamos adónde se dirige nuestra atención y por qué nos concentramos menos en nuestras propias comunidades y más en personas y lugares lejanos. No nos damos cuenta del fruto que produce prestar demasiada atención a nombres deslumbrantes como Harvard y, lamentablemente, no es un buen fruto.

En primer lugar, prestar demasiada importancia a Harvard nos hace más propensos a simplificar y malinterpretar historias y personas lejanas, lo que implica el riesgo de distorsionar nuestras actitudes. Es un síntoma de «amnesia de Gell-Mann», un término que acuñó el escritor Michael Crichton para describir cómo notamos afirmaciones engañosas y errores cuando leemos noticias sobre temas de nuestra área de conocimiento, y luego leemos sobre temas ajenos a nuestra experiencia sin un verdadero sentido crítico.

Debido a que pocos de nosotros conocemos bien Harvard y otras instituciones similares, es probable que nos dejemos engañar por reportajes deficientes y que caricaturicemos a las personas implicadas. En lugar de ver la imagen de Dios en ellos, vemos representaciones simplistas de ideas que odiamos. Pasamos por alto la realidad de la situación y no consideramos a las personas desde la perspectiva de Cristo (2 Corintios 5:16).

En la misma línea argumentativa, preocuparnos demasiado por Harvard hace que a menudo dediquemos tiempo y atención a problemas demasiado grandes y lejanos como para que podamos ayudar, mientras descuidamos circunstancias más pequeñas y cercanas en las que realmente podríamos marcar la diferencia. Si cada persona que escribe un comentario airado al pie de un artículo de Harvard dedicara esa misma energía a su ciudad, distrito escolar o iglesia, probablemente encontraría algo más constructivo que decir y algo más útil que hacer.

Jesús prestaba atención a las personas que tenía enfrente (Mateo 14:14), y daba poca credibilidad a las instituciones colosales que confiaban en su propia importancia (Marcos 12:13-17). Haríamos bien en imitarle.

Por último, prestar demasiada atención a Harvard agrava el mismo desequilibrio del que a menudo se quejan sus críticos. Incluso una obsesión contra Harvard contribuye a concentrar el poder en Harvard e instituciones similares.

El mundo está lleno de personas brillantes y universidades sobresalientes. Como sociedad, haríamos mejor en reconocer esa brillantez dondequiera que se encuentre, en lugar de evaluar a las personas en función de su asociación con una marca como Harvard. Harvard no tiene el monopolio de la brillantez y no merece el monopolio de nuestra atención.

No se trata de criticar a Harvard, aunque ciertamente la institución merece ser examinada e incluso criticada por muchas cosas. Se trata más bien de redirigir nuestra atención hacia objetivos mejores. Hay una cita, a menudo adscrita erróneamente a C. S. Lewis pero atribuida más acertadamente a Rick Warren, que explica que la humildad «no es pensar menos de ti mismo; es pensar menos en ti mismo».

Algo similar aplica en este caso. Para la mayoría de nosotros, la respuesta correcta a todo este clamor no es pensar menos de Harvard, sino pensar menos en Harvard.

Pete Williamson es jefe del equipo de Ministerios de Posgrado y Profesorado de InterVarsity en la Universidad de Harvard y capellán en la misma universidad.

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News

Las masacres de esta Navidad en Nigeria ponen en tela de juicio explicaciones laicas del conflicto

La animadversión religiosa mezclada con las tensiones entre agricultores y pastores siguen acosando a los cristianos en la región del Cinturón Medio de Nigeria.

Familias de Maiyanga entierran en una fosa común a familiares muertos en los ataques perpetrados en torno a las celebraciones navideñas por grupos armados en el estado nigeriano de Plateau, en el centro del país, el 27 de diciembre de 2023.

Familias de Maiyanga entierran en una fosa común a familiares muertos en los ataques perpetrados en torno a las celebraciones navideñas por grupos armados en el estado nigeriano de Plateau, en el centro del país, el 27 de diciembre de 2023.

Christianity Today January 3, 2024
Kim Masara /AFPTV / AFP / Getty Images

Al menos 140 cristianos nigerianos fueron asesinados durante las fiestas navideñas [enlaces en inglés].

Los ataques contra 26 pueblos del estado de Plateau comenzaron el 23 de diciembre, dirigidos presuntamente por extremistas de entre los pastores musulmanes fulani contra comunidades agrícolas cristianas. Algunos informes de los medios de comunicación reportan casi 200 muertos y muchos desaparecidos, mientras los residentes locales huían de los hombres armados hacia los arbustos.

Grace Godwin estaba preparando la cena de Nochebuena cuando su esposo irrumpió con noticias del pueblo vecino, ordenándoles a ella y a los niños que huyeran hacia el campo. Rebecca Maska también se puso a cubierto, pero le dispararon y sangró durante tres horas hasta que por fin llegó la ayuda, mientras que a su hijo le cortaron la mano con un machete antes de escapar. Magit Macham arrastró a su hermano herido hasta un lugar seguro y se escondió durante la noche hasta que los atacantes dejaron su pueblo.

«Estos ataques se han seguido repitiendo», dijo Macham a Reuters, tras regresar a casa desde Jos, la capital regional, para celebrar la Navidad. «Quieren expulsarnos de nuestra tierra ancestral».

Durante años, la violencia ha asolado el Cinturón Medio de esta nación, donde un norte predominantemente musulmán choca con un sur predominantemente cristiano, y donde también grupos en conflicto se disputan los derechos sobre la tierra, ya que los ganaderos seminómadas ponen presión sobre las aldeas agrícolas asentadas en la nación más poblada de África.

Las masacres de Navidad fueron los peores ataques desde 2018. Una publicación local contabilizó 201 muertes más en el estado de Plateau tan solo en el primer semestre de 2023. En todo el Cinturón Medio, al menos 2600 personas fueron asesinadas en 2021, según los datos más recientes del Armed Conflict Location and Event Data Project.

El Foro de Gobernadores del Norte calificó los atentados de «censurables y atroces». También fueron condenados por la organización nacional musulmana Jama'atu Nasril Islam, que calificó los atentados de «bárbaricos», pero en el contexto de un «ciclo de violencia».

El presidente de la Asociación de Criadores de Ganado Miyetti Allah achacó «todo el problema» a un supuesto incidente de robo de ganado en el que fueron asesinados tres criadores de vacas fulani.

No obstante, el jefe de un grupo operativo de seguridad del estado de Plateau restó importancia a dicha explicación y la relacionó con un incidente inicial en el que se encontraron unas vacas pastando en un campo de papas. Ahuyentadas por los granjeros, las partes acordaron negociar un acuerdo, dijo.

«Sé que hemos tenido una serie de problemas con los pastores de la zona», declaró Mahanan Matawal, funcionario local. «[Pero] aunque se haya robado ganado en algún lugar distinto de nuestras comunidades, no se nos debe culpar por las atrocidades».

Algunos análisis han relacionado las tensiones con el cambio climático, sin embargo María Lozano, representante de la organización católica de ayuda Aid to the Church in Need declaró que es verdad que hay muchos factores en los enfrentamientos actuales, pero la temporalidad de este ataque concreto tenía «trasfondo religioso».

Polycarp Lubo, presidente de la sección de Plateau de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN, por sus siglas en inglés), declaró que los asaltantes enviaron cartas a los pueblos advirtiéndoles de que «no celebrarían la Navidad, sino que huirían con su arroz». Expresó su sorpresa por el hecho de que los responsables de seguridad no hayan sido capaces de actuar ante tan anticipada advertencia.

Gideon Para-Mallam, presidente de Para-Mallam Peace Foundation, expresó su exasperación ante las explicaciones laicas del conflicto.

«Se está produciendo un terrible genocidio en el estado de Plateau, pero se está disfrazando para que parezca un enfrentamiento entre agricultores y pastores», declaró. «Lamentablemente, se crean relatos falsos y engañosos mientras siguen corriendo ríos de sangre».

Calificando el ataque de apropiación deliberada de tierras con el objetivo de eliminar a la población cristiana, el exdirector regional del Movimiento de Lausana afirmó que 5000 personas fueron desplazadas y ocho iglesias incendiadas. Dos clérigos resultaron muertos, entre ellos el pastor bautista Solomon Gushe y nueve miembros de su familia.

Puertas Abiertas sitúa a Nigeria en la posición número 6 de su Lista Mundial de la Persecución de países donde es más difícil ser cristiano [enlace en español]. En 2022, contabilizó 5014 creyentes nigerianos asesinados a causa de su fe. Y desde 2009, la organización no gubernamental nigeriana Intersociety declaró que al menos 52 000 cristianos y 34 000 musulmanes moderados han sido asesinados por fuerzas yihadistas. Además, se han quemado 18 000 iglesias y 2200 escuelas cristianas.

En 2022, decenas de personas fueron asesinadas dentro de una iglesia el Domingo de Pentecostés.

Para-Mallam espera que la atrocidad del estado de Plateau sea un «punto de inflexión», y aseguró que la respuesta militar impidió que el número de muertos alcanzara los miles. Aun así, la política de seguridad debe pasar del control de daños a la prevención proactiva de conflictos.

El obispo católico Mathew Hassan Kukah hizo un llamado al presidente nigeriano, Bola Tinubu, quien asumió el cargo el pasado mes de mayo.

«[Ya] tienes lo que orabas, lo que soñabas, lo que anhelabas», declaró Kukah. «Ahora es tiempo de cosecha… Bajo tu mandato, debemos poner fin a la espantosa instrumentalización de las identidades religiosas, étnicas o regionales».

Tinubu ordenó inmediatamente el envío de ayuda humanitaria a la zona y aseguró que «estos enviados de la muerte, el dolor y la pena no escaparán a la justicia».

Sin embargo, la oficina de Amnistía Internacional en Nigeria pidió una investigación independiente, afirmando que las promesas de Tinubu de combatir la inseguridad han resultado hasta ahora vacías. Tales «fracasos descarados», acusó, «se están convirtiendo poco a poco en la norma».

Y según algunos análisis, la respuesta por parte de los responsables de seguridad ha exacerbado aún más violencia. En una acción no relacionada en la región noroeste de Nigeria, se acusa a los soldados de quemar las casas y aldeas de combatientes terroristas. Pero en cuanto el ejército abandona la zona, los combatientes envalentonados aplican su venganza sobre los residentes inocentes.

Otras 16 personas fueron asesinadas en Navidad en el estado septentrional de Sokoto.

Sin embargo, el estado noroccidental de Kaduna fue testigo de un evento festivo que ilustra tanto la dificultad de la disuasión militar como la cuestionada armonía religiosa. A principios de diciembre, más de 100 musulmanes murieron cuando el ejército atacó por error su aldea en una campaña de bombardeos contra terroristas.

En Navidad, los sobrevivientes encontraron consuelo al celebrar con los cristianos en la iglesia del barrio.

El presidente de la CAN, Daniel Okoh, lamentó algo más que la pérdida de vidas.

«Estamos de luto con las familias, los amigos y las comunidades que perdieron trágicamente a sus seres queridos», declaró. «[Esto] no es solo un acto criminal, sino también un ataque directo a nuestros valores compartidos de paz, unidad y respeto mutuo».

Ningún grupo se ha adjudicado la autoría de los atentados.

«Esta ha sido realmente una Navidad sangrienta para nosotros», declaró el gobernador del estado de Plateau, Caleb Mutfwang. «Hasta que no cortemos el suministro en términos de patrocinio, es posible que nunca podamos ver el final de esto».

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Los migrantes están cambiando las iglesias en Europa

Un estudio encontró nuevos inmigrantes en casi la mitad de las congregaciones hospitalarias.

Christianity Today December 29, 2023
Source: Getty / Sean Gallup

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en octubre de 2022.

Los edificios de apartamentos se construyeron para los trabajadores durante el declive de la república oriental alemana: unos edificios formidables, montados por medio de bloques prefabricados de hormigón. Sin embargo, hoy los edificios Plattenbauen, como se les suele llamar, son el hogar de familias migrantes de Ucrania, Eritrea, Afganistán, Rumania, Nigeria y Siria.

«Cada bloque de apartamentos tiene su propia comunidad, su propia dinámica y su propia cultura», dice Ute Paul, cristiana alemana, mientras camina por el suburbio de Gotha, en Alemania.

Cuando llega a Coburger Place, una plaza central con tiendas y un pequeño casino que funciona como el principal lugar de entretenimiento del vecindario, Paul apunta a otra señal de cambio y nueva vida: un pequeño escaparate con palabras escritas en el ventanal: «De la oscuridad a la luz».

El establecimiento es el lugar de reunión de la misión Semilla de Mostaza del distrito [The Mustard Seed Project, enlaces en inglés]. Allí, durante los últimos siete años, Michael Weinmann y su esposa Christiane han «experimentado con nuevas formas de comunidad en Gotha-West», dice Paul. Ella y su esposo Frank se unieron a los Weinmann el año pasado.

Desde que el equipo del proyecto Semilla de Mostaza empezó a explorar formas de ministrar a los recién llegados a Gotha, han tenido que renunciar a lo que daban por sentado acerca de las misiones y se han tenido que adaptar a las realidades cambiantes de cada día para servir a las personas que Dios ha puesto frente a ellos. Ahora se centran menos en los eventos y más en «las relaciones, los encuentros “accidentales”, y en la vida natural del distrito», dice Paul.

El resultado, dice Paul, ha sido la creación de «una vibrante red de relaciones entre personas de diferentes trasfondos y orígenes, de todas partes del mundo».

El proyecto Semilla de Mostaza es solo un ejemplo de cómo el movimiento de los migrantes económicos, los buscadores de asilo y los desplazados internos está cambiando los ministerios evangélicos en Europa. Las organizaciones cristianas han tenido que reformar sus instituciones y repensar su comprensión del ministerio.

La migración no es algo nuevo para Europa. Sin embargo, desde 2013 han llegado cerca de 17.2 millones de migrantes provenientes de países externos a la Unión Europea. Han llegado de uno en uno, de dos en dos, y en familias enteras, a menudo traumatizados tras haber sido despojados de sus posesiones materiales, para intentar formar nuevos hogares en países como Alemania, España, Reino Unido e Italia.

Con su llegada, han levantado acalorados debates acerca la cultura, los valores y la identidad religiosa europea.

Muchas iglesias han tenido un papel clave en su integración. Los cristianos han recibido a los inmigrantes, les han suplido de abrigos e insumos para sus necesidades básicas, los han ayudado a aprender una nueva lengua, y los han acompañado a través de los procesos burocráticos necesarios para comenzar su nueva vida.

Según un estudio de 2018 de la Comisión de Iglesias para los Migrantes en Europa (CCME, por sus siglas en inglés), este recibimiento ha sido algo más que mera hospitalidad. Además de ayudar con servicios sociales cruciales, la bienvenida de los cristianos proporcionó «recursos simbólicos para una autoidentificación positiva y oportunidades de interacción».

Pero este proceso también ha implicado una transformación de las iglesias europeas.

La CCME hizo un estudio con 74 congregaciones protestantes, que abarcaban desde iglesias «oficiales» o privilegiadas por el estado, hasta iglesias evangélicas y pentecostales que han ministrado a migrantes en 22 países. El estudio descubrió que, para el año 2020, la mitad de estas iglesias habían comenzado a contar inmigrantes entre sus asistentes. En cerca de un cuarto de ellas, los migrantes ahora eran una notable minoría. En otro veinte por ciento, los recién migrados se habían convertido en mayoría.

Esto ha significado un cambio no solo en la apariencia de las iglesias europeas, sino en la forma de hacer iglesia, dice Israel Oluwole Olofinjana, ministro bautista de Nigeria que ahora sirve en Essex, al sureste de Inglaterra.

Mientras las iglesias han presenciado la llegada de migrantes a sus bancas y a las comunidades locales, Olofinjana dice que ellos «han tenido que repensar quién hace los planes, quién habla, quién lidera».

No es opcional, dice.

«No puedes hablar de una obra dinámica del evangelio en Europa y no pensar en los migrantes y en los cristianos de la diáspora como un elemento clave de lo que piensas y haces», dice él. «Ellos se están convirtiendo en el centro de la teología europea, batallando con temas como la ética social cristiana, los problemas migratorios y la misión a largo plazo de la iglesia».

Cuando los migrantes hacen esto, aportan una nueva perspectiva a lo que significa ser cristiano en Europa.

«Se nos ha descrito como “misioneros desde abajo”, porque venimos de contextos de sufrimiento y trauma, afectados por problemas económicos y persecución», dice Olofinjana. «Todos tenemos estos desafíos e historias caóticas, pero en medio de todo ello, el Espíritu de Dios se está moviendo. Estamos aquí para un momento como este: para ayudar a Europa a ver cómo puede verse el reino de Dios en el siglo XXI».

Parte de todo esto significa plantar nuevas iglesias y construir nuevas instituciones para suplir las necesidades cambiantes.

Por ejemplo, en Roma, la Iglesia Cristiana China de Italia decidió renovar un antiguo hotel cerca de la Universidad Tor Vergata para abrir un nuevo seminario. Inaugurado en abril de 2022, el Seminario Teológico Chino Italiano (ICTS, por sus siglas en inglés) es un proyecto conjunto de 57 iglesias chinas del país, los bautistas Ma de Hong Kong y 22 iglesias de toda Italia y Europa.

John Kwok, pastor chino en Canadá y director del ICTS, dijo que ha habido una explosión de iglesias chinas en toda Europa en los últimos años. Eso creó la necesidad de un seminario.

«Durante mucho tiempo, cientos de líderes eclesiales no recibían una formación teológica oficial o completa, o tenían que viajar a Hong Kong para conseguirla», dice Kwok. «Pero ahora, como el mundo está cambiando, más gente necesita los servicios profesionales de los pastores. Saben que el modelo anterior tenía limitantes para alcanzar a más personas».

El ICTS será capaz de servir a las iglesias chinas de Italia y de otras partes al proveer de una educación teológica para los pastores, y una red para «formar misioneros, mejorar el cuidado pastoral, promocionar la obra evangélica y cumplir con la Gran Comisión», dice Kwok.

Por ahora, la formación en el seminario se centrará en pastores y congregaciones que hablan mandarín y cantonés. En el futuro, el plan es que el seminario en Roma se convierta en un foco multicultural de misiones para el continente.

De regreso en Alemania, el misionólogo Detlef Blöcher, jefe del grupo de trabajo para la migración y la integración de la Alianza Evangélica Alemana, dice que las nuevas iniciativas como esta son como «una transfusión de sangre a la iglesia en Europa».

Blöcher se refiere a misiones como la del proyecto Semilla de Mostaza de Gotha-West, donde gente como Ute Paul y sus compañeros misioneros cooperan con los migrantes para crear nuevas formas de iglesia y comunidad cristiana.

«Necesitamos su contribución para poder testificar en nuestra sociedad postcristiana», dice Blöcher.

En medio de los imponentes bloques de apartamentos —donde los migrantes enfrentan discriminación, condiciones de trabajo injustas, además de las dificultades diarias de aprender una nueva lengua y sortear un nuevo contexto—, Paul dice que ellos hacen preguntas acerca de Jesús y la forma en que Él se conducía. La clave para ella y para otros alemanes, dice, es escuchar y aprender, dialogar y discernir lo que Dios está haciendo en medio de ellos.

«Es un simple proceso diario de estar cerca de las personas y ser sensibles a sus fortalezas y a las posibilidades que Dios les está presentando», dice ella.

Para Paul, eso significa dejar atrás modelos, mentalidades y métodos de misión paternalistas y descubrir un estilo de vida alternativo caminando junto a las personas, dando prioridad a las experiencias y fortalezas de los recién llegados.

«La realidad es que yo soy la invitada aquí en Gotha-West», dice ella. «Este es su hogar, no el mío».

Ken Chitwood es escritor y experto en religión global, y vive en Alemania.

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Adviento para corazones afligidos

La esperanza del encuentro que nos ayuda a perseverar hoy.

Christianity Today December 27, 2023
Phil Schorr

Él enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte ni llanto, tampoco lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir».

El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!». Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza».
— Apocalipsis 21:4-5

La temporada navideña no siempre es alegre y feliz. De hecho, puede estar llena de angustia, tristeza, lágrimas y dolor. Lo entiendo perfectamente. Desde el 30 de junio de 2021, las fiestas de mi familia han estado empañadas por las lágrimas y la tristeza. Ese día, nuestra hija de 20 años murió en un trágico accidente de coche mientras volvíamos juntos de unas vacaciones. En cuestión de segundos, perdimos a nuestra hija mayor.

La muerte es nuestra enemiga. Odio la muerte. Estoy harto de lágrimas. Y sin embargo, si ese día de junio es mi mayor dolor, entonces Apocalipsis 21 es mi mayor fuente de esperanza y consuelo. También puede serlo para ti.

En estas palabras, encontramos la seguridad de la victoria eterna que Jesús ha asegurado para su pueblo. El amoroso Pastor enjugará nuestras lágrimas y erradicará para siempre el pecado, la muerte y al diablo. Esa es nuestra recompensa futura y el destino de todos los que son personas de fe.

El alcance del Evangelio de Jesucristo no se limita a la salvación de nuestras almas. Incluye la restauración y redención de todo lo que se perdió con la caída del hombre en Génesis 3. Esta restauración implicará un nuevo cielo, una nueva Jerusalén y cuerpos perfeccionados que resucitarán para habitar una gloriosa tierra nueva. Esperamos con impaciencia la transformación de todo el universo.

La visión de Apocalipsis 21 de lo que está por venir será nueva en calidad y superior en carácter a lo que tenemos ahora. Cuando el texto predice la desaparición de la tierra actual, habla inmediatamente después de la llegada de un nuevo y magnífico comienzo. Esta tierra nueva es el lugar donde el reino de Cristo se revelará en su plenitud, donde Dios mismo reinará como único Rey sobre todos, habitando en paz y poder con su pueblo.

Esta es la esencia de la salvación: una relación íntima y personal con Dios mismo, sin fin y para siempre. No habrá necesidad de partidos políticos opuestos ni de divisiones denominacionales, ya que todos estaremos unidos para adorarle, servirle, gobernar con Él y administrar con Él. No habrá más muerte. Habrá trabajo con propósito, familia y amigos de los que disfrutar sin temor a la separación, y una eternidad de aprendizaje y descubrimiento. Será una realización continua de nuestro deseo más profundo de unión con Dios y de unos con los otros.

La esperanza de ese gran día me ayuda a perseverar hoy, incluso cuando la tragedia en nuestra familia y la tristeza de las fiestas me parecen abrumadoras. Nuestro Señor llegó en aquella primera Navidad con gran humildad, pero volverá de nuevo con la victoria absoluta. La poderosa visión dada al apóstol Juan en el libro del Apocalipsis termina con el Señor diciendo: «Sí, vengo pronto». A lo que Juan responde, junto con todo corazón afligido: «Amén. ¡Ven, Señor Jesús!».

Reflexiona



1. ¿De qué manera la promesa de Apocalipsis 21:1-6 ofrece esperanza a los afligidos durante la temporada navideña?

2. ¿Cómo puede influir la anticipación del cielo nuevo y la tierra nueva en nuestra perspectiva de los desafíos actuales?

Craig Smith es el pastor principal de The Vail Church.

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¿Qué hizo que esta ‘epifanía’ fuera distinta?

La peculiar revelación del Adviento para todas las personas.

Christianity Today December 26, 2023
Phil Schorr

Al ver la estrella, sintieron muchísima alegría. Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y presentaron como regalos: oro, incienso y mirra. — Mateo 2:10-11

La historia de los tres sabios, como los llama Mateo, tiene un efecto especial de misterio y alegría, y los cristianos la celebran desde hace mucho tiempo en una fiesta especial llamada Epifanía. La palabra griega epipháneia significa «aparición» o «revelación». Por supuesto, la Biblia está llena de grandes epifanías: la zarza ardiente que hizo que Moisés se acercara y se encontrara con Dios fue una epifanía; la visión de Isaías en el capítulo 6 del «Señor excelso» fue una epifanía; los cielos abiertos en el bautismo de Jesús fueron una epifanía. Entonces, ¿cómo llegó a llamarse Epifanía este momento concreto del Evangelio de Mateo? La respuesta radica en el hecho de que es de especial importancia para nosotros que somos de ascendencia gentil, es decir, los que no nacimos en la raza judía, el pueblo elegido originalmente.

Leer el Antiguo Testamento a veces puede parecernos como escuchar la larga historia familiar de otra persona, y te hace preguntarte qué tiene que ver realmente contigo. Pero de repente oyes tu propio nombre y te das cuenta de que esta también es tu historia. Esto es lo que ocurre en el momento en que los sabios llegan hasta el niño Jesús. Hasta ese momento, la historia del Mesías venidero se había limitado a Israel, el pueblo del pacto, pero aquí, de forma repentina y misteriosa, tres gentiles han presentido que su nacimiento es una buena noticia para ellos también, y han traído regalos en consecuencia. He aquí una epifanía, una revelación de que el nacimiento de Cristo no es un pequeño paso para una religión local, sino un gran salto para toda la humanidad. Jesús es para todos nosotros, gentiles y judíos por igual.

Me encanta la forma en que tradicionalmente se representa a los tres magos como representantes de las distintas razas, culturas y lenguas del mundo. Me encanta el modo en que el mundo, en toda su diversidad, queda plasmado en el carácter diligente y alegre de estos sabios. Buscaron diligentemente, pero al encontrarlo, «sintieron muchísima alegría». Me encanta la forma en que siguen a una estrella, dejando que los conduzca a algo más allá de sí mismos. He aquí un soneto que intenta expresar un poco lo que esta historia puede significar para nosotros:

Podría haber sido solo la historia de otra persona, Algunos elegidos reciben un rey especial. Los dejamos a su propia gloria peculiar, No pertenecemos, no significa nada para nosotros. Pero cuando estos tres llegan nos llevan con ellos, Gentiles como nosotros, su sabiduría podría ser la nuestra; Un paso firme que encuentra un ritmo interior, Un ojo de peregrino que ve más allá de las estrellas. No sabían su nombre pero aun así lo buscaron, Vinieron de otros lugares pero aun así lo encontraron; En los templos encontraron A quienes lo vendieron y lo compraron, Pero en el sucio establo, tierra sagrada. Su valor da voz a nuestros inquisidores corazones Para buscar, para hallar, para adorar, para regocijarnos. Este soneto, «Epifanía», fue extraído de Sounding the Seasons (Canterbury Press, 2012), y fue usado con permiso del autor.

Reflexiona



La combinación de diligencia y alegría mostrada por los tres sabios es notable. Reflexiona sobre su ejemplo. ¿Cómo podemos cultivar un equilibrio entre la búsqueda diligente y el regocijo en nuestra propia búsqueda de Cristo?

Malcolm Guite fue capellán y miembro vitalicio del Girton College de Cambridge. Enseña y da conferencias sobre teología y literatura.

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Una Luz que lo cambia todo

El verdadero regalo de Navidad.

Christianity Today December 25, 2023
Phil Schorr

Porque nos ha nacido un niño,
se nos ha concedido un hijo;
la soberanía reposará sobre sus hombros
y se le darán estos nombres:
Consejero Admirable, Dios Fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de Paz.

— Isaías 9:6

¡La Navidad ha llegado! Para mis hijos, esto significa la anticipación de recibir regalos. Creo que empiezan a hacer sus listas el 26 de diciembre para el año siguiente. Esperan con ilusión y hablan de sus próximos regalos durante meses y meses.

Cuando por fin llegan los regalos, estos son recibidos con diversas reacciones, algunas más emocionadas que otras. Pero lo que nunca falla es esto: al cabo de una hora, mis hijos están haciendo algo que no tiene nada que ver con los regalos que han estado esperando todo el año. Los regalos terrenales, aunque maravillosos, no causan una satisfacción plena. Nos dejan con ganas de más. Pero hay un regalo que es verdaderamente satisfactorio. Un regalo que sigue dando. Un regalo que nunca nos decepcionará, que nos sostendrá y que siempre estará disponible para nosotros. Ese regalo es Jesús, la Luz del mundo.

Isaías profetizó que un niño salvaría al mundo. Este sorprendente anuncio llegó a un pueblo rebelde en una época oscura. Había guerra y agitación. No había paz. La oscuridad era palpable, e incluso iba más allá de las circunstancias en las que se encontraba Israel. La oscuridad que experimentaban era también espiritual: es la oscuridad que todos experimentamos antes de conocer al Salvador.

Jesús cumple las promesas del Antiguo Testamento de la luz venidera de Isaías 9:2: «El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombra de muerte una luz ha resplandecido».

Esta fue una promesa de buenas nuevas para Israel, como lo es para nosotros hoy. La Luz del mundo ha venido y, si le seguimos, también caminaremos en la luz: tendremos la luz de la vida (1 Juan 1:7; Juan 8:12). No tenemos que temer la destrucción porque se nos ha dado la luz y la verdad, y ya no caminaremos en tinieblas. Podemos ser honestos y vulnerables. No tenemos por qué escondernos de Jesús —no podríamos aun si lo intentáramos—, pues Él ha venido a traernos luz y alegría. La profecía de Isaías va más allá de la luz y llega hasta la victoria. Habrá vida gloriosa, alegría y victoria para el pueblo de Dios (Isaías 9:3-5). Y recibiremos todo esto porque «nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo» (v. 6).

Los problemas del antiguo Israel son los mismos que tenemos hoy: rebelión, guerra, ira y contienda. La oscuridad es la misma. Y si comprendemos esto, el don y la belleza de la luz se hacen mucho más brillantes.

Todos necesitamos la esperanza de la Navidad, la esperanza de un niño nacido para traer una gran luz. Todos necesitamos a Jesús tanto como el antiguo Israel; lo necesitamos tanto como toda la humanidad. Todos por igual. Todos y cada uno de nosotros. Tú y yo necesitamos a Jesús, hoy, mañana y siempre. Hoy podemos disfrutar de Él y vivir con Él en la luz.

Reflexiona



1. Los regalos terrenales pueden dejarnos insatisfechos y con ganas de más. ¿Cómo has experimentado la satisfacción y la plenitud que supone conocer a Jesús?

2. ¿Cómo puedes recibir y poner en práctica la esperanza de la Navidad y la presencia de Jesús en tu vida diaria?

Trillia Newbell es autora de varios libros, entre ellos 52 Weeks in the Word. Es la presentadora de radio de Living By Faith y directora de adquisiciones de Moody Publishers.

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El asombroso plan de Dios

Una visión diferente de una llegada gloriosa.

Christianity Today December 24, 2023
Phil Schorr

En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar su rebaño. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz y se llenaron de temor. Pero el ángel dijo: «No tengan miedo. Miren que traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.
— Lucas 2:8-10

El nacimiento de Cristo nos asombra.

Y no solo el nacimiento en sí, sino la forma en que Dios decidió presentar ante el mundo el nacimiento de su Hijo. En lugar de un plan de mercadeo de gran presupuesto, una campaña en las redes sociales o anuncios de televisión pagados durante el partido más visto en la televisión, el Señor eligió a un grupo de pastores desprevenidos para presentar las «buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo» (v. 10). Imagínense lo abrumados que debieron sentirse estos pobres pastores cuando una multitud de ángeles apareció en la oscuridad de la noche, cantando: «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad» (v. 14). Nos quedamos asombrados al considerar la magnitud del espectáculo que Dios organizó para tan poca gente y que tenían tan poca influencia cultural.

Pero entonces nos acordamos de María, José, un pesebre y algunos animales. Una escena que haría estremecerse a la mayoría de los padres si tuvieran que contemplar un nacimiento tan sencillo y oscuro. Mientras nos esforzamos por imaginar estas cosas, recordamos que la idea que Dios tenía del parto divino de su Hijo no incluía la extravagancia y el exceso que nos empeñamos en usar para ilustrar la influencia y la importancia.

En la economía trascendente de Dios, Él quiere que entendamos la devoción como humildad, a fin de que podamos entender a su Hijo. Como lo describe Filipenses, «quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo» (2:6-7).

El asombroso plan de Dios probablemente no aparecerá en libros de liderazgo, seminarios estratégicos o videos de influentes sobre cómo impulsar tu marca, ganar más seguidores y avanzar en tu plataforma. Dios hace algo mucho más desconcertante. Él santifica nuestra comprensión y desentraña nuestros valores de una manera muy particular, para que nuestros corazones latan con un pulso cada vez menos sincronizado con los ritmos del mundo. Él comparte una historia de origen de sucesos singulares como este, para que miles de años después, podamos atesorar y reflexionar como María, y regresar, como estos pastores, glorificando y alabando a Dios por todo lo que hemos visto y oído.

¿Te harás siervo como Jesús lo hizo? ¿Te dejarás guiar como estos pastores? ¿Dejarás de ver tu vida como una serie de circunstancias aleatorias y de puras coincidencias, y abrirás los ojos a las sorprendentes maneras en que Dios se mueve en los momentos ordinarios de tu vida? Mira a tu alrededor, porque la gloria del Señor está brillando sobre ti para llenarte de gran temor, a fin de que puedas experimentar su gran paz.

Reflexiona



1. El nacimiento de Jesús fue anunciado a un grupo de pastores, un público marginado e improbable. ¿Cómo desafía este plan poco convencional nuestras nociones sociales de importancia, influencia y poder?

2. El anuncio del nacimiento de Jesús confronta nuestra percepción del éxito y el modo en que a menudo buscamos reconocimiento e influencia en el mundo. ¿Cómo podemos cambiar nuestra perspectiva para reconocer y apreciar los momentos ordinarios de nuestras vidas como oportunidades para que Dios actúe y revele su gloria?

Ronnie Martin es el pastor principal de Substance Church en Ashland, Ohio. También es director de renovación de líderes de Harbor Network y autor de siete libros.

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Una sinfonía de salvación

La celebración de los ángeles es un anticipo de lo que está por venir.

Christianity Today December 23, 2023
Phil Schorr

De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».
— Lucas 2:13-14

En Lucas 2:13, observamos una multitud de ángeles que desfilan por el cielo nocturno mientras cantan una declaración de alabanza por la llegada de Cristo a la tierra como un recién nacido. Qué maravilloso debe de haber sido oír las proclamas de celebración vibrando en el aire, una demostración honorable para la deidad tomando forma humana. Aunque solo podemos imaginar qué sonidos celestiales llenaban el cielo nocturno, una pieza musical conocida intenta ofrecer una visión: el famoso «Coro del Aleluya» del Mesías de Handel. En él, un coro de ángeles da la bienvenida a la presencia y el poder de Cristo, acompañado por una sinfonía que ha sido atesorada durante siglos: una interpretación terrenal del sonido de aquella noche sagrada.

La celebración de aquella noche hace más de 2000 años, es un anticipo de lo que vendrá: la fiesta que estallará cuando el Cordero, blanco como la nieve, se siente a la cabecera de la mesa, esperando la llegada de su invitada, la novia. Podemos ver los paralelismos entre el anuncio de los ángeles a los pastores, la música estridente del Mesías de Handel y la «voz de una gran multitud» que exclamaba alabanzas por la consumación de Cristo y su Iglesia en Apocalipsis 19:

«¡Aleluya! Ya ha comenzado a reinar el Señor, nuestro Dios Todopoderoso. ¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria! Ya ha llegado el día de las bodas del Cordero. Su novia se ha preparado y se le ha concedido vestirse de tela de lino fino, limpio y resplandeciente». (Apocalipsis 19:6-8)

En este pasaje, Juan es testigo del anuncio del matrimonio celestial definitivo y de la llegada de la esposa de Cristo, que se ha ataviado con un conjunto de vestiduras resplandecientes, dignas de una ceremonia celestial. La intersección de Lucas 2 y Apocalipsis 19 muestra imágenes de Cristo exaltado, primero como niño en la tierra, y luego alabado y aclamado como Rey de Reyes en el cielo. Ambas escenas muestran la magnitud celestial por la que Cristo es reconocido como supremo y soberano, y cada una revela una hueste celestial de adoradores dedicados a darle gloria. En ambos pasajes, reconocemos la misma sinfonía de salvación que proclama la presencia y el poder de Jesús. Al celebrar el Adviento, se nos invita a hacer espacio para una santa observación y tomarnos tiempo para contemplar el prodigio de su llegada junto a la gloria de su Reino eterno, y participar en la misma sinfonía de salvación.

Reflexiona



1. ¿De qué manera estas escenas profundizan nuestro asombro ante la venida de Cristo y su unión con su Iglesia?

2. Reflexiona sobre el paralelismo entre la humilde llegada de Cristo a la tierra y su glorioso reinado en el cielo. ¿Qué revela esto sobre su naturaleza y propósito divinos?

Alexis Ragan es escritora e instructora de ESL, apasionada por las misiones globales.

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News

Belén cancela celebraciones navideñas, pero los pastores locales aún esperan que sea ‘santa la noche’

Mientras la guerra trastorna las festividades tradicionales, los cristianos palestinos ven una oportunidad para retomar la historia de la Natividad y compartir el Evangelio.

Belén suele estar repleta de turistas en Navidad.

Belén suele estar repleta de turistas en Navidad.

Christianity Today December 22, 2023
Maja Hitij / Getty Images

En la Iglesia Evangélica Emmanuel de Belén, en lugar de luces navideñas, el pastor Nihad Salman sacó una pancarta del armario de la iglesia. La pancarta muestra la imagen de una mujer que huye de los edificios bombardeados, con palabras impresas en árabe: «Levantémonos y adoremos a Dios».

La última vez que la iglesia sacó esa pancarta fue hace dos años, durante el conflicto de mayo de 2021 entre Israel y Hamás. Esa pancarta resume la visión de Salman respecto a la Navidad en tiempos de guerra este año. Ve una oportunidad de predicar el evangelio a personas que viven bajo la ocupación militar mientras lloran la muerte de su pueblo en Gaza.

«La gente hará más preguntas», dijo. «Hemos visto que siempre después de una crisis, la gente se pregunta: ¿Cuál es la verdad? ¿Dónde está la verdad? Así que tenemos mucho trabajo por hacer».

Los líderes de las iglesias de Belén y de toda Tierra Santa han decidido silenciar las celebraciones navideñas de este año debido a la guerra en curso entre Israel y Hamás.

Normalmente, Belén, ciudad palestina de unos 30 000 habitantes ubicada en Cisjordania y actualmente ocupada por Israel, se llena de más de 3 millones de visitantes procedentes de todo el mundo para celebrar el nacimiento del Mesías.

Bandas de música, cantantes de villancicos, bailarines y fuegos artificiales normalmente llenarían la ciudad de alegría y festividades. Miles de personas abarrotarían la Iglesia de la Natividad, luces doradas centellearían por la calle de la Estrella y un árbol de Navidad gigante con una estrella color rubí iluminaría la plaza del Pesebre.

En cambio, esta vez las calles están oscuras y silenciosas.

Esta Navidad será una noche silenciosa, pero seguirá siendo «Santa la noche», según los líderes cristianos locales. Despojar a la Navidad de todos sus adornos superfluos y tradiciones occidentales, dicen, les ayudará a centrarse en el verdadero significado de la Navidad.

Salman le dijo a los 50 niños de su iglesia: «Este año, no van a recibir un regalo. Ustedes van a hacer un regalo». Les planteó el reto de idear formas de recaudar fondos, ya fuera vendiendo chicles o pasteles caseros. Todo lo que recauden, la iglesia lo igualará, y utilizarán los fondos para comprar regalos de Navidad para los niños pobres del barrio.

Difundan el Evangelio mientras recaudan fondos, le dijo a los niños: «Díganle a todo el mundo por qué lo hacen».

En la Iglesia Evangélica Luterana Navidad de Belén, el pastor Munther Isaac sigue llamando la atención sobre la guerra en Gaza y pide un inmediato cese al fuego.

En lugar de la tradicional escena del pesebre, su iglesia hizo un montículo con trozos de concreto y piedras partidas para representar los escombros de Gaza. Y encima de los escombros colocó a un niño Jesús envuelto en una kufiya palestina.

«Dios está bajo los escombros de Gaza», predicó Isaac en las primeras semanas de la guerra. «Está con los refugiados y con los que tienen miedo. Está en la sala de operaciones. Él es nuestro consuelo y camina con nosotros por el valle de sombra de muerte. Si queremos orar, mi oración es que los que sufren sientan esta presencia sanadora y consoladora».

Aun si las autoridades locales no hubieran cancelado las celebraciones navideñas, «nadie iba a celebrar», dijo Isaac a CT. «Nadie está de humor para celebrar». Desde su perspectiva, la guerra es un «genocidio». Sacó su teléfono móvil para mostrar a qué se refería: imágenes y videos de madres cubiertas con cenizas y cuerpos destrozados en Gaza.

En su iglesia no hay luces ni árboles de Navidad ni figuras de Papá Noel o Santa Claus. El cese de las celebraciones navideñas, dijo, ha proporcionado «una gran oportunidad para replantearse el significado de la Navidad».

Las palabras que la gente asociaba antes con la Navidad eran Papá Noel, árbol, regalos, villancicos, todas ellas tradiciones «romantizadas» que provienen de Occidente, dijo Isaac. Hoy, piensa en palabras de la historia navideña de la Biblia: el César, censo, masacre y refugiados en Egipto —todas ellas relevantes para los palestinos que tienen que registrarse para poder viajar fuera de Cisjordania y buscar seguridad en Egipto—.

Para Isaac, la historia de la Navidad se trata de Dios en forma humana, presente con la gente en su sufrimiento. Señaló a la escena de la natividad de su iglesia, al niño Jesús entre los escombros: «Así es como se celebra aquí la Navidad… Pero las oraciones continuarán. Las oraciones no cesarán».

A pesar del ambiente pesado y tenso —o más bien, debido al mismo—, al menos un lugar ha decidido continuar con las festividades navideñas este año.

La YMCA Internacional de Jerusalén en Israel —en lo que se conoce como Jerusalén Oeste—, decidió comenzar su ceremonia anual de encendido del árbol de Navidad, después de que los Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén pidieran a los cristianos de la región que evitaran este año actividades navideñas «innecesariamente festivas».

Fadi Suidan, director general de esta YMCA, dijo que a él y a su personal les dolía el corazón mientras rodeaban de luces el gigantesco árbol de Navidad para el evento.

«Teníamos muchas emociones encontradas», dijo. «Fue difícil encontrar alegría».

Pero sentía que era necesario e importante mantener la tradición anual. «Era para los niños. Teníamos que llevar esperanza a los niños. Tenemos que pensar en la cordura de los niños. Los niños esperan esto todos los años. ¿Cómo le explicas a los niños que este año no hay Navidad?».

Así que el 3 de diciembre, primer domingo de Adviento, unos 600 niños y sus familias se reunieron en torno al árbol de Navidad de la YMCA, pero celebraron una fiesta mucho más moderada. En lugar de ruidosas canciones navideñas proyectadas a través de altavoces, una banda formada por un violonchelo y tres violines tocó música acústica suave.

No era solo para los niños. La YMCA de Jerusalén se fundó desde el principio como símbolo de unidad y paz, reuniendo a judíos, cristianos y musulmanes en un mismo espacio, dijo Suidan. Para él era aún más importante reunir a familias de diferentes culturas y religiones, a fin de ofrecer una visión de que esa coexistencia pacífica sigue siendo posible incluso en la ciudad más disputada del planeta.

Durante su discurso, Suidan dijo a la multitud que la ceremonia es un faro de esperanza:

En un momento como éste, en que el mundo parece fragmentado por conflictos y contiendas, nuestra unión tiene un significado aún mayor… Estas luces representan algo más que tradiciones festivas. Son un poderoso símbolo de resistencia, fe perdurable y espíritu humano imperecedero.

Este año, el mensaje de la Navidad, el mensaje de amor, paz y buena voluntad hacia todos, es más relevante que nunca.

Justo antes de encender el árbol, en lugar de hacer la cuenta atrás desde 10, la multitud gritó: «Esperanza. Amor. Paz». Y las luces se encendieron en oro y plata, brillando alrededor del árbol y reflejándose por la plaza y por las torres.

Crear ese tipo de atmósfera es posible en Jerusalén, pero no en Belén, donde el ambiente es sombrío.

El 80 % de los habitantes de Belén dependen del turismo para su subsistencia. La temporada navideña es cuando la mayoría de los habitantes esperan obtener sus mayores ingresos. La guerra ha asfixiado su economía, incapacitado su libertad de movimiento y aumentado la hostilidad y el temor hacia los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel y los colonos judíos que han asaltado pueblos, detenido y golpeado a palestinos e instalado más puestos de control.

Si las cosas no cambian, no es cuestión de si estallará la violencia en Cisjordania, sino cuándo, dijeron los cristianos de allí a CT. Los lugareños están asustados, desconsolados y agraviados.

En una fría noche de jueves de diciembre, unos veinte cristianos adolescentes y jóvenes adultos se sentaron en círculo en la Iglesia Evangélica Emmanuel de Belén para escuchar la historia de la Natividad. La habían oído cientos de veces. Ellos nacieron en el mismo lugar que Jesús. La tierra y las circunstancias les resultaban demasiado familiares.

Elías Al-Najjar, su líder del ministerio juvenil, vivió su propia versión de la narración de Navicad. En noviembre de 2007, él y su familia huyeron de Gaza después de que un grupo militante islámico amenazara a los cristianos de su iglesia y matara a uno de sus compañeros. En aquel momento, su esposa estaba embarazada de nueve meses. Llegaron a Belén sin conocer a nadie, ni dónde alojarse, ni dónde dar a luz, solo con un papel garabateado con los números de teléfono de varios servicios sanitarios de la zona.

Pensó en su propia experiencia aquella noche mientras relataba la historia de Navidad.

«Imagina a María apoyada en una pared, embarazada en su última hora. Imagina Belén llena, igual que estaría llena ahora si no hubiera guerra en Gaza. Imagina que no supieran dónde alojarse. Sin nadie con quien ponerse en contacto», les dijo en árabe.

«E imagínate a María pensando: “¿No me dijo Dios que voy a dar a luz al Rey de Reyes?” Imagínatelos ahora llegando al lugar donde ella daría a luz. Una gran sorpresa. El hedor. Los animales. En medio de todo eso, ella dio a luz a Jesucristo. Y se llenaron de gozo».

Ahora piensa en la gente de Gaza, dijo. Por supuesto, no necesitaban mucha imaginación: ven videos de la guerra todos los días. Niños mueren y nacen en medio del caos.

«Este es el cuento de Navidad», dijo Al-Najjar. «Todos estos pequeños detalles en los que no solemos pensar. En Navidad solemos poner adornos y divertirnos con árboles de Navidad y luces. Pero si nos fijamos en la verdadera historia de la Navidad, fue una historia de pura penuria. Pero Dios no abandonó a María y a José. Y ellos no abandonaron a Dios».

Miró alrededor de la habitación. «Entonces, ¿por qué deberíamos hacerlo nosotros?».

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De las tinieblas, la luz

La Luz del mundo vino a confrontar nuestro pecado.

Christianity Today December 22, 2023
Phil Schorr

«¡Levántate y resplandece que tu luz ha llegado!
¡La gloria del Señor brilla sobre ti!
Mira, las tinieblas cubren la tierra
y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos.
Pero la aurora del Señor brillará sobre ti;
¡sobre ti se manifestará su gloria!
Las naciones serán guiadas por tu luz,
y los reyes, por tu amanecer esplendoroso».

— Isaías 60:1-3

En algún momento de nuestra infancia, muchos de nosotros desarrollamos una aversión a la oscuridad. Recuerdo que, de pequeño, estaba recostado en la cama con el partido de los Dodgers de Los Ángeles en volumen bajo en la radio, y mis ojos miraban frenéticamente al oscuro armario tratando de discernir qué eran las sombras que se movían y qué peligros entrañaban.

Al crecer, a menudo evocamos monstruos y pesadillas para explicar nuestros miedos, pero la mayoría de las veces es la oscuridad misma la que nos deja profundamente intranquilos. La experiencia de la oscuridad como una realidad desorientadora, llena de lo desconocido, parece estar grabada profundamente en cada una de nuestras almas.

En Génesis 1, Dios separó la luz de las tinieblas. Fue un acto creativo y deliberado que, a la vista de Dios, fue bueno. Sin embargo, tras la decisión rebelde de Adán y Eva y la entrada del pecado en el mundo, las tinieblas adquirieron un nuevo significado. Ya no estaban solo «afuera». Las tinieblas estaban en nosotros, acechándonos. En escritos judíos como el Talmud de Babilonia, la oscuridad es una metáfora de una desorientación inquietante, de un temor que se apodera de una persona. También significa el mal y el pecado que dejan a una persona luchando por encontrar dirección, identidad y la comprensión de lo que le espera. Del mismo modo, Isaías 9 utiliza la palabra compuesta tzalmavet, que significa «oscuridad profunda», para describir la sombra de muerte oscura que reside en cada corazón humano.

En Isaías 60:1-3 se hace un eco sutil de la conocida historia de Génesis 1. Una vez más hay contraste y separación, luz y tinieblas. Pero en la narración de Isaías, la oscuridad envolvente se disipará, no cuando el Señor, el autor de la creación, lo ordene, sino cuando Él llegue en su plenitud. Isaías profetiza el Adviento, la venida del Rey, que es luz para todos los que están en tinieblas.

En esta temporada, las palabras de Isaías son una invitación a recordar el primer Adviento. Qué poco dramática, pero qué sublime es la llegada de la Luz del mundo en la forma de un bebé para enfrentarse a la oscuridad del pecado en todos nosotros. Las palabras de Isaías son una celebración: «¡Levántate y resplandece que tu luz ha llegado!» (v. 1). La luz ilumina nuestro corazón no solo para comprender la profundidad de nuestro pecado, sino también la obra completa de salvación que Jesús ha realizado por nosotros.

Las palabras esperanzadoras de Isaías nos recuerdan nuestro llamado. No podemos guardar codiciosamente esta luz mientras esperamos su segundo Advenimiento. La luz debe emanar con fuerza de nosotros para que tanto las naciones como nuestros vecinos de enfrente puedan ver claramente a Jesús como la Luz del mundo (Juan 8:12). Cuando el Evangelio de la luz de Jesús brilla en nosotros en su máximo esplendor solo puede reflejarse fuera de nosotros a través de la luz de la adoración y la proclamación de las Buenas Nuevas.

Reflexiona



1. ¿De qué manera el concepto de tinieblas, tanto en Génesis como en Isaías, simboliza algo más que la ausencia de luz física, sino también la presencia del pecado y la desorientación en nuestras vidas?

2. ¿Cómo podemos recibir el mensaje de la profecía de Isaías durante este Adviento y reflejar activamente la luz de Jesús a través de la adoración y de compartir las Buenas Nuevas con los demás?

Jon Nitta es pastor de formación espiritual, discipulado y grupos pequeños en Calvary Church en Valparaíso, Indiana.

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