Era otro día oscuro durante la Guerra Civil Española. Dos monjas huían de un grupo de guerrilleros comunistas que amenazaban con violarlas. Corriendo por las calles de Tarrasa, un pequeño pueblo cercano a Barcelona, se refugiaron en la pequeña casa del pastor protestante y editor Samuel Vila.
Una de estas dos monjas resultó ser pariente del general español Franciso Franco, cuyas fuerzas habían ganado la guerra. Posteriormente, el «Generalísimo» gobernó España con puño de hierro como cabeza de una dictadura militar y ultracatólica que duró 36 años.
Pero Franco hizo una pequeña concesión. Como acto de gratitud por proteger a su pariente, le expidió a Vila un salvoconducto que le permitió viajar libremente dentro y fuera del país. Este permiso fue una de las claves para que la incipiente editorial evangélica pudiera construir las alianzas que necesitaría para sobrevivir en una España religiosamente hostil —y llegar a celebrar su primer siglo de existencia—.
Hoy, Editorial Clie es la editorial protestante más grande de España y ha publicado cerca de 3000 títulos desde su fundación en 1924. No obstante, durante la dictadura (1936-1975) y los años que la precedieron, su trabajo se desarrolló principalmente en la clandestinidad.
Salvo un breve respiro en la década de 1930, durante siglos España estuvo gobernada por una monarquía que no separaba la iglesia del Estado. En este entorno, la iglesia católica controlaba las escuelas, los hospitales y los servicios sociales, y sus líderes se oponían vehementemente a cualquier movimiento que pudiera desafiar su autoridad, ya fuera el secularismo o el protestantismo.
«A nosotros [los evangélicos] se nos consideraba herejes», dijo Antonio Cruz, un biólogo y teólogo que ha publicado numerosos libros con Clie. «A los niños se les enseñaba en la escuela que Lutero era un monje rebelde que abandonó el catolicismo porque quería casarse con una monja».
Nacido en 1902, Vila creció en este ambiente como hijo de una próspera familia de comerciantes catalanes que se convirtieron al protestantismo gracias al ministerio de los misioneros ingleses. A pesar de los siglos de represión que habían sufrido los protestantes durante la Inquisición (que comenzó en 1478 y se prolongó durante siglos), a principios del siglo XX había algo más de tolerancia hacia las expresiones de fe distintas del catolicismo, al menos en Cataluña.
De niño, Vila recibió una imprenta de juguete con tipos móviles de goma como regalo de la iglesia metodista a la que asistía su familia. Comenzó a imprimir versículos de la Biblia en trozos de papel que arrojaba por la ventanilla del tren en sus viajes regulares a Barcelona, con la esperanza de que alguien los leyera y se acercara a Jesús.
Mientras Vila continuaba con sus estudios, su amor por la imprenta pronto encontró un rival en su pasión por escribir ensayos para defender la fe cristiana de los católicos que la consideraban una herejía. Estos ensayos se convirtieron en su primer libro, A las fuentes del cristianismo, en el que buscaba dar herramientas a los pastores para defender sus creencias.
En 1924, Vila abrió el Comité de Literatura para las Iglesias Evangélicas (siglas que dan nombre a CLIE), una editorial que se dedicaría a imprimir libros que ayudaran a los protestantes a defender su fe bajo la premisa «una fe razonada es una fe más firme».
Después de que una horrible guerra civil devastara el país, Franco estableció su régimen nacionalista, un gobierno de 40 años caracterizado por violaciones de los derechos humanos, opresión y censura. Durante los duros años de persecución bajo la dictadura, Clie tuvo que funcionar casi totalmente en secreto, ya que el Estado había prohibido la publicación de cualquier libro de un autor protestante. La policía limitaba incluso el número de personas que podían reunirse a celebrar un servicio religioso que no fuera católico.
Durante décadas, Clie imprimió sus libros en los talleres de dos amigos de la familia Vila que se habían convertido al protestantismo. No fue sino hasta 1965 que Vila pudo importar una imprenta industrial de Estados Unidos que había sido desechada como chatarra e instalarla en su casa para crear el taller de impresión de su editorial.
«Samuel Vila era un hombre valiente. Nunca dudó en escribir cartas a los gobernadores regionales para quejarse de las muchas formas de discriminación contra los evangélicos en ese momento. También era astuto», dijo Cruz, señalando que Vila logró evadir la censura de los libros protestantes por parte del Estado al registrarlos como si hubieran sido impresos en Estados Unidos.
Después de la muerte de Franco en 1975, la Constitución de 1978 reconoció oficialmente las libertades de religión, conciencia, reunión y expresión, que históricamente le habían sido negadas a los protestantes.
«Esperábamos un gran avivamiento tras la muerte de Franco», afirma Cruz. «Pero esto simplemente no sucedió».
Por el contrario, la secularización de España se aceleró tras la muerte del dictador. Hoy, solo el 19 % de la población se considera católica practicante.
Nuevo milenio, nuevo enfoque editorial
Cuando el filósofo Alfonso Ropero se convirtió al cristianismo evangélico, se enfrentó al desafío de explicar su nueva fe a su familia. Originario de La Mancha —región que inspiró a Miguel de Cervantes a escribir El Quijote—, Ropero estaba rodeado de tíos y primos que se dedicaban a las artes ocultas del espiritismo y la adivinación, populares entre los gitanos del centro y sur de España. En medio de ese dilema, se topó con El espiritismo y los fenómenos metapsíquicos, un libro de bolsillo que Vila había publicado en 1978.
«Después de leerlo, pude utilizar herramientas teológicas para debatir con mis familiares que eran médiums que creían que tenían el poder de comunicarse con los muertos», dijo Ropero a CT. «Ese fue mi primer contacto con Clie».
Después de publicar varios de sus propios trabajos sobre teología y filosofía, Ropero se convirtió en director editorial de Clie en 2001 y se retiró apenas a comienzos de este año. En sus más de dos décadas de liderazgo inició la creación de múltiples enciclopedias bíblicas, incluido el Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia, Historia de la Filosofía y su relación con la Teología, Biblia de estudio del mensaje profético escatológico y el Diccionario Enciclopédico Bíblico Ilustrado.
A partir de esta etapa, Clie comenzó a incluir en su catálogo editorial a más mujeres teólogas como la mexicana Elsa Támez y la costarricense Irene Foulkes. También aumentó el número de autores latinoamericanos publicados por la editorial, entre los que se encuentran el colombiano Arturo Rojas, el paraguayo Marcelo Wall, el estadounidense Juan Valdés y el guatemalteco Rigoberto Gálvez.
Otra de las grandes aportaciones de Clie a la teología del mundo hispano ha sido la traducción al español de grandes obras académicas que en aquel momento solo estaban disponibles en inglés o alemán. De los 413 libros activos de su catálogo, el 35 por ciento son traducciones e incluyen títulos como la Biblia de Estudio de Matthew Henry, Teología sistemática de Charles Hodge, Comentario sobre el Antiguo Testamento de Keil y Delitzsch, o la Dogmática reformada de Herman Bavinck.
Los próximos 100 años
Aunque el número de evangélicos en el país ha venido creciendo lentamente gracias a la migración proveniente de América Latina, los protestantes representan poco menos del dos por ciento de los 47 millones de habitantes de España. Clie está interesada en alcanzarlos a todos, así como a los católicos del país.
«La idea de mi padre era que teníamos que servir a todo el mundo», dijo Eliseo Vila, quien asumió la responsabilidad de la editorial después de la muerte de su padre. «Es por eso que Clie nunca discriminó denominacional o teológicamente en términos de lo que publicaba».
Alfonso Triviño, quien asumió la dirección de Clie en 2006, ha ampliado aún más el portafolio de la editorial, publicando títulos que presentan enfoques potencialmente controvertidos sobre la justicia social o el feminismo.
Clie publicó una traducción al español de La construcción de la feminidad bíblica de la historiadora estadounidense Beth Allison Barr, que desafía la idea de que la jerarquía de género es un mandato bíblico. También publicó Exclusión y acogida del teólogo croata Miroslav Volf, una inmersión profunda en la reconciliación y el perdón.
«Siempre hemos buscado ser un puente entre la academia, el mundo pastoral y la sociedad, basados en los valores de nuestra fe», dijo Triviño a CT. «Muchos nos llaman conservadores. Pero la verdad es que siempre hemos buscado el equilibrio al sacar al mercado libros que solo una editorial progresista se atrevería a publicar».
Paradójicamente, la piratería ha sido uno de los mayores problemas con los que esta editorial cristiana ha tenido que lidiar en la actualidad. A Triviño le sorprende encontrar con frecuencia versiones en PDF de los libros de Clie (y de otras grandes editoriales cristianas como Editorial Vida o Verbo Divino) circulando abiertamente en grupos de estudio bíblico de WhatsApp y Telegram, o disponibles para descarga en los portales de seminarios bíblicos de algunas iglesias.
«La piratería nos ha frenado un poco en nuestro propósito de hacer que nuestro catálogo completo esté disponible en formato digital», dijo. «Es una pena que esto suceda en el ámbito cristiano».
Llegar a nuevos públicos, sobre todo a los más jóvenes, es otro de los desafíos para la editorial en este nuevo siglo. Además de expandirse a audiolibros y libros electrónicos (cuando ha sido posible), Clie también ha buscado a autores más jóvenes, entre ellos el cantautor argentino y youtuber Lucas Magnin, autor de 95 tesis para la nueva generación y Teología pop.
«Para superar un siglo, una institución necesita capacidad de adaptación a todas las circunstancias. De ahí que hayamos sido, por ejemplo, la primera editorial cristiana española en tener una página web y, más tarde, la primera en redes sociales», afirma Eliseo Vila. «El Señor nos ha traído hasta aquí. Si no hubiera sido por la voluntad de Dios y su mano impulsándonos constantemente, hoy no existiríamos».
Hernán Restrepo es un periodista colombiano que vive en Bogotá. Desde 2021, administra las cuentas de redes sociales de Christianity Today en español.