Cada año en noviembre, la Alianza Evangélica Mundial (World Evangelical Alliance, WEA) convoca un Día Internacional de Oración por la Iglesia Perseguida y anima a que las iglesias de todo el mundo se unan. Creemos que la iglesia mundial debería dedicar más recursos y tiempo a la oración para apoyar a los hermanos y hermanas que viven en países difíciles. No obstante, conocer sus historias y prioridades nos ayuda a recordar lo que debería ser importante en nuestras propias vidas.
A continuación, seis líderes cristianos que viven en contextos donde se enfrentan a situaciones de amenaza en diferentes partes del mundo comparten lo que han tenido que afrontar o lo que están viviendo actualmente, y ofrecen consejos sobre cómo podemos orar por quienes sufren persecución.
David Sangbok Kim
Pastor principal, Corea del Sur
Por qué orar: En 1950, cuando tenía 11 años, huí de Corea del Norte a Corea del Sur con tres de mis hermanos mayores. Estuvimos separados de nuestra familia durante décadas. Cuando terminé mis estudios en teología en Estados Unidos, regresé a Seúl para servir como pastor.
En 1984 pude al fin volver a entrar a Corea del Norte. Cuando me reuní con mi madre, que en aquel entonces tenía 80 años, me sorprendió al cantar «O For a Thousand Tongues to Sing» y otros himnos que solía cantar conmigo cuando era niño.
Mi madre me había guiado a la fe en Cristo antes de que me fuera del país, pero mis hermanos pequeños, que se habían quedado en Corea del Norte, se sorprendieron cuando se enteraron de su fe en Cristo que ella había mantenido en secreto durante más de 30 años.
Mi madre me contó que oraba sola, llorando, en un rincón de su habitación cuando no había nadie. Tenía que enterrar su Biblia y su himnario en el patio. Si alguna vez encontraban estos objetos en la casa, podían enviar a toda la familia a un campo de trabajo hasta que murieran. Si mis hermanos menores hubieran sabido que su madre hacía esas cosas, habrían tenido que denunciarla a sus profesores, que a su vez habrían tenido que avisar a la policía.
Cómo orar: Oremos por los cristianos que mantienen su fe en secreto en Corea del Norte a fin de sobrevivir. Oremos para que sigan recordando la historia del Evangelio en sus corazones. Oremos también para que tengan oportunidades de compartir el evangelio de forma segura. Oremos para que el gobierno de Corea del Norte cambie, y que surja uno que permita la libertad. Y oremos para que el gobierno chino envíe a los desertores norcoreanos a Corea del Sur y no de vuelta a Corea del Norte.
Jack Sara
Presidente, Bethlehem Bible College, Palestina
Por qué orar: Durante siglos, la iglesia en Oriente Medio ha vivido en modo de supervivencia.
La conversión al cristianismo es ilegal en la mayoría de los países de la región. Incluso en naciones con regímenes menos extremistas, la conversión puede provocar la indignación pública. Los miembros de la familia suelen considerar que la conversión acarrea deshonor, lo que provoca importantes luchas internas.
El sentimiento anticristiano ha ido en aumento en la Tierra Santa, sobre todo entre los grupos judíos de Jerusalén. El reciente ascenso de los movimientos islámicos radicales también ha intensificado las dificultades para los cristianos de la región. El grupo yihadista ISIS tiene en la mira específicamente a los cristianos y busca exterminarlos o expulsarlos, lo que ha provocado un éxodo masivo de zonas como las llanuras de Nínive, una región en Irak históricamente cristiana.
Cómo orar: Oremos para que Dios levante líderes resilientes que sean un ejemplo de valentía y fidelidad, y sepan guiar a la iglesia a través de las presiones actuales. Oremos para que los cristianos de otras partes del mundo no solo proporcionen ayuda práctica, apoyo y aliento a estas comunidades, sino que también aprendan de su perseverancia y reconozcan el profundo discernimiento espiritual que surge de sus luchas.
Ed Retta
Director para América Latina del Instituto Global de Liderazgo de la WEA
Cómo orar: Actualmente hay tres países latinoamericanos que se destacan como lugares donde los cristianos se ven amenazados. En Venezuela, hay dos grupos de cristianos protestantes: uno que opera con la autorización del gobierno y otro (afiliado a la WEA) que no lo hace. Miles de cristianos han abandonado el país, principalmente debido a las graves dificultades económicas.
En Cuba, la iglesia ha sido perseguida desde la llegada al poder de Fidel Castro en 1959. A las iglesias no se les permite construir edificios. Todas las instituciones están controladas por el gobierno. En todas las iglesias hay informantes del gobierno. El gobierno tiende a favorecer religiones como la santería y la brujería, mientras que se opone a la iglesia. Muchos pastores y líderes cristianos han abandonado Cuba debido a la extrema necesidad económica.
En Nicaragua, donde casi la mitad de los cristianos son evangélicos, el gobierno es abiertamente hostil a los cristanos. Las autoridades han cerrado universidades bautistas, adventistas y católicas y han obligado a algunas iglesias a cerrar sus puertas, al tiempo que les han negado personalidad jurídica. Algunos líderes cristianos incluso han sufrido palizas a la puerta de sus casas.
Cómo orar: Oremos para que la iglesia en estos países persevere con valentía como un testigo eficaz en el ámbito público. Oremos para que sea protegida del abuso y la intimidación del gobierno, y para que acepte y sepa aprovechar los resultados positivos que se producen a causa de la persecución, es decir, una mayor devoción, perseverancia y pureza. Y oremos para que la iglesia mundial se informe y se preocupe por ellos.
Mike Gabriel
Líder de libertad religiosa, Alianza Nacional Cristiana Evangélica de Sri Lanka
Por qué orar: En muchas partes de Asia, la persecución es una realidad cotidiana para muchos cristianos. A menudo se presenta en forma de exclusión social, discriminación y violencia. En la actualidad, estamos siendo testigos directos de cómo está cambiando la manera en que ocurren estas formas de persecución. Por un lado, vemos cómo aumentan las restricciones y la intervención del Estado en cuestiones de expresión religiosa. Un ejemplo es la regulación estatal de los lugares de culto. Por otro lado, observamos un aumento de la intolerancia religiosa, mensajes de odio en internet, contenidos que atentan contra las minorías religiosas y la intensificación de los conflictos relacionados con los lugares sagrados. Además, no podemos ignorar las violaciones de la libertad religiosa con respecto a la dimensión de género, que afectan especialmente a las mujeres pertenecientes a minorías confesionales.
Cómo orar: Oremos por la obra que Dios está haciendo en nosotros: desarrollando paciencia, fortaleciendo el testimonio, profundizando el amor y moldeándonos para que podamos transformar a otros. Pidamos a Dios que utilice estas dificultades para fortalecer a su pueblo y hacer crecer su reino. Oremos también por el perdón, para que los corazones de nuestros perseguidores sean conmovidos y podamos seguir brillando para Cristo en nuestras comunidades.
James Akinyele
Secretario ejecutivo y director general, Nigeria Evangelical Fellowship
Por qué orar: Nigeria es actualmente el país del mundo que registra el mayor número de muertes relacionadas con violencia religiosa. Más de 50 000 cristianos han sido asesinados en los últimos 15 años. Otros han resultado heridos, han sufrido abuso sexual, han sido desplazados de sus hogares por la fuerza y han quedado totalmente traumatizados. Hay cristianos que han quedado en la indigencia por la destrucción de sus aldeas y tierras de cultivo, y algunos no han podido regresar porque los atacantes se han apoderado de sus propiedades.
Estas atrocidades parecen no tener fin. El gobierno es consciente de estos incidentes, pero su actuación es limitada.
Cómo orar: Oremos para que nuestro gobierno tenga la voluntad política de actuar contra las milicias islámicas; para que la comunidad internacional no ignore los hechos, sino que se comprometa con las organizaciones cristianas y apoye a las víctimas en la búsqueda de justicia y resarcimiento; y para que la comunidad cristiana persevere y reciba justicia.
Helene Fisher
Responsable de defensoría, Género y Libertad Religiosa, Reino Unido
Por qué orar: Los perseguidores utilizan todos los medios a su alcance para disminuir la fuerza de la comunidad cristiana. Favorecen los tipos de persecución que producen vergüenza y provocan el rechazo de los creyentes. Por ello, lo que ocurre después de un incidente puede dejar un impacto tan significativo como el propio suceso.
El rechazo de las víctimas por parte de la comunidad forma parte integral de la experiencia de la persecución, y los perseguidores confían en ello para tener éxito. Cuando un incidente de persecución tiene como resultado que el cuerpo de Cristo falle al actuar como Jesús, entonces el enemigo ha ganado.
En el IV Congreso de Lausana, celebrado en septiembre, escuché a una mujer que escapó del grupo terrorista Boko Haram. Dijo que el mayor choque que experimentó fue que no fue recibida como superviviente cuando llegó a casa, sino que fue tratada como una persona marginada, mancillada y vergonzosa.
Cómo orar: Oremos para que los hijos de Dios que sufren persecución tengan el valor de vivir en la plenitud y el poder de su sangre que fue derramada por nosotros. Pidamos que la iglesia pueda resistir las presiones culturales para rechazar o menospreciar a quienes han sufrido abuso sexual, han perdido su trabajo o han estado en prisión. Oremos para que la iglesia pueda convertirse en una comunidad de confianza, libertad, empoderamiento y aceptación (Juan 13:34-35) y para que glorifique a Dios incluso cuando las palabras estén prohibidas.
Peirong Lin es secretario general adjunto de la Alianza Evangélica Mundial (World Evangelical Alliance).