ACTUALIZACIÓN (20 de noviembre): Javier Milei ha sido elegido como nuevo presidente de Argentina tras obtener el 56 % de los votos frente al 44 % de Sergio Massa en la segunda vuelta el domingo pasado. Milei asumirá su nuevo mandato el 10 de diciembre.
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ACTUALIZACIÓN (22 de octubre de 2023): El libertario emergente Javier Milei obtuvo el 30 por ciento de los votos en las elecciones del domingo, con un programa que recortaría drásticamente los servicios estatales, cambiaría el peso argentino por el dólar estadounidense y sometería a referéndum la legislación del aborto en el país. Milei se enfrentará al candidato peronista y actual ministro de economía, Sergio Massa, en la segunda vuelta que tendrá lugar el 19 de noviembre. Massa causó sorpresa al obtener el 36 por ciento de los votos.
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SALTA, ARGENTINA. Empuñando una bandera amarilla con una cabeza de león, el logotipo de su candidato presidencial favorito, Alicia Ramos se apresuró a echar un vistazo a la enérgica figura que espera que transforme Argentina: Javier Milei, el autoproclamado libertario de cabello salvaje que actualmente es el candidato favorito a la presidencia del país.
Ramos, de 29 años, fue una de los cientos de jóvenes que asistieron a un mitin de Milei en la norteña ciudad de Salta, y recuerda el momento en que decidió apoyar al poco convencional candidato. Fue «cuando empezó a hablar de la dolarización y de la inflación y sobre que todo el país va a ser un país liberal», dijo, refiriéndose a la promesa de Milei de sustituir la moneda del país por el dólar estadounidense y utilizando la jerga argentina (el término «liberal») para referirse a una economía con mayor apertura de mercado.
Ramos, que es evangélica, ha descubierto que Milei también comparte algunos de sus valores morales, entre los cuales mencionó su descontento con la legislación sobre cuestiones de género y aborto, así como la política progresista del actual gobierno peronista del presidente Alberto Fernández y su vicepresidenta, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El Congreso Nacional despenalizó el aborto en 2020 a pesar de la fuerte oposición de evangélicos y católicos del movimiento provida [enlaces en inglés]; Milei, por su parte, ha prometido someter a referéndum la cuestión del aborto [enlace en español].
«Ya es momento de que haya un cambio aquí en el país», dijo Ramos. Por otra parte, la oposición al aborto declarada públicamente por el candidato está empujando a «mucha, mucha gente» de su iglesia a votar por Milei, añadió.
A pesar del entusiasmo por Milei que Ramos ha observado en su iglesia, ninguno de los demás votantes evangélicos entrevistados por CT mencionó la perspectiva de Milei sobre el aborto como la razón por la que lo apoyarían. En cambio, de cara a las elecciones de este domingo 22 de octubre, la atención de los evangélicos, como la de muchos de sus conciudadanos argentinos, parece centrada en elegir al candidato que creen que puede sanear su economía, reducir la corrupción y recriminar a la élite política en puestos de poder.
Millones de argentinos se están volcando en masa hacia Milei, el excéntrico economista anarcocapitalista que promete un cambio radical en este país sudamericano rico en recursos y castigado por recurrentes crisis económicas.
En una sorpresiva victoria en las elecciones primarias de agosto, Milei superó a los candidatos de las dos principales coaliciones: Sergio Massa, del partido peronista Unión por la Patria que lidera el gobierno actual, y Patricia Bullrich, de la coalición más conservadora Juntos por el Cambio.
Milei espera repetir los buenos resultados en las elecciones del 22 de octubre y pasar a la segunda vuelta prevista para el 19 de noviembre —si es que no gana en la primera vuelta—.
Famoso por su cabello alborotado, sus gruesas patillas y su estilo de hablar vituperante, Milei es una figura controvertida y poco convencional en el escenario de la política y vida pública de Argentina.
Durante las dos últimas décadas, la política argentina ha estado dominada por el peronismo, el movimiento político fundado por el expresidente Juan Domingo Perón, que gobernó de 1946 a 1955, y brevemente de nuevo en la década de 1970. (El expresidente Mauricio Macri llevó la coalición Juntos por el Cambio al poder en 2015, pero no logró la reelección cuatro años más tarde tras fracasar en su intento de enderezar una economía tambaleante).
El gasto público se disparó bajo el gobierno peronista debido a una expansión de los servicios estatales y las prestaciones sociales, que los críticos tacharon de formación de un sistema clientelar mientras el país se recuperaba de una dolorosa suspensión de pagos [default] en 2001. Pero la inflación escaló y luego se disparó, mientras la moneda se devaluó a paso constante.
En fechas más recientes, el peronismo también ha impulsado cuestiones sociales progresistas como la ideología de género y un pujante movimiento feminista que realizó las marchas conocidas como «la Ola Verde» (por los pañuelos verdes que agitaban sus partidarios) para exigir el fin del acoso y los femicidios, así como la despenalización del aborto.
En sus declaraciones, Milei emplea un lenguaje hiperbólico, arremetiendo contra la «casta» política y aprovechando el profundo descontento con la corrupción de la clase política del país y las crisis económicas recurrentes en un país cuyo nivel de inflación roza el 138 % y donde la pobreza afecta al 40 % de la población. Milei acudió a un mitin de campaña con una motosierra para ilustrar su seria intención de recortar el gasto público.
«Los políticos van a decir lo que creen que la gente quiere oír. Javier Milei dice exactamente lo que piensa», afirma Martha Rodríguez, una líder de iglesia y activista provida de los suburbios de Buenos Aires.
Esa franqueza incluye la cuestión del aborto, que ha suscitado un enorme interés, ya que Milei se define a sí mismo como libertario. El mes pasado, Milei explicó a The Economist cómo su postura provida podía encajar con sus ideales libertarios.
«Se basa en una cuestión filosófica, que tiene que ver con el derecho a la vida», dijo. «La vida es un continuo que empieza en el momento de la fecundación y termina cuando uno fallece, y cualquier salto discreto en medio significa que esa persona murió».
Agregó: «Para mí, el aborto es un homicidio calificado agravado por el vínculo. Porque es verdad que la madre tiene derecho sobre su cuerpo, pero no tiene derecho sobre el cuerpo del niño, que es un cuerpo totalmente distinto, que tiene un ADN distinto. Por tanto, una persona tiene derecho sobre su propio cuerpo, pero no sobre el derecho del niño no nacido».
Sin embargo, según los pastores y analistas políticos entrevistados por Christianity Today, los temas sociales candentes rara vez influyen en las votaciones en Argentina. Hasta qué punto influirá el tema del aborto en las elecciones de 2023 sigue siendo motivo de debate.
En una encuesta de opinión realizada hace varias semanas entre los evangélicos, alrededor del 44 % de los encuestados dijo que votaría por Milei [enlace en español].
«[El aborto], básicamente, es el tema que más sedujo a los evangélicos por parte de Milei, más allá de que también hay otras cuestiones como las ideas económicas y su discurso contra la casta [política], aunque esto es de agrado en general de todos sus votantes», dijo Damián Sileo, un periodista evangélico que supervisó la encuesta.
«No sé si la posición provida es la que en este momento va a pesar», dijo Rodríguez con base en las voces que escucha en el comedor social de su iglesia, que atiende a 400 personas por día.
«Lo que sí va a pesar es el tema de la corrupción», explicó. «Tenemos un gobierno [que en] los últimos 20 años nos ha dejado en una pobreza profunda».
Otros líderes de iglesias de Argentina expresan un escepticismo similar, y señalan que, a diferencia del vecino Brasil, los evangélicos no se han organizado políticamente y que los cristianos de todas las denominaciones tienen un historial de apoyo a partidos de todo el espectro político.
«Es un argumento que usan los candidatos evangélicos como para querer atraer [votos], pero la verdad [es] que la gente no escoge a un gobernante por si está a favor o en contra del aborto», afirmó Norberto Saracco, pastor principal de la Iglesia Buenas Nuevas de Buenos Aires.
«Obviamente, mucha gente se va por el tema del aborto», dijo Christian Hooft, presidente de ACIERA (Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República de Argentina).
«Pero eso no significa que va a llevarse el voto evangélico», añadió. «[La gente no] vota solamente por el tema del aborto».
Dos de los principales candidatos presidenciales —Massa y Bullrich— se reunieron con ACIERA. Milei declinó el encuentro. Pero una persona afiliada al movimiento La Libertad Avanza de Milei insistió en que hay evangélicos que apoyan su candidatura.
«Veo que hay muchísimos cristianos que están apoyando a Javier Milei, [principalmente] porque es el único que defiende realmente los intereses y que no se avergüenza de creer en Dios», dijo Eugenia Rolón, influente evangélica y miembro voluntaria del equipo de redes sociales de Milei.
«Yo creo que cualquier persona que se diga ser cristiana debería apoyar a Javier Milei porque es al menos el único candidato con una plaza pública [que] cita la Biblia, [y que] sí está en contra del aborto, en contra de la ideología de género, en contra del marxismo cultural y en contra de la agenda 2030», añadió [enlaces en español].
Muchos evangélicos se movilizaron durante la década de 2010 y realizaron marchas agitando pañuelos celestes con la leyenda Salvemos las dos vidas cuando el debate sobre la despenalización del aborto llegó al Congreso. La despenalización fue derrotada por un estrecho margen en 2018; no obstante, en diciembre de 2020, la legislatura aprobó una medida que permite el aborto durante las primeras 14 semanas de embarazo.
Desde entonces, «hay muchos que sí han bajado la intensidad de la lucha», dijo Ana Valoy, pastora y analista política de la ciudad norteña de Tucumán, refiriéndose a la situación actual. «Se han desanimado, se han desalentado, y es comprensible porque ven que las legislaciones progresistas siguen avanzando», añadió. «Pero a nosotros [los que estamos más involucrados en el proceso] no nos desaniman, [sino que] nos compromete a seguir trabajando».
Aun así, algunos observadores afirman que el voto evangélico podría determinar el resultado de unas elecciones muy reñidas: algo que podría ocurrir este domingo. En las primarias de agosto, solo hubo tres puntos de diferencia entre los tres candidatos principales.
Los evangélicos representan el 15.3 % de la población, según un estudio realizado en 2019, frente al 9 % en 2008. (Argentina no recopila datos censales sobre afiliación religiosa). Sin embargo, el número de no creyentes está creciendo con más rapidez, con casi el 19 % de los argentinos que ahora no profesan ninguna afiliación religiosa.
Milei, al igual que muchos argentinos, creció en el catolicismo, aunque ha tachado al papa Francisco, que también es argentino, de «izquierdista repugnante» con «una afinidad por los comunistas asesinos». También criticó al papa por defender la «justicia social», un concepto del que se habla comúnmente en Argentina, especialmente entre los partidarios del peronismo que señalan la educación y la salud gratuitas como logros nacionales.
Más que inclinarse hacia el cristianismo, en los últimos años Milei ha abrazado el judaísmo, y recientemente comparó a su hermana y asesora más cercana, Karina Milei, con Moisés, y a él mismo con Aarón.
«Moisés era un gran líder, pero no era bueno divulgando [el mensaje]», dijo. «Y entonces Dios le mandó a Aarón para que [divulgara]. Bueno, Kari es Moisés y yo el que divulga».
Traducción por Sofía Castillo.
Edición en español por Livia Giselle Seidel.