Muchos amantes de los Juegos Olímpicos se enteran de que sus atletas favoritos aman a Jesús a través de las publicaciones en las redes sociales o por medio de las entrevistas posteriores a sus éxitos en el campo de juego, la cancha, la pista o la piscina. Pero la inmensa mayoría de los cristianos que compiten en los Juegos no llegarán al podio.
Para muchos, el mero hecho de llegar a los Juegos será un testimonio tras haber superado lesiones, problemas de salud mental o dolor por la pérdida de seres queridos. A continuación, presentamos las historias de atletas cristianos de 13 deportes y 20 naciones, todos deseosos de enorgullecer a sus países, pero principalmente, a su Señor.
Con reportajes de Annie Meldrum, Isabel Ong, Angela Lu Fulton, Franco Iacomini, Mariana Albuquerque y Morgan Lee.
Bádminton
Anthony Sinisuka Ginting (Indonesia)
Conocido como el «Asesino de Gigantes» del bádminton por derrotar a las grandes estrellas de este deporte, Anthony Sinisuka Ginting se llevó a casa la medalla de bronce en individuales masculinos de bádminton en Tokio. Este año, vuelve a los Juegos Olímpicos con su compatriota Jonathan Christie, jugador de bádminton indonesio y también cristiano.
Ginting nació en Cimahi, Java Occidental, y es de la etnia karo, un pueblo del norte de Sumatra donde los cristianos constituyen el 70 por ciento de la población. Su padre comenzó a enseñarle a jugar bádminton cuando tenía cinco años, y empezó a competir a los nueve. Desde entonces, ha conseguido medallas o victorias en numerosas competencias.
En su cuenta de Instagram, Ginting deja claro que no se avergüenza de su fe. En un post de marzo, señaló que había quedado segundo por detrás de Christie en la competencia All England Open, y escribió: «Gracias Jesús por tu bondad. Todo fue más allá de mis expectativas». En respuesta, Christie comentó: «Hicimos historia juntos como nunca lo imaginamos, Dios es bueno todo el tiempo».
Baloncesto
Kayla Alexander, Canadá
La jugadora de baloncesto del equipo de Canadá Kayla Alexander, de 33 años, escribe con frecuencia en Instagram y en su blog sobre cómo Dios ha dirigido su carrera. «Cada sueño que tuve de niña, Dios lo ha superado de maneras que nunca pensé posibles», escribió en 2018.
La pívot estrella ha jugado en la WNBA y actualmente está en el equipo profesional español Valencia Basket, un lugar en el que nunca pensó que estaría cuando tenía 12 años y quien tuvo una «terrible» presentación en su primera prueba de baloncesto. En 2020 sufrió lesiones de rodilla que la dejaron fuera de juego y con el «corazón roto». Pero su fe en Dios la mantuvo motivada: «Desgraciadamente, ocurren cosas que no tienen sentido, no entendemos el razonamiento o el porqué detrás de ellas, pero creo que [Dios] lo resuelve todo para su bien y su gloria».
Cuando Japón venció a Canadá en el torneo de clasificación olímpica, Alexander pensó que sus esperanzas olímpicas se habían esfumado. Pero el equipo se recuperó para terminar tercero y asegurar la clasificación. «¡Dios ha dicho que aún no hemos terminado! Cuando dicen que Él obra de maneras misteriosas, ¡que éste sea el ejemplo!», declaró.
Carlik Jones, Sudán del Sur
Desde que se convirtió en una nación independiente hace 12 años, Sudán del Sur ha luchado contra conflictos y desastres humanitarios. Sin embargo, este verano, el país enviará a los Juegos Olímpicos a su primer equipo de baloncesto, liderado por Carlik Jones, de 26 años, cuya herencia sursudanesa viene por parte de madre.
Jones, que ha jugado en los Chicago Bulls y actualmente milita en los Zhejiang Golden Bulls, nació con una afección cerebral que lo alejó de los deportes de competencia durante varios años, ya que sufrir una conmoción cerebral podría haberlo lesionado gravemente. Finalmente, los médicos lo dieron el alta en segundo grado y a partir de ahí empezó su carrera en el baloncesto.
Jones glorifica a Dios con frecuencia en sus redes sociales. «Pongo mi confianza y mi fe en Dios, y dejo que Él me guíe», tuiteó en octubre de 2022. Al mes siguiente, escribió: «HE SIDO EXTREMADAMENTE BENDECIDO, GRACIAS A DIOS», y al mes siguiente, publicó: «DIOS, ERES INCREÍBLE».
A pesar de la falta de experiencia internacional de su equipo, Jones cree en ellos. «Sudán del Sur ha sido ignorado, su gente ha sido ignorada, y nosotros como unidad hemos sido ignorados», dijo el año pasado. «Solo intentamos poner a Sudán del Sur en el mapa».
Boxeo
Saidel Horta, Cuba
Saidel Horta se aseguró una medalla de plata en los Campeonatos Mundiales de Boxeode 2023 y obtuvo su clasificación olímpica en la división de peso pluma el mismo año durante los Juegos Panamericanos. Sin embargo, en 2021, Horta había contemplado la posibilidad de retirarse. Tras no subir al podio en la categoría juvenil, se preguntó si era lo bastante bueno para las competencias de alto nivel. Al final, su amor por el boxeo lo motivó a seguir con su capacitación, lo que dio como resultado una gran actuación en 2023 que culminó con una plaza olímpica.
Con solo 21 años, Horta es reconocido ahora como uno de los defensores de la apreciada tradición boxística cubana. En una foto publicada en las redes sociales, el deportista aparece de pie dentro del cuadrilátero con la mano levantada hacia el cielo. Su pie de foto parafrasea el Salmo 121: «Mi ayuda viene de lo alto». En otro post, escribió: «Dios, todo el honor y la gloria para ti».
Gimnasia
Aleah Finnegan, Filipinas
Aleah Finnegan, de 21 años, fue la primera gimnasta femenina de Filipinas que clasificó para los Juegos Olímpicos desde 1964. (Varios meses después, Emma Malabuyo, otra gimnasta filipino-estadounidense, también clasificó).
«Gracias por la oportunidad de representar a este hermoso país… ¡Que Dios sea glorificado!», escribió en un pie de foto de Instagram debajo de una foto suya sosteniendo la bandera filipina.
Finnegan es filipina por parte de su madre, y representó a Estados Unidos de 2019 a 2021. En 2021, se retiró de la gimnasia de élite para competir a nivel universitario en la Universidad Estatal de Luisiana. Un año después, obtuvo la nacionalidad filipina.
En el Campeonato Nacional de la NCAA de 2024, las altas puntuaciones de Finnegan ayudaron al equipo de gimnasia de LSU a ganar el título de campeón por primera vez en la historia del programa.
"¡¡DIOS HIZO [ESTO]!! ¡SOMOS CAMPEONES NACIONALES!», escribió, celebrando su victoria. «Gracias, Jesús, por permitirnos competir por algo mucho más grande que nosotros mismos».
Brody Malone, Estados Unidos
Después de que Brody Malone se sometiera a una tercera cirugía en su pierna derecha hace apenas un año, sus probabilidades de participar en los Juegos Olímpicos de 2024 no parecían buenas. Se dislocó la rodilla tras aterrizar mal, lo que le dejó una fractura de tibia y múltiples ligamentos rotos.
Ahora, poco más de un año después, ha ganado el concurso completo o all-around de gimnasia de Estados Unidos y planea participar en sus segundos Juegos Olímpicos. Tras quedar cuarto en la competencia de barra alta en Tokio, tiene la vista puesta en la medalla de París.
Malone pasó por un proceso de recuperación brutal: esencialmente tuvo que «volver a aprender a caminar». Su vida personal tampoco ha estado exenta de pruebas. Su madre falleció de cáncer en 2012, y en 2019, su madrastra murió de un aneurisma cerebral.
Sin embargo, él sigue alabando a Dios.
«Solo tengo que darle toda la gloria a Dios», dijo a principios de este año. «Todo esto es Él… Así que solo quiero darle las gracias por esto».
Judo
Geronay Whitebooi, Sudáfrica
La judoka Geronay Whitebooi ha visto demasiadas cosas en la vida como para andarse con rodeos. Hace poco, cuando terminó segunda en el Open de África 2024 de Marrakech, publicó una foto suya después del torneo con una expresión seria en el rostro.
«Mi corazón deseaba la medalla de oro, pero no era el plan que Dios tenía para mí hoy. DIOS es mi fuerza y poder», escribió en un extenso post de Instagram. «DIOS está conmigo y dentro de mí».
Whitebooi, que también se clasificó para los Juegos Olímpicos de 2021, ha ganado múltiples títulos en torneos africanos y europeos. Sin embargo, para llegar a este punto de su carrera en el judo, dijo que tuvo que renunciar a su vida social y pasar tiempo alejada de su familia, especialmente porque se enfrentó a las trágicas pérdidas de dos miembros de su familia: su padre cuando tenía 13 años y su hermana hace dos años.
«La medalla representa con orgullo otro esfuerzo que he hecho para romper barreras, pero es una medalla que miro con tristeza porque hice que [mi hermana] se sintiera orgullosa, pero no estuve lo suficiente para mi familia y para mí durante ese tiempo», dijo sobre su victoria en la Copa de Europa Senior 2022.
«Nuestro dolor tiene un propósito», escribió recientemente. «También podemos alegrarnos cuando nos topamos con problemas y pruebas, porque sabemos que nos ayudan a desarrollar perseverancia».
Rugby
Jerry Tuwai, Fiyi
El jugador fiyiano de rugby Jerry Tuwai, de 35 años, lideró a sus equipos para conseguir el oro en Río 2016 —la primera victoria olímpica para su país— y en Tokio. En ambas ocasiones, Tuwai y sus compañeros se abrazaron en círculo y cantaron el himno tradicional «We Shall Overcome», o, como se conoce en Fiyi, «E Da Sa Qaqa». Su letra en dice: «Hemos vencido / Por la sangre del Cordero / Y la palabra del Señor».
«Siempre empezamos… y siempre terminamos con nuestras oraciones y canciones. Esa canción dice que nuestro Dios es un Dios amoroso», dijo Tuwai.
Tuwai creció en uno de los distritos más pobres de las afueras de Suva, la capital de Fiyi, y vivía en una casa de una sola habitación hecha con paredes de lámina o chapa ondulada. Utilizaba botellas de plástico o ropa enrollada como balón de rugby. Cuando se le preguntó qué le había hecho triunfar en este deporte, Tuwai atribuyó el mérito a la disciplina y a la dependencia de Dios.
En enero, Tuwai fue expulsado de la selección conocida como los Fiji Sevens por no estar en forma. Seis meses después, fue anunciado como capitán de la selección de París, justo cuando Tuwai pensaba que su carrera en el rugby había terminado. «Uno tiene planes diferentes, pero Dios tiene otro plan para nosotros… tal vez este y tal vez el siguiente gran plan», dijo. «No lo sé. Solo Dios lo sabe».
Monopatín o skateboarding
Rayssa Leal, Brasil
A los 7 años, Rayssa Leal tuvo su primer momento de fama. Tony Hawk, uno de los nombres más conocidos del skateboarding, compartió un video que mostraba a la estudiante de primaria vestida de hada y ejecutando un heelflip perfecto.
A los 11 años, Leal había empezado a competir internacionalmente y, a los 13, se convirtió en la medallista olímpica más joven de Brasil, al ganar la medalla de plata en la categoría de street skateboarding en Japón 2021. «¡Gracias, Dios, por darme la oportunidad de hacer lo que amo!», escribió la noche antes de la competencia.
El pasado diciembre, Rayssa logró la puntuación más alta de su carrera en la final de la SLS Super Crown de São Paulo. «Todo el honor y la gloria a Dios», escribió. Ahora, a los 16 años, la chica que asiste a una iglesia bautista en Imperatriz, ciudad del estado nororiental de Maranhão, aspira al oro.
Fútbol soccer
Rasheedat Ajibade, Nigeria
En el último partido del torneo de clasificación olímpica, Rasheedat Ajibade marcó el golde la victoria y el que envió a la selección femenina de fútbol de Nigeria a París, sus primeros Juegos desde 2008.
Ajibade celebró su victoria con una camiseta en la que se leía: «Jesús revelado, Jesús glorificado, Aleluya», y en el pie de una foto posterior al partido escribió: «SOLO A TI SEÑOR SEA TODA LA GLORIA. EL MANDATO SIGUE SIENDO CLARO COMO EL AGUA».
A pesar de estas atrevidas profesiones de fe, Ajibade dice que se considera una persona reservada y que a menudo ha recurrido a teñirse el pelo de azul para expresar su personalidad. Para Ajibade, su pelo es un guiño a sus luchas contra la depresión cuando era adolescente, y un símbolo de que desea animar a la gente al afirmar que todo el mundo puede sobrevivir a los problemas de salud mental.
Ajibade comenzó su carrera profesional como futbolista a la temprana edad de 13 años y en 2022 se proclamó máxima goleadora de la Copa Africana de Naciones Femenina. También juega en el Atlético de Madrid, que ganó la Copa Femenina en 2023.
A pesar de su éxito, Ajibade sigue estando en sintonía con los menos afortunados de su país. El año pasado visitó un barrio de la ciudad de Lagos, y más tarde escribió: «Nuestra misión era doble: extender actos de bondad y compartir la luz del Evangelio (Marcos 16:15)».
Taishi Brandon Nozawa, Japón
En un país donde solo el uno por ciento de la población es cristiana, el portero japonés de 21 años, Taishi Brandon Nozawa, se ha comprometido a utilizar su plataforma para compartir su fe. Su cuenta de Instagram incluye imágenes suyas en el campo de fútbol intercaladas con versículos de la Biblia, pensamientos sobre sus devociones diarias y una canción de adoración.
Bajo una imagen de la cita de Charles Spurgeon «Sean Biblias andantes», Nozawa escribió: «Para los cristianos, la Biblia es una lámpara y una luz que ilumina el camino por el que caminamos. Sin embargo, para quienes no leen la Biblia, no es luz. Entonces, ¿qué hacemos? Debemos convertirnos en una Biblia que lean nuestros vecinos y convertirnos en una luz para ellos».
Nozawa, originario de la provincia de Okinawa, ha jugado en la selección nacional de Japón desde los 14 años. En 2023, jugó en el FC Tokio.
«Me gustaría expresar mi sincera gratitud por todas y cada una de las bendiciones que el Señor ha preparado y guiado para nosotros esta temporada», escribió en un post de Instagram a finales del año pasado. «Incluso cuando los tiempos son difíciles, cuando las cosas no van bien y hacemos cosas que desagradan al Señor, su amor inmutable es realmente maravilloso. Por eso vuelvo y adoro al Señor».
Natación
Adam Peaty, Gran Bretaña
Adam Peaty ganó los 100 metros estilo pecho masculino tanto en los Juegos Olímpicos de Río como en los de Tokio y también ha ganado ocho oros en campeonatos mundiales. Sin embargo, el nadador británico ha lidiado con importantes luchas personales, tales como la depresión y el alcoholismo.
Se hizo cristiano en 2022, después de que una lesión en el pie lo obligara a abandonar la piscina. Empezó a ir a la iglesia con regularidad después de reunirse con el capellán Ashley Null, y esta nueva rutina «se sentió como la parte del rompecabezas que me faltaba», dijo. Ahora luce una gran cruz tatuada en el abdomen, acompañada de las palabras Into the Light (Hacia la luz).
Caeleb Dressel, Estados Unidos
Caeleb Dressel dice que el águila que lleva tatuada en el hombro hace referencia a Isaías 40: «Los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán el vuelo como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán» (v. 30-31).
Aclamado como sucesor de Michael Phelps, Dressel va camino de hacer honor a ese nombramiento. En Tokio, se llevó a casa cinco medallas de oro.
Sin embargo, su trayectoria no siempre ha sido fácil. Antes de los últimos Juegos Olímpicos, Dressel tuvo problemas de depresión y ataques de pánico. La presión de estar a la altura de uno de los nombres más conocidos del deporte era un gran peso sobre sus hombros.
No obstante, su fe le ayudó a salir de esa situación. «Aprendí de verdad a ver la luz al final del túnel y a confiar en lo que Dios está haciendo, tanto si se trata de un momento difícil de tu vida como de un momento en la cima», dijo.
Georgia-Leigh Vele, Papúa Nueva Guinea
Cuando recibió la medalla de bronce en los 50 metros estilo pecho femenino de los Juegos del Pacífico 2023, Georgia-Leigh Vele, de 25 años, dijo: «Tenía esperanza de que esto llegara. Nunca se sabe lo que puede pasar, pero me esforcé al máximo y Dios hizo el resto».
Para Vele, ser atleta la ha llevado a sentirse agradecida y contenta. «Me entrego completamente al Señor con agradecimiento y alabanza», escribió el año pasado. «Es algo increíble cuando encuentras ese lugar, donde sabes que puedes y que lo harás gracias a Él».
La atleta, que compite por primera vez en unos Juegos Olímpicos, competirá en los 50 metros libres en París, continuando el legado de su familia en la natación de competencia.
Taekwondo
Lolohea Naitasi, Fiyi
El taekwondo no fue el primer amor de Lolohea Naitasi. Esta joven de 17 años empezó jugando al netball, pero comenzó a practicar este arte marcial coreano en una clase de educación física en la escuela hace tres años y siguió practicándolo tras conseguir una beca.
El año pasado ganó una medalla de plata en sus primeros Juegos del Pacífico, y su medalla de plata en el torneo clasificatorio de este año le valió una plaza en París.
«La preparación para los Juegos Olímpicos no es fácil, pero cuando pones a Dios en primer lugar, todo es posible», afirmó.
Atletismo
Julien Alfred, Santa Lucía
«Considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse a nosotros» (Romanos 8:18). Julien Alfred, una prometedora estrella del atletismo de Santa Lucía, nombrada dos veces atleta del año de su país, incluye este versículo en su perfil de Instagram.
Alfred ganó una medalla de plata en los 100 metros planos femeninos en los Juegos de la Commonwealth de 2022. En 2024, quedó primera en la final de 60 metros del Campeonato Mundial de Atletismo en Pista Cubierta.
Mientras se prepara para correr en los 100 (y quizá en los 200), cree que su fe en Dios y su duro trabajo pueden llevarla a estar entre las mejores. «Soy una mujer de Dios fuerte y muy trabajadora, y eso me ha hecho ser quien soy», afirma. «Por eso estoy hoy aquí».
Rasheed Broadbell, Jamaica
El atleta jamaicano Rasheed Broadbell, de 23 años, destaca en los 110 metros vallas masculinos, evento en el que ganó una medalla de oro en los Juegos de la Commonwealth de 2022.
La destacada actuación de Broadbell creó expectativas para el Campeonato Mundial de Atletismo de 2023. Pero en las preliminares, chocó contra varios obstáculos y se cayó.
A pesar de estos problemas, Broadbell expresó su gratitud a Dios. «Ha sido un viaje como una montaña rusa; estoy agradecido por todo. Sobre todo, le doy las gracias a Dios por haberme sacado adelante en cada momento».
Al reflexionar sobre su clasificación para París, compartió en Instagram: «Bendecido por haber llegado al equipo nacional por tercera ocasión, pero súper agradecido por haber llegado a mis primeros Juegos Olímpicos. Si tuviera que decir la historia de cómo lo hice sin los videos de la carrera sonaría loco, pero Dios continúa haciendo sus milagros en mi vida y estoy verdaderamente honrado de mostrar lo que el Señor ha hecho por mí».
Olivia Lundman, Canadá
Olivia Lundman, de 21 años, participará en el primer relevo mixto de maratón de la historia de los Juegos Olímpicos junto a su compañero de equipo y entrenador, el medallista olímpico Evan Dunfee. En el evento clasificatorio de abril, Lundman tuvo problemas en los últimos diez kilómetros y vomitó dos veces. Pero se armó de valor y terminó entre las 22 primeras clasificadas para las olimpiadas. «Me siento increíblemente bendecida por tener esta oportunidad y estoy emocionada por el viaje que me espera», escribió Lundman en Instagram.
Lundman también fundó Beneath the Surface para compartir historias de jóvenes que viven con problemas de salud mental. «He aprendido a abrirme a los demás, abrazar quién soy y apoyarme en mi fe», escribió. «Es algo en lo que todavía tengo que trabajar cada día, pero sé que [Dios] me puso en este planeta por una razón».
Durante un sermón en su iglesia el pasado noviembre, Lundman testificó que la oración la había ayudado en medio de sus experiencias de depresión y ansiedad. «Cuando tenía problemas, solía pensar: Dios, ¿por qué me has abandonado? ¿Dónde estás? No me daba cuenta de que era durante esos momentos de lucha cuando Él era el único que me mantenía en pie y me sacaba adelante cada día».
Sydney McLaughlin-Levrone, Estados Unidos
Syndey McLaughlin-Levrone batió su propio récord mundial por tres centésimas de segundo en las pruebas olímpicas de Estados Unidos en junio, al correr los 400 metros vallas en 50.65 segundos. Su actuación la puso adelante de la segunda clasificada por casi dos segundos.
McLaughlin-Levrone ha batido el récord mundial de 400 metros vallas en cinco ocasiones desde 2021. En Tokio, se llevó a casa dos medallas de oro, una en los 400 metros vallas y otra en el relevo 4×400. En 2022, World Athletics la nombró atleta del año junto al pertiguista (salto con garrocha) sueco Mondo Duplantis.
Mientras continúa redefiniendo los límites de su deporte, McLaughlin-Levrone vuelve constantemente a su fe. «Alabado sea Dios», dijo tras batir su récord de junio. «No me lo esperaba. Él lo puede todo. Todo es posible en Cristo».
McLaughlin es extremadamente abierta sobre su fe, dando gracias a Dios y dándole la gloria en casi todas las entrevistas que ha hecho en su condecorada carrera atlética. Su cuenta de Instagram está llena de versículos y citas de libros cristianos. Entre lo más destacado de su Instagram se encuentran fragmentos de sus pasajes favoritos de las Escrituras e imágenes de su Biblia llena de subrayados y notas para sí misma.
Keturah Orji, Estados Unidos
Keturah Orji, diez veces campeona de Estados Unidos que actualmente sostiene el récord del salto triple, compite ahora en sus terceros Juegos Olímpicos. Orji, también la primera mujer en ganar cuatro títulos de triple salto de la División I de la NCAA, terminó cuarta en Río y séptima en Tokio.
El talento atlético de Orji se complementa con su devoción, un rasgo que a menudo veía en su madre, a quien admira por «su fe en Dios y la forma en que vive su vida, la forma en que se preocupa por los demás».
En su post de Instagram en el que celebraba su clasificación para los Juegos Olímpicos de París, hizo referencia a Juan 3:27: «Una persona solo puede recibir lo que se le da desde el cielo. Agradecida por todo lo que Dios me ha dado». Después de ganar su décimo título nacional estadounidense en febrero, escribió: «Gracias a todos los que están orando por mí (sigan orando)».
Tarsis Orogot, Uganda
Los corredores de fondo de Uganda han puesto al país en el mapa como una potencia del atletismo. Este año, Tarsis Orogot puede hacer famoso a su país en el sprint. Estudiante de la Universidad de Alabama, actualmente sostiene el récord nacional de 100 y 200 metros, y se describe a sí mismo como «un chico con un sueño». Sin embargo, sus buenos resultados en los Campeonatos de Atletismo de la NCAA podrían estar haciendo realidad ese sueño.
Fuera del atletismo, Orogot se ha forjado una reputación por su afición a los calcetines (medias) y dice que suele acudir a cada competencia con 15 pares, incluidos unos con diseños de Sonic the Hedgehog , Bob Esponja y los Avengers. «Cuando corro más rápido, suelo llevar las alas puestas», le dijo a Olympics.com.
Dejando a un lado su ánimo juguetón, cuando la capacitación de Orogot lo llevó de Uganda a Kenia y de allí a Estados Unidos, escribió: «Toda la gloria y alabanza a tí, altísimo Dios».
Marileidy Paulino, República Dominicana
A diferencia de muchos atletas profesionales que comienzan sus carreras siendo niños, Marileidy Paulino, atleta de atletismo de la República Dominicana, comenzó su aventura a los 19 años con el objetivo de mantener a su familia.
Paulino, que antes corría descalza, se ha convertido desde entonces en medallista de plata olímpica en el evento individual de 400 metros y en el relevo 4×400 (Tokio 2020). Además, ha conseguido tres medallas en los Campeonatos del Mundo de Atletismo.
En 2021, Paulino llamó la atención por un mensaje en sus zapatos deportivos: «Dios es mi esperanza. Amén». Más tarde, una imagen de la atleta sosteniendo la bandera de la República Dominicana y la Biblia fue uno de los momentos más llamativos de los Juegos de Tokio.
«Llevo la Biblia conmigo porque tengo fe en Dios, que Él hizo posible que lograra esta medalla», explicó. «Se la dedico al pueblo dominicano y los animo a creer en Dios porque solo Él es nuestra esperanza».
Yemisi Magdalena Ogunleye, Alemania
Yemisi Ogunleye es una lanzadora de peso de Alemania cuya cuenta de Instagram declara audazmente: «NO YO, SINO JESÚS EN MÍ». Ogunleye ganó una medalla de plata en los Campeonatos Mundiales bajo techo a principios de este año, lanzando su propio récord personal de 20.19 metros (66.24 pies), y también ha conseguido la plata en otras dos competencias europeas, así como el bronce en los Campeonatos de Europa.
La fe de Ogunleye la ha llevado tanto a través de las lesiones como del éxito. «Soy amada tal como soy», afirma. «Con medalla o sin medalla, soy valiosa».
Ogunleye es hija de padre nigeriano y una madre alemana, y en otras ocasiones habló de haber sufrido a causa del racismo. Sin embargo, se ha mantenido fiel a Dios y a su llamado en su vida. «Sabiendo que Dios ha preparado un camino, toda la gloria sea para Jesús».
Voleibol
Micah Christenson, Estados Unidos
Conocido como el «Hombre de acero» en la cancha, Micah Christenson está listo para sus terceros Juegos Olímpicos. Como atleta que compite contra los mejores del mundo, el colocador ha aprendido a controlar su propio estrés cuando juega.
«Soy cristiano», dijo. «Creo en Dios y sé que obtengo mucha libertad de mi fe en Dios. Cuando estoy ahí fuera, me siento libre para tomar decisiones diferentes y arriesgarme un poco porque sé dónde está mi identidad y ese amor siempre va a estar ahí».
Padre de tres hijos, Christenson ha declarado que la experiencia de ser padre le ha ayudado a estrechar las relaciones con sus compañeros de equipo, que también son padres. Añade que tener hijos le ha dado una nueva perspectiva del deporte y que está emocionado de saber que lo estarán viendo mientras compite este año.
Nyeme Nunes, Brasil
Los aficionados brasileños llaman cariñosamente a Nyeme Nunes Doutora (doctora). Este apodo no es un guiño a sus logros académicos, sino un testimonio de su destreza en la cancha: lo gestiona todo para el equipo, como un médico cuida de un paciente.
Nunes empezó a jugar al voleibol a los 9 años por influencia de su madre, que la llevaba a practicar este deporte en las calles de su ciudad natal, Barra do Corda, en el estado nororiental de Maranhão. A los 13 años ya se había unido a un equipo de adultos. Desde 2015 juega con la selección brasileña, con la que ha ganado varias medallas de plata. En 2017, Nunes fue nombrada mejor líbero del Campeonato Mundial Sub-20.
Nunes ha celebrado sus logros publicando versículos de la Biblia en sus redes sociales. Después de ganar el Campeonato Sudamericano de Clubes este año con el equipo de su club, compartió el Salmo 147:11: «El Señor se complace en los que le temen, en los que confían en su gran amor».
Halterofilia
David Liti, Nueva Zelanda
Después de una temporada desalentadora en 2017, David Liti se colgó la medalla de oro en los Juegos de la Commonwealth de Gold Coast 2018 cuando estableció un récord al levantar un total combinado de 403 kilos. Conmocionado por la victoria, lloró en la ducha durante una hora, preguntándole a Dios qué quería decirle.
El atleta tongano-kiwi se dio cuenta de que nunca estaba solo. «Dios me dio todos esos retos para que pueda ser mejor, para que pueda llegar y estar preparado para cuando gane», dijo.
Liti compitió en Tokio y quedó quinto en halterofilia, en la categoría de 109 kilos. Para los próximos Juegos, Liti, de 27 años, bromeó diciendo que espera ser conocido como «comedor profesional de cruasanes». También afirmó: «Tengo la bendición de hacer lo que me gusta al máximo de mi potencial, y estoy emocionado por llegar allí y representar a todos los que han formado parte de este viaje».
Don Opeloge, Samoa
Después de batir un nuevo récord en los Juegos del Pacífico del año pasado y ganar el oro en la categoría masculina de 102 kilos, lo primero que hizo Don Opeloge fue dar gracias a Dios por darle fuerzas. El joven de 25 años atribuyó su éxito a Dios: «Solo quería alabar a Dios por darme la fuerza y la confianza que me guían para hacer lo mejor posible y conseguir estas medallas de oro para Samoa».
Olepoge había planeado competir en Tokio, pero no pudo asistir porque el gobierno samoano mantuvo a sus atletas en casa debido a la pandemia de COVID-19. Cuando se clasificó para París este abril, Opeloge dijo lo mismo: «Toda la gloria a Dios por la fuerza y que siempre me acompañe en mi viaje».
Don no es el único Olepoge que llega a los Juegos Olímpicos. Su hermana Mary representó al país en Río, mientras que otra hermana, Ele, obtuvo la única medalla olímpica de Samoa (una plata) en los Juegos de Pekín 2008, después de que dos atletas fueran descalificadas por dopaje.
«Sea cual sea el talento que Dios te haya dado, se trata de servir a Dios, a tu familia y a Samoa», dijo Opeloge.
Yenni Álvarez, Colombia
A los 13 años, Yenny Álvarez se clasificó para su primera competencia nacional. El problema es que no tenía una cédula de identidad ni certificado de nacimiento. La adolescente vivía con una tía tras la muerte de su madre y el abandono de su padre. Solo con la ayuda de su entrenador pudo sortear los entresijos de la burocracia gubernamental, conseguir la documentación necesaria para viajar y competir.
Ahora, Álvarez competirá en París en la categoría de 59 kilos de halterofilia. Tras escalar posiciones en la halterofilia, en 2015 Álvarez dio positivo por boldenona y le prohibieron competir durante cinco años. Sin embargo, siguió entrenando. El año pasado batió el récord panamericano en su categoría de peso y celebró su victoria en Instagram: «¡Gracias a Dios, que nos da la victoria a través de nuestro SEÑOR JESUCRISTO!». Álvarez aseguró su plaza en los Juegos Olímpicos en abril, cuando quedó tercera en la Copa del Mundo.
A principios de este año, el Comité Olímpico Colombiano la nombró atleta del año. Álvarez conmemoró el honor publicando Juan 3:27 en sus redes sociales: «Una persona solo puede recibir lo que se le da desde el cielo».