Cuidar por la salud del niño globalmente

Los primeros mil días en la vida de un niño pueden ser los más importantes en términos de impactar su salud para el resto de su vida.

Christianity Today October 3, 2016
Peter Kim / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Jeniffer E. Dyer es Directora Ejecutiva de Hope Through Healing Hands, una organización sin lucro cuya misión es promover una mejor calidad de vida para los ciudadanos y las comunidades alrededor del mundo usando la salud como la moneda para la paz.

La salud infantil mundial es un problema que nos atañe a todos y hay algunas cosas que debemos saber sobre cómo esto afecta no únicamente a nuestra comunidad hispana sino al mundo entero. A continuación ofreceremos algunos consejos de parte de una experta en problemas de justicia social que debemos escuchar. ¿Cuál es la etapa más importante en la vida de un niño que contribuye a una vida saludable?

Los primeros mil días en la vida de un niño pueden ser los que más impacten su salud por el resto de su vida; es decir, desde el momento de su concepción hasta un poco después de su segundo año de vida.

¿Cuáles son las necesidades esenciales durante estos primeros mil días que las madres hispanas y sus familias podrían desconocer?

Asegurarse de que las madres tengan acceso a un buen cuidado prenatal, que tomen su ácido fólico y sus vitaminas, que tengan acceso a un médico, a una persona que ayude con el cuidado del bebé, a una buena nutrición para el bebé y para la madre, y por último agua potable, la cual muchas veces damos por hecho en los Estados Unidos. Todo esto es esencial durante los primeros nueve meses a fin de prevenir problemas graves tanto de salud como del desarrollo cognitivo de bebé.

El siguiente momento crítico es durante el parto; aquí es indispensable contar con ayuda profesional. En países en desarrollo las madres deciden, en ocasiones, dar a luz a sus bebés en casa, lo cual a menudo es peligroso, y muchas mujeres mueren al hacerlo. Es vital asegurarse de contar con un ayudante capacitado durante y después del parto, que el recién nacido reciba las vacunas, la leche de pecho y la nutrición adecuada. Después de eso, es necesario aprender a planificar el nacimiento de los siguientes hijos. Gracias a la buena investigación médica sabemos que, especialmente en países en desarrollo, es importante que las madres que viven con menos de un dólar o dos al día espacien el nacimiento de sus hijos cada tres años. Si pueden hacer esto, los niños tendrán el doble de posibilidades de sobrevivir el primer año de vida.

Así como es un problema la mortalidad infantil o la supervivencia de los infantes, también lo es para las madres el asunto de la mortalidad materna. Si pueden tener su primer embarazo hasta los 20 años de edad, en lugar de en la adolescencia, como sucede en tantas culturas, incluyendo la latina, es más probable que las madres sobrevivan a las complicaciones durante el embarazo y el parto.

Aunque sabemos que en los países en desarrollo el problema es la pobreza, ¿cuáles son algunos de los obstáculos que enfrentan las madres y familias hispanas aquí en los Estados Unidos para obtener esta clase de cuidado e información?

Tal vez los padres desconozcan la importancia de obtener cuidado prenatal, de una buena nutrición durante el embarazo y de vacunar a sus hijos como mecanismo de supervivencia. Es solo cuestión de educarse sobre las intervenciones y el periodo de los primeros mil días, lo que marca el resto de la vida del bebé y su éxito, tanto cognitivo como físico.

¿Qué le diría a alguien que quiere ayudar a educar a su comunidad, especialmente a la comunidad hispana?

Tenemos un libro llamado “Proyecto para madres y niños: Luchemos por la salud y la esperanza” (The Mother & Child Project: Raising Our Voices for Health and Hope, en inglés). Contiene una introducción escrita por Kay Warren, un prefacio de Melinda Gates y otros 48 autores de la comunidad de fe han contribuido a la redacción de este libro. Su propósito es el de educar a las familias de las iglesias—incluyendo a las hispanas y católicas—sobre estos problemas de salud materna e infantil, y lo importante que estos son para salvar las vidas de las madres y de los niños alrededor del mundo.

¿Qué más pueden hacer quienes desean ayudar a la comunidad?

Lo primero es orar, comprometerse a pasar tiempo en oración por estas mujeres y familias alrededor del mundo. Lo segundo es encontrar una organización sin fines de lucro que apoye a las mujeres y a los niños alrededor del mundo. World Vision, World Relief y Compassion son organizaciones religiosas que están llevando a cabo este tipo de ministerio. Esta es una manera de invertir no solo su tiempo, sino también su dinero. El activismo es la tercera manera en que los estadounidenses pueden involucrarse. La mayoría no saben que en realidad menos del uno por ciento del presupuesto de los Estados Unidos se destina a la salud y al desarrollo mundial.

Eso no es lo que por lo general escuchamos. Escuchamos que una cantidad considerable de dinero va a estos países, pero es sorprendente saber que en realidad es menos del uno por ciento.

Ni siquiera es el diezmo. No es ni siquiera el uno por ciento; técnicamente es menos de dos terceras partes del uno por ciento lo que realmente se dedica a ayuda al extranjero. Parte de nuestro trabajo es rebatir el mito de que se destina mucho dinero a ayudar a países en desarrollo y recordarle a los estadounidenses que estamos hablando solo de una fracción de un centavo. Debemos hacerles saber a los líderes del Congreso que apoyamos el que se haga lo correcto, y el que subvencionen completamente la salud de las madres, los recién nacidos y los niños alrededor del mundo.

Hay otros problemas de justicia social que se relacionan a las mujeres y bebés saludables: uno es el tráfico humano, otro la orfandad. ¿Podría hablar un poco más sobre esto?

Este libro fue escrito por grandes autores como Christine Caine, Natalie Grant, Mary Beth Chapman y otros nombre familiares para el público que han escrito sobre el tráfico humano y la crisis de orfandad. Estos temas están relacionados con la salud materna e infantil, ya que el espacio de tiempo entre cada embarazo es un mecanismo de prevención para ambos problemas. Cuando vemos casos de pobreza extrema y mujeres que tienen demasiados niños, o uno tras otro, esto crea una verdadera preocupación financiera. Es cuando una familia no puede alimentar a sus hijos que vemos a padres tomar decisiones terribles, decisiones muy difíciles, como entregar a sus hijos a orfanatorios o al tráfico humano. La intervención crítica para la salud materna e infantil, es decir, el aprender cómo espaciar la concepción de los hijos y la planeación de la cantidad de hijos que los padres desean tener, pueden ayudar a terminar tanto con el problema del tráfico humano como con el de la crisis de orfandad.

¿Qué más le gustaría compartir con las familias y comunidades hispanas?

Sabemos cómo se ve el éxito, cómo se ven las madres y niños saludables en comunidades y culturas hispanas tanto aquí como alrededor del mundo, y sabemos qué hacer. El orar e involucrarse con organizaciones religiosas locales y el abogar por ellos ante los representantes del Congreso o del Senado nos hará dar pasos gigantescos hacia adelante a fin de salvar millones de vidas.

James Dobson: por qué voy a votar por Donald Trump

El fundador y presidente de Family Talk explica por qué centra su decisión sobre el futuro de la Corte Suprema.

Christianity Today October 3, 2016
Photo by Joe Raedle / Getty

Esta traducción fue publicada en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

¿Cuáles son los argumentos más fuertes para que un cristiano vote por Donald Trump?

Primero, déjeme decir que contestaré a sus preguntas como persona privada y no como representante de la organización que dirijo.

Yo no voto por candidatos o por partidos políticos. Yo apoyo a los que dirigirán al país correcta, honorable y prudentemente. En muchos sentidos, esta es una elección monotemática porque afectará cada dimensión de la vida norteamericana: la composición de la Corte Suprema. La muerte repentina de Antonin Scalia (juez de la Corte Suprema) hizo que esta elección sea la más significativa de nuestra vida. El próximo presidente nominará tal vez tres o más magistrados cuya filosofía judicial formará a nuestro país por las próximas generaciones.

Los magistrados que no son elegidos, no tienen que rendir cuentas a nadie, y son imperialistas tienen una historia de imponer decisiones horrendas a la nación. Una decisión que aún nos afecta es Roe v. Wade, impuesta a Norteamérica en 1973. Dividió a la nación y ha conducido al asesinato de 54 millones de bebés inocentes. Esta matanza sucede a diario.

Eso nos lleva a preguntar cómo será el poder judicial en la administración de Trump. Asistí a un evento en junio del 2016 titulado, “Conversando con Donald Trump” en Nueva York, con más de 1,000 líderes religiosos en asistencia. Antes de la reunión, 30 de nosotros nos reunimos en sesión privada en Trump Tower. La mayoría éramos evangélicos o católicos conservadores. Yo le pregunté al candidato con respecto a sus preocupaciones sobre la libertad religiosa.

Me gustó que él nos prometiera enfáticamente que trabajaría para proteger nuestras libertades religiosas. Desde entonces ha hecho pública una lista de posibles candidatos para la Corte Suprema que es estelar. Debemos orar para que, si electo, cumpla su palabra.

La selección de Trump del Gobernador Mike Pence como su compañero de fórmula fue una decisión sumamente alentadora. He sido amigo personal del Gobernador Pence por más de 30 años. Él es pro vida, pro matrimonio tradicional, hombre de familia piadoso, conservador sólido, y líder competente. No existe otro político a quien yo respete más.

Muchos partidarios de Trump creen que Clinton sería un desastre para la nación. ¿Por qué?

Mi mayor preocupación sobre Clinton tiene que ver una vez más con la Corte Suprema. Clinton ha dicho que buscará revocar la libertad religiosa y traer el poder del gobierno contra la gente de fe. Ha dicho claramente en muchas ocasiones, incluyendo un comentario que hizo durante la Cumbre Mujeres en el Mundo 2015.

Las leyes sobre “la salud reproductiva” y el parto sin riesgos “tienen que ser respaldados con recursos y voluntad política,” dijo Clinton. “Y las normas culturales arraigadas, las creencias religiosas, y los prejuicios estructurales tienen que ser cambiados.”

“La salud reproductiva” es un eufemismo de aborto, por lo tanto esa amenaza debería enviar escalofrío en las espaldas de todo verdadero creyente en Jesucristo. Eso descaradamente contradice las garantías de la Constitución de los Estados Unidos. No nos atrevamos a dar máximo poder a alguien que no respeta o se sienta limitado por este documento histórico. Es el fundamento para todas las libertades que nos otorgaron los padres fundadores.

Estoy convencido que con el presidente equivocado, pronto veremos un ataque masivo contra la libertad religiosa. Ciertos grupos y organizaciones poderosas buscan debilitar la iglesia de Cristo Jesús y limitar lo que los pastores y ministros puedan decir y hacer públicamente. Creen que algunas de nuestras enseñanzas representan “lenguaje discriminatorio” y debe ser reprimido. Buscan restringir severamente las libertades de los planteles cristianos, organizaciones no lucrativas, y empresas, hospitales, entidades benéficas, y seminarios. Con las universidades cristianas, quieren limitar a quienes los líderes pueden escojer como catedráticos y lo que se les enseñará a los estudiantes. Los fondos públicos y la acreditación estarán en la mira, y usted puede estar seguro que las casas escuelas serán acosadas.

Nosotros en Family Talk hemos experimentado en carne propia su tiranía. El Departamento de Salud y Servicios Humanos ha tratado de forzarnos a proveer contraceptivos [a través de cubrirlos en nuestros planes de seguro médico], al igual que las pastillas anticonceptivas de emergencia y otros medicamentos que son conocidos que impiden que los embriones se implanten en el útero de mujeres embarazadas. Es un asesino de bebés. El gobierno federal nos ha forzado a demandar para encontrar alivio. Ahora estamos en una demanda judicial federal que puede ser decidida por la Corte Suprema. Si perdemos nuestro caso y nos negamos a cumplir, enfrentaremos ruinosas multas y nos forzarán a cerrar nuestras puertas. Todo depende de cinco abogados que conforman la corte.

Hay muchas preocupaciones sobre la candidatura de Clinton. Ella ha propuesto pagar por los abortos en otros países alrededor del mundo, incluyendo generoso fondos públicos para Planned Parenthood; y se ha comprometida a las demandas más radicales de la agenda LGBTQ, para mencionar una o dos.

Muchos cristianos están profundamente preocupados por la retórica de Trump, especialmente por sus comentarios sobre los hispanos, mujeres, y musulmanes en particular; ellos caracterizan sus comentarios como intolerantes.

Claramente, Trump habla en hipérbole. Su retórica ha sido inexcusable, y yo no lo defiendo. Espero que la crítica que ha recibido del público tenga influencia en su oratoria. Creo que ya la ha tenido.

Sirvo en un comité de fe de 22 líderes, que están trabajando para ayudar a Trump a hacer las decisiones correctas. Yo sé que Franklin Graham, Jerry Falwell Jr., Robert Jeffress, James Robinson y muchos otros líderes respetados tienen acceso directo a él. Si Trump resulta ser un demagogo incorregible, esperemos que esté controlado por el proceso político. Existe un equilibrio de poderes en nuestro sistema de gobierno.

Por lo tanto usted no piensa que eso sea razón para no apoyar a Trump.

No creo ni por un segundo que Hillary Clinton no esté usando retórica incendiaria detrás del telón sobre mucha gente, especialmente de los conservadores. La política es lo que importa.

La semana pasada, tuve cita con un oftalmólogo para un examen rutinario de la vista. La asistente técnica colocó un dispositivo de metal frente a mi cara. Miré a través de dos agujeros y vi una línea corta de letras. Luego ella me preguntó, “¿Está bien así?” Luego después de cambiar el lente, preguntó, “¿Es esto mejor?” Me dieron sólo dos opciones: número uno o número dos. Aquí es donde estamos como nación en esta elección. ¿Es uno o es dos? No existe una tercera opción viable.

Hay características obvias sobre Mr. Trump que yo desearía poder cambiar. Sin embargo, creo que él es el mejor candidato disponible, punto y aparte.

Muchos evangélicos están preocupados por el estilo de vida de Trump, como su orgullo de dormir con muchas mujeres, y sus inversiones en juegos de azar, para mencionar dos. ¿Le preocupa a usted esta conducta?

Por supuesto que me preocupa. En el mundo ideal, yo quisiera a un hombre o mujer piadoso para presidente, más parece que no hay tal persona en la balota. Y algunas de esas caracterizaciones parecen reflejar el pasado de Trump. Como cristiano, amo cuando las personas cambian, y yo espero en Dios que él haya cambiado. La evangelista Paula White dice que ella lo llevó a Cristo. No sé cuál sea su compromiso con Cristo—eso lo decide Dios. Yo no tengo ningunas ilusiones de que él sea un ejemplo moral, pero sí creo que es buen padre.

Como dije en mi declaración de apoyo, “Sin lugar a dudas, mi decisión de recomendar al señor Trump ha sido influenciado por la forma en que sus hijos hablan de él como padre.” Como psicólogo y consejero familiar, he pasado mi vida capacitando familias. He observado que no se puede obligar a un hijo(a) hablar de sus padres de la forma en que los hijos de Trump hablan de él.

Lo que sí sé es que Trump se ha rodeado de muchos líderes cristianos. Aparentemente, ya estaba haciéndolo mucho antes de que decidiera correr para presidente. Él se ha involucrado en el trabajo arduo de desarrollar relaciones con la comunidad de fe y ha prometido conservar nuestros valores con sus prioridades legislativas y judiciales. Es un cliché pero es verdad: estamos eligiendo a un comandante en jefe, no a un teólogo en jefe.

¿Cómo resumiría usted su perspectiva de la candidatura de Trump?

Yo creo que este gran país está colgado de un hilo. Si cometemos otro error trágico después de poner a Barack Obama en el poder por ocho años, jamás nos recuperaremos de ello. Trump pueda que nos decepcione y que nos avergüence cuando esté en el poder. Pero Hillary Clinton, dada su conducta sin ley y lo que ha prometido hacer, sería un desastre. Ella va a edificar en las políticas de Obama de redefinir el matrimonio, incrementar las políticas del aborto, atentar contra las identidades de sexo, imponer impuestos en nuestros recursos y gastarlo, nombrar jueces y magistrados liberales, y la lista continúa. Tiene que haber una persona mejor que nos saque del desierto. ¿Es Donald Trump? Espero en Dios que así sea. Si resulta ser un fracaso, serán nuestros nietos, y las generaciones futuras, los que sufrirán. Si se elije a Clinton, ese sufrimiento empezará mucho antes.

James Dobson es fundador y presidente de Family Talk. Su libro más reciente es Your Legacy: The Greatest Gift.

El primero en mi familia que se graduó de la universidad

Ninguno de mis padres se graduó de la escuela secundaria. Mi papá fue un músico Cubano y mi mamá una cantante.

Christianity Today August 27, 2016
Alan Light / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

El Dr. Carlos Campo es Presidente de Ashland University y fundador de la Coalición de Fe y Educación para la NHCLC. Fue el primero en su familia que asistió a una universidad y recientemente compartió su historia en la conferencia 2016 Prepárate, “Educando Latinos para el América del Futuro.”

Siéntase en libertad de compartir la historia inspiradora del Dr. Campo con estudiantes y padres de familia durante el Domingo de la Educación.

Ninguno de mis padres se graduó de la escuela secundaria. Mi papá fue un músico Cubano y mi mamá una cantante y se conocieron en el programa de televisión de Jack Paar. Era una vida vibrante, excitante y diferente. ¡No supe que tan diferente era hasta que me di cuenta que no todo mundo tenía cantantes, músicos y actores talentosos visitando su casa!

Era un hogar vibrante, pero tenía todo en mi contra cuando se hablaba de mi graduación de la escuela secundaria. Lo que tenía a mi favor, eran mis padres que tenían altas expectativas para mi éxito. Mis padres me hicieron creer que yo podía hacer cualquier cosa. Que todo era posible y que la educación—incluyendo la graduación de la universidad—sería parte de mi futuro. Mi papá era quizás muy parecido al tuyo o a tus abuelos en que creía que era su deber asimilarse a la cultura Norteamericana de una manera muy especifica. El vio que el inglés era el idioma de poder, el idioma de comercio. Sintió que para nosotros tener éxito, teníamos que asimilarnos y someternos por completo al idioma del inglés. Y lo hice. Yo fui aquel niño, mentalmente y emocionalmente dividido como muchos de primera y segunda generación de Latinos, sentados en el salón de clase pensando, “me llamo Carlos Campo, pero no me siento como un hispano.” Mi apellido latino fue un regalo que mi padre me dio, pero no se sintió así en ese momento. No dominaba bien el español. No tenía el color de piel de mi padre, ese color bello café con leche. Sentía que si mi nombre fuera Bill o Tom, “pudiera desaparecerme dentro de la cultura Norteamericana por completo y deshacerme de ser Latino; entonces iba a poder encajar.”

Mi experiencia dio un giro completo años después cuando empecé a enseñar en una universidad comunitaria y vi muchos rostros cafecitos en mi salón. Les preguntaba, “¿por qué? ¿Por qué hay tanto Latino en mi salón?” Respondieron, “vimos tu nombre en el catalogo, así que llegamos.” Me asombré. El apellido latino que no valoré cuando era joven, vino a ser una invitación para estos estudiantes que pensaron, “quizás el sabe algo de nuestras vidas, de nuestra lucha.” Fue un bello momento. Mis estudiantes me ayudaron a retomar mi cultura Latina y me dieron un sentido de orgullo.

Ame a estos estudiantes y me entristecía cuando sabía de estudiantes que habían trabajado arduamente en la escuela preparatoria, pero descubrieron al querer ingresar a la universidad que no podían por falta de documentación. Otros simplemente no estaban preparados para el rigor del trabajo universitario. Me acuerdo mi primera reunión de administración. Empecé a dialogar con personas que estaban discutiendo los temas mayores que contribuían al éxito de los estudiantes. En esa reunión, pensé, “si dejo el salón de clase y me hago parte de la administración, quizás pueda tener un mayor impacto sobre estudiantes Latinos, y más estudiantes en general, proveyendo mejor acceso y oportunidades y todo lo que eso conlleva.”

Por la gracia de Dios, fui decano interino de una universidad, la universidad más grande del Sur de Nevada, y he tenido el privilegio de ser el Presidente de dos universidades.

Tengo dos temas importantes para compartir con padres de estudiantes al nivel de K-12. Primero, cada estudiante tiene que ser desafiado en el salón de clase a un alto nivel. Tenemos que preparar a cada estudiante efectivamente para la univerdidad y la vida, y las expectativas altas son el primer paso para cumplir esto. Puedes ser el primero en tu familia en graduarte de la escuela preparatoria. Puedes ser el primero en graduarte de la universidad y seguir con estudios de nivel de maestría y doctorado.

Segundo, te invito a recordarte que tu herencia Latina es un regalo. Va contigo a tu vida de universidad y profesional. Abrázala porque no te es estorbo; enriquece tu vida en maneras que quizás no entiendas por muchos años más. Dios milagrosamente teje nuestras historias juntas para Su gloria y Sus propósitos, rico o pobre, café y negro, y rojo, y amarillo, y blanco, de todas las partes del mundo.

Eres creado singularmente con propósito, y tanto tu herencia como tu educación te llevaran al cumplimiento de tus sueños actuales y los que todavía no logras soñar. Hace años atrás, un mentor me dijo, “Carlos, tenemos que enseñarle a nuestros jóvenes a que sueñen en grande. Tenemos que expandir su entendimiento de lo que actualmente pueden lograr.”

¿Un año escolar excelente empieza en—la iglesia?

Mi iglesia inicia cada nuevo año escolar con una celebración—El Domingo de la Educación.

Christianity Today August 25, 2016
Bicentenario Uruguay / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Siempre me ha encantado un nuevo año escolar. Me gusta llenar la mochila con nuevos artículos, pero me emociona que cada estudiante tiene la oportunidad de empezar de nuevo en ese primer día de clases. Los nuevos comienzos son un regalo de Dios—y así también lo es una oportunidad educativa. Y ésta es la razón que mi iglesia inicia cada nuevo año escolar con una celebración—El Domingo de la Educación.

Miles de iglesias a través de los Estados Unidos participaran en el Domingo de la Educación el primer domingo de septiembre (4 de septiembre, 2016). Algunas iglesias tendrán un enfoque especial a través de todo el mes. Desde tiempos de oración específicamente para maestros y alumnos a oportunidades para becas e invitados especiales y eventos, líderes de iglesias estarán motivando a sus estudiantes a que tengan éxito en la escuela. Estos pastores y padres desean que sus hijos aprendan a amar a Dios con todo su corazón, su alma, sus fuerzas y su mente (Lucas 10:27).

Las iglesias en que los miembros hablan Español aprecian el enfoque en el éxito educativo. Una reciente investigación de Barna Research Survey de adultos Americanos Hispanos reveló que la educación fue uno de los dos “desafíos mayores” para la comunidad Latina, y que inmigrantes de la primera generación son los que más se preocupan de la educación de sus hijos. Este valor profundo sobre la educación explica porque miles de iglesias, a lo largo de más de 30 estados, se enfocan en la educación, por lo menos por un domingo cada septiembre.

En Nueva York, el pastor Fernando Cabrera y su congregación, New Life Outreach International, han visto como el Domingo de la Educación ha sido de bendición para su comunidad en el Bronx. Explica, “El Domingo de la Educación ha causado que experimentemos la mayor asistencia que jamás hemos visto durante “Labor Day” y ha catapultado la iglesia hacia un crecimiento durante la etapa del otoño. Los niños recibieron mochilas y artículos escolares en una vecindad considerada una de las más pobres de Norteamérica, dentro de su distrito congregacional. Recibieron lo que muchos no hubieran recibido por falta de recursos económicos. Fue algo digno de verse poder ver las caras sorprendidas y con sonrisas cuando recibieron sus artículos escolares.”

En Denver, la beca ofrecida a través del Domingo de la Educación hizo una diferencia para Ammi Adame que asiste a La Casa del Alfarero. Hijo de inmigrantes, y la primera generación en asistir a la universidad, Ammi se enfrentó con un gran desafío al pagar su matrícula y libros para sus clases. Durante un servicio del Domingo de la Educación, Ammi se informo de la beca y aplico inmediatamente. Estaba alegre al saber en noviembre que él se gano esa beca.

En Austin, en mi iglesia, Life Church, estaremos regalando un recurso nuevo disponible para el Domingo de la Educación, que es una hoja de información de Scholastic. Le ofrece a padres consejos que pueden implementar en casa, para el regreso a clases de sus hijos.

Las iglesias hispanas ofrecen mucho apoyo para familias e individuos para ayudarles alcanzar la potencial total que Dios les dio. Incluyamos un enfoque en la educación mientras ministramos a nuestros congregantes. Cuando animamos a los estudiantes y a los padres que hagan de la educación una prioridad (desde pre-escolar hasta la universidad), estamos honrando la imagen de Dios en cada estudiante. Estamos equipándolos para mantenerse enfocados en el plan que Dios tiene para ellos y a la vez impactando nuestra comunidad y el mundo.

Si gusta mayor información sobre el Domingo de la Educación, visite www.faithandeducation.com.

Andrea R. Ramirez es Directora Ejecutiva de Faith and Education Coalition, NHCLC.

Valientes en la lucha

Nada toma a Dios por sorpresa con respecto a la condición de nuestro mundo.

Christianity Today August 25, 2016
M Yashna / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

El fin de semana pasado tuve el placer de asistir a la Conferencia de Mujeres Enamoradas de Jesús con mi mamá en la iglesia a la que asistía en mi juventud, Oak Cliff Bible Fellowship. Las oradoras principales este año, Beth Moore and Priscilla Shirer, hablaron de cómo ser mujeres valientes de Dios.

La enseñanza de Moore sobre 2 Timoteo era particularmente adecuada, dada la situación actual del país. Nos recordó que para los cristianos el tiempo no va, sino viene; significa que todo apunta a un evento en particular, la segunda venida de Cristo.

Tal como Pablo le recordó a Timoteo, Moore nos recordó que encendiéramos la flama de nuestros dones sin miedo a obstáculos, a las noticias locales, o a cualquier otro reto que podamos enfrentar, porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor (2 Timoteo 1:6-7).

Podemos ir a nuestros trabajos con seguridad, amar a nuestro prójimo, servir a nuestras comunidades y alabar en nuestras iglesias porque nada toma a Dios por sorpresa con respecto a la condición de nuestro mundo. ¿Necesita un recordatorio? Lea 2 Timoteo 3. Pablo le advierte a Timoteo que los últimos tiempos serán tiempos terribles, que la gente estará llena de egoísmo y avaricia, serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos e impíos. Pablo detalla toda una lista de comportamientos que parecen describir el mundo en el que vivimos hoy.

Y sin embargo, aunque Timoteo enfrentó a hombres y mujeres pecadores en su tiempo, Pablo le recuerda que sea prudente en todas la circunstancias, que soporte los sufrimientos, que se dedique a la evangelización y que cumpla con los deberes de su ministerio (2 Timoteo 4:5).

Pablo pudo animar a Timoteo y nos anima a nosotros. Pablo no ignoraba las dificultades de ser cristiano en una cultura hostil a su mensaje. Él fue golpeado, apedreado, abandonado, encarcelado, padeció hambre y perdió el sueño por causa del evangelio, y aun frente a peligros inimaginables perseveró por amor al evangelio, y no solo perseveró, sino que escribió la mitad del Nuevo Testamento. Animó a una nueva generación de discípulos que vendrían después de él y que llevarían las buenas nuevas de Cristo a todos los rincones de la tierra.

Pablo peleó la buena batalla. Animó a Timoteo y nos anima a nosotros a que hagamos lo mismo. Y también Moore le recordó a las mujeres en la Conferencia de Mujeres Enamoradas de Jesús: nuestro tiempo es muy corto y nuestro trabajo es demasiado importante para que seamos temerosas.

¿Qué haremos mientras viene Jesús? Seremos como Pablo, ¿nos gloriaremos en nuestras debilidades porque solo en Cristo es que somos fuertes? ¿Proclamaremos con denuedo las buenas nuevas de Cristo a nuestros compañeros de trabajo, vecinos y a nuestros seres queridos, o pasaremos nuestros días preocupados por cosas de las que, para comenzar, nunca tuvimos el control?

Yo quiero ser como Pablo y Timoteo; así que en el tiempo presente, escojo recordarme a mí misma las palabras de otro discípulo amado: “en el amor no hay temor… sino que el perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4:18).

Kathryn Freeman es Directora de Política Pública de la Comisión de la Vida Cristiana de los Bautistas de Texas.

Permita que Deuteronomio despierte su niño interior

Los israelitas necesitaban un buen sentido menos adulto, y más parecido al de un niño. De igual manera nosotros.

Christianity Today August 25, 2016
Brocreative

Esta traducción fue publicada en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Cuando me encuentro entre niños, me gusta preguntarles lo que desean ser cuando crezcan. Este ejercicio me fascina. Ofrece una rara oportunidad en la vida: la libertad de explicar cualquier cosa que la imaginación se atreve a soñar, desinhibida por las expectativas de otras personas o por temores. Las respuestas normalmente incluyen, “Quiero ser bailarina.” “Quiero ser astronauta,” y mi favorita, “¡Quiero ser princesa!”

La pureza de estos momentos tiene la brevedad del rocío de la mañana, antes que la “realidad” aparezca con su luz interrogante potente a secar todas esas gotitas que parecen joyas. “Tomémoslo en serio ahora,” dice la realidad, aclarando la garganta como una institutriz estricta sin tiempo para juegos absurdos que no producen rendimiento tangible.

Recuerdo mi shock hace unos años cuando le planté la pregunta a un niño de diez años de edad, y exclamó audazmente: “analista actuarial.” Yo no tenía ni la menor idea de lo que eso era, y dudaba si él tampoco lo sabía. Bien, no tengo nada en contra de analistas actuariales, y estoy seguro que ellos realizan un servicio importante, pero requiere poco esfuerzo para ver esto como una voz extraña. Esto no era la imaginación inmadura que vaga libremente, imaginándose las posibilidades más locas. En su lugar, esta era una voz “educada” representando a la de alguien más—probablemente la de los padres—un enfoque más sensible a su futuro.

Uno podría argumentar que los padres estaban actuando sabiamente. La probabilidad de que su hijo sea, digamos, un caballero exitoso es bastante desalentador. Seguramente, uno tiene que ser prudente sobre el futuro y evitar lanzarse a planes irrealistas que seguramente terminarán en tragedia.

El poner mucha sustancia en la prudencia, sin embargo, crea un peligro contrario: usted puede terminar paralizando al espíritu humano. Cuando los padres animan a sus hijos hacia objetivos en la vida “sensibles,” animan una actitud que favorece prudencia sobre la imaginación, sabiduría sobre riesgos, seguridad y confort sobre aventura y cambio.

Esto es particularmente problemático cuando usted afirma seguir a un Dios con una trayectoria de invitar a personas a un territorio desconocido—pidiéndoles que abandonen la tierra de sus padres, que cuestionen la autoridad de faraón, que entren en el mar, que abandonen sus redes, y que le sigan. Como creyentes, a menudo nos encontramos entre dos impulsos opuestos: ¿Viviremos como adultos sensibles, o prestaremos atención al llamado a veces aterrador de Dios a ser niños otra vez?

Resistencia a confiar

Después del éxodo de Egipto, los israelitas enfrentaron exactamente este tipo de llamado. Y “prudencia” era la vestimenta que usaron para cubrir la desnudez de sus temores. Al llegar a Cades Barnea, Moisés dijo: “¡Mira! ¡El Señor tu Dios ha puesto ante ti la tierra! ¡Sube! Toma posesión, así como el Señor, el Dios de tus padres, te dijo. No tengas miedo ni desmayes” (Deut. 1:20-21 [traducción completamente mía]).

La respuesta de los israelitas no es un rotundo “no.” Más bien, hacen la aparentemente sabia sugerencia que espías entren primero a recoger la información necesaria. Así, estarían preparados “para la ruta que deberían seguir y de las ciudades en las que podrían entrar.” (1:22).

Moisés le llamó a esta estrategia “buena” (1:23). De hecho, Josué más tarde la repetiría enviando espías a Jericó (Josué 2:1). En el caso de Josué, el pensamiento prudente fue mano en mano con una disposición auténtica de “ir” y “entrar en las ciudades” que Dios había preparado. En Deuteronomio, sin embargo, la “buena” estrategia sólo disfrazó la renuencia de responder al llamado de Dios. Fue una táctica de ganar tiempo, un camuflaje piadoso de su titubeo a obedecer.

Cada vez que sentimos el llamado de Dios hacia una decisión difícil y arriesgada, las voces de “prudencia” intervienen. Cuando por primera vez sentí a Dios llamándome para dejar mi país, Chipre, para estudiar teología y servirle en el ministerio, yo estaba trabajando en una institución bancaria. Había estupendos beneficios y la promesa de una carrera prometedora. Traté como pude de suprimir el llamado de Dios, su persistencia e intensidad se hicieron imposibles de ignorar. Tenía que mudarme. Tenía que informarle a mi jefe, vender mi carro, despedirme de familia y amistades y, con toda seriedad, volver a ser niña otra vez. No para realizar cualquier sueño de ser princesa, sino uno casi igual de ridículo: Yo quería ser misionera.

Las amistades trataron de disuadirme del suicidio de carrera. Otros me recomendaron hacer ministerio en mi propio país, mantener mi trabajo y encima servir. Mi tío hasta dijo, en el estilo de My Big Fat Greek Wedding: “Myrto, esto es una tontería. ¡Ahora nunca te casarás!”

Estas sugerencias “adultas” ofrecieron la excusa perfecta. No tan sólo evitar posibles sentimiento de culpabilidad y protección contra las demandas de renunciar a lo familiar y cómodo, como la petición de los israelitas de tener espías que investigaran la tierra, tenía mucho sentido—cuando menos en la superficie. Retrospectivamente, sin embargo, Moisés se dio cuenta que lo que parecía como un plan sabio realmente era señal de renuencia de confiar en la protección de Dios: “A pesar de eso, ninguno de ustedes confió en el Señor su Dios, que se adelantaba a ustedes para buscarles dónde acampar. De noche lo hacía con fuego, para que vieran el camino a seguir, y de día los acompañaba con una nube” (1:32-33). Moisés intencionalmente se refiere a Dios con el nombre hebreo tûr, comúnmente utilizada para describir la exploración de una región por el bien de la preparación militar. ¿Realmente pensaron los israelitas que Dios los enviaría a territorio que Él no había “espiado” primero?

¿Es Dios siempre bueno?

Por cada voz interna que me advertía que mi decisión era precipitada e irresponsable, había otras, voces audaces, como las de Caleb y Josué, que dijeron: “¡Myrto, sigue adelante sin miedo!” Finalmente, la voz “infantil” prevaleció. Sin embargo, la voz “adulta” siempre está observando desde la distancia, nunca dejando de indicar, en momentos de desánimo, cómo debí haber escuchado.

Las voces de duda alimentaron mi propia duda sobre la bondad de Dios. En la más reciente novela de Marilynne Robinson, Lila, hay un diálogo entre el pastor John Ames y su esposa. “Dios es bueno,” dice el pastor. “Lo es,” le contesta Lila, pensando en su vida vehemente atormentada, “a veces.” Más el pastor se opuso a este calificador, discerniendo un peligro doctrinal escondido. “¡Todo el tiempo!” insistió él.

Esta era mi lucha interna. ¿Qué si Dios es bueno sólo “a veces”? ¿Qué si decido abandonar mi vida con la confianza como la de un niño, y Su bondad se detiene? Para mí, no fue problema escoger una posición teológica de entre muchas. Era más como sentirme con mucha sed y necesitar saber si el agua que se ofrecía tenía o no algún veneno. Yo necesitaba la certeza de que Dios es bueno todo el tiempo.

Y así pasó con los israelitas. Su seguridad vino en forma de una declaración no negociable de los espías: “¡lo buena que es la tierra que nos da el Señor nuestro Dios!” (Deut. 1:25). Un punto de pista radicalmente alternativo, que aparece en otro sitio del Antiguo Testamento, dice que la tierra “se traga a sus habitantes” (Números 13:32). Ese era el lenguaje utilizado en Canaán para describir a Mot, el dios de la muerte, o el Seol (Isaías 5:14). Esto no es una pequeña diferencia. Si Dios es bueno, entonces la tierra es buena y viviremos. Si Dios no siempre es bueno, entonces podríamos estar embutidos en las más oscuras profundidades del bajo mundo.

Deuteronomio nos presenta a la tierra como “buena” (1:35), el mismo catálogo que Dios utiliza para toda su creación (“muy bueno,” Gén. 1:31). De hecho, la tierra prometida inspiraba aún más efusiva alabanza—especialmente en Números, donde los espías la llamaron “¡increíblemente buena!” (Números 14:7. Este lenguaje tenía el propósito de abrir el apetito, estimular la imaginación, y revivir las fantasías infantiles latentes desde hace tanto tiempo. En tantas palabras, exclamó, “Esta tierra es mágica. Tiene todo, nunca deja de satisfacer. Y oiga esto: ¡no está fundada por la esclavitud! [Deut. 6:10–11; 8:7–10]. Esto es exactamente lo opuesto del mundo que usted conoce. ¡Sí, es una utopía!” (Oscar Wilde en realidad estaba pensando en una sociedad sin esclavitud cuando dijo: “Un mapa del mundo que no incluye Utopía no vale la pena ni verlo, porque deja fuera al país en el que la humanidad siempre está aterrizando.”).

Hoy, más que nunca, es imperativo imaginarse una tierra sin esclavitud u opresión, utilizar todas nuestras energías para visualizarlo hasta que el campamento Cades Barnea se haga insoportable. No estamos viviendo en la tierra prometida, por no decir más. La cantidad del tráfico de esclavos hoy ha subido a 21 millones; 59.5 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares por la fuerza. Incluso la lista de injusticias y crueldades sigue. Cuando Dios nos llama, es a una tierra que existe por el bienestar de su pueblo. Una tierra donde Su justicia reina. Ninguna otra tierra se compararía.

¿Quién controla al futuro?

Si la prudencia a veces enmascara la reticencia de obedecer a Dios, luego también puede enmascarar la tentación de adorar a otros dioses. La agenda básica de Deuteronomio es llevar el amor y la lealtad a una deidad, al Señor. Ningún otro dios puede existir además de Él. Tendemos a pensar de la idolatría como el amor por otros dioses, y olvidamos que también significa el temor de otros dioses. ¿Por qué la gente los adora? Porque les temen, y quieren la protección y provisión que estos dioses aseguran ofrecer.

Los dioses de Canaán argumentaban tener control sobre lo fundamental de una vida buena y feliz: sus ingresos, prosperidad, matrimonio, salud. No hacían simples argumentos territoriales. Sí, Yam controlaba la mar, Mot controlaba la muerte, y Baal controlaba la fertilidad. Pero en realidad, ellos decían tener soberanía sobre un solo ámbito: el futuro—el de usted. Cuando Dios reclama el cosmos par Sí mismo, Él no tan sólo está impugnando el gobierno geográfico de otros dioses (Deut. 10:14), sino que está rompiendo su amenazante control sobre el futuro.

Por tener miedo de entrar en el futuro de Dios, yo era culpable de idolatría. ¡Yo actuaba como si el futuro le perteneciera a una deidad impredecible, caprichosa que fácilmente podría odiarme! No obstante, la imagen de dioses destruyendo a personas sin justificación moral es algo que encontramos en la mitología antigua del Medio Oriente, en historias como la epopeya babilónica de Atrahasis. Nuestro Dios ya se ha destinado a sí mismo en pacto. Él ya ha prometido amar a su pueblo (Deut. 4:37; 7:8). ¿Por qué estaba yo confundiendo a mi Dios con otro?

El confiar en un solo Dios no nos es más fácil a nosotros que al antiguo Israel. Encontramos difícil imaginar heredar una “tierra” de paz y descanso sin ofrecer sacrificios a una multitud de deidades menores: los dioses de la educación, salud y juventud, carrera exitosa, y la acumulación de riquezas. Sin mencionar los dioses del avance de la tecnología, triunfo político, poderío militar, y seguridad fronteriza. Vacilamos en traer estos ámbitos bajo la autoridad de un solo Dios, mucho menos de uno que rehúsa ser visible y tangible. ¿Debemos creer ingenuamente que los alimentos caerán mágicamente como copos de nieve del cielo? ¿Podemos agradar a Dios y al mismo tiempo calmar a estos otros?

Jesucristo dijo que sólo podemos entrar a su reino—la eterna tierra prometida—a través de ser como niños (Mateo 18:3). No podemos crearlo, ganarlo, o asegurarlo por nuestra propia sabiduría. Se debe entrar—recibiéndolo como regalo. Las buenas nuevas son que todos hemos sido niños antes. Y aunque nuestra imaginación infantil—el creer que todo es posible—ha sido enterrada bajo capas de “sabiduría” y prudencia adulta,” todavía podemos, por fe, “ser” lo que éramos.

El filósofo Giorgio Agamben una vez dijo que “cualquier cosa que alcancemos por medio de nuestras virtudes y labor, en realidad, es imposible que nos haga verdaderamente felices. Sólo la magia puede lograr eso.” En esencia, quiere decir que no podemos obtener la felicidad a través de esfuerzo. Mejor, algo innatural—algo tan fantásticamente inesperado que se siente como mágico—no ha sucedido.

No creo que jamás me recupere de mi sospecha, en esta vida, que las promesas de Dios son demasiadas buenas para ser verdad. Siempre sentiré temor al llamado de ser como niños y entregar el control. Pero lo que más me da miedo es enterrar esta incomodidad bajo un régimen de planificación práctica y cuidadosa toma de precaución. No me gustaría terminar conformándome con el desierto como la última tierra que existe.

Myrto Theocharous enseña hebreo y Antiguo Testamento en Greek Bible College en Atenas. Obtuvo su maestría en Exégesis Bíblico de Wheaton College y un PhD en Estudios de Hebreo de la Universidad de Cambridge.

La pornografía es más criticada y más popular que nunca

Hay tantos problemas con la pornografía; es difícil escoger sólo uno.Hay tantos problemas con la pornografía; es difícil escoger sólo uno.

Christianity Today August 25, 2016
Robert Adrian Hillman / Shutterstock

Esta traducción fue publicada en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Esta primavera pasada, Utah vino a ser el primer estado en declarar la pornografía como una crisis de salud pública, pidiéndole a las empresas y a los educadores proteger a los niños de ella. Casi al mismo tiempo, un artículo de portada de Time Magazine informó que la pornografía causa disfunción eréctil en hombres jóvenes cuyas mentes están empapadas con los videoclips clasificados X desde que eran adolescentes.

La pornografía entrena al usuario a buscar experiencias sexuales más extremas para recibir el mismo flujo satisfactorio de dopamina. Es lo que los investigadores nombran el efecto Coolidge—la perspectiva de una nueva pareja sexual excita a los varones (y a veces a las mujeres) tanto que la actividad sexual normal se vuelve aburrida en comparación.

La revista Time se enfocó en cómo el uso de la pornografía impide a las parejas tener vidas sexuales saludables. Eso es sólo el principio de la desconcertante y una cada vez mayor cantidad de investigación y tendencias. Estamos aprendiendo más y más sobre el impacto más duradero de vivir en un mundo conectado al internet saturado de pornografía. Aterrador.

Cuando yo era adolescente en los 1990, cuando la internet estaba en su infancia y todos los teléfonos celulares eran “tontos,” la mayor preocupación de las iglesias con respecto a cuestiones sexuales era el sexo premarital. En 1993, los adolescentes tenían que robar revistas o videocintas VHS para ver pornografía; el día de hoy, todo lo que necesitan es una conexión de internet. Aunque la evidencia continúa revelando los efectos negativos de esta industria multibillonaria, pocos comentaristas seculares se atreven a decir lo que muchos de nosotros vemos: nuestro problema de pornografía es un problema moral, con consecuencias drásticas para las personas y las comunidades.

Unos estudios han relacionado el consumo de pornografía a la depresión y a un más elevado consumo de drogas y alcohol. Los investigadores en Alemania encontraron que los hombres que miraban pornografía mostraron una conexión más débil entre la parte del cerebro responsable de hacer decisiones y la parte del cerebro encargada de guardar la memoria y procesar información. Una onda de comerciales “pornificados” caracterizando a mujeres en poses eróticas vendiendo productos cotidianos, conducen tanto a los hombres como a las mujeres a ver los cuerpos de las mujeres de manera diferente—y por supuesto que no más humanamente.

Aparte de las consecuencias neurológicas, la ciencia ha desarrollado una variedad múltiple de efectos sociológicos. La pornografía moldea negativamente las relaciones románticas; un estudio encontró que las mujeres en relaciones con hombres que usan pornografía informan ser menos felices que las mujeres cuyos hombres se abstienen. Los investigadores en una docena de países mostraron que los hombres que miraban pornografía cuando eran niños tenían menos probabilidad de formar relaciones saludables y tenían más probabilidad de pensar que el asedio sexual era aceptable.

Al mismo tiempo que los investigadores están sacando a la luz los daños de la pornografía, los estadounidenses la han tolerado más. De acuerdo a un estudio extenso por el Barna Group, sólo la mitad de los adultos estadounidenses y una tercera parte de adolescentes y adultos jóvenes pensaban que la pornografía estaba “mal.” Los adolescentes y los adultos jóvenes creen que el no reciclar es más inmoral que el usar pornografía. Barna encontró que el uso de porno entre los cristianos también ha aumentado. Como el 41 por ciento de los hombres cristianos entre las edades de 13 a 24 y el 23 por ciento de los hombres cristianos de 25 años para arriba dijeron que ellos a menudo usaban porno. (Las cifras eran el 5 por ciento y el 13 por ciento de mujeres cristianas en los mismos grupos de edad.)

Los defensores de porno argumentan que la pornografía alimenta nuestros instintos innatos incontrolables, y que los adultos saludables deberían explorar esos instintos libremente. Los cristianos tienen más conocimiento. Estamos correctos en exhortarnos unos a otros de hacer cautivo todo pensamiento en Cristo y de vivir nuestra nueva vida en Él.

Sin embargo, como hemos visto de las campañas de abstinencia, los cristianos necesitan ofrecer una enseñanza sólida que va más allá de sencillamente repetir “esto está mal.” Vi los beneficios de la abstinencia una vez que reconocí lo que el sexo premarital le hizo a mi alma y presencié el ejemplo de los que escogían un mejor camino. De igual manera, cuando argumentamos en contra de la porno, deberíamos, como dice un refrán inglés, “utilizar palabras suaves y argumentos fuertes.” Aquí, encontramos un aliado en la ciencia social, la cual ha ligado la porno a alarmantes resultados biológicos, neurológicos, y relacionales.

Los comentaristas e investigadores están, en parte, correctos: La porno no tan sólo es un problema moral individual. Pega en el corazón de lo que significa ser humano. Es por esto que Pablo insta a los creyentes a que “huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo” (1 Cor. 6:18). El pecado sexual nos puede afectar profunda y devastadoramente. Podemos pelear contra algunos pecados. De otros debemos huir—aun cuando la tentación esté a sólo una búsqueda en google.

Halee Gray Scott es investigadora social independiente y autora de Dare Mighty Things. Radica en Colorado con su esposo y dos hijas y se le puede encontrar en línea en hgscott.com

Por qué el sexo conyugal es justicia social

No tan sólo es un modelo bíblico sólido—sino también es bueno para que la humanidad florezca.

Christianity Today August 25, 2016
DC Studio / Shutterstock

Esta traducción fue publicada en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Mi esposa y yo recientemente nos encontrábamos comparando notas con amigos que tienen hijos entrando a la adolescencia. Somos navegantes ansiosos alistándonos para el tempestuoso mar. Algunas de estas pláticas han reflexionado en la mejor estrategia para “la plática”—sobre el sexo, noviazgo y matrimonio. Incluso esto ha hecho surgir un tema fundamental para nosotros: ¿Cuál es el fundamento para la enseñanza cristiana sobre el sexo y el matrimonio?

Por supuesto, existe un fundamento bíblico sólido sobre la importancia del matrimonio, desde Génesis 1 hasta Apocalipsis 19. Pero como economista, también estoy interesado en cómo explicar la enseñanza bíblica sobre el sexo y la institución del matrimonio a los millennials hoy. Los economistas como yo están obsesionados con el estudio de instituciones, pero nos preocupamos más por las más sólidas, como las que regulan el capitalismo. Sin embargo, en nuestras demostraciones creativas, nos ocupamos en instituciones más dinámicas como lo son el noviazgo y el matrimonio.

Cuando los economistas estudiamos las instituciones, preguntamos: ¿Qué ha causado que esa estructura le gane a otras? El matrimonio es una institución que se ha levantado independientemente a través del mundo entero en casi toda era civilizada. Pero ¿qué fundamento natural existe, por ejemplo, para favorecer la institución del matrimonio por sobre, digamos, la cohabitación? ¿Qué posible lógica existe en criticar algo tan atrayente como el sexo extramarital? Estas son preguntas que los adolescentes quieren que se les conteste. Se sacrificarán, pero necesitan saber que los sacrificios tienen sentido. Nuestras reglas y normas en las iglesias locales deben presentarse como reglas y normas que conducirán a la prosperidad de nuestros hijos.

Quiero argumentar desde la perspectiva de la ciencia social que la enseñanza de los cristianos sobre el sexo y el matrimonio es mucho más que una regla anticuada que arruina la diversión de adolescentes y adultos. Más bien, detrás del matrimonio yace un tema de justicia social relacionado a las asimetrías biológicas entre hombres y mujeres. El mantener el sexo dentro del contexto de un compromiso para toda la vida crea el fundamento para una relación saludable entre los sexos.

Una forma de hurtar

Desde la perspectiva biológica, ambos hombres y mujeres se preocupan por igual con la reproducción con éxito del gen. Mas existen asimetrías importantes en cómo los hombres y mujeres realizan este objetivo. La ignorancia de estas asimetrías es donde mucho del mal consejo sobre el sexo y el matrimonio principia.

La cultura occidental establecida, por lo general aboga por un tipo de androginia psicológica. Las diferencias psicológicas entre hombres y mujeres, se argumenta, no son innatas sino son creadas culturalmente. La mayoría de los cristianos rechazan este punto de vista, en parte porque reconocemos la belleza en las diferencias de nuestras psicologías que se originan en parte de nuestras distintas biologías. Biológicamente, las mujeres normalmente dan a luz un hijo a la vez. Como resultado, el interés de la mujer yace en la calidad del hijo y en la salud, protección, y recursos que se necesitan para ayudar a que ese niño crezca. Es posible para los hombres, sin embargo reproducir sus genes a través de reproducir muchos hijos al mismo tiempo con muchas mujeres. Para decirlo francamente, esto le da los hombres un grupo distinto de incentivos en el sexo. Los intereses biológicos de las mujeres están en la calidad de la relación sexual; en los hombres está en la cantidad de la relación sexual.

Por consiguiente, a su nivel base máximo, la relación sexual entre un hombre y una mujer involucra el intercambio de sexo por un compromiso, compromiso de parte del hombre para el bienestar de la mujer y de los hijos que nazcan. Visto desde esta perspectiva, el compromiso de un hombre hacia una mujer con quien ha tenido relaciones sexuales no es una mojigatería; sino es justicia social. Desde una perspectiva biológica, el sexo desprovisto de un compromiso genuino de hombre-a-mujer es una manera de hurtar. A la vez la aceptación social popular del sexo sin compromiso representa una injusticia en contra de las mujeres y de sus más profundos intereses biológicos. La ironía trágica es que la “liberación sexual” patrocinada por algunas feministas seculares no podía haber caido mejor dentro de los intereses a corto plazo, egoístas de los hombres.

La intención de Dios es limitar el sexo a los confines de un compromiso de toda la vida entre un hombre y una mujer porque, cuando menos en el nivel biológico, el matrimonio es una institución que promueve un intercambio justo entre, los algunas veces opuestos, intereses de hombres, mujeres, e hijos. De esta forma, el matrimonio resuelve lo que los teóricos de juego llaman como “dilema del prisionero”—definido como una situación donde la libertad de todos de actuar cuidando su propio interés produce un resultado opuesto al interés colectivo de todos. Resolver el dilema del prisionero requiere facilitar el bien común por encima del interés individual propio. La sociedad que fomenta el sexo dentro del contexto del compromiso de por vida mantiene sus propios intereses colectivos de largo plazo. Cuando una sociedad estimula a la gente a violar esta norma, perjudica sus propios intereses de largo plazo. El matrimonio es una institución dominante en todo el mundo porque, a pesar de todos sus desafíos, es difícil encontrar otra forma de organizar los sexos que haga tan buen trabajo en promover el florecimiento de la humanidad.

Las normas sociales, las expectativas comunes, y los chequeos de la sociedad en la conducta de los hombres han evolucionado en toda cultura para tratar los distintos impulsos biológicos de hombres y mujeres. Casi todo resultado negativo para los niños aumenta estadísticamente sin la presencia de un hombre comprometido en el hogar. Los niños que crecen sin sus padres biológicos no van bien en la escuela. Se desempeñan bastante mal en los exámenes normalizados, tienen peores calificaciones, y creen que tienen menos potencial que los niños que crecieron con ambos padres biológicos. También muestran niveles más altos tanto de timidez como de agresividad que los niños que crecieron con ambos padres biológicos.

Las desviaciones del paradigma del compromiso de sexo de por vida conducen (en promedio) a un grupo de consecuencias que tienen efectos negativos no tan sólo para la pareja sino también para los niños que tengan. En otras palabras: Siga el consejo que el mundo secular ofrece sobre el sexo, y estadísticamente lo más probable es que usted tenga una vida infeliz y que guíe a otros a que también tengan vidas infelices. Siga el consejo de la Escritura, y lo más probable es que usted tenga una vida más feliz, recordando que las relaciones saludables requieren considerable esfuerzo y compromiso para el bienestar de los demás sobre el suyo propio. Desafortunadamente, el compromiso incondicional de la cultura occidental hacia el radicalismo individual y el derecho de hacer lo que queremos (mientras no “haga mal a nadie”) nos ha detenido de ver la sabiduría detrás de los límites tradicionales sobre las relaciones sexuales.

Por qué la cohabitación no funciona

¿Pero no ha cambiado el control natal el argumento a favor del matrimonio? El control natal le ofrece tanto a las mujeres como a los hombres, la oportunidad de practicar las relaciones sexuales sin las consecuencias del embarazo. Así, al menos en un respecto, el control natal han igualado las condiciones del terreno sexual. Pero ya que nuestra biología y emociones están atadas muy cerca la una de la otra, el control natal no siempre mitiga la necesidad de intimidad y compromiso que muchas mujeres desean en una relación sexual, el deseo que probablemente se relaciona a la necesidad de compromiso hacia los hijos y a la vulnerabilidad del embarazo. Los medios de comunicación seculares en recientes años han informado sobre las experiencias negativas que las mujeres tienen dentro de la cultura de “buscar pareja temporal para tener relaciones sexuales” que prevalece en las universidades y después que salen de ellas. Muchas mujeres que están de acuerdo con esta idea del empoderamiento sexual femenino en teoría, no obstante confirman sentirse usadas o emocionalmente heridas por el sexo casual. Aunque la cultura hace lo más conveniente para convencer a las mujeres que el sexo puede ser separado de la intimidad y el compromiso, esto finalmente termina promoviendo actitudes bastante mal alineadas con sus intereses de largo plazo.

En su mejor aspecto, no obstante, el matrimonio hace más que mantener la sexualidad del hombre bajo control. También provee un legado de compromiso que permite a las parejas resolver temas difíciles. Existen temas, por ejemplo, que enfrenta una pareja que tiene un noviazgo en serio o una pareja que vive junta—tal como la elección de una carrera, decisiones financieras, y dónde vivir—que son difíciles de resolver fuera del contexto del matrimonio. Tristemente, hay matrimonios que sí fracasan, pero a una tasa más baja que de los que tienen relaciones menos comprometidas tal como tener un noviazgo en serio y la cohabitación, y a una tasa más baja entre aquellos que no han cohabitado antes del matrimonio.

Incluso a la luz de los fracasos del modelo sexual moderno, los índices del matrimonio parecen estar en descenso, mientras los índices de la cohabitación han ascendido por décadas. Los datos del investigador principal del matrimonio Philip Cohen de la Universidad de Maryland muestra recientes tendencias en la soltería, la cohabitación, y el matrimonio por el US Current Population Survey, y el matrimonio no va bien. ¿Por qué?

Hace algunos años, investigué esta cuestión en un ensayo de investigación publicado en una revistas internacional de ciencias sociales. El incremento en los índices de cohabitación principió en los años 1960, cuando unas cien mil parejas vivían juntas sin estar casadas. El incremento ha sido dramático; hoy existen como unas 7.5 millones de parejas cohabitando. Esto tal vez se deba a un número de factores: la llegada de la píldora anticonceptiva, la legalización del aborto, y la insatisfacción con el matrimonio debido a los incrementos en el índice de divorcio. Sin embargo, encontré que el incremento en la cohabitación tiene más correlación con el incremento de la cantidad de mujeres entrando en el mercado laboral: un incremento de 10 por ciento en la participación en la mano de obra resulta en un incremento del 6.4 al 14.6 por ciento en la cohabitación. En conjunto con los hombres mostrando más interés en cuidar directamente de los niños, esto también crea una situación donde hombre y mujeres no se “necesitan el uno al otro” como cuando el matrimonio llenaba un rol más funcional y económico. Sin embargo, el deseo de compañía e intimidad emocional permanece—por consiguiente el incremento en la cohabitación.

Aunque algunas parejas elijan la cohabitación para sustituir al matrimonio, aproximadamente tres cuartos de las parejas que cohabitan afirman que la cohabitación es un precursor al matrimonio, como un tipo de prueba de evaluación. Sin embargo, los datos muestras que esta estrategia normalmente no funciona. Muchos estudios indican que las parejas que viven juntas antes del matrimonio en efecto tienen más probabilidad a divorciarse después si se casan. Puede ser porque las parejas que cohabitan “se dan un resbalón y caen en él” matrimonio a causa del alto costo emocional de dejar una relación de cohabitación. O puede ser que las parejas establecen pobres modelos relacionales en el contexto del pensamiento más independiente de cohabitación que tiene un efecto prejudicial más tarde en el matrimonio. Sea como sea, la evidencia parece ser que la cohabitación como prueba de evaluación no es muy efectiva.

No tan sólo la cohabitación es inefectiva como prueba de evaluación, en esencia también constituye una injusticia contra las mujeres. Aparte de ofrecer a los hombre un acuerdo socialmente cada vez más aceptable donde el sexo sin el compromiso de por vida es posible, la cohabitación ofrece a los hombres la oportunidad de explotar otras asimetrías entre los sexos en detrimento de las mujeres. Aunque unos datos recientes del Gallup indican que más del 90 por ciento de los jóvenes norteamericanos desean tener hijos y una familia, el plazo para esto es obviamente sin igual entre los sexos. Ya que los hombres pueden tener hijos mucho más tarde en la vida que las mujeres, la cohabitación provee lo que los economistas llaman un “valor de opción” que beneficia a los hombres en comparación a las mujeres. Aquí, el hombre puede cohabitar con una mujer, quizá en sus 30 o 40 años, reteniendo la opción de continuar la relación (tal vez) a través de casarse y tener una familia con su cónyuge, o puede abandonar la relación para posteriormente formar pareja con otra mujer (tal vez una mujer más joven) cuando el reloj biológico de su pareja anterior empieza a caducar.

Además, al incrementar los años de cohabitación entre un hombre y una mujer, el poder varonil dentro de la relación aumenta. Los investigadores que estudian la atracción entre hombres y mujeres encuentran que, en muy grandes rasgos, los hombres tienden a ser atraídos a las mujeres basados en la belleza física; las mujeres tienden a ser atraídas a los hombres basadas en poder, influencia, o en su “mando de recursos,” como lo nombra el psicólogo David Buss. Cuando una relación de cohabitar perdura en una pareja entre los años 30 en adelante, la atracción masculina hacia la belleza física de la mujer puede menguar al envejecer la pareja, pero basado en el típico perfil de edad de ingresos, la capacidad del hombre de “ordenar recursos” es más probable que aumente. A diferencia de la más segura institución del matrimonio, que tiene la intención de desarrollar un compromiso mutuo aun cuando la pareja envejece junta y enfrenta altibajos económicos, la inconsistencia relativa de la cohabitación crea un contexto donde los hombres son cada vez más capaces de ejercer poder sobre las mujeres

Hasta que la muerte nos separe

El simple hecho de pararse en frente de los amigos y familiares y Dios y prometer ser compañeros fieles “hasta que la muerte nos separe” no es una antigüedad trillada del cristianismo. Es sabiduría, belleza, y amor enrollado en una sola institución sagrada que protege, estabiliza y alimenta una relación para toda la vida.

¿Por qué el sexo conyugal es justicia social? Como resultado, podemos confiadamente comunicarle a nuestros hijos que el modelo tradicional del sexo y el matrimonio es apoyado rotundamente no tan sólo por nuestra fe bíblica sino también por la evidencia y la razón. Si queremos comunicar la sabiduría del matrimonio a la siguiente generación, necesitamos articular pacientemente y demostrar lo que da vida, gozo, y felicidad relacional constante. Creamos modelos sólidos del matrimonio para nuestros hijos. Asimismo seamos capaces de articular por qué representa la mejor selección para su relación también.

Bruce Wydick es catedrático de ciencias económicas en la Universidad de San Francisco y también es investigador afiliado distinguido en la Universidad de Notre Dame.

Este artículo fue posible a través de un donativo generoso de la Templeton Foundation.

Ayudar a los padres a ser héroes de aprendizaje

Una entrevista con David Park

Christianity Today August 1, 2016
Omnium Cultural / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

La Dra. Andrea Ramírez recientemente invito a David Park para platicar sobre como los padres pueden llegar a ser héroes de aprendizaje en las vidas de sus hijos.

David Park es el Vicepresidente Ejecutivo de Learning Heroes (Héroes de Aprendizaje), una organización que provee información confiable y recursos para padres para ayudarle a sus hijos a ser exitosos en el salón de clase. Su sitio web www.BeALearningHero.org, puede verse en inglés o español y está lleno de información para padres de estudiantes de K – 12.

Cuéntenos de su trasfondo y como llego a enfocarse en apoyar a los padres y la próxima generación.

Creo firmemente que una de las cosas más importantes que podemos hacer en la vida es cuidar de nuestros hijos. Trabajé para Alma Powell quien fue la directora de America’s Promise Alliance, y ella hablaba de una tribu Africana que no se saludaban con un “¿Cómo estás?” Se saludaban preguntándose, “¿Cómo están los niños?” Para mí, es la cosa más importante. Tenemos que cuidar de la próxima generación.

En America’s Promise, nos enfocábamos en la importancia de que cada niño tenga un adulto que cuide de él/ella – un mentor o un maestro o pastor. Pero el adulto más importante en la vida de un niño es su padre/madre. En Learning Heroes, se trata de equipar a los padres, proveyendo recursos para ayudar a sus hijos a tener éxito.

Learning Heroes acaba de concluir con un proyecto de investigación titulado, “Corazones y mentes 2016.” Esta encuesta preguntó que estaba en los corazones y las mentes de los padres dentro de la nación. ¿Qué reveló la investigación?

Reveló lo que intuitivamente ya sabíamos: los padres tienen altas expectativas y grandes esperanzas para sus hijos. Quieren que sus hijos vayan a la universidad, incluso un 75 por ciento de padres dijeron que esperan que sus hijos vayan a la universidad y sean exitosos. La encuesta también reveló que un 40 por ciento de los padres también dijeron que no sabían si sus hijos estarán preparados adecuadamente para la universidad. Esta es una brecha enorme.

También descubrimos que los padres buscan recursos para ayudar a sus hijos a ser exitosos en la escuela. Los padres quieren herramientas e información, y eso es precisamente lo que nuestra organización está posicionada para hacer.

Usted ha hecho un trabajo excelente en tener esos recursos disponibles en español tanto como en inglés. En algunas ocasiones, encontramos que los abuelos también están ayudando con la crianza de los niños, así que ayuda cuando los recursos están en los dos idiomas. ¿Qué encontrarán los padres y los abuelos cuando vayan al nuevo sitio de Learning Heroes, www.BeALearningHero.org?

Trabajamos arduamente para que los padres encuentren fácilmente lo que necesiten. Usaré los exámenes como ejemplo – los exámenes estatales fueron escritos específicamente para medir que tan bien los estudiantes manejan los nuevos estándares educacionales. Esos exámenes miden el pensamiento crítico y su habilidad en resolución de problemas—algo que los niños necesitan para sobresalir en el siglo 21. Esto es emocionante y necesitamos estar seguros que nuestros hijos están preparados para estos exámenes. Nuestro sitio tiene herramientas, información y recursos específicamente para estos exámenes estatales. Hasta puedes tomar un examen para practicar.

Acabo de estar en Tennessee con mi sobrino de 13 años, y me ganó jugando tenis. Me ganó por varios puntos. Me ganó porque el practica el deporte y yo no había jugado en mucho tiempo. Todos necesitamos practicar para ser buenos en cualquier cosa, así que hacemos posible que usted practique un examen con su hijo/a. Esto le ayuda a cualquier estudiante pero en particular le ayuda a los estudiantes que se ponen nerviosos al tomar un examen.

Tenemos recursos para ayudar a los padres también – videos del Maestro del Año de 2010 de Iowa quien literalmente le enseña paso por paso lo que es tomar uno de estos exámenes para que los padres tengan una mejor idea de que esperar. También explica porque están tomando estos exámenes. La versión en español también tiene a un director de California que explica lo que los padres deberían de saber sobre estos exámenes estatales nuevos.

Y ¿Qué cuestan los recursos en www.BeALearningHero.org?

Por supuesto, todo es gratis. Queremos proveer todo esto a los padres sin ningún costo.

¿Qué más descubrieron en la encuesta de padres Corazones y Mentes 2016?

Aprendimos que los padres están preocupados por el bienestar físico de sus hijos, por el bullying, y el desarrollo tanto social como emocional. Todas son preocupaciones críticas, y también tenemos herramientas, consejos y recursos tal como el Readiness Road Map. Los padres no solo pueden encontrar información sobre los exámenes estatales y sobre lo académico, pero también información sobre el desarrollo emocional y social de los niños, información de bullying, y otros asuntos importantes para los padres hoy.

Gracias David. ¿Tendrás una petición de oración para Learning Heroes o pudieras decirnos como podemos orar para el trabajo que estas realizando?

Muchísimas gracias por preguntar. Mi petición sería que pudiéramos escuchar a los padres y responder y encontrarnos con ellos donde están. No queremos proveer herramientas y recursos que no ayudan. Queremos saber que herramientas y recursos e información serán de mayor beneficio para criar bien a un hijo y que este hijo haga el bien para toda su vida.

7 consejos prácticos para buscar la paz con los afroamericanos

Las relaciones raciales son complicadas y poder entendernos es de gran ayuda.

Christianity Today August 1, 2016
takomabibelot / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Al pensar sobre el papel que jugamos como pacificadores en el ámbito de la reconciliación racial, Efesios 2:11-16 detalla los deseos del corazón de Dios para la unidad dentro del cuerpo de Cristo.

Por lo tanto, recuerden ustedes los gentiles de nacimiento —los que son llamados «incircuncisos» por aquellos que se llaman «de la circuncisión», la cual se hace en el cuerpo por mano humana—, recuerden que en ese entonces ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo.

Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio el muro de enemistad que nos separaba, pues anuló la ley con sus mandamientos y requisitos. Esto lo hizo para crear en sí mismo de los dos pueblos una nueva humanidad al hacer la paz, para reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio muerte a la enemistad.

Una vez que hemos comprendido los deseos del corazón de Dios, ¿cómo podemos los creyentes ser parte de la construcción de la unidad racial dentro del cuerpo de Cristo y en la comunidad más amplia?

Estas sugerencias tienen el propósito de ayudarlo a pensar con detenimiento sobre cómo convertirse en un pacificador en el proceso de reconciliación racial.

1. Extienda sus brazos y hágale saber a sus amigos afroamericanos que a usted le importa esto.

Para muchos en la cultura mayoritaria los recientes asesinatos de hombres afroamericanos parecen hechos aislados, pero para los afroamericanos es parte de una narrativa histórica que va desde la esclavitud hasta los "códigos negros" y desde Emmett Till y la idea de que la vida de un negro puede extinguirse por cualquier razón más común y corriente.

Aun un mensaje que diga algo tan simple como "vi lo que pasó y solo quiero que sepas que me duele mi corazón porque el tuyo está dolido" ayuda a sus amigos afroamericanos a ver que a usted le importa el asunto de la reconciliación racial.

"…Lloren con los que lloran". (Romanos 12:15b)

2. No niegue lo que ellos sienten.

Tras los tiroteos en Dallas, Matt Chandler, el pastor principal de la Village Church organizó un panel de discusión con tres de los miembros afroamericanos de su equipo ministerial ("Justicia y reconciliación racial"). Al final del evento ofreció una gran analogía sobre el matrimonio que se aplica a esta situación. Si tu esposa está disgustada, no te pones a discutir con ella sobre sus sentimientos, ni le dices que está equivocada en sentirse así; no piensas en mil razones para que deje de estar enojada contigo (o al menos no en un matrimonio saludable). Si respondes a los sentimientos de alguien con datos y hechos, lo que eso comunica a la otra persona es que sus sentimientos no importan. En este caso usted tiene que lidiar con los sentimientos de sus amigos afroamericanos, así que en lugar de discutir sobre sus sentimientos o negarlos, solo escuche.

En relación a este punto, no mencione nada sobre el índice de crímenes perpetrados por negros en contra de otros negros, ni sugiera que si la persona que fue víctima hubiera obedecido las instrucciones de los oficiales de la ley, aún estaría viva.

En primer lugar, cuando los que no son afroamericanos dicen este tipo de cosas, la comunidad negra simplemente piensa que no estamos tomando en serio sus precoupaciones sobre el racismo. Por cierto, los afroamericanos si se preocupan por la violencia en sus comunidades y ha habido marchas y protestas en la ciudad de Chicago y otras ciudades por años. Existen cientos de programas dedicados a "mantener a los jóvenes lejos de las calles", desde ligas deportivas, programas después de la escuela y vacacionales. Existen también escuelas bíblicas, programas de mentoría y una larga lista de programas más, muchos de ellos en iglesias urbanas. Los afroamericanos creen que aunque los blancos dicen que se preocupan por el crimen entre negro y negro, los blancos no se interesan en los males sociales específicos como la pobreza, la falta de educación, de empleo, de cuidado a la salud y vivienda.

Como sobrevivir en el trato con la policía es un asunto tan preocupante en la comunidad negra que muchos padres afroamericanos tienen pláticas con sus hijos cuando estos llegan a la edad de 12-13 años sobre este tema. Estas pláticas consisten de consejos como "No discutas. Obedece todo lo que te ordenen. Muévete despacio. Mantén visibles tus manos en todo momento. Dirígete a ellos como ‘señor’ y ‘señora’. Usa tus pantalones fajados en la cintura. Explica cada movimiento antes de que lo lleves a cabo".

3. Comprenda que el estar a favor de la justicia racial no quiere decir que uno está en contra de la policía.

Esta no es una de esas situaciones "y/o", sino de "esto y aquello". ¿Hay afroamericanos que son anti-policía? Sin duda los hay, pero la gran mayoría de los afroamericanos reconocen la importancia de los oficiales de la ley en sus comunidades. Nosotros también llamamos a la policía cuando ocurren accidentes, cuando alguien invade nuestros hogares o cuando nuestra vidas están en peligro. Reconocemos su heroicos actos de servicio en situaciones como la de Dallas o la del 9:11. Cuando muchos tratan de salir de esas situaciones peligrosas, los oficiales de la ley y el personal de emergencia se apresura a entrar en ellas. La mayoría de la población afroamericana lo único que desea es que los oficiales que quebrantaron la confianza de la comunidad sean llamados a cuentas.

Piense sobre cómo puede usted contribuir a facilitar el diálogo entre las dos comunidades: la de las minorías y la de los oficiales de la ley. En esencia, el propósito de la iglesia es el de restaurar las relaciones rotas entre los seres humanos primeramente y Jesucristo, y luego entre las comunidades. Como ministros de reconciliación, podemos ser parte de los esfuerzos para reconciliar la confianza perdida que existe entre algunas comunidades de color y los oficiales de la ley.

4. Comprenda el espíritu que está detrás de la frase "Las vidas de los negros importan".

Algunos escuchan esta frase de manera incorrecta, como si dijera "Solo las vidas de los negros importan", cuando de hecho la frase dice "La vida de los negros también importa". Si usted fuera al doctor con un brazo roto y el doctor respondiera a sus quejas sobre el brazo roto con la frase "todos los huesos importan", usted, como la mayor parte de la gente, saldría de ahí e iría a buscar otro doctor para que le arreglara el brazo roto. Lo mismo ocurre con esta frase. Quienes la usan se refieren específicamente para hablar del trato injusto para con la población negra en los Estados Unidos de América.

Si por un lado, como creyentes, no podemos apoyar todo lo que está detrás de la frase "las vidas de los negros importan", por el otro debemos reconocer su deseo de poner fin al racismo sistémico. El racismo sistémico utiliza los valores, los procedimientos y las políticas enraizadas en una institución a fin de discriminar contra la gente en base a diferencias raciales.

Tal y como lo explicó el pastor Jemar Tisby, el racismo sistémico es más sutil que el racismo personal, pues no depende de un solo agente. En lugar de eso, muchas personas que no desean mal a nadie ni son presumiblemente prejuiciosas, cooperan pasivamente al desarrollo de un complejo invisible de principios que obran en contra de ciertos grupos demográficos.

"Las vidas de los negros importan" no es un movimiento proveniente de la iglesia, así como lo fue el de los derechos civiles en los años 60, sin embargo los dos movimientos están conectados por un deseo de ver hecho realidad el tratamiento igualitario a los afroamericanos en todas las áreas de la vida americana.

Grupos de este tipo han surgido a causa del vacío dentro de nuestra propia comunidad de fe. En lugar de criticar, retomemos nuestro papel crítico justo al centro de la conversación sobre la reconciliación y justicia racial.

5. Construya relaciones intencionales con aquellos que no se ven como usted.

Muchos de quienes argumentan que las preocupaciones sobre el racismo son exageradas en verdad no tienen relaciones personales cercanas con las minorías. Si usted no ha estado en sus hogares y ellos tampoco en el de usted, entonces no son sus amigos. Usted necesita ir más allá de las conexiones superficiales. La proximidad es importante para desarrollar la habilidad de sentir empatía. Usted no podrá comprender efectivamente o amar a su vecino afroamericano o hispano si no los conoce.

6. Lea libros, vea documentales, escuche a conferencista de grupos minoritario, siéntese y escuche las ideas que lo hacen sentir incómodo, luche intelectualmente para comprender estas difíciles preguntas.

Asegúrese de entender la historia americana. ¿Sabe lo que son los "códigos negros"? ¿Conoce las historias de Emmett Till y Medgar Evers? ¿Sabe el número de afroamericanos que fueron linchado entre 1877 y 1950? ¿Sabe lo que el término "discriminación financiera" (redlining, en inglés) significa?

Una respuesta fácil a estas interrogantes es que se trata de una historia antigua, pero si la historia no importa, ¿por qué celebramos el 4 de julio?

Winston Churchill dijo una vez que "cuando la situación se volvió inmanejable, fue ignorada, y ahora que está por completo fuera de control, aplicamos demasiado tarde los remedios que, en aquel momento, habrían efectuado su cura. No hay nada nuevo en esta historia. Es tan vieja como los libros sibilinos. Es parte de ese largo y deplorable catálogo de experiencias infructuosas y la confirmada incapacidad de la humanidad para recibir enseñanza. La falta de previsión, la falta de voluntad para actuar cuando la acción hubiese sido simple y efectiva, la falta de ideas claras, la confusión del consejo hasta que la emergencia sobrevenga, hasta que el sentido de auto-preservación haga sonar su chirriante campana, estos son los rasgos que constituyen la infinita repetición de la historia".

O dicho de manera más sencilla, quienes ignoran la historia están condenados a repetirla.

7. Ore.

La oración es activa. Antes de hacer nada, debemos disciplinarnos y detenernos antes de preguntarle a Dios cuáles son sus planes para nosotros. Por lo tanto, antes de que haga nada, pregúntele a Dios qué papel desea que usted juegue. Jean Hatmaker una vez contó una poderosa analogía en la que nosotros somos parte de una gran sinfonía y Dios nos ha llamada a cada uno a tocar una nota. En ocasiones nos sentimos avasallados por la magnitud del problema, cuando Dios nos ha llamada a cada uno de nosotros a llevar a cabo una acción específica.

El racismo es, en el fondo, un problema de pecado. Se ha inmiscuido en muchas facetas de la vida y creado sistemas de inequidad. No será resuelto de la noche a la mañana. Les tomó a los afroamericanos 100 años para ir desde la proclamación de la emancipación a las leyes de derechos civiles. Por lo tanto, ore a Dios y pídale que le muestre qué papel juega usted en la búsqueda de la igualdad racial y la justicia en su iglesia, en su vecindario, en su ciudad y en este mundo.

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