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5 claves que todo pastor y líder necesita en el 2017

Todo líder y pastor necesita saber cómo liderar una generación que dirige antes de seguir, cuestiona antes de contestar, y brinca antes de ver.

Christianity Today March 9, 2017
Pearl/ Lightstock

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional del Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Durante casi dos décadas, he visto un resurgimiento de hambre en la próxima generación por un liderazgo auténtico. Quieren tener una relación con Cristo más allá de la tradición para experimentar por sí mismos la plenitud de Su amor, gracia, y poder, pero necesitan un liderazgo que los dirija. Entre más los dirigimos a que lo conozcan a El cara a cara, mas corren hacia Sus pies. Quieren liderazgo que hará mas que solo inspirarlos; quieren liderazgo que camine con ellos. Este discipulado de liderazgo se construye con el tiempo a través del proceso de confianza, humildad, y responsabilidad. Y este proceso es tan sagrado como la influencia para dirigir. Más que nunca, todo líder y pastor necesita saber cómo liderar una generación que dirige antes de seguir, cuestiona antes de contestar, y brinca antes de ver. Esto es lo que he aprendido y que te ayudará.

1. Lidera desde la Fuente

Para mí, la parte más importante de liderar es proteger mi capacidad a través de disciplinas espirituales diarias y semanales que no son negociables. Independientemente de donde me encuentre en el país o de los plazos, llamadas, y juntas, la primera parte de cada mañana la paso en oración y lectura devocional de “la Biblia en un año”. Mi tiempo con Dios no es negociable ya que es en esos momentos con Dios dónde El desata la visión, imparte claridad, y confirma Su palabra para mi vida y ministerio. Este tiempo invaluable me ha permitido desacelerar mi velocímetro interior para mantener la aptitud constante para ser un pastor con el corazón para el pueblo, y al mismo tiempo, ser un esposo, padre, y abuelo con el corazón para mi familia. Líderes latinos de la próxima generación han visto a sus padres trabajar con una ética impecable, pero se han perdido del poder que hay en la pausa. Debemos dirigir con intencionalidad para darles las claves que necesitan para vivir en la faceta completa de su identidad y el potencial que Dios les ha dado.

2. Lidera con la cabeza y el corazón

Muchas veces nosotros como pastores tendemos a operar en nuestra mayor fortaleza, ya sea administrativa o creativamente. Sin embargo, he llegado a comprender mejor la necesidad de ser ambas cosas en todos los aspectos: administrativamente astuto y creativamente hábil; gobernado por gracia y dirigido por justicia; centrado en la comunidad local y consciente nacionalmente; bien centrado evangélicamente y sensible socialmente. Esta cultura intencional de intentar ser las dos cosas a la vez crea responsabilidad organizacional a tus valores, tu estándar, y tu misión y a la vez crea una atmosfera que los líderes necesitan. La próxima generación de líderes quiere se les busque no solo por lo que pueden hacer con sus manos; quieren ser incluidos por el poder latente en sus corazones y mentes. Si diriges con tu cabeza y tu corazón, vas a poder experimentar recompensas en el liderazgo más allá de lo que puedes ver, pensar y sentir. Y eso da a luz un espíritu de discipulado que refleja el verdadera estilo de liderazgo que Jesús puso de ejemplo.

3. Lidera desde abajo

Es vital construir una cultura de confianza, amor, y respeto que te cause ceder la responsabilidad regularmente a líderes de todos los niveles, “posicionar públicamente”, (con responsabilidades iniciales), en lugares estratégicos a líderes que están en proceso de desarrollo e iniciar conversaciones con personas en diferentes niveles de participación haciendo preguntas claves. Hacer preguntas organizacionales grandes y estratégicas a personas que normalmente no tienen acceso a niveles altos de liderazgo les abre la puerta para un liderazgo nuevo. Y nuevo liderazgo agrega nueva energía, nueva perspectiva, y nuevas estrategias. En nuestra iglesia, este método está ayudando a muchos hispanos de segunda generación a desarrollar su identidad de liderazgo. Empieza de una posición de fuerza y confianza para creer en el potencial que Dios les ha dado, y no los margines. Habla a su potencial, no a su circunstancia presente. Hazlos responsables al estándar de excelencia que esperas de los demás en tu iglesia. Posiciónalos públicamente, capacítalos y úsalos—y verás en lo que se pueden convertir.

4. Lidera para dejar un legado, no legitimidad personal

Como pastor o líder, no estas simplemente construyendo una iglesia y ministerio, recuerda que también estas construyendo un legado para tu familia y para todos aquellos en tu círculo de influencia. Cuando diriges para dejar un legado, podrás ver una perspectiva más amplia cuando te veas tentado a conformarte con menos. Los obstáculos, decepciones, y desafíos que tal vez mires frente a ti se pueden convertir en escaleras que otros pueden usar después. Si diriges con las diferentes generaciones en mente, veras el valor inherente en las generaciones antes y después de ti. Los próximos lideres quieren ser parte del cuadro más grande. Necesitan que les modeles que, esto de lo que son parte, es más grande que el papel que ellos juegan. Dirigir con dejar un legado en mente les permite ver más allá de su legitimidad personal para perseguir una visión mayor para sus vidas. La única manera como ellos entienden esto es siguiendo tus pasos. Juntos, levantamos no solo líderes, pero hijos e hijas quienes viven para ver avanzar la misión de la casa.

5. Lidera en compañía de otros

Liderazgo es un camino solitario si se hace sin relaciones estratégicas que te hacen crecer para que tu hagas crecer a otros. La más grande tragedia del liderazgo ocurre cuando la única víctima es el líder. El liderazgo sin relaciones—enfrente de ti, a tu lado, y detrás de ti—te llevará por el camino del riesgo. Nos necesitamos el uno al otro; y la próxima generación está buscando que dirijamos más allá de nosotros mismos. El día de hoy, cuando la comunicación es más digital que personal, la próxima generación está desesperada por aprender de ti como conocer a Dios y a otros en una manera personal e íntima. Cuando dirigen juntos, dirigen con más fuerza. Por esta razón, nuestra iglesia organiza una reunión anual de pastores, lideres, personas de influencia, y creyentes de generaciones múltiples llamada “La revolución del corazón”. Es aquí en donde nos relacionamos e interactuamos más allá del pulpito para aprender el uno del otro, para animarnos el uno al otro, y para desafiarnos el uno al otro. Miles asisten con su equipo ministerial y con otros líderes para mostrarle a las próximas generaciones que la iglesia es un cuerpo con una voz de liderazgo unida.

Liderazgo es un privilegio que todos tenemos y que necesitamos desarrollar. Trae a tu equipo a nuestra conferencia “La revolución del corazón” donde escucharás más sobre principios de liderazgo como estos de oradores como Carl Lentz, Samuel Rodríguez, Erwin McManus, Art Sepulveda, y otros más. Registra tu ministerio hoy aquí. Hay descuentos para grupos. ¡Lideremos juntos con mayor fortaleza!

Sergio De La Mora es el pastor principal de Cornerstone de San Diego, California. También sirve como presidente de la Asociación Hispana de Mega Iglesias (HMCA, sus siglas en inglés), una división del National Hispanic Christian Leadership Conference.

Un salmo para la crisis de refugiados en los Estados Unidos

Cuando nuestro gobierno se equivoca, las iglesias responden haciendo lo que es correcto.

Christianity Today February 8, 2017
Tolga Sezgin / Shutterstock

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Algo curioso pasó en lo que me despertaba hoy. Imagínese mi sorpresa cuando la primer lectura de la mañana (en el leccionario común revisado) era el Salmo 37:

No te irrites a causa de los impíos

ni envidies a los que cometen injusticias;

porque pronto se marchitan, como la hierba;

pronto se secan, como el verdor del pasto.

Confía en el Señor y haz el bien;

establécete en la tierra y manténte fiel.

Deléitate en el Señor,

y él te concederá los deseos de tu corazón.

(Salmo 37:1-4, NTV)

No necesita ni mencionarse que la orden de gran amplitud, mal planificada y cruel sobre los refugiados, para usar el lenguaje del Salmista, constituye una injusticia. (Quisiera reservar la palabra maldad para actos más atroces—por ejemplo, cuando los gobiernos matan a personas). Pero aun muchos conservadores están calificando este acto de Trump como “algo malo”. Estoy de acuerdo con Brenden O’Neill en el periodiquillo libertario spiked,

Es la forma más baja de la política del gesto: el rayón de una pluma que lleva la intención de demostrar la fortaleza Americana en todo su poder; y al mismo tiempo exhibe verdaderamente una sorprendente desconsideración del espíritu Americano de libertad y la tradición de proveer un hogar para los oprimidos del mundo.

Por supuesto, los cristianos tienen razones mucho más profundas que “el espíritu Americano de libertad” para sentirse consternados por la orden ejecutiva, pero el Salmo me hizo pensar no solo sobre lo injusto del acto sino la manera en que podemos responder. Me impresionó en especial la exhortación: “confía en el Señor y haz el bien”. Me hizo recordar una verdad muy simple: que los poderosos que hacen el mal no pueden detener a la iglesia de hacer el bien. En este caso, no hay nada que la administración presente pueda hacer para impedir que las iglesias sigan ministrando a los refugiados.

No cabe duda que será mucho más difícil hacerlo ahora—mucho más difícil. Requerirá más sacrificio de nuestra parte. Pero por el momento, no podemos contar con el gobierno para que traiga a los refugiados a nuestra puerto, así que parece que más de nosotros vamos a tener que viajar a donde están los refugiados en el mundo, dondequiera que estén amontonados. Ni tampoco podemos contar con que el gobierno nos ayude a financiar nuestros esfuerzos. Eso significa que vamos a tener que renunciar al nuevo juguetito electrónico o a la remodelación que queríamos hacer en la casa o lo que sea que tengamos que hacer para incrementar nuestro apoyo a los esfuerzos de World Relief, Samaritan’s Purse, World Vision, y otras organizaciones que ministran a nivel mundial.

Para muchos de nosotros, la puerta para ministrar a los refugiados ha sido cerrada de golpe. Pero otras puertas permanecen bien abiertas, y nos dejan ver a personas desesperadas por que les sirvamos y que les llevemos las buenas nuevas: familias de refugiados en los apartamentos al otro lado de la calle; mujeres embarazadas con pocos recursos; los que no saben leer en las ciudades y los pueblos; los adictos a las drogas; los que están confundidos sobre su sexualidad; los que han sido abusados; los prisiones—¿necesito seguir la lista? No hay nada que el gobierno pueda hacer que nos pueda detener de ayudar a alguien en algún lugar, de alguna manera, en el nombre de Cristo. La exhortación del salmista de hacer el bien no es un deseo romántico idealista sino un realismo obstinado.

En otro versículo, el salmista agrega:

Refrena tu enojo, abandona la ira;

no te irrites, pues esto conduce al mal.

Porque los impíos serán exterminados,

pero los que esperan en el Señor heredarán la tierra.

Dentro de poco los malvados dejarán de existir;

por más que los busques, no los encontrarás.

Pero los desposeídos heredarán la tierra

y disfrutarán de gran bienestar.

(Salmo 37:8-11, NTV)

El salmista, el Rey David, sabe de las encrucijadas, de los sube y baja, del gobierno. Sabe que el pueblo de Dios se va a encontrar en situaciones en las que tienen poco poder. También sabe sobre la tentación de pagar mal por mal al responder con enojo e ira. Existe el tiempo para el enojo apropiado, pero el enojo tiene la habilidad para ensuciar el alma con rapidez (quizás es por eso que Pablo dice que se le debe poner alto al enojo el mismo día—Efesios 4:26). Nos consolamos a nosotros mismos al insistir que nuestro enojo es justo, pero tengo que admitir que entre más tiempo paso alimentando mi enojo, ese pedacito de justicia en mi enojo se va ensuciando paulatinamente con un alto grado de fariseísmo. Eso no puede llevar a nada bueno.

Como nos recuerda David, hay una esperanza a la que nos aferramos: El pueblo de Dios heredara la tierra, por cierto, toda la tierra—la justicia de Dios prevalecerá. Si había un buen momento para meditar sobre esta esperanza, hoy es ese momento.

Y esto nos da perspectiva al meternos a la lucha política sobre este asunto. Y tenemos que meternos. Vivimos en una democracia, después de todo, y eso significa que siempre hay la posibilidad de un cambio en la ley. Sin embargo, no debemos engañarnos imaginándonos que una revocación del orden ejecutivo actual significa que nuestro trabajo ha terminado. No hace mucho tiempo que personas como yo estábamos amargamente (y justamente, pienso yo) quejándonos sobre la mezquindad de la administración de Obama en cuanto a la ley de los refugiados. Como lo expresó Dan McLaughlin en el National Review:

Los Estados Unidos en general, y la administración de Obama en particular, nunca tuvo una política de fronteras abiertas para todos los refugiados de todo el mundo, así que una retorica alterada sobre como Trump ha roto la promesa de la Dama de la Libertad significa comparar a Trump con un gobierno ideal que nunca existió. Por cierto, la administración de Obama paró por completo el procesamiento de refugiados de Iraq por seis meses en 2011 por preocupaciones de infiltración terrorista.

No éramos exactamente la gran luz de las naciones en la administración anterior.

Tristemente, las naciones son fundamentalmente entidades egoístas, preocupadas principalmente por proteger y defender su poder y su soberanía. Ese es el punto principal del gran clásico de Reinhold Niebuhr, Hombre moral y sociedad inmoral. Aun con lo generoso que ha sido Estados Unidos con los inmigrantes y refugiados—y ha sido más generoso que la mayor parte de las otras naciones—ha sido y seguirá siendo ambiguo en cuanto a este compromiso. En tiempos de crisis, o de la percepción de crisis, hará las cosas más crueles con el fin de proteger y extender sus intereses personales, desde importar africanos hasta excluir chinos e internar a japoneses.

Esta última orden ejecutiva nos recuerda que no, no vivimos en una nación cristiana que está comprometida a una ética cristiana. Lo hemos visto con respecto a la vida de los que todavía no han nacido, la sexualidad humana, el maltrato de las minorías, y demás. No debe sorprendernos que nuestra nación alternadamente les da la bienvenida a los refugiados y luego les retira dicha bienvenida, dependiendo del humor en que se encuentre la nación. Sigamos poniendo presión para que la nación sea lo más generoso posible, pero también recordemos con quien estamos lidiando. O’Neill lo expresó muy bien al dirigirse a los liberales que, de acuerdo a muchos de los reportes, han reaccionado con histeria y temor. Pero sus palabras, pienso, pueden servir de precaución útil para la iglesia cuando se ve tentada a tener temor:

Esto es lo espantoso de lo que ha ocurrido este fin de semana: Trump ha expuesto su rasgo autoritario, y los de la izquierda han expuesto su inhabilidad para oponerse a este tipo de autoritarismo en una manera real, positiva, y que nos conecte. Tenemos el teatro con Trump el hombre fuerte jugando su papel, y la histeria de una posición radical desde la política del miedo. Entre el teatro y la histeria, debe haber algo más: razón, quizás, y principios, y un verdadero caso moral— ausente de temor—a favor de la libertad.

Aquellos que han sido hechos libres en Cristo son, mejor que nadie, personas apasionadas por abogar un “caso moral a favor de la libertad”, no sólo para nosotros mismos, sino para todos aquellos que vienen huyendo de la tiranía opresiva. Y dada nuestra confianza en Dios y nuestro llamado seguro en Cristo, nosotros, mejor que nadie, podemos hacer nuestra labor con argumentos razonados en la plaza pública—y hacerlo libres de temor.

Mark Galli es editor en jefe de Christianity Today.

Ser más como Cristo

Una perspectiva cristiana hacia el éxito académico.

Christianity Today February 8, 2017
Rick Birkbeck / Lightstock

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

¿En qué piensas cuando escuchas el término “éxito académico?” ¿Te imaginas ceremonias de graduación o un diploma universitario? En los Estados Unidos, sólo uno de tres adultos tiene educación universitaria y sólo ocho de cien personas (8 por ciento de la población) han obtenido una maestría. Obviamente, esta es una forma de pensar sobre el significado del éxito académico.

Por supuesto, una persona puede obtener éxito académico obteniendo títulos y ser un fracaso en la vida. Pensé sobre esto hace algunos años cuando mi esposa Mary Ann y yo tuvimos la oportunidad de viajar a Camboya donde nuestra hija mayor y su esposo estaban trabajando para una organización cristiana de desarrollo. Quizá se recuerde lo que sucedió en Camboya en los 1970 donde el 40 por ciento de la población fueron asesinados (los maestros y líderes cristianos fueron los primeros que asesinaron).

Durante nuestra visita fuimos al Museo del Genocidio donde muchas de las matanzas ocurrieron. Vimos torres de 30 pies de alto con solo cráneos humanos dentro de ellas y un árbol inmenso llamado el Árbol de la Muerte, donde los líderes de Khmer Rouge llevaban a los bebés para matarlos. Me provocó mucha emoción saber que la mayoría de esos líderes asesinos fue educada en las mejores universidades. Eran personas brillantes con títulos tras sus nombres, pero llegaron a ser de los individuos más déspotas del siglo 20.

Obviamente, el éxito académico no puede ser medido solo con títulos y debería incluir la mente de la persona y su alma también. ¿Qué es una perspectiva cristiana del éxito educativo? Consideremos Lucas 2:52 que dice “Y Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente.” Este corto versículo aclara que Jesús creció en cada dimensión de su vida, la intelectual, la física, la social y la espiritual. Sugiero que este versículo puede servir como paradigma para definir el éxito en la educación. Provee el criterio para el éxito académico en cuatro dimensiones.

Primero, vemos la dimensión intelectual: Jesús crecía en sabiduría. Por supuesto la educación, se trata de conocimiento y el intelecto. Pero, sabiduría es la habilidad de tomar el conocimiento que hemos recibido y aplicarlo a cada área de nuestra vida. Es la habilidad de tomar buenas decisiones en medio de las complicaciones, y a veces, las conflictivas demandas éticas de la vida.

Segundo, hay una dimensión física en la vida: Jesús creció en estatura. Quizá se le hace raro que el escritor mencione la dimensión física de Jesús. Después de todo, cuando muchos piensan en religión, piensan en algo que no es físico en naturaleza, algo removido de lo rutinario de la vida. La Escritura nos dice que nuestros cuerpos son el templo del Espíritu Santo, y por lo tanto, lo que hacemos dentro y a través de la dimensión física le importa mucho a Dios. Podemos hacer bien con la mente, con el intelecto, y aun con la sabiduría, pero si no cuidamos del cuerpo y del mundo que nos rodea, no tendremos éxito. El enfocarnos en la mente solamente nunca nos permitirá vivir una vida floreciente.

Muchas escuelas y universidades cristianas se están dando cuenta que cuando hablas de educación cristiana, incluye el lado físico de la vida, y por eso se enfatizan los programas de educación física, fisioterapia, descubrimiento de la naturaleza, programas médicos y de salud, y muchos más. La dimensión física se extiende a cuidar la creación de Dios. Eso también, fue parte del mandato del Creador en Génesis.

La tercera dimensión de la educación es aprender a cómo relacionarnos con otros, cómo sobrellevar el conflicto, cómo comunicarse bien, y cómo escuchar bien. La dimensión social: Jesús cada vez gozaba más del favor de toda la gente. Tenemos que aprender a vivir nuestra fe en un mundo quebrantado y complejo como seres sociales. Esto quiere decir que trabajamos arduamente en contra de prejuicios y racismo, buscando justicia para el pisoteado y oprimido, cuidando del pobre, porque todos fuimos hechos a la imagen de Dios. Un día, en la gloria como creyentes en Cristo, nos reuniremos alrededor del trono del Cordero juntos.

A diferencia de algunos hombres y mujeres santos y de significado en la historia, Jesús no era un ermitaño, desasociándose de la gente. Durante su vida, la dimensión social de ser humano fue muy importante. Fue, como dijo el teólogo Dietrich Bonhoeffer, un hombre para todos. Dios nos hizo para ser criaturas sociales. Génesis 2:18 dice, “no es bueno que el hombre esté solo.” Fuimos creados para interactuar. Fuimos creados para estar con gente y para la gente y ser sostenidos por la gente. Sabemos esto, no tan sólo bíblicamente, sino también a través de disciplinas académicas tal como sociología, psicología, economía, historia, educación, negocio y estudios de administración de empresas. Podríamos añadir otros a la lista. Todos nos apuntan a vivir la vida juntos.

La cuarta dimensión es espiritual: Y Jesús creció en favor con Dios. Aunque Jesús era Dios, entró a este mundo y dio atención a lo que comúnmente llamamos las disciplinas espirituales. Oró, y no sólo cuando las cosas estaban difíciles, y lo fueron para Jesús. Leyó y meditó en la Escritura. Frecuentemente se levantó temprano para estar a solas con el Padre. Ayudó a su prójimo. Apuntó a otros al Reino de Dios y a sí mismo como Salvador y Señor. Si Jesús, siendo el hijo divino de Dios, necesitaba practicar estas disciplinas espirituales, ¿cuánto más nosotros? Hemos sido creados como criaturas espirituales, destinadas a vivir con Dios, para Dios, habilitados por Dios, para conocerlo personalmente y para vivir nuestras vidas desde esta relación fundamental. Podemos tener gran intelecto, ser muy fuertes físicamente, tener habilidades sociales extraordinarias, pero si la dimensión espiritual falta, algo fundamental falta en la vida de esa persona.

Quizá usted puede imaginar su vida como una rueda con cuatro rayos: el intelectual, el físico, el social y la dimensión espiritual. En el centro de todo está Cristo. Lo que necesitamos saber sobre el éxito académico es que una vida Cristo céntrica quiere decir que puede jugar un deporte, estudiar matemática, literatura, historia, educación, negocio, las ciencias, que puede reír y pasar tiempo con amistades, que puede tocar un instrumento musical o cantar, puede crear arte, puede tener trabajo, y todo tiene un propósito más alto. El marco de referencia para nuestra educación tiene que ser Cristo céntrica y todo para la honra de Dios. Esto es lo genial de una educación cristiana, y no se compara con nada en el mundo.

“Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente.” Qué así mismo sea en nuestras vidas, en nuestras iglesias y en nuestras instituciones.

El Dr. Dennis Hollinger es Presidente de Gordon-Conwell Theological Seminary y profesor distinguido de Ética Cristiana. Durante la Cumbre Nacional Hispana de Educación, compartió una presentación sobre el valor de la educación cristiana y la verdadera medida del éxito académico.

No perderemos una generación

Uno de los desafíos más vitales para las mujeres latinas es la idea de ser mentoras y pasar nuestra fe a la próxima generación.

Christianity Today February 8, 2017
Prixel Creative / Lightstock

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional del Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Nací en un hogar donde se asistía a la iglesia, así que tengo memorias desde una temprana edad de la escuela dominical, la escuela bíblica de verano y muchos otros eventos. Mis padres nos dieron el ejemplo que dar de tu tiempo es tan importante como cualquier otra cosa que podamos dar, así que mis padres estaban involucrados en varios ministerios. La vida dentro de la iglesia moldeó nuestra vida familiar. Asistimos a una iglesia pequeña, en la que se hablaba español donde la vida familiar estaba intrincadamente entretejida dentro de la liturgia y la comunión eclesiástica. Amaba ir a la iglesia. De joven, me casé con el amor de mi vida, Samuel, un hombre con un llamado al ministerio. Por los últimos 27 años hemos servido felizmente como pastores, evangelistas, hemos trabajado con jóvenes (¡y sobrevivido!) y también como administradores. He tenido el privilegio de trabajar entre mujeres de todas las edades en una capacidad u otra por los últimos 20 años.

Si bien existen muchos desafíos que las mujeres latinas enfrentan (o cualquier mujer evangélica), no obstante creo que uno de los desafíos más vitales para enfocar es la idea de ser mentoras y pasar nuestra fe a la próxima generación. Ya se acabaron los días de vivir cómodamente nuestro cristianismo sin establecer lazos y ofrecer un lugar a la próxima generación en la mesa donde se toman las decisiones. Hay demasiadas estadísticas advirtiéndonos sobre los Mileniales: que no asisten a la iglesia, que tienen un limitado conocimiento de la Biblia, que no tienen un sentido de lo que es bueno o malo o verdadero. No podemos continuar haciendo las cosas como siempre las hemos hecho. Lamentablemente, las estadísticas para la generación Z tampoco nos pintan un cuadro prometedor. Las generaciones futuras de mujeres piadosas necesitan que sirvamos como mentoras y las encaminemos a una vida en Cristo y la obra de la Iglesia.

Jueces 2:10-12 provee un ejemplo perfecto de lo que puede suceder si no servimos intencionalmente como mentoras a la próxima generación:

“También murió toda aquella generación, y surgió otra que no conocía al Señor ni sabía lo que él había hecho por Israel. Esos israelitas hicieron lo que ofende al Señor y adoraron a los ídolos de Baal. Abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y siguieron a otros dioses —dioses de los pueblos que los rodeaban—, y los adoraron, provocando así la ira del Señor.”

En una sola generación, se perdió la verdad. Se perdió la fe. Mi esperanza es ver a todas las latinas evangélicas servir como mentoras para mujeres jóvenes y les ayuden vivir una vida de fe. Tenemos tanto que ofrecer y contribuir a la Iglesia. Tenemos que dar este conocimiento a las generaciones próximas. En el libro de Tito, capítulo 2, Pablo exhorta a Tito a que enseñe a hombres y mujeres lo que deberían hacer para asegurar que los que conocen a Cristo, crezcan en su fe y qué hacer para que los que no conocen a Cristo lo lleguen a conocer por el ejemplo de ellos. Da instrucciones específicas a mujeres mayores, que les enseñen a mujeres jóvenes cómo vivir de una forma que le agrade a Dios. Esto es tan relevante y crítico hoy como lo fue hace dos mil años.

Mujeres, ¡ustedes son increíbles! El conocimiento y sabiduría que poseen a través de sus experiencias en la vida pueden servir para ser mentoras y para guiar a las mujeres jóvenes a su alrededor. Comparta con ellas cómo Dios restauró su matrimonio o cómo está trabajando dentro de su matrimonio. Dígales que Dios fue fiel mientras usted atravesaba una enfermedad o cómo sigue siendo fiel mientras camina rumbo a su sanidad. Comparta sobre el hijo o hija pródiga suya y como usted oró por ellos y cómo llegaron a conocer a Jesús como su Salvador o cómo continúa orando fielmente por ellos y sigue creyendo hasta que ese día llegue.

La pregunta es, ¿cómo podemos proveer oportunidades para ser mentoras a las próximas generaciones de mujeres en la fe? Les comparto algunas ideas prácticas de mi propia experiencia para ayudarles a ejecutar e implementar sus propias ideas:

1. Incluya a mujeres jóvenes en mesas directivas ministeriales.

Mi experiencia ha sido que estas jóvenes contribuyen al mismo nivel que las mujeres con más experiencia. Ha sido de valiosa ayuda escuchar e implementar sus ideas. Les advierto: ¡serán desafiadas! Estas chicas son expertas con la tecnología y las redes sociales. Tienes que mantener una mente abierta y estar dispuesta a tratar cosas nuevas; el estatus quo no atraerá a mujeres mileniales.

2. Ofrezca reuniones específicamente para mujeres jóvenes en su iglesia local.

Ofreciéndoles este tiempo de compañerismo les provee la oportunidad para socializar y crear amistad con otros creyentes y les ayuda a transformar su deseo de hacer "buenas obras" y llevarlo a la acción. Si lee sobre los Mileniales, se dará cuenta que el "hacer buenas obras" es importante para ellos. No quieren solo hablar de hacer el bien; sino que en realidad quieren "hacer buenas obras." Provean oportunidades para practicar buenas obras. Por ejemplo; ser voluntarios en un albergue, cocinando y entregando comida a personas que no salen de su hogar, organizar con un grupo de personas de tercera edad que quieran la visita de estos jóvenes para jugar juegos con ellos, ayudarles con los quehaceres cotidianos, hacerles almuerzo o cena, etc. Las posibilidades no tienen fin.

3. Posiciónese en situaciones donde esté rodeada de mujeres jóvenes.

Escuche. Observe. Haga acto de presencia y sea transparente para que ellas puedan aprender de sus éxitos y de sus fracasos. Los niños y jóvenes saben cuándo no somos honestas. Queremos que nos tengan confianza y que sobresalgan. Nos tendrán confianza si somos honestas. Ya que tengamos su confianza, nos escucharán. Ya que nos escuchen, podemos ofrecer dirección para que aprendan a conquistar sus obstáculos y crezcan en su fe.

Es mi esperanza que cada creyente haga su misión ver que la próxima generación se comprometa con su fe y viva sus compromisos cristianos en sus comunidades, en sus familias y en sus trabajos. ¡Hagámoslo! Comprometámonos a ser mentoras para las próximas generaciones. Seamos una parte integral de nuestras familias y comunidades. Seamos la luz de Cristo que brille sobre ellas. Oh, ¡y vayamos a la iglesia! Seamos un ejemplo de lo que es estar involucradas con nuestras comunidades de fe, sirviendo a otros, amando a otros y dando de las múltiples bendiciones que Dios nos ha dado. ¡No perdamos una generación!

Yvette Santana sirve como directora de discipulado a mujeres para la región suroeste de iglesias hispanas en Estados Unidos para su denominación y también es directora del ministerio a mujeres de la Conferencia Nacional de Líderes Hispanos Cristianos (NHCLC). Está felizmente casada con su mejor amigo, Samuel Santana, y son padres orgullosos de sus dos hijos, Samuel (24) y David (21). Yvette admite que todavía le encanta ir a la iglesia.

Olas de la reforma a favor de la vida

Católicos y evangélicos encuentran puntos en común en los centros para embarazos en crisis.

Christianity Today January 5, 2017
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Esta traducción fue publicada en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

La organización sin lucro, First Image, que maneja cuatro centros de recursos para embarazos en el área de Portland y la primera unidad móvil de ultrasonido en Oregon, recientemente recibió cuatro máquinas para ultrasonido—una donación con un valor de más de $120,000 dólares.

Para lograrlo, el ministerio evangélico primero tuvo que sobrepasar una barrera teológica para forjar una colaboración más profunda con los católicos que abogan a favor de la vida.

Como afiliado a la red llamada Care Net, la declaración de fe de First Image fue adaptada de la Asociación Nacional de Evangélicos. Esas creencias no están “del todo de acuerdo con la fe y las enseñanzas católicas,” de acuerdo al arzobispo de Portland, Alexander K. Sample.

Pero después de más de un año de diálogo entre First Image y la arquidiócesis, los dos grupos firmaron un acuerdo que permitió que los católicos apoyaran más a fondo el ministerio evangélico de alcance y al mismo tiempo que preservaran sus distintivos doctrinales.

“Nuestra postura siempre ha sido colaborar lo más ampliamente posible y conservar nuestro fundamento evangélico,” indicó Larry Gadbaugh, director ejecutivo de First Image y quien ha servido anteriormente como pastor. “Queríamos promover la misión sobre la que teníamos una misma convicción.”

Esta colaboración permitió que 4US, una organización benéfica fundada por los católicos, donara las máquinas a First Image a pesar de sus desacuerdos teológicos sobre su declaración de misión.

“La experiencia ha sido al mismo tiempo una bendición y un actuar de nuevo el drama de la Reforma y la Contrarreforma” indicó Diego Wendt, cofundador de 4US, quien ha donado 44 máquinas a clínicas en Estados Unidos. “Cuando estamos dialogando, algunas veces siento que nos estamos regresando 500 años atrás. Sin embargo ha sido una trayectoria de mucho beneficio.

“En el movimiento pro-vida estamos viendo la unidad en el cuerpo de Cristo que todos deseábamos—que Cristo demanda—cuando vemos a los católicos recaudar fondos para estos centros de recursos para embarazos que administran los evangélicos.”

Aunque los católicos, según Wendt, siguen dominando el activismo pro-vida en eventos como la Marcha Pro-vida, son mayormente los protestantes los que están fundando y dotando de personal a miles de centros de recursos para embarazos. Sólo como un cuarto de todos los centros cumplen los requisitos médicos y las reglas necesarias para ofrecer servicios de ultrasonido. En muchas regiones, los únicos centros que pueden recibir donaciones de máquinas de ultrasonido son los ministerios evangélicos.

Care Net, que abarca 1,100 centros en los Estados Unidos y el Canadá, toma una postura teológica más específica que la red más grande de centros para embarazos, Heartbeat International (que abarca más de 1,400 centros). Heartbeat sólo requiere que los colaboradores afirmen el credo niceno o el credo de los apóstoles.

La primera línea en la declaración de fe de Care Net—Creemos que la Biblia es la única Palabra de Dios inspirada, infalible y autoritativa —puede causar cierta resistencia de parte de los socios católicos, ya que ellos también afirman la autoridad del papa y los concilios eclesiásticos.

“[Para los católicos] las Sagradas Escrituras no se pueden interpretar sin la tradición sagrada,” indicó Wendt. “Estábamos regresando a Martín Lutero y las 95 tesis.”

Por algunos años, Frank Pavone, líder de sacerdotes pro-vida les aseguró a sus compañeros católicos que podían afirmar con clara conciencia la declaración teológica evangélica. Incluso aconsejó que los católicos debían colaborar con Care Net con “entusiasmo y regocijo.” No obstante, los obispos son los responsables de hacer sus propias recomendaciones, y los líderes como Sample en Portland no están de acuerdo con él.

Todd Cooper, director de ministerios especiales del arzobispo, indicó que el acuerdo con First Image refleja la unidad y actitud receptiva entre cristianos, y “debería celebrarse como algo significativo para el oeste de Oregon y para las relaciones católico-evangélicas sobre el tema de la vida.

“Hemos dado un importante paso hacia adelante,” indicó. “Nuestra esperanza está en que en algún momento, Care Net permita que se firme el credo de los apóstoles en lugar de la declaración de fe.”

First Image continúa requiriendo que todos los miembros de la junta, el personal, y los voluntarios regulares firmen la declaración de fe evangélica.

“El evangelio para nosotros es la razón por lo cual amamos a nuestro prójimo. No separaremos eso de la forma en que ministramos,” indicó Gadbaugh. “Hay algunos que dicen que podríamos salvar más bebés si minimizamos la importancia del evangelio, y nosotros no estamos de acuerdo con eso.”

First Image refleja un método más holístico al movimiento pro-vida y aspira a hacer mucho más que sólo convencer a mujeres que rehúsen el aborto. Sus historias de éxito van más allá de escoger la vida a asegurar una vivienda segura, a reconciliar a los familiares, a vencer las adicciones, a encontrar la sanidad, y a involucrarse en las comunidades cristianas. Esta filosofía hace eco en la misión de Care Net de no tan sólo ser pro-vida, sino pro “vida abundante.”

El presidente de Care Net, Roland Warren, mira mucha más unidad teológica que tensión entre los católicos y los centros locales de Care Net, especialmente cuando el trabajo pro-vida se extiende yendo más allá de la prevención del aborto. “He encontrado una relación fortalecedora alrededor de no tan sólo la santidad de la vida, sino también la santidad del matrimonio y la santidad de la familia como parte del diseño de Dios,” indicó. “Tales cosas están formando lazos más estrechos entre los católicos y los evangélicos.”

Warren señaló que Care Net fue formado hace 40 años a petición de líderes católicos, que instaron al antiguo Director General de Salud Pública, el Dr. C. Everett Koop, y a los teólogos Francis Schaeffer y Harold O. J. Brown a que involucraran a los evangélicos en la oposición al aborto.

“Care Net en efecto se fundó porque los protestantes y los evangélicos no estaban participando en el tema de la vida,” indicó. “Los católicos habían llevado la delantera. Y cuando Roe v. Wade se hizo ley, algunas denominaciones protestantes eran pro elección y muchas guardaban silencio. No teníamos un enfoque o compromiso real alrededor del asunto.” (La organización fue fundada por Brown en 1975 como el Concilio de Acción Cristiana.)

Gadbaugh primeramente se convenció sobre el asunto del aborto a través de la gira de conferencias de Koop y Shaeffer titulada “Por lo tanto, cómo debemos vivir,” que pasó por Portland en los años 70s. Hoy él es testigo de una creciente participación evangélica en asuntos pro-vida; más al igual que Wendt y otros más, también sigue viendo a los católicos como los que dirigen el movimiento a través de las delegaciones nacionales del derecho a la vida y las campañas pro-vida de 40 días.

El presidente de “Enfoque en la familia” Jim Daly asistió a la “Marcha a favor de la vida”—la más grande reunión pro-vida—por primera vez el año pasado, y su organización y la Comisión de Ética y Libertad Religiosa (de los Bautistas) lanzaron la primera conferencia de Evangélicos a favor de la vida. El evento aumentó la asistencia a la marcha, que se lleva a cabo en Washington, DC, alrededor del aniversario de Roe v. Wade.

“Es nuestra oportunidad como creyentes comprometidos, nacidos de nuevo, declarar abiertamente al mundo que la santidad de la vida es más que un asunto político—que es, de hecho, un elemento indispensable del mensaje del evangelio,” afirmó Daly, que está programado para asistir a la conferencia y marchar otra vez este año.

Al colaborar más de cerca los evangélicos y los católicos y ministrar a mujeres con embarazos no planeados, es más probable que luchen unidos por la causa. “Existe una diferencia enorme, aun por los últimos 10 a 20 años,” indicó Cooper. “Estamos comprendiendo y aplicando el llamado de Cristo a la unidad.”

Kate Shellnutt es editora asociada de CT en la red.

Justicia para el extranjero

Las historias humanas detrás de los números.

Christianity Today January 5, 2017
alberto cervantes / Shutterstock

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Don Hilario Medina (no es su verdadero nombre), un inmigrante de 73 años, había cruzado la frontera sur de los Estados Unidos en 1968, sin dinero, sin familia y con muchas ganas de trabajar. Su falta de educación formal le impidió hacer mucho más que trabajar en labores agrícolas toda su vida. En la época que entró a los Estados Unidos era muy fácil obtener una tarjeta de seguro social. Bastaba con presentarse en la oficina más cercana y solicitarla, así que eso fue lo que hizo.

En todos los años que trabajó, don Hilario recibió pago por cheque y el Departamento de Seguridad Social descontó mes tras mes las cuotas de ley para su jubilación. Don Hilario es un buen hombre; sencillo, humilde y trabajador, nunca tuvo problemas con la ley. Tras una larga vida de duro trabajo, don Hilario se jubiló, pero su falta de estatus legal le impedía recibir los beneficios de ley.

Don Hilario supo del ministerio del Proyecto ISAAC y solicitó nuestra ayuda. Tras un análisis de su caso, determinamos que era elegible para un beneficio llamado Registry, mediante el cual una persona que entró a los Estados Unidos como indocumentado desde enero 1 de 1972, que nunca ha tenido problemas con la ley, nunca ha salido del país y puede demostrar su presencia física en los Estados Unidos desde entonces, puede recibir una tarjeta de residente permanente. ISAAC lo representó legalmente en el proceso de solicitud y obtuvo su tarjeta de residente.

El Proyecto ISAAC (Immigration Service and Aid Center, por sus siglas en inglés) nació en el año 2006 como un esfuerzo de parte de la Comisión de Vida Cristiana de los Bautistas de Texas a fin de amar y servir a la comunidad inmigrante. Una de las más grandes necesidades de los inmigrantes en nuestro país es la de recibir servicios legales a bajo costo. Muchos de ellos no pueden pagar los servicios de un abogado de inmigración y, desgraciadamente, esta necesidad es aprovechada por personas que se hacen llamar “notarios” o “consultores de inmigración”. Estos individuos carecen de licencia para ejercer las leyes de inmigración y estafan diariamente a miles de familias. Les llenan formas de solicitud migratoria y solicitan beneficios a favor de ellos, pero sin saber nada de procesos legales ni tener permiso para hacerlo. Esto resulta muchas veces en la deportación del inmigrante, o por lo menos en el robo de su dinero.

Existe un proceso mediante el cual la Junta de Apelaciones Migratorias (Board of Immigration Appeals), una rama del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, reconoce a iglesias y organizaciones sin fines de lucro y acredita a sus representantes para ofrecer servicios legales sin necesidad de tener un título de abogado. Ofrecer servicios legales sin tener un título de abogado y hacerlo como ministerio para cubrir esta necesidad es solo posible en los Estados Unidos y constituye un privilegio enorme.

El Proyecto ISAAC recibió su reconocimiento en el 2013, y ha ayudado a cientos de personas en la comunidad inmigrante de San Antonio. Además, ISAAC ha ayudado a otras iglesias y ministerios en Texas, Florida y Virginia a obtener su reconocimiento y acreditación de parte de la Junta de Apelaciones Migratorias.

¿Qué es lo que hacemos? Es muy sencillo: el inmigrante que busca ayuda hace una cita con nosotros, nos da una hora de su tiempo para contarnos su historia migratoria y su necesidad. Analizamos su caso y mediante consejería legal tratamos de encontrar los beneficios migratorios para los que es elegible. Si podemos ayudarlo, llenamos las formas correspondientes y nos convertimos en sus representantes legales ante el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.

Ver los rostros de aquellos que salen de las sombras para convertirse en residentes permanentes o simplemente adquirir el estatus migratorio que les permita vivir sin temores en nuestro país es una expresión tangible del amor de Cristo.

¿Por qué lo hacemos? Porque el amor de Jesucristo nos constriñe. La Biblia es clara cuando habla de lo que Dios espera de nosotros al respecto de los inmigrantes. Es evidente, de acuerdo a Mateo 25:31-46, que al fin de los tiempos el Señor nos pedirá cuentas sobre cómo alimentamos al hambriento, cómo vestimos al desnudo, si visitamos a los prisioneros, a los enfermos, y si cuidamos del forastero, del extraño, del que es diferente a nosotros.

Una razón adicional por la que llevamos a cabo este ministerio, es que alguna vez nosotros mismos fuimos extranjeros, y alguien nos amó y proveyó para nosotros a fin de que pudiéramos ser traídos a la plena conexión con Dios y con la comunidad. Debemos ir y hacer los mismo por los demás.

Don Hilario es uno de millones de extranjeros entre nosotros que espera a que el Cuerpo de Cristo se preocupe y haga algo por su necesidad. El extranjero estará presente legalmente o en papel de indocumentado, pero Dios lo ama a pesar de todo. Quien sirve a los inmigrantes intenta verlos con los ojos de Cristo Jesús, y busca ver a Cristo mismo reflejado en el rostro de ellos.

Jesús Romero es Director del Proyecto ISAAC (Centro de Servicios y Ayuda de Inmigración), un ministerio de los Bautistas de Texas.

Entrevista con David Garland, Presidente Interino de la Universidad de Baylor

Conversando sobre ser el primer miembro de la familia en asistir a la Universidad.

Christianity Today January 5, 2017
Courtesy of Baylor University

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

La Dra. Andrea Ramírez, directora ejecutiva de la Coalición de Fe y Educación para NHCLC entrevistó al Dr. David E. Garland, Presidente Interino de la Universidad de Baylor y Profesor de las Sagradas Escrituras del seminario George W. Truett. Baylor ofrece programas únicos para estudiantes hispanos (eventos multiculturales y asociaciones) y para estudiantes que son los primeros en asistir la universidad.

La Universidad de Baylor recibió la Cumbre Nacional Hispana de Educación 2016. Nos causó una gran impresión el liderazgo de la universidad y su compromiso en apoyar a los estudiantes hispanos. El Dr. David Garland, quien es el Presidente Interino de la universidad, está conmigo para hablar sobre la vida familiar y la vida universitaria.

El Dr. Garland y su difunta esposa Diana, quien era la Decana de la facultad que ahora lleva su nombre, la Escuela de Trabajo Social Diana R. Garland de Baylor, escribieron un libro juntos llamado, Familias con defectos de la Biblia y cómo la gracia de Dios obra a través de relaciones imperfectas.

Dr. Garland, ¿quién es el estudiante ideal de Baylor?

El estudiante “ideal” tal como la familia “ideal” no existe. Muchas personas creen que hay tal cosa como una familia perfecta, pero si vemos las Sagradas Escrituras, todas las familias de las cuales leemos tenían defectos, con relaciones quebrantadas y es maravilloso ver como Dios pudo usar a personas de estas familias quebrantadas en maneras poderosas, y empezó todo con Caín y Abel.

La Biblia claramente muestra que solo porque una familia esta quebrantada, no quiere decir que Dios no puede usar a esa familia en una manera poderosa. No existe la familia perfecta. Tenemos que cambiar nuestra forma de pensar, que no idealicemos a un tipo de familia y que nos demos cuenta que Dios creó a las familias en maneras diferentes y que Él trabaja a través de diferentes circunstancias. Lo mismo podemos decir sobre el estudiante “ideal.”

Hablando de familias, una parte esencial de nuestra identidad Latina es que valoramos a la familia. Padres y estudiantes están buscando una familia lejos de su hogar al llegar a un plantel universitario. Muchos lectores—padres y abuelos—quizás están considerando Baylor para su estudiante. ¿Qué quisiera que supieran sobre la Universidad de Baylor?

Varias familias me han dicho, padres que llegan al plantel, que hay un sentir familiar en la Universidad de Baylor—un ambiente de familia. Para estudiantes Latinos, parte de esta conexión empieza con la Asociación de Estudiantes Hispanos. Animamos a los padres y abuelos hispanos a que animen a sus estudiantes de escuela preparatoria a que vengan y visiten el plantel, que visiten el sitio web, y que vengan a vernos.

Más del 90 por ciento de nuestros estudiantes están recibiendo algún tipo de ayuda financiera o becas, y estamos comprometidos en ayudarles a graduarse a tiempo. Tenemos varios programas que ayudan a los estudiantes para que tengan éxito, y contamos con muchas becas disponibles. Si un estudiante es el primero en asistir a la universidad en su familia, tenemos programas que le van a ayudar. Le llamamos First in Line, y ayudamos a los estudiantes para que estén preparados y tengan éxito y que se gradúen.

Se refirió a una visita al plantel. ¿Puede explicar más sobre esta oportunidad?

Claro que sí, varias veces durante el año ofrecemos a estudiantes potenciales una oportunidad de visitar el plantel. Conocen a profesores, recorren el campus, y asisten a clases. Queremos ayudarles decidir si nuestra universidad es para ellos. He hablado con muchos estudiantes quienes han llegado y decidido, “No voy a ningún otro lugar. Ni iré a visitar ninguna otra escuela.” Si vienen a Baylor para visitarnos, por favor vengan a la oficina del Presidente.

Muchas veces, la iglesia se enfoca en el corazón y el alma, y lo hacen bien, pero nosotros queremos equipar y animar a los estudiantes para amar a Dios con toda su mente. ¿Cuándo piensa en ese versículo, “amar a Dios con toda tu mente,” que quiere decir esto para usted?

Quiere decir que un ser humano es corazón, alma y mente, y que no damos 2/3 partes de nuestro ser a Dios. Le damos todo. El corazón siente la mente, la mente alimenta el corazón, y todo esto es parte de nuestra vida, de nuestra alma. Animo a los estudiantes a dedicar su vida a Dios, a recibir el mejor entrenamiento posible, para que puedan estar preparados para las oportunidades que han de venir.

La verdad es que estamos hablando de tener una actitud de corazón de decir “sí” ante el Señor—sea al entrenamiento o a las oportunidades que busquemos como estudiantes para obtener un título universitario de pregrado o posgrado.

Creo que eso es absolutamente correcto. Y Dios nos da oportunidades para decirle sí. Cuando lees historias en la Biblia, casi todos los personajes dicen “no” primero. Quizás tenían miedo o sentían que no estaban cualificados. Moisés dijo, “no puedo hablar.” Pero Dios siempre provee una manera para que tengas éxito si te abres a su liderazgo.

Cinco pasos para estar listo para la universidad



La Dra. Elizabeth D. Palacios, decana de desarrollo estudiantil en Baylor y asistente especial al presidente sobre diversidad, creció en San Antonio y fue una de las primeras estudiantes Hispanas en su generación. Obtuvo su bachillerato y maestría en Baylor y su doctorado de la Universidad de Texas, Austin. La Dra. Palacios ofrece cinco consejos prácticos para familias y estudiantes de lo que se puede hacer ahora y en el futuro para estar preparados para el colegio:

  1. Asegúrese que su estudiante tome clases de Advanced Placement (AP) y honores para que esté preparado para las exigencias de los cursos universitarios.
  2. Anime a su estudiante para que tome los examenes PSAT 10 y PSAT/NMSQT en el grado 10. (PSAT=Preliminary Scholastic Aptitude Test, NMSQT=National Merit Scholarship Qualifying Test)
  3. Pregunte en su escuerla o universidad de la comunidad sobre programas de preparación para la universidad, tales como AVID, Upward Bound, programas de tutoría, etc., y que asistan a “Noche de Universidad” en su escuela preparatoria y en su ciudad. Asegúrese que su estudiante se conecte con su consejero académico.
  4. Busque que su estudiante LEA, LEA, LEA. Obtenga una lista de libros que lo preparará para los tipos de libros que tendrá que leer en la universidad, tal como 101 books for college-bound kids.
  5. Su estudiante debe involucrarse en algún tipo de ayuda a la comunidad, actividades eclesiásticas, ser voluntario, y otras actividades para que puedan aprender sobre ellos mismos, como ayudar a otros, y obtener experiencias de la vida real y sobre algunas profesiones que les ayuden a definir lo que deben estudiar en la universidad.

Un llamado a todas las familias hispanas

Considere enviar a sus hijas e hijos a una universidad cristiana.

Christianity Today January 5, 2017
Syda Productions / Shutterstock

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

La Dra. Andrea Ramírez, Directora Ejecutiva de la Coalición de Fe y Educación, recientemente entrevistó a la Dra. Shirley Hoogstra, Presidenta del Concilio de Universidades y Colegios Cristianos (CCCU). Antes de CCCU, la Dra. Hoogstra sirvió como Vicepresidenta de Vida Estudiantil en la Universidad Calvin College por 15 años y como asociada en un despacho legal por 13 años. Es graduada del Colegio Calvin y la University of Connecticut School of Law.

La educación superior se ha hecho algo esencial como preparación para una profesión para un mayor número de familias hispanas en los Estados Unidos.

Dra. Hoogstra, ¿qué les puede compartir a estudiantes que están ponderando dónde aplicar al colegio? ¿Por qué deberían considerar aplicar a universidades cristianas?

Primeramente, déjame decir que soy graduada de una universidad cristiana. Y mis hijos son graduados de universidades cristianos. Mi perspectiva, por lo tanto, incluye experiencias personales y profesionales con estas instituciones.

La primera razón que recomiendo las universidades cristianas es que el aspecto académico es excelente. No recibes un nivel de educación de segunda categoría cuando vas a una institución cristiana. Un segundo beneficio es el desarrollo de fe y carácter en los jóvenes. Mi esposo y yo quisimos que nuestros hijos crecieran en el temor de Dios. Sabíamos que los años entre 18-22 serían años importantes en la formación de su carácter y la profundización de su fe. Un profesorado y personal administrativo que ven al mundo a través del lente cristiano serían modelos para ellos en un plantel cristiano. Y en una universidad cristiana había una mayor posibilidad de que sus amistades y otros estudiantes fueran personas que también estaban comprometidas a desarrollar su fe.

Estoy muy de acuerdo. Yo experimenté esas bendiciones en el plantel de Dallas Baptist University—excelencia académica y una comunidad que ofreció apoyo y una perspectiva Cristo-céntrica.

Hay otro desafío para muchos estudiantes hispanos, especialmente los que serán los primeros en su familia en asistir a la universidad. Por lo regular, nuestros estudiantes tienen un trabajo, quizás con un familiar, que les espera en cuanto terminen sus estudios de preparatoria y que ofrece sueldo y beneficios, algo que resulta muy atractivo. Si los padres se están preguntado si una educación universitaria vale la pena y el esfuerzo, ¿qué les diría usted?

Esa es una pregunta muy importante. Mi padre trabajó en una ferretería, y duró toda su carrera en ese trabajo. Pero hacia el fin de su carrera, cuando casi tenía 60 años, estas tiendas pequeñas estaban compitiendo con tiendas mucho más grandes para sobrevivir. Su negocio estaba decayendo. El mundo estaba cambiando. Tuvo que encontrar una nueva ocupación.

La globalización y tecnología han cambiado nuestra economía, creando un cambio enorme en cómo la gente trabaja. En vez de tener dos trabajos en toda su vida, como mi padre, ahora la gente tiene 7 trabajos, quizás 7 diferentes carreras en su vida. Por lo tanto, ¿cómo se preparán los jóvenes para este cambio económico? Los jóvenes adultos que están entrando al mundo laboral tienen que ser bien leídos, con habilidad de escribir bien, hablar eficazmente y pensar críticamente. Tienen que poder adaptarse y entender el mundo digital. Una educación universitaria les puede dar una gran ventaja.

Esta es otra estadística importante: aquellos que tienen un título universitario, en el curso de su vida, ganaran un millón de dólares más que los que no lo tienen. Un millón de dólares en ingresos quiere decir más dinero para el retiro, para donar, dinero que pueden compartir con su iglesia y comunidad. Si los estudiantes miran a largo plazo, verán como una educación universitaria les conviene y que vale la pena la inversión.

Como mencionamos, muchos estudiantes hispanos serán los primeros en la familia en asistir a la universidad. El proceso de aplicar puede ser abrumador, pero además de eso, está la sorpresa de lo que cuesta la colegiatura. ¿Deberían aplicar solo a las escuelas que parecen ser más baratas?

Existe una gran variedad en los precios de la colegiatura. Las universidades communitarias de dos años y las escuelas estatales generalmente son las que menos cuestan. Luego, siguen las universidades privadas cristianas, y al fin, las universidades privadas que en general, son las que cobran más.

Pero tenemos buenas noticias: hay multiples opciones para ayuda financiera tanto para las universidades religiosas como las privadas. Para algunos estudiantes, esta ayuda les baja el precio casi al nivel de una universidad estatal. Las universidades cristianas privadas ofrecen ayuda basada en la habilidad del estudiante y sus calificaciones; por lo tanto, lo que cuesta un año de estudios, puede ser mucho menos de lo que se ve a primera vista.

No permitas que el costo de la colegiatura te detenga de aplicar a una universidad Cristiana. Envía tu aplicación, y deja que los consejeros de admisión y ayuda financiera te ayuden y expliquen lo que está disponible para ayudarte.

Usted mencionó que existe ayuda basada en la habilidad del estudiante y su necesidad. ¿Puede definir estos términos por favor?

Claro que sí. Veamos primero la ayuda basada en la necesidad. Las universidades privadas tienen graduandos y donantes que están comprometidos a ayudar a la siguiente generación para que tengan acceso a una educación de calidad. Estos donantes contribuyen millones de dólares para que la escuela pueda ayudar a los estudiantes con mayor necesidad. Ya que un estudiante aplica, el equipo de ayuda financiera de la escuela puede evaluar la situación financiera del estudiante y determinar que dinero hay disponible para ayudarle.

La ayuda basada en la habilidad y las calificaciones es para estudiantes que tienen calificaciones excelentes, sobresalen como líderes o en algún otros aspecto específico. Esta ayuda está disponible para convencer al estudiante que la institución quiere tenerlo en su plantel. Muchas escuelas quieren diversidad étnica en el estudiantado y ofrecen ayuda basada en la habilidad y calificaciones para estudiantes hispanos en particular.

Entre la ayuda basada en la necesidad y la ayuda basada en la habilidad, un estudiante puede obtener un paquete de ayuda financiera que reduce bastante lo que cuesta asistir a una universidad privada.

¿Ofrecen las universidades cristianas becas basadas en habilidad para líderes ministeriales en las Iglesias locales?

Absolutamente. Aquellos adultos jóvenes que están marcando una diferencia en sus escuelas preparatorias necesitan aplicar a las universidades cristianas. Somete la aplicación. Pon todo lo que has hecho y contribuido a tu comunidad e iglesia. Estos estudiantes tendrán gran éxito educándose en una universidad cristiana.

La mayoría de las universidades cristianas usan algo llamado “Common App,” y son solo 5 preguntas. Somete esta forma. La universidad responde y te invita a su plantel. Yo acostumbro animar a todo padre, abuelo, tía y tío y primo que sirve el papel de mentor de algún estudiante a que le acompañe en una visita al plantel. En algunos casos, las universidades tienen recursos económicos para ayudarles a llegar al plantel. Algunas escuelas tienen programas en el verano que permiten que los estudiantes de los grados 11 y 12 puedan asistir a la universidad y obtengan créditos a nivel universitario mientras pasan el verano participando en la vida universitaria.

Visitar la escuela también te permite visualizarte en ese plantel. Si su hija o nieto va a una universidad de 40,000 personas, ¿cómo sabrán si ese es el mejor lugar para ellos? Pero si van a una universidad con 2,000 a 8,000 estudiantes, hay una mayor oportunidad para que se destaquen. Cuando las clases son más pequeñas, los profesores pueden llegar a conocer al estudiante y reconocer sus intereses y habilidades.

Usted nos ha dicho que algunas veces hay dinero disponible para ayudar con estas visitas a la universidad. Muchos no saben que algunas escuelas ofrecen cubrir los gastos para que los estudiantes puedan visitar el plantel. ¿Cuál es la mejor manera para preguntar sobre esto?

Recuerde que las universidades quieren a los estudiantes hispanos en su plantel. Una visita del estudiante le va a ayudar con el proceso de tomar una decisión. En cuanto se someta una aplicación, se le asigna al estudiante un consejero de admisión. Puede hacerle estas preguntas al consejero:

  • “¿Hay ayuda financiera para ayudar a los estudiantes con una visita al plantel?”

  • “Nuestro estudiante está muy interesado. ¿Puede hacernos una cita con su oficina de diversidad? Quiero saber quién formará parte de su grupo de apoyo.

  • “Quisiéramos una junta con un miembro de la facultad porque nuestro estudiante esta específicamente interesado en esta área (ingeniería, por ejemplo)”

  • “Nuestro estudiante quiere una profesión en medicina. ¿Cuál es su tasa de admisión de graduación en la escuela de medicina (o escuela de derecho o escuela de posgrado)? "

  • “¿Cuántos de sus estudiantes obtienen internados? Quisiera hablar con algunos de estos estudiantes cuando venga a visitar.

  • ¿Cuáles son las carreras en las que se desempeñan sus graduandos?

Para concluir, no asuma que una educación en una escuela privada cristiana está fuera de sus posibilidades económicas. Someta la aplicación, hable con un consejero de admisión y pregunte si hay ayuda financiera disponible. Y visite el plantel mientas el estudiante está en la escuela preparatoria—quizás habrá dinero disponible para ayudar con esta primera visita.

Ayudando a los estudiantes a tener éxito en aprender inglés

Nuestra familia eclesiástica sirvió como puente y apoyo para mi familia y nos ayudó a sentirnos bienvenidos en una nueva comunidad.

Christianity Today December 8, 2016
Zurijeta / Shutterstock

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

La Dra. Andrea Ramírez, Directora de la Coalición de Fe y Educación, recientemente entrevistó a Elda Rojas, una educadora quien ha trabajo por más de dos décadas para mejorar la equidad de la educación y el acceso para todo estudiante, pero especialmente para los que están aprendiendo inglés/los recién llegados. Su conversación incluye cómo los creyentes pueden apoyar a los estudiantes que están aprendiendo inglés. En el 2014, más de 9% de los estudiantes en escuelas públicas en los Estados Unidos no hablaban inglés como su primer idioma, y ese número sigue creciendo.

Es un deleite platicar contigo Elda sobre el éxito de estudiantes que están aprendiendo inglés como su segundo idioma. Tu historia es única. Tu familia emigró de México y llegaste a una temprana edad y lograste ser estudiante en la universidad Harvard. Eso es extraordinario e inspirador.

Así es, mi familia emigró de México cuando yo tenía 6 años y llegamos a Michigan. En esos años, el programa Bilingüe no era muy amplio. Fuimos sometidos a un proceso de inmersión. Fue difícil tratar de aprender inglés y al mismo tiempo el contenido de la materia que estábamos estudiando en clase. En casa, hablábamos solo español. El Señor nos ayudó a desarrollarnos. Nos mudamos a otra área de Michigan donde ofrecían un programa de educación bilingüe, así que allí sí recibimos servicios.

Nuestra iglesia también jugó un papel poderoso—se convirtió en nuestra familia extendida. Muchas veces cuando la gente emigra de otros países, no solo tienen que aclimatarse a un nuevo país, sino también están aprendiendo una cultura nueva. Nuestra familia eclesiástica sirvió como puente y apoyo para mi familia y nos ayudó a sentirnos bienvenidos en una nueva comunidad.

Creo que la preparación y la oportunidad son factores claves para alcanzar una educación. Cuando estaba en la escuela preparatoria, se me dio la oportunidad para trabajar como interna en la capital estatal y fue este trabajo que me inspiró a tratar de cursar estudios superiores. Es importante para la juventud trabajar no solo para alcanzar logros académicos, sino también ser expuestos a conexiones en el mundo real, más allá del salón de clase.

Fui muy afortunada de poder obtener mi licenciatura en Harvard y mi maestría en Texas State University. Estas han sido puertas maravillosas que Dios me abrió. Reconozco que a través de Él, todo es posible.

Tu eres evidencia viva, que una persona que ha tenido que aprender inglés puede ser exitosa al lado de personas que hablan inglés como su primer idioma. Sé que abogas para que se mantengan estándares altos para todo estudiante y no dejar que los que están aprendiendo inglés tengan niveles de estándares más bajos que los demás. Si todos los estudiantes tuvieran los mismos estándares a alto nivel, ¿qué recomendaciones les darías a educadores y padres para ayudar a sus estudiantes que están aprendiendo inglés?

Así es, la práctica de bajar los estándares tiene que parar si queremos cerrar la brecha en el logro académico. El hecho de que los que están aprendiendo inglés no tienen estándares rigurosos no quiere decir que no son capaces. Bajar los estándares no les ayuda a los estudiantes y puede negarles acceso para estudios más rigurosos en un futuro. Los estudiantes que están aprendiendo inglés estarán preparados para el trabajo universitario solo si mantienen estándares altos durante su educación K-12.

Los Estados Unidos tiene la oportunidad de aprovechar el poder intelectual, la energía y la creatividad de aquellos que están aprendiendo inglés cuando eleven los estándares para todo estudiante, no importando su etnia, ingreso, o código postal. Mis recomendaciones serían que los distritos ofrezcan servicios comprensivos que incluya ayuda desde un principio y que continúe con evaluaciones de dominio del idioma, colocación apropiada en clases rigurosas, desarrollo profesional para maestros diseñados para ayudarles a trabajar con estudiantes que están aprendiendo inglés, oportunidades de participación para estudiantes y redes fuertes para los padres.

¿Puedes hablar por favor sobre cómo los creyentes y las iglesias pueden ministrar a los estudiantes que están aprendiendo inglés y a sus padres?

Una cosa que he aprendido sobre mis años como estudiante fue que yo no era la única que estaba ajustándose a un nuevo país, idioma y cultura. El Señor me posicionó para prepararme, y he podido ayudar a otros en el camino.

La iglesia tiene una oportunidad maravillosa porque se nos dice que la gran comisión es ir y hacer discípulos a las naciones. Y aquí en los Estados Unidos hay muchas naciones representadas. En Texas, donde vivo, según el último censo, se hablan más de 164 idiomas. Solo en Dallas, 42% de la población está aprendiendo inglés. Para la iglesia, hay una gran oportunidad para alcanzar a otros. En cuanto a los padres, es fabuloso tener la oportunidad de alcanzar a los recién llegados, ayudar a nuestros hijos a entender que está bien ser amigables con ellos, invitarlos a ser parte de su grupo, ayudarlos a aclimatarse y ayudarles a entender los procesos nuevos de vida.

Mencionaste que la familia eclesiástica puede jugar un gran papel, de estudiante a estudiante y de padre a padre, mientras se animan el uno al otro. Escuchamos con frecuencia que los padres que solo hablan español muchas veces no hacen preguntas porque no hablan el idioma y no entienden la cultura. Es allí que las relaciones en la iglesia les ofrecen una oportunidad de hacer sus preguntas en un ambiente amigable y de confianza. Esta es una oportunidad única para la familia de la fe para ayudar en la educación.

Mientras los números de estudiantes que están aprendiendo inglés han triplicado en las escuelas, esta necesidad de comunidad también ha aumentado. Nacionalmente, un poco menos de 10% de los estudiantes en la escuela pública son estudiantes que están aprendiendo inglés. En Texas, de los 23.7 millón de personas que tienen de 5 años para arriba, más de una tercera parte hablan otro idioma que no es inglés. Eso es un 14% de la población que está aprendiendo inglés como un segundo idioma. Y en California, es el 27% de la población de estudiantes.

Dondequiera que vivamos, en América, tenemos la oportunidad de conocer a personas que están aprendiendo inglés y ayudarles, y ministrarles y hacerlos sentir bienvenidos. Es una gran oportunidad para las iglesias, que hagan el esfuerzo de alcanzar a estas familias y ayudarles a aclimatarse a este nuevo sistema educativo. Todo el sistema educativo es diferente aquí.

Además de la ayuda comunitaria, ¿Qué otros recursos están disponibles para las personas que están aprendiendo inglés?

Somos muy afortunados que nuestro país ofrece recursos a nivel nacional y estatal. Hay programas bilingües y de dos idiomas (dual language) para estudiantes. Y los padres tienen acceso a estas clases para aprender inglés también, y esto les permite adquirir el idioma de inglés junto con sus hijos.

El primer lugar a dónde ir para descubrir recursos y apoyo es la escuela local. Hay más oportunidades para preparación para la universidad, desarrollo de alfabetismo, y adquisición de lenguaje. Les digo a los padres que visiten su escuela y pidan recursos para personas (de edad escolar y adultos) que quieren aprender un segundo idioma. Las iglesias también pueden ayudar colectando este tipo de información y recursos para compartir con familias que lo necesitan.

Todo estudiante tiene la oportunidad del éxito cuando las expectativas son altas y hay apoyo en el camino. Las iglesias están singularmente posicionadas para dar apoyo y aliento a los estudiantes y sus familias. ¡Que podamos ver y aprovechar la oportunidad de ministrar a nuestro alrededor!

Cuatro consejos para padres (y abuelos):

  1. Involúcrese en la escuela: Busque información y recursos disponibles en la escuela local. Asista a las reuniones lo más frecuentemente posible, para ayudar a que su estudiantes sean exitosos y para expandir su entendimiento del sistema educativo. Cuando los maestros y administradores ven a un familiar en la escuela, ven que son importantes y que lo que hacen en el salón de clase es valioso.

  2. Mantenga elevadas las expectativas en el hogar: Comunique altas expectativas para aprender. Sea claro que los hijos hagan su tarea. Ayúdeles a crear un lugar para la rutina de la tarea y la preparación para el día siguiente. Haga una prioridad leer juntos y acostarse temprano para que hagan buen trabajo en el salón el próximo día. Haga de la asistencia una prioridad y cuide los días que falten a clase porque esto causa un retraso en el salón.

  3. Oren juntos sobre la escuela: Ore con sus hijos sobre su educación y por sus maestros y escuela. Dele gracias a Dios por la oportunidad de practicar amarlo con toda su mente.

  4. Pida ayuda: Cuando tiene inquietudes o preguntas del sistema educativo, pida ayuda. Quizás haya alguien en su comunidad de fe que pueda explicarle el proceso y ofrecerle dirección. Pídale a un miembro de la iglesia que vaya con usted a visitar la escuela. O pida un traductor en la escuela—los administradores y maestros quieren que ustedes estén involucrados. Y ya que tenga ayuda, ofrezca a los padres recién llegados la misma ayuda.

¿Puedo realmente pagar por la universidad?

Consejos práctios sobre cómo pagar por la universidad.

Christianity Today December 8, 2016
zimmytws / Shutterstock

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

La Dra. Andrea Ramírez invitó al Pastor Daniel Sarmiento para tener una plática sobre cómo los padres pueden ayudar a sus hijos con los planes para pagar por la universidad.

Daniel Sarmiento se graduó de la universidad, es padre y esposo. Ha trabajado para el Hispanic College Fund, Edu-Futuro, que es una organización sin lucro enfocada hacia los estudiantes Latinos en proceso de crecimiento en liderazgo (donde sirve como Director Ejecutivo) y la Coalición de Fe y Educación del NHCLC. Actualmente también es parte del cuerpo de trabajo de Fairfax Community Church y miembro del Consejo de de Asoseramiento sobre Liderazgo para la Coalición de Fe y Educación.

Los padres de familia enfrentan estrés al considerar como pagarán por la educación de sus hijos, aun preguntándose si será posible hacerlo. Pero podemos descansar en la verdad que Dios provee una manera para que cada estudiante pueda hacer lo que Él les ha llamado a hacer. Y podemos conectar a los padres con información de cómo pagar por la universidad (o equipando a los estudiantes para que ellos lo hagan). Él tiene un plan para la vida de cada estudiante y si es que irán a la universidad, esto incluirá como pagarán por su educación. Servimos a un Dios que proveerá en maneras extraordinarias. Debemos no solo orar por el futuro de nuestros hijos, sino también poner en práctica la sabiduría y hacer planes prácticos.

He invitado a Daniel Sarmiento, un hijo de padres inmigrantes para que comparta consejos prácticos sobre cómo pagar por la universidad. El entiende que el dinero es un tema bastante importante cuando se considera la universidad—especialmente para padres que nunca han ido a la universidad. ¿Qué consejos tiene para estudiantes y padres que se preguntan si será posible pagar por la universidad?

Vengo de una familia que no tenía mucho en bienes materiales, y me identifico con aquellos que se preguntan “¿Cómo vamos a pagar por la universidad?” Mi familia tenía muchas preguntas, y cometí muchos errores mientras obtuve mi licenciatura. Al pasar los años, descubrí mejores maneras de hacerlo. Invertí algunos años de mi vida ensenándoles a estudiantes cómo hacer planes para ahorrar dinero y cómo obtener becas para pagar por su educación.

Hay muchas organizaciones listas para ver que los estudiantes hispanos tengan éxito y están ofreciendo recursos para ayudar a pagar por la universidad. El Hispanic Scholarship Fund es un ejemplo. Su pasión es empoderar estudiantes latinos para que tengan éxito y están dispuestos a invertir en su educación.

Les digo a los estudiantes que empiecen a hacer planes ya. Si mantienen un promedio alto (GPA) de 3.5 o más, esto les dará más opciones para becas. Aun un GPA de 3.0, lo cual es lo más bajo que se permite para muchas becas, les abrirá puertas cuando están buscando dinero para la universidad.

Para padres que no están familiarizados con el promedio de calificaciones (GPA) ¿qué clase de calificaciones necesita un estudiante para obtener un GPA de 3.5?

Para un GPA de 3.5, un estudiante necesita el mismo número de A’s y B’s. Siempre animo a los estudiantes que se desafíen con clases avanzadas (AP) o con clases de IB (International Baccalaureate). Si te desafías con estas clases que son un poco más rigurosas, tendrás la oportunidad de obtener crédito a nivel universitario por clases que tomas en la preparatoria. ¿Puedes obtener créditos a nivel universitario mientras recibes una educación gratis en tu escuela preparatoria? Es un beneficio enorme para aquellos estudiantes dispuestos a trabajar arduamente en la escuela preparatoria.

¿Qué si tengo un hijo o hija en el grado 9, y no está obteniendo calificaciones de A o B? ¿Qué opciones tendrá para becas?

Le tengo buenas noticias, hay muchas opciones basadas en otros factores además de tu promedio de calificaciones (GPA). Algunas áreas de estudio, como Ciencias de la Computación o Tecnología, necesitan empleados con entrenamiento, por lo tanto, hay dinero para becas para animar a estudiantes a escoger esas áreas.

Para empezar, recomiendo un sitio web, Fastweb.com. Estudiantes entran y crean un perfil y el sitio les ayuda encontrar becas para las que califican y que están dentro de su área de interés y especialidad de estudio. Es gratis. Si un estudiante busca becas como si fuera su trabajo, invirtiendo unas horas por día escribiendo ensayos y llenando aplicaciones para varias becas, pueden obtener becas aun cuando todavía están en la escuela preparatoria. Aun si están en esa área de promedio de calificaciones de 3.0, pueden obtener becas.

También hay becas específicamente para estudiantes hispanos en varias universidades cristianas. Si quiere más información, visite www.FaithandEducation.com para una lista de escuelas interesadas en que estudiantes hispanos asistan. Para padres, recuerden que el poder escribir en español e inglés es una gran ventaja.

Daniel, un estudiante quizás piense, “esa beca es solo por $50, es tan poquito” o “es solo una beca de $200.” ¿Qué consejo darías a tal estudiante?

Las cantidades se acumulan. El buscar becas es trabajo, pero hay dinero para aquellos que invierten su tiempo. Tengo una prima que se me acercó hace unos años. Estaba en el tercer año de universidad y era buena estudiante. Me pidió ayuda y le dije lo que le digo hoy a los padres y madres de familia, “ve a fastweb.com, has un perfil y has de la búsqueda de becas tu trabajo.” Lo hizo y le dieron más de $100,000 de becas.

Tres consejos para pagar por la universidad:

  1. Aplica para muchas becas. Aplica para todo tipo de becas, aunque no creas que calificas, aplica. Para ustedes que les gustan los teléfonos “inteligentes”, bajen las aplicaciones de las universidades, apps de becas y visiten estos sitios:
  • Visita www.faithandeducation.com para información sobre universidades cristianas con becas para estudiantes hispanos.
    • Visita www.Fastweb.com para buscar becas afines a tu pefil.
    • Visita el Hispanic College Fund www.HSF.net. HSF es la asociación que supervisa la beca de Gates Millenium, la cual paga por la educación de alguien por 10 años (hasta un doctorado).
  • Visita el Mexican-American Legal Defense and Education Fund en www.maldef.org y baja su guía para becas, especialmente creado para estudiantes latinos (uno no tiene que ser de trasfondo Mexicano).
  1. Considera una universidad de la comunidad (junior college). Puedes ahorrar dinero tomando todas las clases que puedas en un Junior College. No solo la matrícula es menos, sino que también puedes ahorrar gastos si puedes vivir en casa con tus padres o algún familiar. Algunos estados y ciudades ofrecen programas, como Tennessee Promise, que le ofrece a estudiantes del grado 12 permiso de asistir a la universidad sin pagar ninguna matrícula para aquellos dentro del estado. Esto es para universidades comunitarias y tecnológicos. Asegúrate que las clases sean trasferibles si piensas trasladarte a otra universidad.
  2. Encuentra un trabajo. Esto hace toda la diferencia. Trabaja en el plantel de tu escuela, fuera del plantel, un trabajo de verano o por la noche. La experiencia que obtendrás ayudará con tu disciplina y también ayudará con tu currículo (résumé).
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