Irán: Las iglesias que se reúnen en casas no son ilegales, dice el juez de la Corte Suprema

(Actualización) Después de que un fallo sin precedentes afirmara que practicar el cristianismo en el hogar no es una amenaza para la seguridad nacional, un fiscal retiró los cargos contra ocho conversos y dijo que la apostasía no es un crimen según la ley iraní.

Nueve cristianos iraníes de la ciudad de Rasht acusados con cargos de seguridad nacional.

Nueve cristianos iraníes de la ciudad de Rasht acusados con cargos de seguridad nacional.

Christianity Today January 13, 2022
Cortesía de Article 18.

Actualización al 1 de marzo de 2022: Los nueve conversos han sido oficialmente absueltos. La sección 34 del Tribunal de Apelación de Teherán coincidió con el razonamiento del juez de la Corte Suprema que había dictaminado, en noviembre de 2021, que la predicación del cristianismo no es una acción que atente contra la seguridad nacional de Irán.

El lunes 28 de febrero, los jueces Seyed Ali Asghar Kamali y Akbar Johari aceptaron el testimonio del abogado de los conversos, el cual afirma que las iglesias que se reúnen en casas siguen «las enseñanzas del cristianismo», el cual enseña a sus miembros a vivir en «obediencia, sumisión y apoyo a las autoridades» [enlaces en inglés].

El precedente es significativo, dijo Mansour Borji, director de defensa de Article 18, porque los jueces expusieron ampliamente nueve razones en la absolución, en cumplimiento con la Constitución iraní y la tradición islámica.

Sin embargo, puede que pase un tiempo antes de que la sentencia se convierta en normativa. Uno de los nueve conversos, Abdolreza Ali-Haghnejad, ha vuelto a la cárcel por un cargo de propagación del cristianismo que había recibido seis años atrás, y del cual ya había sido absuelto. Y otros dos conversos, Behnam Akhlaghi y Babak Hosseinzadeh, quienes hicieron llamados a la libertad de culto por video, fueron acusados de un delito distinto de propaganda contra el Estado.

Los cristianos iraníes celebran el veredicto, dijo Borji, pero se mantienen cautelosos.

«Esta sentencia no se parece a ninguna otra que yo haya visto de este tipo», dijo. «[Pero] al menos una docena más de acusados (…) todavía están en prisión —o en exilio interior forzado— tras sus propias condenas por cargos similares».

Actualización al 21 de diciembre de 2021: Si bien los nueve iraníes convertidos al cristianismo que ahora son elegibles para ser liberados gracias al fallo emitido por la Corte Suprema en noviembre todavía están en prisión por su fe, otro caso actualmente en curso está contribuyendo al establecimiento de un precedente.

Un revolucionario fiscal de la Corte en la ciudad de Dezful, 724 km al suroeste de Teherán, se negó a presentar cargos contra ocho iraníes convertidos al cristianismo. Cuatro de ellos fueron arrestados en abril del año pasado, y posteriormente cuatro personas más fueron agregadas al caso.

Hojjat Khalaf, Esmaeil Narimanpour, Alireza Varak-Shah, Mohammad Ali Torabi, Alireza Zadeh, Masoud Nabi, Mohammad Kayidgap y Mohsen Zadeh fueron acusados con cargos penales por fomentar «propaganda contra la República Islámica de Irán».

El juez proporcionó una explicación por escrito el 30 de noviembre, la cual se hizo pública el 21 de diciembre de 2021. Según Middle East Concern, una organización para la defensa de cristianos que sufren persecución, el juez declaró [enlaces en inglés] que, aunque la apostasía es un delito según la sharía islámica, no conforma un delito según las leyes de Irán.

Mansour Borji, director de defensa de la organización sin fines de lucro Article 18, le dijo a CT que la decisión no estaba relacionada con el reciente fallo de la Corte Suprema, ya que el caso Dezful aún no había llegado a los tribunales.

«El fiscal simplemente no estaba convencido con los cargos inventados por los agentes de inteligencia sin la más mínima evidencia», dijo. «Pero su razonamiento es muy importante».

Actualmente, al menos 20 cristianos están encarcelados en Irán porque su fe fue considerada una amenaza para la seguridad nacional de la república islámica. De los más de 100 creyentes iraníes encarcelados desde 2012, todos han sido acusados con cargos similares.

Pero la decisión reciente de un juez de la Corte Suprema les da esperanza a todos.

«La simple predicación del cristianismo… a través de reuniones familiares [iglesias en las casas] no es una manifestación de reunión y conspiración para perturbar la seguridad del país, ya sea de forma interna o externa», afirmó Seyed-Ali Eizadpanah.

«La promoción del cristianismo y la formación de una iglesia en una casa no están penalizadas por la ley».

Hace dos años, nueve conversos de la Iglesia No Trinitaria de Irán ubicada en Rasht, 321 km al noreste de Teherán cerca del mar Caspio, fueron arrestados en redadas en sus hogares e iglesia.

Condenados a cinco años de prisión en octubre de 2019, Abdolreza Ali Haghnejad, Shahrooz Eslamdoust, Behnam Akhlaghi, Babak Hosseinzadeh, Mehdi Khatibi, Khalil Dehghanpour, Hossein Kadivar, Kamal Naamanian y Mohammad Vafadar ahora son elegibles para ser liberados.

El fallo de Eizadpanah, anunciado el 24 de noviembre, «no tiene precedentes», según varios cristianos iraníes y defensores internacionales.

«El principal argumento del juez es lo que hemos estado diciendo durante años», dijo Mansour Borji, director de defensa de Article 18 , organización con sede en el Reino Unido que promueve la libertad religiosa en Irán, y que hizo el conteo de los casos mencionados anteriormente de los registros públicos disponibles.

«Pero nos asombró escucharlo de alguien posicionado en un nivel tan alto».

El fallo también va contra la corriente del entendimiento internacional. El último informe sobre libertad religiosa de Irán del Departamento de Estado de Estados Unidos describió el proselitismo y la conversión como punibles con la muerte. Reza Esfandiari, un analista independiente iraní que también vive en el Reino Unido, dijo que la ejecución no sería un castigo común, pero que los esfuerzos de los pastores locales para convertir a los musulmanes eran considerados «definitivamente ilegales».

«El fallo simplemente refleja que las creencias privadas no son un asunto de materia pública o política», dijo, aludiendo al artículo 23 de la Constitución de Irán, «y que el estado no debe involucrarse en la adoración y la predicación de las iglesias en las casas».

Lo que está prohibido, dijo, es el testimonio público de la fe.

Borji no está de acuerdo con esta última interpretación. Irán es signatario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los cuales protegen la libertad de propagar la fe personal.

«Irán no puede separar y elegir entre las partes de la libertad religiosa, decidiendo aquello que se puede ejercer solo en privado, pero no en conjunto», dijo. «Nuestros derechos están consagrados en la ley, al menos en la teoría».

La complicación proviene del artículo 167 de la Constitución de la nación iraní, que somete todas las leyes a la sharía islámica, según la interpretación de un juez.

Existe cierta diversidad de opiniones. Contrariamente a la ortodoxia gobernante, el difunto Gran Ayatolá Hussein-Ali Montazeri, quien estuvo una vez en la línea para ser el líder supremo de la nación, dijo en 2005 que el cargo de apostasía no es aplicable en el caso de una indagación sincera acerca del cristianismo.

Tales fallos clericales han dado a los abogados margen de maniobra para defender el caso de los conversos ante jueces comprensivos. Los nueve acusados ​​de la Iglesia de Irán, sin embargo, fueron condenados por uno apodado el «Juez de la Muerte» por su trato severo a los presos por motivos de conciencia.

Los defensores internacionales advierten que no se debe atribuir demasiado poder a un solo veredicto. El caso será enviado ahora a otro juez dentro del sistema judicial revolucionario, que puede hacer caso omiso del argumento del juez de la Corte Suprema.

«El gobierno iraní tiene un historial de no seguir sus propias reglas», dijo Hormoz Shariat, presidente de Iran Alive Ministries, organización que a su vez opera Shabakeh 7, una red cristiana de televisión por satélite en idioma farsi. «Es muy probable que esta decisión no ayude realmente a los cristianos».

Los tribunales de la guardia revolucionaria, que se encargan específicamente de casos relacionados con la seguridad nacional, a menudo dictaminan sus fallos a puerta cerrada. (En general, Irán utiliza un sistema legal inquisitorial como el de Francia [en lugar del sistema de tipo acusatorio tal como en el Reino Unido y los Estados Unidos], y los jueces juegan un papel activo en la investigación de los casos).

«Este fallo no tiene precedentes, pero queda por ver cómo será la evaluación que los tribunales revolucionarios llevarán a cabo», declaró Middle East Concern. «Es muy probable que una revisión lleve a la reducción de las sentencias, pero esto no es suficiente.

»Estos hombres deberían ser absueltos de todos los cargos. Eso representaría un gran cambio para los cristianos conversos en Irán».

El abogado iraní de derechos humanos Hossein Ahmadiniaz explicó que, si el resultado de la revisión no sigue la sentencia de la Corte Suprema, los acusados ​​tendrán derecho a apelar. Si su sentencia aún se mantiene, pueden remitir el caso nuevamente a la Corte Suprema, al mismo juez que emitió la primera decisión.

En caso de que Eizadpanah insista en su fallo inicial, este se vuelve vinculante para el tribunal inferior que está en dicho caso, y se vuelve consultivo para otros tribunales con casos similares. Si cambiara de opinión, el último paso judicial sería remitir su caso al consejo completo de la Corte Suprema compuesto por unos 50 magistrados. Por mayoría, luego emitirían un voto de precedente judicial con el poder de la ley.

En el pasado, la Corte Suprema ha dictaminado obligar al gobierno a emitir tarjetas de identificación para la comunidad bahá'í que actúen como registro de su fe. Pero también ha confirmado la pena de muerte en un caso de adulterio, así como contra un periodista cuyos escritos inspiraron protestas contra el gobierno en 2017.

Y la semana pasada, dijo Borji, otro juez de la Corte Suprema sostuvo los cargos de seguridad nacional contra dos conversos cristianos.

Las negociaciones de Irán con Occidente sobre su programa nuclear pueden haber influido en la decisión de Eizadpanah en el caso de los nueve creyentes de Rasht, especuló Borji. Pero si es así, probablemente fue impulsado por una valiente campaña lanzada desde dentro de Irán.

Dos de los nueve acusados ​​escribieron una carta abierta a las autoridades iraníes.

«El gobierno ha puesto un pesado yugo de persecución en [nuestros] cuellos», escribieron Hosseinzadeh y Akhlaghi, junto con Saheb Fadaie, un pastor de una iglesia en casa que ya estaba cumpliendo una condena de seis años. «Día a día, este país retrocede y está cada vez más empobrecido de diversidad ideológica».

Los dos acusados hicieron referencia al artículo 13 de la Constitución de la república islámica y señalaron que los derechos otorgados a las minorías religiosas no mencionan la etnia armenia o asiria. Estas históricas comunidades cristianas ortodoxas, que fueron oficialmente contabilizadas en 117 700 personas en el último censo, reciben tres escaños en el parlamento de Irán y se les permite realizar sus ritos y ceremonias en sus propios idiomas.

Los creyentes persas también publicaron testimonios en video.

«Las iglesias que permanecen abiertas son accesibles solo para ciertas personas —los nacidos en familias cristianas—, pero no para nosotros [los conversos]», dijo Hosseinzadeh. «¿Dónde voy a adorar después de estos cinco años?».

El argumento de Akhlaghi fue similar.

«Si asistir a una iglesia en casa se considera un delito y las iglesias [de habla farsi] están cerradas, ¿cómo y dónde podré llevar a cabo mis ritos religiosos?», dijo.

Mary Mohammadi, una joven de Irán de 22 años de edad que ha sido encarcelada en repetidas ocasiones por su fe y fue expulsada de su educación universitaria, los apoyó con solidaridad.

Se paró frente a una iglesia Adventista del Séptimo Día cerrada, y se unió a la campaña del hashtag #place2worship y a su defensa del caso por medio de videos.

«Tener un lugar formal y específico dedicado como iglesia no es un privilegio que pueda ser determinado por una persona, una institución o incluso el gobierno, como si alguien pudiera decidir qué grupo de cristianos puede tener una iglesia y qué grupo no», dijo Mary Mohammadi.

«Tener un edificio de iglesia formal es un derecho inalienable».

Esfandiari dijo que se trata de una laguna legal.

«La situación de los iraníes que pertenecen a la etnia persa debe ser aclarada por la ley», dijo a CT. «Ahora el problema es cómo se debe reconocer legalmente a los protestantes y católicos iraníes».

Esfandiari estima que su número es de unos 100 000. Algunas organizaciones cristianas extranjeras los cuentan tan solo como 10 000. Según Puertas Abiertas, que ubica a Irán en el octavo lugar de su Lista Mundial de la Persecución de los países donde es más difícil seguir a Jesús, esta cifra es de 800 000.

Sin embargo, más que una laguna legal, Borji atribuye las dificultades de los conversos a la política gubernamental. El fallo de la Corte Suprema brinda esperanza de que Irán pueda estar iniciando un proceso de revisión interna. Borji cree que la corte revolucionaria aceptará la decisión de Eizadpanah, puesto que Teherán intenta restaurar su imagen ante el mundo.

«Pero esto solamente será un analgésico para una enfermedad grave», dijo Borji. «No debemos ser demasiado optimistas de que esto represente un cambio radical hacia los cristianos».

Traducción por Sergio Salazar.

Edición en español por Sofía Castillo y Livia Giselle Seidel.

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Cuando oremos por los cristianos afganos, observemos a la iglesia en China

Lecciones que he aprendido al orar y trabajar con la iglesia china.

Christianity Today January 12, 2022
Illustration by Mallory Rentsch / Source Images: Billy H.C. Kwok / Stringer / Handout / Getty Images

La semana pasada, una amiga me invitó a tomar un café. Ella es una madre joven, así que cuando vio la imagen ahora mundialmente famosa de una joven madre afgana entregando a su bebé a un soldado estadounidense por encima de un muro con vallas de púas, fue muy difícil para mi amiga lidiar emocionalmente con lo que había visto. Aunque había estado orando constantemente por la situación en Afganistán, la imagen seguía dando vueltas en su mente. Quería un consejo sobre cómo preocuparse por la iglesia perseguida sin sucumbir ante la pesada carga emocional que eso conlleva.

Durante los últimos dieciséis años que he pasado trabajando con la iglesia china, he tenido que procesar y aprender mucho después de ver a hermanos y hermanas en Cristo en otro contexto cultural sufrir profundamente. En diciembre de 2018, vi cómo un grupo de hombres y mujeres chinos con los que había orado y adorado fueron ferozmente atacados y encarcelados. Presenciar su sufrimiento desde la distancia de la alegría de la Navidad estadounidense impactó profundamente mi comprensión del llamado de Cristo.

Hace aproximadamente setenta años, la iglesia global fue testigo de lo que se pensaba que era el fin de la iglesia en China. De forma similar a lo que estamos presenciando hoy en Afganistán, los ciudadanos (y especialmente los cristianos) se apresuraron a huir de China después de que el Partido Comunista Chino tomara el poder. El gobierno chino persiguió a la iglesia en los años que siguieron. Miles de personas se alejaron de Cristo.

Pero hubo una generación de hombres y mujeres que entregaron sus vidas y fueron las semillas que plantaron la iglesia china del presente. Permanecieron fieles como individuos y como iglesia corporativa. Y cuando llegó el momento oportuno, el evangelio se extendió por su país de tal manera que hoy la iglesia china es la iglesia más numerosa del mundo. Se calcula que los cristianos de China representan entre el 5 y el 7 por ciento de la población de su país, lo cual es un punto de inflexión crucial según los misionólogos [enlace en inglés].

Prestar atención a la iglesia mundial nos hace tomar conciencia de lo que nuestros hermanos y hermanas están sacrificando en su caminar con Cristo. El compromiso con la iglesia que sufre —desde Afganistán hasta China— ha discipulado mi propio corazón. No debemos dejar que nuestro propio miedo al sufrimiento determine nuestra historia, sino que debemos ser discipulados por aquellos en Afganistán, China y en otros lugares.

En primer lugar, mis emociones con respecto a la iglesia perseguida me han empujado a examinar lo que realmente creo sobre la oración. Me he dado cuenta de que, para muchos estadounidenses como yo, la oración puede parecer trillada en tiempos de sufrimiento mundial porque no creemos que la oración tenga resultados reales que cambien la situación presente. Me he dado cuenta de que oro porque yo me siento angustiada por lo que veo y leo, y no por la verdadera convicción de que mis oraciones forman parte de la obra objetiva del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia. Desde que vi cómo sufrieron los hermanos con quienes trabajaba en 2018, he estado aprendiendo a ver mi oración no solo como una herramienta para aliviar mi malestar, sino como mi arma contra las fuerzas del mal en este mundo.

Una pregunta de diagnóstico que me he hecho desde 2018 es si soy capaz de orar por la justicia y el juicio. La justicia de Dios es un marco teológico para entender una fuerza que actúa a favor del bien en este mundo y una promesa que se cumplirá al final de los tiempos. Como lo demuestran nuestros hermanos y hermanas de China y Afganistán, predicar el Evangelio es creer en un Dios que destruye el mal y tener la compasión de Cristo. Si nuestras oraciones por la situación en Afganistán se sienten vacías, entonces necesitamos reexaminar la forma en que estamos orando.

En segundo lugar, ver sufrir a las iglesias que conozco me ha hecho examinar lo que creo sobre la perseverancia de los santos. Lo que está ocurriendo hoy no es el final de la historia. Pero, ¿de verdad creo eso y estoy orando en consecuencia? Mientras veo al último soldado estadounidense salir de Afganistán, ¿en verdad creo que el mejor plan de Dios para su pueblo no se fue junto con ese soldado? Porque Dios mismo no se ha ido. No quiero que suene como algo trillado. No es una afirmación frívola para decir que no importa quién esté en el poder o que las realidades que atravesamos en esta vida no importan.

Pero si nuestra visión de la historia de la iglesia requiere que los gobernantes sean amistosos y que las libertades personales estén garantizadas para que podamos creer que la iglesia puede sobrevivir y crecer, entonces tenemos una visión defectuosa de la relación de Dios con su iglesia.

Hay muchas cosas por las que estoy orando para Afganistán: justicia y protección para las mujeres de todas las edades, justicia y restauración de los abusos del gobierno, estabilidad económica, entre otros. Estoy orando por los cristianos que temen por sus vidas y quieren huir. Estoy orando por un rescate milagroso.

Pero también estoy orando por los que se quedan, para que sus vidas sean las semillas de un movimiento evangélico similar al que hemos visto en China. Estoy orando para que se conviertan en una iglesia fuerte y valiente en las próximas décadas, de modo que dentro de cincuenta años nos sorprenda descubrir la mayor iglesia del mundo musulmán. Estoy orando para que su amor por Afganistán y su pueblo los impulse.

A medida que vamos tomando mayor conciencia sobre el sufrimiento de los hermanos y hermanas del otro lado del mundo, dejemos que esa misma conciencia también nos instruya para comprometernos mejor con el sufrimiento que vemos en Afganistán y en nuestros propios países. Todavía tenemos vecinos cuyos hijos se están muriendo de cáncer. Todavía tenemos viudas aisladas que se sientan solas por las noches. Seguimos teniendo opresión financiera, psicológica y racial. Todavía tenemos iglesias divididas. Todavía tenemos heridas que necesitan ser curadas.

El sufrimiento no es un fenómeno exclusivo de la iglesia perseguida: por más que intentemos evitarlo, está presente en todas partes. El sufrimiento forma parte de nuestra identidad como herederos adoptivos del Señor que sufrió, una identidad de la que muchos intentamos escapar. ¿De qué forma estamos evitando sufrir junto con Cristo? ¿Dónde podríamos dar testimonio de su nombre entrando en ese sufrimiento? Vayamos allí cuando nos sintamos impulsados por la valentía que observamos en nuestros hermanos y hermanas en Afganistán.

Hannah Nation es directora del Center for House Church Theology y directora de contenidos de China Partnership. Es coeditora de Faith in the Wilderness: Words of Exhortation from the Chinese Church (Kirkdale Press, 2022).

Traducción por Sofía Castillo.

Edición en español por Sofía Castillo y Livia Giselle Seidel.

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Por qué el 6 de enero es tan importante para los cristianos de origen latino

Líderes cristianos en los EE.UU. hablan de cómo el Día de los Reyes los acerca a su herencia y a Dios.

Christianity Today January 6, 2022
Associated Press

Gran parte de la Iglesia, el cuerpo global de Cristo conoce el 6 de enero como el «día de la Epifanía», el último día del calendario eclesiástico de la Navidad y una oportunidad para recordar el temprano reconocimiento de Jesús como Dios por parte de los Magos, los sabios de oriente. En el mundo hispanohablante, este día se conoce como «el Día de los Reyes Magos», «el Día de los Reyes» o simplemente «el Día de Reyes», y a menudo incluye regalos, tradiciones culinarias e incluso la visita de los propios reyes magos. Por diversas razones, el día y sus festividades se han celebrado de manera inconsistente en las comunidades de origen latino en los Estados Unidos.

Hemos pedido a siete cristianos de origen hispano que compartan lo que el Día de los Reyes significa para ellos, cómo lo celebran hoy y hasta qué punto la insurrección del año pasado ocurrida en esta misma fecha ha afectado su forma de celebrar el día.

Noemi Vega Quiñones, directora asociada de formación espiritual y teología de la Fraternidad Latina de InterVarsity, Dallas, Texas

Cada 5 de enero, los niños de todo México (y de América Latina y España) colocan sus zapatos cerca del nacimiento (el belén) y esperan ansiosos para ver los regalos que les traerán los reyes magos a la mañana siguiente. Yo crecí con las historias de mi madre sobre su infancia en el rancho y cómo los reyes le traían muñecas de la lupita y coches de cartón, llenando sus zapatos con dulces mexicanos y cacahuates. Nos enseñó que el Día de los Reyes significaba algo más que recibir regalos. Era un día que recordaba la milagrosa encarnación de Dios hecho hombre en el nacimiento de Jesús y la milagrosa huida de los decretos genocidas de Herodes.

Dado que los ataques al Capitolio sucedieron un 6 de enero, la yuxtaposición del Día de Reyes y el aniversario de la insurrección nos dan mucho que analizar. El Día de los Reyes Magos encarna la verdad de que Dios se hizo hombre para redimir a la humanidad y que esta redención se vio amenazada por un rey que deseaba tener un dominio total sobre su pueblo. El rey quería que la salvación viniera de él y solo de él, no de un niño. Los sabios sabían que Jesús sería el verdadero rey de Israel. Al ver que la estrella que los guiaba se detuvo donde estaba Jesús, se llenaron de alegría y adoraron al niño.

En cambio, Herodes ordenó asesinar a todos los niños de dos años o menos por miedo a perder el poder sobre el pueblo judío. La violencia en el Capitolio de EE.UU. no es ciertamente comparable al genocidio de Herodes, pero quizás en ello todavía podamos percibir algo para nuestros tiempos. Jesús trae confusión a los poderes y principados de este mundo y declara que Dios tiene la última palabra sobre el bienestar de la humanidad. El Día de los Reyes es un momento para hacer una pausa y recordar el don milagroso que tenemos en el nacimiento y la vida de Jesús. Es un recordatorio para que los cristianos revisemos que nuestros corazones no alberguen pensamientos o violencia contra otros, y también es un llamado a adorar solo a Jesús.

Jules Martínez, profesor asociado de ministerio, Seminario Teológico de North Park, Chicago, Illinois

Yo celebraba el Día de los Reyes cuando era niño en Puerto Rico. La música navideña, los festivales y los regalos comenzaban justo después del Día de Acción de Gracias y continuaban hasta el 6 de enero. Este año, mi familia celebrará el intercambio de regalos de este día, concluyendo así la temporada navideña.

Ahora, como miembro de la diáspora, atesoro cómo se conmemora el Día de los Reyes con desfiles en Puerto Rico (también en México, Argentina y la República Dominicana). Los reyes, tradicionalmente conocidos como Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen recorriendo los pueblos con regalos para el recién nacido Jesús. Frecuentemente van a caballo, con coloridos trajes y coronas hechas a mano, llevan regalos para los niños, y suelen terminar en una catedral católica para la celebración. En la víspera de la celebración, se anima a los niños a buscar pequeñas cajas, llenarlas de hierba (para alimentar a los camellos de los reyes) y colocarlas bajo sus camas. La idea es que, así como los reyes le llevaron regalos a Jesús cuando acababa de nacer, también ahora le llevan regalos a los niños. Así, cuando los niños se despiertan, buscan debajo de sus camas para encontrar sus regalos.

Celebro este día como parte de mi cultura y, sobre todo, como parte integral de la memoria sagrada de la Epifanía. Como cristianos gentiles, también respondemos al llamado de Dios para venir a ver al Hijo divino. También respondemos a las epifanías divinas que nos condujeron al evangelio.

Sin embargo, el evangelio siempre se ha anunciado en tiempos peligrosos. La insurrección del 6 de enero está en mi memoria con su violencia y su uso blasfemo de los símbolos cristianos. Sin embargo, este nefasto acontecimiento no hace sino aumentar mi anhelo por la celebración de la Epifanía: el Rey está aquí y transformará nuestro mundo.

Elizabeth Ríos, fundadora de Passion2Plant.com, Miramar, Florida

Aprendí acerca del Día de Reyes por medio de mi familia puertorriqueña. Al crecer en la ciudad de Nueva York, nunca hicimos lo de los regalos o la hierba debajo de la cama; nosotros éramos de la jungla de cemento. Sin embargo, lo celebrábamos con la comida y las canciones tradicionales, tratando de mantener viva nuestra práctica a pesar de la comercialización de la Navidad.

En mi casa, este día será recibido de forma un poco diferente después de que se viera empañado por la insurrección del año pasado, provocada por personas que creían seguir a Jesús. Tradicionalmente es un día para reflexionar sobre el niño Jesús adorado por los tres sabios de oriente; este año, elegiré reflexionar sobre por qué el niño Jesús vino a un mundo oscuro y cómo debemos cuidar nuestros corazones para no atar nuestra fe al poder político.

Sarah M. Guerrero, escritora, Austin, Texas

Durante mi infancia no celebramos el Día de los Reyes Magos, y lo lamento. Al igual que gran parte de mi historia cultural por parte de mi madre, no sé si esta fiesta nunca formó parte de la vida de mis antepasados, si se perdió en algún momento debido a la asimilación, o si se dejó de celebrar por preferencia personal. Mientras que mi padre puede rastrear su ascendencia hasta Escocia, la familia de mi madre ha vivido en tierras que han sido reclamadas por España, México y Texas (y que originalmente fue el hogar de pueblos como los tonkawa). Somos hispanos sin ser mexicanos, lo que no es habitual en la parte de Texas a la que llamo hogar.

A pesar de ser una persona de etnia mixta, crecí con una fe y una tradición cultural no integradas, informadas principalmente por el cristianismo europeo. Esta tradición me enseñó a sospechar de todo lo que no tuviera origen en la raza blanca. Sin embargo, como adulta, he aprendido de teólogas como Kat Armas, Karen González y Liz Márquez que una fe integrada puede y debe abarcar todas las partes de mi etnia, especialmente la de mi herencia de gente de color.

A medida que he ido aprendiendo sobre las fiestas cercanas a mi herencia (¡estoy buscando cosas en Google como todo el mundo!), me he quedado atónita ante la sabiduría invertida de los sabios. Morenos, «paganos» y estudiantes de astrología, fueron los primeros en reconocer la realeza de Jesús de los que se tiene evidencia. Ellos me enfrentan con las personas e ideas que he descartado porque no eran lo suficientemente «cristianas». Me duele esta festividad porque me recuerda la herencia cultural que he perdido y los espacios en los que he fundado mi propia teología sobre una «base de raza blanca». Pero también hay un rayo de tierna esperanza de que al abrazar mi propia herencia étnica particular, encontraré a Jesús.

Aaron Reyes, pastor principal, Hope Community Church, Austin, Texas

El Día de Reyes no se celebraba mucho en mi hogar mexicanoamericano. Como la mayoría de los evangélicos o cristianos, interpretábamos este día como una tradición católica que debía ser ignorada. Así que no pude disfrutar de una Rosca de Reyes sino hasta mucho más tarde en mi vida. Pero era un día divertido para mis amigos católicos, quienes abrían muchos regalos.

Ahora, como padre y pastor, reconozco y celebro este día. Es significativo para mí este año, en el aniversario de la insurrección del año pasado, recordar que el Rey de los Judíos vino a nosotros como un bebé vulnerable, en la oscura ciudad de Belén, en una parte oscura del Imperio Romano. Este día me recuerda que la grandeza y el poder no se consiguen por la fuerza. Jesús no llegó a Roma con un ejército para disputar el poder. El modelo de Jesús es que la verdadera grandeza se encuentra en la humildad y el servicio. Si bien Jesús fue adorado y recibió regalos en el día de Epifanía, Jesús no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos.

Por eso, hoy voy a deleitarme con una Rosca de Reyes con mis hijos. Utilizando la tarta de forma ovalada, recordaremos cómo, al igual que el muñeco escondido dentro de la tarta, Dios protegió al niño Jesús de Herodes. Además, llamando la atención de la forma de corona de ese pan adornado con frutas confitadas, les explicaré a mis hijos que Dios envió a los magos extranjeros para reconocer que Jesús es Rey, no sólo de los judíos, sino de todos los pueblos. Y, como tal, Jesús es merecedor de nuestra adoración y de nuestras vidas.

Rodolfo Galván Estrada III, profesor asistente de Nuevo Testamento en la Universidad Vanguard, Costa Mesa, California

Mi familia me enseñó sobre el Día de los Reyes cuando me explicaron cómo celebraban las fiestas en su país natal, Costa Rica. Recibían los regalos el 6 de enero y el 24 de diciembre lo celebraban con una cena. Cuando les preguntaba: «¿Por qué no hacemos esto aquí en Estados Unidos?», me preguntaban: «¿Cómo podemos competir con Santa?».

Desafortunadamente, como latino de tercera generación, esta fiesta es una de esas tradiciones que se ha perdido por nuestra asimilación cultural en los Estados Unidos. Nuestra familia quería que encajáramos culturalmente con la sociedad y con los demás, así que no llevamos esta tradición en nuestras prácticas familiares. Hoy quiero recuperar estas importantes y perdidas tradiciones que marcan y definen nuestra identidad cultural y religiosa.

Además, estas tradiciones hacen que las celebraciones navideñas sean más bíblicas y significativas al conectar las historias de la Biblia con las celebraciones reales en el hogar y en la vida de la iglesia. Hacemos que la Navidad se torne más real por medio de pequeñas actuaciones y representaciones, y centrándonos en toda la historia de la Navidad en la Biblia. Por esta razón, los nacimientos (los belenes) son importantes en los hogares latinos: nos recuerdan visualmente el nacimiento de Jesús.

Fernie Cosgrove, escritora para Well-Watered Women, Connecticut

Tengo muchos recuerdos queridos en torno al Día de Reyes de cuando era niña en México. Cada año, el 6 de enero, nos reuníamos con nuestra familia para comer una «rosca de reyes», un delicioso pan que contiene pequeños figurines de plástico en forma de bebé. Si al cortar la rosca encuentras al bebé, eres el anfitrión de la siguiente reunión, en la que sirves tamales para los invitados. Como adulto, esto es un gran recordatorio de la forma en que los Reyes Magos pudieron reunirse para alabar al Rey Jesús en un pesebre, y a través de sus regalos proclamar que Él era realmente el Rey de reyes que habían estado esperando por mucho tiempo. Esta celebración ha moldeado mi pensamiento para recordar que el nacimiento de Jesús no solo nos impacta en Navidad, sino durante todo el año y me lleva a pensar en la forma en que estimo a Jesús como el Rey de mi vida.

Traducción y edición en español por Livia Giselle Seidel.

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Las oraciones de Cristo pueden transformar las nuestras

Cuando miramos de cerca cómo se describe la vida de oración de Jesús en el Evangelio de Lucas, descubrimos cuán esencial es la oración para nosotros.

Christianity Today January 6, 2022
Illustration by Cassandra Roberts / Source image: Harry Cunningham / Unsplash

Junto a los asombrosos milagros y enseñanzas de Jesús, los Evangelios describen algo igualmente fascinante: Jesús, siendo plenamente Dios, oraba. De hecho, oraba mucho. Lucas, el evangelio de referencia para la teología de la oración, incluye más descripciones de los hábitos de oración de Jesús que ningún otro evangelio. Cuando miramos de cerca cómo se describe la vida de oración de Jesús en Lucas, descubrimos cuán esencial es la oración para nuestra vida de fe y nuestra participación en el reino de Dios.

La oración del bautismo de Jesús (Lucas 3:21-22)

Para Lucas, esta no es solo una historia sobre el bautismo de Jesús: es una historia sobre el poder de la oración. La oración del bautismo de Jesús inicia su ministerio; inicia su unción, comisión y empoderamiento para el ministerio. Lucas reemplaza las frases sobre Jesús saliendo del agua en Mateo y Marcos con «y mientras Él oraba» (3:21, NBLA), haciendo que la oración, y no el bautismo en sí, sea el punto de enfoque.

Inmediatamente, vemos las oraciones de Jesús invitando a Dios a actuar. Dios habla desde el cielo, ungiendo a Jesús para el ministerio. La oración de Jesús da inicio a la llegada del Espíritu Santo, quien desciende sobre Jesús «en forma corporal» (3:22), concedido para el cumplimiento de la misión de Jesús. Lucas continúa describiendo a Jesús como «lleno del Espíritu Santo» (4:1) y «en el poder del Espíritu» (4:14). En Lucas 4:18, Jesús anuncia: «El Espíritu del Señor está sobre Mí» e interpreta su ministerio como un cumplimiento de las Escrituras.

Lucas establece una conexión vital entre la fidelidad de Jesús en la oración, y la inauguración y el empoderamiento de su ministerio terrenal. Si queremos ser usados ​​por Dios para la obra del reino de Dios, el paso preliminar para nosotros también es ser fieles en la oración.

Jesús se aparta para orar en privado (Lucas 5:16)

La fidelidad en la oración es importante. Lucas 5:16 enfatiza que Jesús habitualmente se apartaba para estar en comunión solo con Dios en oración. Lucas también registra muchos otros ejemplos del patrón de oración solitaria de Jesús.

En Lucas 22:39, Jesús va al monte de los Olivos, «como de costumbre», para orar. Se va a un lugar desierto al amanecer (4:42), ora solo con regularidad (9:18) e incluso pasa noches enteras en oración (6:12). Jesús practica lo que predica, ilustrando la necesidad de la oración a través de su propia dependencia de ella. Lucas nos invita a seguir el ejemplo de Jesús.

Somos personas que muchas veces necesitamos un plan de acción concreto si queremos ser fieles a nuestros mejores deseos, y a las invitaciones de Dios. Dallas Willard dijo en Christianity Today [enlace en inglés] que debemos hacer «planes» para la justicia, preparándonos para tener éxito y no fallar en nuestras disciplinas espirituales a pesar de la inercia de nuestra naturaleza humana. Jesús parecía tener algunos lugares específicos (el Monte de los Olivos) y posiblemente momentos (al amanecer) para la oración regular. Si aún necesitamos desarrollar el hábito de la oración fiel, cosas simples como tener un lugar y tiempo designados pueden ayudar a nuestras mejores intenciones.

Jesús ora antes de elegir a sus discípulos (Lucas 6:12–16)

La oración nos alinea con la voluntad de Dios. En Lucas 6, si echamos un vistazo a la actividad de Jesús la noche anterior, podemos ver que la elección de Jesús de los discípulos también vino de parte de Dios.

Antes de elegir a los discípulos, Jesús «pasó toda la noche en oración a Dios» (v. 12), conformando su voluntad a la voluntad de su Padre. La decisión misma de nombrar discípulos, el número de discípulos elegidos y quiénes fueron las personas elegidas en particular caen dentro del diseño de Dios precisamente porque Jesús buscó primero la voluntad de Dios en oración.

La expresión peculiar «en oración a Dios» expresa no solo la súplica de Jesús, sino también «su silencio, la escucha y la respuesta de Dios», señaló el teólogo Francois Bovan. La oración de Jesús durante toda la noche no es una declaración sobre su ascetismo, sino más bien enfatiza que su enfoque estaba completamente en la voluntad de Dios y la importancia de este evento. Hoy en día, muchos cristianos tratan la oración como una actividad unilateral en la que expresamos nuestros deseos a Dios. No solo el enfoque orientado hacia uno mismo está mal encaminado, sino que también lo está esa manera de orar. El modelo de oración que tenemos aquí implica una orientación en torno a los propósitos de Dios y a períodos prolongados de espera comunitaria en la presencia de Dios.

La identidad de Jesús revelada (Lucas 9:18; 9:28–36)

Entre los evangelios sinópticos, solo Lucas sitúa la narrativa de la transfiguración en un contexto de oración. Hasta ahora, en la historia relatada por Lucas, la oración se ha relacionado regularmente con importantes revelaciones divinas. Ahora, nuevamente y claramente, antes de la revelación, Jesús asciende a una montaña para orar (9:28).

Es importante notar que el relato de la transfiguración está conectado con la revelación de Jesús de sí mismo a los discípulos en Lucas 9:18-27. En cada historia, la oración conduce a una mayor revelación de la identidad de Jesús. En Lucas 9:18, después de que Jesús ha estado en oración, les pregunta a los discípulos quién creen ellos que es Él. La correlación de la oración de Jesús con la respuesta de Pedro: «El Cristo de Dios», muestra que la comprensión de la identidad de Jesús viene a través de Dios y se otorga a través de la oración.

Vemos esto ilustrado de forma más clara en la Transfiguración, cuando la identidad de Jesús también se revela a través de su apariencia transformada, de la presencia de Moisés y Elías, a través del énfasis en la presencia de Dios y por la afirmación pública de Jesús por parte de Dios. Como resultado directo de la oración de Jesús, los discípulos fueron capaces de ver su Yo interior hacerse transparente delante de ellos.

Para nosotros hoy, la oración es un medio crucial para profundizar nuestra comprensión de Jesús y para conocerlo cada día más plenamente.

La oración de Jesús en Getsemaní (Lucas 22:39-46)

La propia lucha de Jesús en oración en Getsemaní es un modelo de fidelidad a la voluntad divina. La obediencia que mostró tiene sus raíces en los pasajes de Isaías sobre el Siervo sufriente, que es obediente a Dios incluso en medio de un tremendo sufrimiento y humillación. La sumisión de Jesús se refleja incluso en su postura. Lo vemos arrodillado, mientras la postura habitual para la oración en el mundo antiguo era estar de pie y mirar hacia el cielo.

Lucas destaca la lucha de Jesús en la oración como el punto de inflexión de toda la narrativa de la Pasión, ya que es aquí donde Jesús obtiene la fuerza para abrazar su misión y la voluntad de Dios. Después de que un ángel aparece para fortalecerlo, se describe a Jesús como orando más fervientemente «y estando en agonía» (22:44). El contexto que enmarca la oración de Jesús (22:40, 46) indica que el contenido de la oración de Jesús fue que no cayera en la tentación de seguir su propia voluntad en lugar de la voluntad de Dios. Al resaltar la lucha victoriosa en la oración, Lucas pone a Jesús como un ejemplo del tipo de oración que le da a uno el valor y la fortaleza para insistir resueltamente en la voluntad de Dios, incluso frente a la persecución y la muerte.

Enséñanos a orar

La oración es el motor detrás de la misión de Jesús. Si la oración alimenta toda la obra de Dios en el evangelio de Lucas, ¿cómo podemos fallar al imitar el ejemplo de Jesús? Para Lucas, el enfoque de la oración está en el reino de Dios. La oración se trata menos de presentar una lista de deseos personales a Dios y más de llegar a comprender lo que Dios está haciendo. La oración tiene la capacidad de transformarnos en personas que desean y participan en la obra del reino de Dios. La oración le dio poder a Jesús para el ministerio, y lo fortaleció para lograr los propósitos de Dios. Que lo mismo sea cierto para nosotros.

Catherine J. Wright es profesora asociada de estudios bíblicos y teológicos en la Universidad Bethel. Este artículo está adaptado de su libro Spiritual Practices of Jesus: Learning Simplicity, Humility, and Prayer with Luke’s Earliest Readers. Copyright ©2020 por Catherine J. Wright. Usado y traducido al español con permiso de InterVarsity Press, Downers Grove, IL. www.ivpress.com.

Traducción por Sergio Salazar.

Edición en español por Livia Giselle Seidel.

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Una luz para las naciones

Una lectura devocional para el día de Epifanía.

Christianity Today January 6, 2022

Para descargar nuestro devocional «El Evangelio de Adviento» completo, ingrese en este enlace.

Epifanía:

En este día, celebramos la visita de los magos y su adoración a Jesús. Reflexionamos sobre la revelación de la identidad de Jesús y su propósito para todos los pueblos del mundo.

Lea Mateo 2:1-12

¿Para quién son las Buenas Nuevas? Cuando recibimos ofertas en el correo, a veces dicen que su promoción es exclusiva para «amigos y familiares». Algunas cosas son demasiado buenas para guardarlas para uno mismo, pero también son demasiado radicales para compartirlas con todo el mundo. Este enfoque de mercadeo pone de manifiesto que estamos condicionados a pensar que, si algo es exclusivo —si de alguna manera somos parte de un grupo selecto— es valioso. Y a la inversa también: si algo es universal, no es valioso.

Eso es lo que hace que el nacimiento de Jesús sea tan sorprendentemente revolucionario. Es la mejor noticia que el mundo podía recibir: ¡Dios había venido a salvar a su pueblo! Pero esta salvación no era solo para el pueblo con el que Dios había hecho un pacto. Era para todo el mundo, para todos los pueblos, en todos los lugares y en todos los tiempos.

Vemos un primer atisbo de esto en Mateo 2 y el contraste que establece entre el rey Herodes y el verdadero Mesías, el rey Jesús. Herodes ascendió al poder de forma infame gracias al oportunismo político y la violencia. Cuando se corrió la voz de que un nuevo rey de los judíos había nacido en Belén, Herodes hizo todo lo que estaba en su poder —incluso matar a bebés inocentes (vv. 13-18)— para proteger el poder que había logrado alcanzar.

Pero mientras que la historia de Herodes se trata de un ascenso al poder, la de Jesús se trata de un descenso del poder. Allí, en el pesebre, estaba el que «no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse», quien «se despojó de sí mismo» por nosotros (Filipenses 2:6-7, NBLA). Mientras Herodes mentía y asesinaba para alejar a la gente, Jesús, en su infancia y primeros años de vida, ya atraía a la gente a sí mismo.

Y no solo a algunas personas, o incluso solo al pueblo con quien Dios había hecho su pacto. Mateo nos habla de los magos —astrólogos o filósofos u hombres de sabiduría— que vinieron de lejos, y trajeron regalos para este niño. La adoración que estos visitantes no judíos ofrecieron al Mesías de Israel al inclinarse ante Él señala el amplio alcance de la promesa de Dios. El niño Cristo sería «luz para las naciones», de modo que llegara la «salvación [de Dios] hasta los confines de la tierra» (Isaías 42:6;49:6). En esta escena de la primera infancia de Jesús, vemos el alcance global del Evangelio: «Las naciones serán guiadas por tu luz, y los reyes por tu amanecer esplendoroso» (Isaías 60:3).

A pesar de los esfuerzos de Herodes por aferrarse al poder terrenal, solo hay un Rey ante cuyo nombre se doblará toda rodilla (Filipenses 2:10). Solo uno cuyo gobierno representa las Buenas Nuevas, y no para algunos, sino para todos. El Señor reina: ¡que toda la tierra se alegre! ¡Vengan a adorar al Rey Jesús!

Glenn Packiam es pastor asociado de la iglesia New Life en Colorado Springs. Sus libros incluyen Worship and the World to Come y The Resilient Pastor (febrero de 2022).

Reflexione sobre Mateo 2:1-12. (Opcional: Lea también Isaías 49:1-6; 60:1-6; Filipenses 2:6-7.)

¿Por qué es tan significativa esta primera escena de gentiles adorando a Jesús? ¿Qué transmite esta escena sobre las Buenas Nuevas? ¿Cómo desea responder a Dios?

Traducción por Sofía Castillo.

Edición en español por Livia Giselle Seidel.

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Los cristianos de raza negra están cuestionando las mentiras negras acerca del cristianismo

Cómo la apologética urbana lucha contra las distorsiones promovidas por los «movimientos de la conciencia negra».

Christianity Today January 6, 2022
Illustration by Sarah Gordon / Source Images: Raimund Koch / Labsas / Portra / Getty

Cuando comencé a estudiar en la Universidad Estatal Bowie en 1991, yo —al igual que muchos afroamericanos en los ochentas y noventas— caí de lleno en un semillero nuevo de identidades ideológicas. Muchas de las personas de raza negra que entraban a la universidad en aquel momento (en particular, en las universidades históricamente negras) llevaban puesta alguna clase de accesorio cultural que pusiera de relieve su conexión con África, desde medallones africanos hechos de cuero hasta camisetas que representaban el continente africano utilizando patrones artísticos de origen africano.

Fue una época importante en la que las personas de raza negra batallamos con nuestra identidad étnica y cultural. Podías ver a hermanos en el club de estudiantes vendiendo libros y aceites de Nilo azul, sándalo, incienso y mirra. Estos puestos de venta estaban llenos de recursos que prometían llenar el vacío en nuestras mentes negras con la verdad que los hombres blancos habían suprimido para evitar que supiéramos quiénes éramos.

Como cristiano de raza negra, a veces tiendo a sentirme como si estuviera siguiendo la religión de mis opresores. Es como un síndrome de Estocolmo, como llegar a la conclusión de que todo lo que creías que estaba bien, en realidad estaba mal. En Estados Unidos, hay una continua tensión relacionada con el hecho de ser de raza negra y a la vez ser cristiano, algo grabado en la psique de muchos afroamericanos.

Pensemos en las siguientes citas de defensores de lo que comúnmente se llaman comunidades de «la conciencia negra». Según Elijah Muhammad, líder desde hace mucho tiempo de la Nación del Islam, «los que se hacen llamar negros deben despertar antes de que sea demasiado tarde. Piensan que el cristianismo del hombre blanco los salvará pase lo que pase, y están en un grave error. Deben saber que la religión del hombre blanco no viene de Dios, ni de Jesús, ni de ningún otro de los profetas. Está controlada por la raza blanca y no por el Todopoderoso Alá (Dios)».

O fijémonos en Jabari Osaze, historiador y sacerdote autodidacta del antiguo reino kemético (egipcio). Como declara en 7 Little White Lies: The Conspiracy to Destroy the Black Self-Image [Siete mentiras blancas: La conspiración para destruir la autoimagen negra]:

«Recuerdo ir a la clase de la escuela dominical y que la profesora sacara de la caja aquellas figuras recortadas de cartón de Moisés y Noé… y que fueran invariablemente hombres blancos, mayores y vestidos con bata. Se parecían a mi vecino de al lado, solo que con bata. Imagina lo que significa que se me inculcara como niño que todos los héroes del cristianismo eran de raza blanca. Yo creo que eso está equivocado».

Comentarios como este crean una disonancia cognitiva en las personas de raza negra que es difícil de superar. Como apologetas cristianos, no deberíamos dejar de lado este desafío. Sencillamente, significa que tenemos mucho trabajo que hacer, y esa es una de las razones principales por las que hoy se necesita un enfoque al que llamo apologética urbana.

Es cierto que, en Occidente, el cristianismo blanco europeo a menudo se ha esforzado por destruir la identidad negra. Sin embargo, estas «comunidades de la conciencia negra» lo han tirado todo por la borda al deshacerse por completo de la fe cristiana. No han hecho la tarea de mirar de cerca la verdad. Una apologética urbana desactiva los falsos orígenes que estos grupos promueven.

Las comunidades de la conciencia negra a menudo interrogan a los cristianos de raza negra. Invariablemente, siempre escuchamos un discurso acerca de nuestra aceptación del cristianismo, puesto que ciertas personas de raza blanca que se hacían llamar cristianos jugaron un papel principal en el secuestro y la esclavización de personas de raza negra. A muchos se les ha enseñado que el primer contacto de los africanos con el cristianismo fue a través del comercio de esclavos. Muchos ven el papel histórico del cristianismo en la esclavitud como un factor clave en la destrucción de la mente negra. Ven el cristianismo como una creación europea utilizada por los opresores blancos como una herramienta para mantener en cautiverio a las personas de raza negra.

Y hay cierto mérito en este argumento. Durante la era de la esclavitud en Occidente, existía una falsa forma de cristianismo que justificaba el secuestro de seres humanos. ¿Es cierto que los que proponían esta forma de cristianismo crearon una Biblia abreviada llamada «la Biblia del esclavo» para evitar que los esclavos tuvieran una comprensión clara y completa del Evangelio? Sí. ¿Es cierto que aquellos supuestos cristianos aseguraban que las personas de raza negra eran menos que humanos, y contaminaron así la imago Dei que está dentro de todo ser humano? Sí.

Durante los últimos cien años la comunidad negra ha luchado para ofrecer respuestas teológicas robustas a los desafíos que enfrentan nuestras comunidades. No ha sido sino hasta hace poco que hemos visto un esfuerzo común para encarar las objeciones y preguntas presentadas por los representantes de los movimientos de la conciencia negra. Y ciertamente, en la era del internet, el juego ha cambiado. Las objeciones se expanden con más rapidez. Las falsedades acerca del cristianismo tienen una vida más larga. Por esta razón, necesitamos urgentemente una apologética urbana única que responda a los movimientos de conciencia negra y otras objeciones al cristianismo relacionadas con la raza negra.

Responder a las narrativas revisionistas

¿Qué es la apologética urbana? Urbano es una palabra popular hoy día y su uso ha venido creciendo ininterrumpidamente durante las últimas cuatro décadas y media. Señala a la ciudad. Antes de convertirse en jerga, urbano tenía la connotación de la complejidad concentrada: un paisaje definido por gruesos asentamientos de personas, edificios y tráfico, junto a una mezcla diversa de culturas, comercios, política y espiritualidad.

Sin embargo, en la jerga cotidiana del inglés, en algún momento el término urban [urbano] comenzó a usarse para referirse a las personas pobres, de piel negra o de color. Así es como el mundo corporativo utiliza la palabra urban hoy en gran medida. Las divisiones urbanas de las compañías están dedicadas a mercadear sus productos hacia las personas de piel negra o de color. Actualmente, por supuesto, la cultura urbana ya no se circunscribe a las ciudades, en gran parte debido a la emergente popularidad de formas de arte como el hip-hop. Es una cultura móvil que encontramos tanto en áreas rurales como en áreas suburbanas.

Apologética es un término acuñado a partir de Primera de Pedro 3:15: «… sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con mansedumbre y reverencia…» (NBLA). La palabra traducida aquí como «defensa» proviene del griego apologia. En contexto, la apologética involucra la mente, las emociones y la voluntad, al mostrarle a los demás la obra transformadora de Cristo. Es una defensa razonable del evangelio basada en la esperanza escatológica e inminente que uno tiene en Jesús.

El versículo 3 de Judas es otro texto clave cuando se trata de explicar los fundamentos bíblicos de la apologética: «Queridos hermanos, he deseado intensamente escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, y ahora siento la necesidad de hacerlo para rogarles que sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a los santos» (NVI). La palabra luchando traduce una palabra griega (epago nizomai) que se refiere a competencias atléticas tales como las luchas. Pablo insinúa esta asociación en Primera de Corintios 9:25: «Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible» (RVR60, énfasis añadido).

La apologética se presenta en muchas variedades. La apologética clásica destaca los argumentos a favor de la existencia de Dios. La apologética evidencial destaca la necesidad de pruebas que apoyen las afirmaciones cristianas, ya sean racionales, históricas, arqueológicas o incluso experienciales. La apologética histórica destaca las pruebas históricas que apoyan las afirmaciones cristianas. La apologética experiencial apela a la experiencia religiosa en general o a las experiencias religiosas especiales, tales como fenómenos aparentemente sobrenaturales, como un punto de apoyo para creer en Cristo. La apologética presuposicional normalmente presupone la verdad básica del cristianismo y entonces procede a mostrar, de varias maneras, por qué únicamente el cristianismo tiene sentido.

Cuando hablo de apologética urbana me estoy refiriendo específicamente a la defensa de la fe cristiana contra las objeciones presentadas por personas de raza negra y un argumento a favor de cómo el cristianismo suple las necesidades únicas de las personas de raza negra. La apologética urbana utiliza varios de los enfoques enumerados arriba de una manera sinfónica. Empleamos el enfoque de la apologética clásica cuando hablamos con ateos o agnósticos de raza negra, muchos de los cuales valoran las explicaciones científicas por encima de las afirmaciones basadas en la fe. El modelo evidencial es particularmente útil cuando enfrentamos desafíos como el de «Demuéstrame que Jesús existió» o «¿Dónde están las tumbas de todos los personajes de la Biblia?», o «El cristianismo se creó en Europa».

Por debajo de la mayoría de las declaraciones o preguntas que encontramos en la apologética urbana hay diferentes narrativas revisionistas. Estas narrativas apelan a la experiencia que muchas personas de raza negra han tenido con el racismo y la injusticia, y la afirman. Para refutarlas, debemos echar mano de elementos tanto de la apologética histórica como de la experiencial. Nuestra labor en la apologética urbana es atender estas cuestiones, en oración, con humildad y cuidado.

Decir la verdad en un mundo de mentiras

La apologética urbana es hacer el trabajo de compartir el evangelio ofreciendo una defensa del cristianismo para las personas de raza negra a la luz de las preocupaciones intelectuales y emocionales que están conectadas con su identidad étnica de comunidades minoritarias. Es darles a las personas de raza negra una razón para la esperanza en el evangelio a pesar de las barreras culturales, históricas, espirituales y teológicas que tienen hacia la fe cristiana. Y en el núcleo de la apologética urbana está la restauración de la imago Dei. La injusticia y la desigualdad racial han creado la necesidad de afirmar la humanidad mientras se confronta el orgullo humano pecaminoso. Las Escrituras demandan que tratemos a todas las personas como portadores de la imagen de Dios (Génesis 1:26-17; Santiago 3:9).

La apologética urbana también busca decir la verdad a un mundo que ahora se caracteriza por las mentiras. Vivimos en un mundo de verdades de contrabando promocionadas por los Cultos de Identidad Religiosa Negra (BRICs, por sus siglas en inglés). Puesto que muchas personas no han aprendido a distinguir la verdad del error, lo real de lo falso, se creen las mentiras. La mayoría de las ideologías o cultos dirigidos a las personas de raza negra tienen un fundamento en la cosmovisión judeocristiana. Enfocan su rechazo al cristianismo y su marco de supuesta verdad a la luz de la historia del cristianismo. La apologética urbana busca demostrar que solamente el cristianismo ha demostrado ser razonable y verdadero como cosmovisión.

La apologética urbana también disipa multitud de leyendas urbanas, mitos históricos, falacias teológicas, erróneas denominaciones científicas y perspectivas reduccionistas del cristianismo que existen en la comunidad negra. Gran parte de lo que combatimos en la apologética urbana son argumentos que fueron populares en generaciones pasadas y que ahora resurgen con un enfoque étnico. Por ejemplo, vemos que vuelve a surgir la teoría de que el cristianismo es una copia de una antigua religión egipcia llamada kemetismo: una teoría que fue refutada hace décadas.

Debido a que la comunidad negra desconfía profundamente de las personas de raza blanca y de las ideas europeas, muchas personas de raza negra tienden a dejarse persuadir con facilidad por cualquier sugerencia de corrupción blanca, y el cristianismo es un objetivo fácil. Cuando los BRICs sugieren que el cristianismo es una religión blanca instituida por los europeos blancos, mucha gente de raza negra lo cree. Sin embargo, en realidad el cristianismo se extendió desde Jerusalén hasta África y después a Europa. Mucho antes de que se formara la cristiandad en Roma, los cuarteles centrales del cristianismo se encontraban en Alejandría, en Egipto.

La disposición de la gente a creer que los europeos difundieron el cristianismo por África apunta hacia una cuestión aún más grande. Como explicó el teólogo Thomas C. Oden en su libro de 2010 How Africa Shaped the Christian Mind [Cómo África dio forma a la mente cristiana]:

Los historiadores intelectuales modernos se han acostumbrado demasiado a la fácil premisa de que cualquier cosa que África aprendió, la aprendió de Europa. En el caso del fecundo neoplatonismo, sin embargo, su trayectoria desde África hasta Europa (un movimiento de sur a norte) está clara en los textos históricos. Entonces, ¿por qué se olvida o se menosprecia tan fácilmente esta trayectoria?

Creencias erróneas acerca del origen del cristianismo en África se pueden identificar en el trasfondo del racismo que presenciamos en los ambientes intelectuales tanto seculares como cristianos. En mis propios estudios históricos acerca de los cushitas (el reino negro africano que se expandía por el Nilo hasta llegar al sur inmediato de Egipto) y el papel que jugaron en el mundo bíblico, me he encontrado con un persistente sesgo racial dentro de la academia, que sigue dominada por eruditos de raza blanca.

¿A qué me refiero con sesgo racial? No me refiero al abierto sesgo racial que era relativamente común en los estudios históricos y religiosos del siglo XIX y principios del XX. Más bien, lo que nos encontramos hoy es un sesgo racial subconsciente o sutil: a menudo inintencionado, aunque real. Este sesgo racial es algo que permea todas las facetas de la sociedad, incluyendo los estudios históricos cristianos, y ha supuesto grandes desafíos para los esfuerzos de los afroamericanos de compartir el evangelio con otras personas de raza negra. El racismo inconsciente y cómplice ha echado a perder los campos de cultivo de la comunidad negra.

Hoy luchamos contra el racismo en el mundo y en la iglesia, nos enfrentamos con personas de raza negra que entran en el juego de los de raza blanca y niegan el racismo, y resistimos los cultos e ideologías de origen negro que están destruyendo nuestras comunidades. ¡Tenemos mucho trabajo que hacer!

Pelear por las almas

Cuando se trata de cuestiones de verdad o mentira, ¿realmente importa el color? No particularmente. Aun así, el esfuerzo de las personas de raza blanca a lo largo de la historia por pintar la historia cristiana con una capa blanca y europea ha hecho que el color de la piel sea un problema. En vez de abrir el camino para enfrentar el racismo, los académicos cristianos occidentales han seguido los pasos de los revisionistas seculares. Este blanqueamiento de la historia es repugnante a los ojos de Dios. Pintar la historia con el color que uno prefiere es divisivo, en vez de investigar las verdaderas etnias de las personas mencionadas en la Biblia y las figuras importantes de la historia de la iglesia. Es una afrenta para las Buenas Nuevas en sí sugerir que Dios solamente salvó y obró a través de europeos blancos.

No puedo culpar a mis hermanos de raza negra por su sospecha constante hacia el cristianismo. La apologética existe debido al pecado de todos los hombres y mujeres, y la apologética urbana explora cómo el pecado afecta a las minorías étnicas en particular. Es necesario, tristemente, debido a la pecaminosidad del racismo y a la injusticia de nuestro mundo. ¿Podrían imaginarse que haya personas que rechacen el Evangelio solo porque creen que es solo para personas de raza blanca? ¡Ojalá nunca sea así!

Nuestra tarea es dar respuestas que respondan al trauma psicológico que han experimentado las personas de raza negra mientras la cristiandad occidental se fue mezclando con la fe cristiana histórica (no occidental). Desde tiempos de la iglesia primitiva, el cristianismo ha tenido que lidiar con el problema de un grupo de personas queriendo excluir al otro grupo. La cuestión de si el cristianismo es solo para una etnia en particular no es nueva: se remonta hasta la visión de Pedro acerca de la salvación de las naciones (Hechos 10) y al Concilio de Jerusalén (Hechos 15). Gálatas 2 va más allá al demostrar que excluir a las personas basándose en líneas de división étnicas es un tema central del Evangelio.

Al final, somos llamados a predicar el Evangelio a todas las personas sin importar la raza o el trasfondo, y lo hacemos con el poder que Dios provee. Como dice Pablo en Primera de Corintios 2:1-4:

Yo mismo, hermanos, cuando fui a anunciarles el testimonio de Dios, no lo hice con gran elocuencia y sabiduría. Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de este crucificado. Es más, me presenté ante ustedes con tanta debilidad que temblaba de miedo. No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes, sino con demostración del poder del Espíritu. (NVI)

Pablo apela aquí a la propia conversión de los corintios. Fue la poderosa predicación de la debilidad de la cruz, no la retórica humana, la que los salvó (1:18).

La apologética no consiste en ganar el debate; consiste en luchar por el alma del oyente. No se equivoquen: aunque luchemos con las barreras de la identidad étnica, el racismo y la injusticia, en última instancia estamos tratando de ayudar a las personas a reconocer su propio pecado (Juan 16:8). Nuestro deseo es que el Espíritu Santo ilumine su necesidad del Evangelio.

No solamente deseamos hablar acerca de las atrocidades que se cometieron contra la población de raza negra. No ignoraremos estas atrocidades, pero no debemos dejar que nos desalienten al señalar la necesidad de cada persona del poder salvador del Evangelio de Jesucristo en nuestras vidas.

Este artículo fue extraído de Urban Apologetics: Restoring Black Dignity with the Gospel, editado por Eric Mason. Copyright © 2021 por Zondervan. Usado y traducido al español con permiso de Zondervan. www.zondervan.com.

Traducción por Noa Alarcón.

Edición en español por Livia Giselle Seidel.

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Los pastores no están bien: el 38 % ha considerado dejar el ministerio

A medida que avanza la pandemia, el agotamiento continúa pasando factura a los líderes de la iglesia.

Christianity Today January 4, 2022
pemaphoto / Lightstock

Sentado alrededor de una fogata junto al lago Tawakoni en el noreste de Texas, el pastor Nic Burleson ha escuchado a pastor tras pastor confesar sus mayores desafíos: depresión, problemas en la iglesia, conflictos maritales y, cada vez más, dudas sobre si deben continuar en el ministerio.

«En cada retiro hay varios pastores que están considerando dejar el ministerio», dijo Burleson, quien organiza estas salidas de tres días para pastores, patrocinadas por su congregación, la iglesia Timber Ridge en Stephenville, y la iglesia Vista en Heartland. «En muchos sentidos, se sienten estancados, lo cual aumenta la presión y el agotamiento».

El agotamiento pastoral ha empeorado durante la pandemia. Una encuesta de Barna publicada en noviembre de 2021 [enlaces en inglés] encontró que el 38 por ciento de los pastores está considerando seriamente dejar su trabajo de tiempo completo en el ministerio, en comparación con el 29 por ciento en enero del mismo año.

«Los cambios que se han venido acelerando durante los últimos 18 meses han dejado a muchos pastores con la mente confundida y el corazón desorientado», manifestó Joe Jensen, vicepresidente de Barna para la participación eclesial.

«Con todo el caos, toda la presión, la lupa de las redes sociales, la pandemia, la política y el contexto hiperdigital, tiene sentido que haya muchos pastores diciendo: “¿Es esto realmente a lo que me comprometí? ¿Es esto a lo que fui llamado?”».

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El aumento en el número de pastores que están reconsiderando su profesión está directamente relacionado con el aumento en los niveles de estrés y el deterioro de la salud mental en general. Según una encuesta general de Barna, en el 2016, el 85 por ciento de los pastores calificó su bienestar mental como bueno o excelente. En la encuesta de octubre del 2021, esta cifra descendió al 60 por ciento.

Según descubrió Barna, los pastores que dijeron que habían considerado seriamente alejarse del púlpito tenían la mitad de probabilidades de decir que están bien relacionalmente, y un tercio de probabilidades de decir que están bien emocionalmente.

Con tantos líderes ministeriales al borde de sus límites, los pastores están ansiosos por encontrar oportunidades como los retiros que organiza Burleson, en las que pueden hablar abiertamente sobre las dificultades que están atravesando, formar amistades, recibir consejos y encontrar asistencia para la salud mental.

Burleson compartió en su cuenta de Twitter: «He dedicado los últimos dos días a pasar tiempo con pastores y plantadores de iglesias. Estoy profundamente agradecido con las generosas personas de @timberridge y @VistaChurch, quienes hacen posible que organicemos estos retiros. Si eres un pastor o plantador de iglesias y estás interesado en sumarte a nosotros en 2022, mándame un MD. #churchplanting

«Antes del COVID-19, el agotamiento era una epidemia silenciosa sobre los líderes ministeriales. Las estadísticas dan muestra de esto; sin embargo, ahora se podría decir que el agotamiento es endémico», dijo Dan White, quien lanzó el Centro Kineo en 2020. El centro organiza retiros para líderes ministeriales en Puerto Rico y ofrece un programa de capacitación y acompañamiento semanal a partir de este año.

En su trabajo con pastores, White ha visto que la crisis se ha intensificado. Cada vez son más los líderes que están experimentando agotamiento, incluso aquellos que gozan de retiros sabáticos regulares y periodo de vacaciones. Su agotamiento se ha vuelto más grave, y el desánimo y el cansancio llega «hasta los huesos».

«El agotamiento comienza a manifestarse de diferentes maneras; depende de las diferencias en nuestras personalidades», manifestó White, quien tiene una larga trayectoria como pastor, plantador de iglesias e instructor con un título en consejería. «En algunos, [el agotamiento] se manifiesta como enojo e irritación a puerta cerrada con la familia. En mi caso, evitaba relacionarme con otros y quería alejarme de todo. Para otros, se manifiesta en una indulgencia excesiva en las redes sociales, el alcohol o mirar televisión en exceso como un intento de escape. Nuestra mente, alma y cuerpo intentarán compensar el agobio que sentimos».

Evan Marbury, pastor y consejero en Durham, Carolina del Norte, usa las palabras de Pablo en Segunda de Corintios 1:8 como una guía para identificar el agotamiento: «Estábamos tan agobiados bajo tanta presión que hasta perdimos la esperanza de salir con vida».

«Ellos no sienten la cercanía de Dios, no sienten a otras personas que los aman, no sienten la forma en que fueron creados a imagen de Dios y cómo su existencia es, de hecho, un motivo de deleite. Cuando uno llega a ese punto, es realmente preocupante» dijo. «Muchos pastores se avergüenzan o tienen miedo de llegar a ese punto, a pesar de que Pablo mismo lo exteriorizó. Y si Pablo lo expresó, nosotros también deberíamos poder expresarlo».

Según Barna, los pastores en Estados Unidos se sienten cada vez más solos y sobrecargados a medida que avanza la pandemia, y la crisis es particularmente aguda en las iglesias protestantes tradicionales. En octubre de 2021, Barna descubrió que la mitad de los pastores de iglesias protestantes tradicionales expresaron que están considerando seriamente renunciar, en comparación con un tercio de los pastores evangélicos, es decir, de iglesias protestantes no tradicionales.

En medio de todas las turbulencias y crisis que se han producido en 2020 y 2021, es necesario que los pastores reconsideren la forma en que desempeñan su papel como líderes, así como el cuidado de su salud mental.

«Muchos pastores están teniendo dificultades para sentir esperanza», dijo Marbury, pastor de Christ Central Church. «Lo creen desde la perspectiva teológica, pero las cosas parecen seguir moviéndose en descontrol. Uno puede ver el efecto de la crisis en los presupuestos y en el número de asistentes a las reuniones, y luego alguien se sienta contigo y te dice: “He decidido marcharme…”. Eso puede intensificar la vergüenza, las dudas y los sentimientos de insuficiencia».

Cuando las iglesias cancelaron las reuniones presenciales durante la pandemia, los pastores perdieron el impulso de seguridad que provenía de adorar todos juntos en un templo concurrido, de abrazar a los miembros después del servicio y de conversar sobre los problemas con ellos en persona. En algunos casos, se encontraron navegando en medio de intensos conflictos en sus iglesias, salidas por cuestiones políticas y traumas derivados de la pandemia sin el respaldo de algunas de las partes más vivificantes de su ministerio.

«Me parece que esto está obligando a los pastores a encontrar su identidad en Cristo y no en la perfección de su ministerio, y creo que eso es algo bueno», dijo Burleson. Dentro de su iglesia, Timber Ridge, tuvo que afrontar sus propios temores relacionados con la falta de crecimiento, y tuvo que recordarse a sí mismo que el llamado de Dios en Mateo 25:21 está centrado en la fidelidad, no en el éxito.

Burleson ha planeado veinte retiros más a la orilla del lago para el 2022, lo cual representaría un récord para el programa, mismo que se ampliará para incluir fines de semana para parejas casadas que sirven juntos como pastores. Los participantes se mantienen en contacto como amigos después de los retiros, y para aquellos que necesitan consejería o asistencia profesional, los organizadores pueden orientarlos a recursos confiables.

Debido a que muchos pastores ingresan al ministerio de tiempo completo asumiendo que será un llamado para toda la vida, a menudo soportan muchas dificultades —incluidos problemas de salud crónicos, así como ansiedad y depresión— antes de considerar un cambio de dirección. Pero los consejeros e instructores dicen que su experiencia coincide con los hallazgos de Barna: cada vez hay más pastores que se encuentran al borde de sus límites y que se preguntan cuánto tiempo podrán soportar.

«El factor que tiene una influencia única en la evaluación de un pastor sobre una posible transición vocacional es el dinero, es decir, “¿Qué haré para obtener ingresos?”», dijo White. «Hay pánico detrás de esa pregunta. En muchos casos, tenemos que ayudarlos a reimaginarse a sí mismos, así como también su papel pastoral en el mundo».

Jensen, de Barna, instó a aquellos pastores que ahora se encuentran cuestionando su lugar en el ministerio a que analicen ese mismo cuestionamiento a fondo, en lugar de verse a sí mismos como pastores de menor valor por reconsiderar su llamado.

«Personas como el rey David o Moisés, entre otras figuras bíblicas, tenían preguntas, tenían dudas sobre su vocación», dijo. «Esta es una gran oportunidad para apoyarse en la tensión del proceso, profundizar su relación con Jesús y salir más resilientes y más seguros de quiénes son en realidad, ya sea que el resultado sea ser un ministro vocacional o no».

Traducción por Sergio Salazar.

Edición en español por Sofía Castillo y Livia Giselle Seidel.

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El antídoto para la iglesia de celebridades es la mera iglesia

Necesitamos redescubrir una alabanza que funcione sin nuestra ayuda.

Christianity Today January 4, 2022
Illustration by Chanelle Nibbelink

Una vez, Chris Rock compartió [enlaces en inglés] en una entrevista la forma en la que desarrolla nuevo material de comedia. Como muchos comediantes ya establecidos, aparece en pequeños clubs de comedia y sube al escenario con cinco o diez minutos de chistes, desarrollando uno o dos a la vez, y después une aquellos que funcionan en su siguiente gira.

Rock sabe que es posible que la audiencia reaccione tanto al hecho de que se trate de Chris Rock, como a los chistes en sí. Por eso, cuando hace estas apariciones no planeadas, cuenta los chistes mostrando lo menos posible de su personalidad. Quiere creer que «se podrían hacer detrás de una cortina», dijo. Si estos funcionan, sabe que una vez que los refuerce con su personaje sobre el escenario, serán mortales.

A menudo pensaba en esto mientras trabajaba en el pódcast de CT The Rise and Fall of Mars Hill [El ascenso y caída de Mars Hill]. Es la historia de la megaiglesia de Seattle que subió al estrellato a principios de los 2000, atrajo a 15 000 personas en 15 locaciones, y finalmente cerró sus puertas después de que su fundador, Mark Driscoll, renunciara en 2014. De muchas maneras, Mars Hill era un caso aparte. De muchas otras importantes maneras, no lo era.

Driscoll era un comunicador y un provocador excepcionalmente dotado, pero el fenómeno del pastor celebridad ahora es endémico en las megaiglesias. Mars Hill innovó en el uso de la música, la producción de video, la tecnología y las redes sociales, pero aquello en lo que fue pionera ha sido ampliamente adoptado y hoy define en gran medida a las iglesias influyentes.

Las herramientas de la tecnología y la celebridad que construyeron Mars Hill continúan expandiéndose y siguen siendo una tentación tanto en las pequeñas como en las grandes congregaciones. No hemos aprendido la lección de que estas herramientas conformaban una frágil arquitectura: la iglesia no pudo sobrevivir a la salida de Driscoll.

El hecho de que estas herramientas sean tan seductoras es comprensible. Le ponen un broche al ministerio del mismo modo que Chris Rock lo hace con su —poco eclesiástico— personaje. Y, aunque la tecnología no es necesariamente malvada —la imprenta llevó la Biblia, el Libro de Oración Común y los himnarios a miles de millones de personas comunes—, tampoco es neutral. Puede penetrar en nuestros cuerpos y nuestra imaginación de tal manera que socave un mensaje del Evangelio que consiste en morir a nosotros mismos y humildemente poner las necesidades de los demás por delante de las nuestras.

Así pues, incorporamos los videos que magnifican la imagen para proyectar a pastores y a líderes de alabanza exuberantes, sin preguntarnos nunca qué otros mensajes puede estar comunicando una tecnología que se utiliza mayormente en conciertos de rock y mítines políticos. Importamos subwoofers que nos hacen vibrar el pecho y máquinas de humo. En el escenario, los líderes leen en teléfonos inteligentes y tabletas. Los ministerios de alabanza distribuyen guías de estilo para la ropa que deben llevar puesta los miembros de la banda sobre el escenario (no me lo estoy inventando), y nos reunimos en entornos sin ventanas, climatizados, que detienen el tiempo igual que los cines o los casinos.

En ese contexto, si la mayoría de líderes cristianos que tenemos a la vista son hombres y mujeres jóvenes, carismáticos y de dentadura perfecta, ¿qué ocurre cuando nos encontramos con alguien modesto, de voz suave y que no tiene madera para brillar en Instagram? ¿Alguien que no posee ni la presencia de la celebridad ni una impactante historia de conversión? ¿Alguien con la clase de autoridad espiritual que confundió al mundo del primer siglo, cuando Jesús no demandó poder ni lo demostró poniéndose al mando?

Me temo que nos pasaría de largo. Puede que incluso lo rechazáramos y lo condenáramos directamente. Quizá ya lo hayamos hecho.

Driscoll a menudo decía que odiaba escuchar a la mayoría de los predicadores porque eran aburridos y no conseguían enganchar a su público. En cambio, aprendía de los cómicos de stand-up, incluyendo a Chris Rock. Resultó ser, sin embargo, que se le escapó aplicar la ética más profunda del oficio de Rock: que la sustancia del material era más importante que la presentación. Se supone que debía funcionar sin él.

Chip Stam, quien fue mi mentor hasta su muerte en 2011, me dijo: «Un creyente maduro se edifica fácilmente». Quería decir que, si los cristianos se encontraban en un lugar donde se predicaba la Palabra de Dios, se alababa a Jesús y el Espíritu estaba presente en los corazones de su gente, entonces ellos saldrían animados, aun si la experiencia resultara superficial, ruidosa, silenciosa o desconocida.

He llegado a pensar en esto como una invitación a la «mera iglesia», una postura que reconoce que las cosas más significativas de una reunión de iglesia son aquellas que pueden soportar el derrumbamiento de una iglesia o de una civilización: como ya ha ocurrido.

En medio de las secuelas de una década de derrumbamiento moral de parte de varios líderes cristianos, ¿qué sucedería si la iglesia renovara su compromiso con algo como esta visión de una mera iglesia? Si en vez de manufacturar experiencias de reuniones dominicales con una gran producción, nos reuniéramos alrededor de la Palabra y el Espíritu, la confesión y la seguridad, el pan y el vino.

Puede que parezca una época desértica, pero la iglesia ya ha superado cosas así antes. Espero —y creo— que lo podemos hacer de nuevo.

Mike Cosper es el director de pódcast de CT.

Traducción por Noa Alarcón.

Edición en español por Livia Giselle Seidel.

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Ella no creía, pero Dios escuchó su lamento

Yo tuve el privilegio de ser parte de su respuesta.

Christianity Today December 30, 2021
Illustration by Cassandra Roberts / Source images: We are / Getty

He escuchado decir a cristianos a los que amo y respeto que la oración no cambia nada. «Oramos para que Dios nos cambie a nosotros», dicen. Entiendo por qué lo dicen. Y también creo que cuando oro y le pido a Dios que su voluntad se anteponga a la mía, mi corazón cambia. Lentamente, con suavidad y a veces con dolor, siento cómo se transforman mis deseos. Pero no creo que eso sea todo lo que hace la oración. Sé que la oración también cambia nuestras circunstancias. Lo he experimentado.

Hace muchos años daba clases en un curso de comunicación en la Universidad de Michigan. Una estudiante en particular, Shatina, siempre se sentaba en la parte de atrás del aula. La mayoría de los días agachaba la cabeza hacia la mesa y se esforzaba por no hacer contacto visual conmigo en los noventa minutos de clase. En términos generales, yo tenía una relación positiva con mis estudiantes, pero Shatina nunca mostró interés alguno. No se reía de mis chistes. No alzaba la mano. Se sentaba al fondo del aula y cuando la clase terminaba, se marchaba.

Un día, cuando vi a Shatina entrar en el aula, apareció un pensamiento en mi cabeza: «Dale a Shatina el dinero que tienes en la cartera».

Me pregunté si este pensamiento venía del Espíritu Santo. Pero no crecí en una tradición eclesial que tuviera un fuerte enfoque en el Espíritu Santo, así que, con el tiempo, creo que me acostumbré a ignorar estas intuiciones.

No puedo darle a los estudiantes dinero de mi cartera, pensé dentro de mí. De hecho, sería inapropiado. Así que deseché el pensamiento como cosa mía y di la clase como siempre. Cuando la clase terminó los estudiantes se marcharon, y Shatina también. Apenas ella salió del salón de clase, surgió de nuevo un pensamiento en mi mente: «No dejas de pedirme que te dé grandes oportunidades, y no has sido fiel en esta tan pequeña».

Todavía no estaba segura de si estaba discutiendo con Dios o conmigo misma, pero sabía que esa afirmación era convincente. que había estado orando a Dios pidiéndole que me usara, y quizá ahora él lo estaba haciendo y yo ignoraba la oportunidad. Revisé mi cartera rápidamente y vi que tenía un billete de veinte dólares. Corrí buscando a Shatina por todo el campus, pero no la encontré. Le dije al Señor que, si esto venía de Él, yo estaba tratando de ser fiel, pero aparentemente era muy poco y demasiado tarde.

Todo esto pasó el viernes anterior a las vacaciones de primavera. Mi esposo y yo salimos de vacaciones al día siguiente. Me gustaría decir que la pena por haberme negado a obedecer lo que percibí que era la voz de Dios me arruinó el viaje. Pero no fue así. Durante las vacaciones ni siquiera pensé en la situación.

Sin embargo, cuando regresé al trabajo una semana más tarde, tan pronto como Shatina entró en mi aula el pensamiento inundó mi mente de nuevo: Heather, dale a Shatina el dinero que tienes en la cartera.

Revisé de nuevo. En esta ocasión tenía 40 dólares allí dentro. Muy bien, pensé, seré fiel.

Cuando la clase terminó le pedí a Shatina que se quedara un momento. Ella se me quedó mirando muy nerviosa. No teníamos relación, y la situación estaba a punto de tornarse incómoda para las dos.

«Sé que esto te va a sonar extraño…», comencé a decirle mientras buscaba a tientas mi cartera, «… pero soy cristiana. Cuando entraste aquí hoy, Dios me dijo que te diera estos 40 dólares. Lo siento mucho si te estoy haciendo sentir incómoda. Este dinero no viene de mí. Esto es algo entre tú y Él».

Aunque me sentía muy nerviosa, le puse el dinero en la mano, esperando que ella no presentara una queja. Su rostro cambió de la confusión hasta una expresión de total sorpresa. «Soy madre soltera», me dijo. Yo no lo sabía. Solo tenía 19 años.

«Antes de entrar en esta clase, hice algo que no había hecho en años», susurró, ahora con lágrimas en el rostro. «Oré».

Shatina me contó que justo antes de entrar en mi clase le pidió dinero a una amiga para que la ayudara a comprar un paquete de pañales para su bebé de seis meses. Su amiga no tenía nada, así que llamaron al padre de ella a ver si le podía prestar algo de dinero. También él les dijo que no tenía. Cuando colgaron, la amiga de Shatina le dijo: «Creo que deberíamos orar».

Shatina se ofendió; no le veía ninguna utilidad a la oración. Aunque existiera un Dios, no se iba a molestar en atender sus oraciones. Shatina había crecido dentro del sistema de adopciones del gobierno estadounidense y había experimentado abuso sexual. Luego quedó embarazada y tuvo un bebé.

Shatina no creía realmente en Dios, pero cuando su amiga le dijo que oraran, ella decidió ser amable. Las dos chicas, sentadas justo fuera de mi clase, oraron a Dios. No oraron por una casa, ni por riqueza o fama. Oraron por una caja de pañales. Y ahora aquí estaba yo, apenas noventa minutos después, entregándole cuarenta dólares.

Nunca he vuelto a ignorar la voz del Espíritu Santo. Si no hubiera respondido a esa voz, susurrando una segunda vez que abriera mi cartera, quizá Dios habría encontrado otro modo de ayudar a Shatina. O quizá la respuesta de Dios a esta madre de 19 años que apenas era capaz de orar, realmente descansaba, de una manera misteriosa, en mi voluntad de responder al estímulo del Espíritu.

Con los años, Shatina y yo hemos seguido en contacto. Dios ha seguido obrando en su vida y ella ahora es una creyente en Jesús. Sin embargo, incluso entonces —cuando apenas creía en Dios y ni siquiera quería orar— su oración fue importante. Este es el Dios al que servimos. Y este es un Dios con el que quiero hacer mi parte y colaborar.

Sí, creo que nuestras oraciones nos cambian. Pero también creo que Dios obra a través de la oración para cambiar nuestras circunstancias: porque tuve el privilegio de ser parte de la respuesta de Dios a una madre adolescente del sistema de adopciones que necesitaba un paquete de pañales. Vi a Dios respondiendo al lamento de una chica que no creía siquiera en la oración.

Heather Thompson Day es la autora de It’s Not Your Turn, la presentadora del podcast de CT Viral Jesus y profesora adjunta de comunicación en la Universidad Cristiana de Colorado.

Traducción por Noa Alarcón.

Edición en español por Livia Giselle Seidel.

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