Salvada a través de ser madre

Cómo las palabras, a menudo malentendidas, de Pablo en 1 Timoteo pueden profundizar nuestro entendimiento de la Navidad.

Christianity Today December 8, 2016
Pearl / Lightstock

Esta traducción fue publicada en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

En medio del inconfundible crujido de acero y aluminio, al principio pensé que yo era la víctima. Una punzada de ira, una punzada de autocompasión. Pero rápidamente me di cuenta que había sido yo quien había causado el accidente. Yo era responsable por el daño causado al automóvil de un desconocido. Yo había causado el estrés por el que el hombre del otro automóvil padeció. Fue un accidente relativamente pequeño, pero aun así sentí el peso de la pérdida que yo había causado para ambos. Y había algo más que pena y ansiedad. Había vergüenza. Sentía un tipo específico de indignación por ser una mujer la que le había pegado al automóvil de un hombre.

En la Arabia Saudita, a las mujeres apenas se les ha otorgado el derecho a votar. Pero todavía no se les permite conducir vehículos. Hasta en países que consideran esas limitaciones como arcaicas a menudo se aferran al estereotipo de las mujeres como malas conductoras. Puede ser una creencia autocumplida: Existen estudios que muestras que estos tipos de estereotipos en efecto afectan la confianza de las mujeres al conducir.

Quiero mostrarme yo misma como servicial y responsable, y no como inconstante y negligente. Quiero ser la persona que evita que ocurra un accidente, y no la que lo causa. Pero yo lo causé. ¿De verdad era yo una conductora pésima? ¿Simplemente tenía miedo que se me calificara así debido a mi sexo? Sea como fuera, el accidente me llenó de vergüenza.

Como muchas mujeres antes que yo, sentía vergüenza legítima e ilegítima. Como la primera mujer en el Huerto del Edén, sentía la vergüenza de un fracaso genuino. Pero también sentía el impacto de una vergüenza persistente proyectada hacia Eva por Adán, quien la culpó de que él se comiera el fruto. Desde los eventos de la Caída, las mujeres han sentido ambos tipos de vergüenza.

Durante la época navideña, tendemos a enfocarnos en la liberación de Dios de los justos de una vergüenza ilegítima. La virgen María experimenta lo que a todos les parece ser un embarazo vergonzoso, y hasta José, que “no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió divorciarse de ella en secreto.” Pero ella es justificada por un ángel del Señor que corrige la historia y por todas las generaciones después que la llaman bienaventurada.

Pero hay otra historia bíblica navideña que nos recuerda que el niño Jesús vino no tan sólo a quitarnos nuestra vergüenza ilegítima, sino toda vergüenza. Irónicamente, es un versículo que muchas mujeres prefieren evitar por temor de que sólo añada más vergüenza: “Pero la mujer se salvará siendo madre y permaneciendo con sensatez en la fe, el amor y la santidad” (1 Tim. 2:15).

Esta afirmación ha desafiado hasta a los que tienen una fe sólida en el Dios de la Biblia. Pero es una historia de la Navidad ciertamente. No es la historia de María y José. Ni tampoco la historia de María y Elisabet. Es la historia de la Navidad de María y Eva.

De la gloria a vergüenza

La primera mujer fue creada a la imagen de Dios, ayuda adecuada para el hombre, que trabajara con él para realizar el mandato de la creación de Dios. No había arquitectura o arte, ni comida de alta cocina, ni tampoco maravillas de ingeniería. Esta falta fue parte de su mandato. Dios le asignó a Adán y a Eva moverse en Su creación para que la administraran y señorearan sobre ella, para que crearan a su imagen partiendo de la fundación que les dejó. Era un llamado claro y noble. La historia de Eva principia con gloria.

No obstante parece terminar en humillación. Eva le permitió a Satanás que la tentara para que dejara su confianza en el plan y los propósitos de Dios. Ella desobedeció el único mandato que Dios les dio y fue una parte instrumental en la Caída del hombre y que resultó en deformar la creación. Luego Adán culpó a Eva, buscando así desviar la atención del hecho de que él estaba presente cuando esto sucedió.

Dios no se unió a Adán en culpar a Eva. En vez de eso, Él condenó a la serpiente:

“Por causa de lo que has hecho, ¡maldita serás entre todos los animales, tanto domésticos como salvajes! Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón” (Gén. 3:14–15).

Dios mueve la culpa que Adán puso sobre Eva a Satanás con las palabras aclaradoras: “por causa de lo que has hecho.” Eva había sido capturada por Satanás, atrapada para hacer su voluntad. Mientras tanto, Adán no hizo nada y miró lo que sucedía.

Dios maldice a Satanás de forma específica: poniéndolo en guerra con la mujer. Él promete poner enemistad, hostilidad o guerra entre Satanás y la mujer y entre la simiente de Satanás y la de ella. Su simiente, el fruto de su vientre que se nutriría de sus pechos, atacaría a Satanás con un nocaut.

Dios habla palabras de redención en la presencia de Eva antes de anunciar las consecuencias dolorosas de la Caída en sus relaciones. Más que simplemente ofrecerle a Eva la esperanza personal de su propio rescate de su pecado, Dios habla de ella como el instrumento a través del cual vendría la salvación para todos. La mujer pudo haber tenido parte en la Caída, pero también nutriría en su vientre y con sus pechos al que nos salvaría de la Caída. La vergüenza de Eva sería invertida a través de la venida del Salvador.

De vergüenza a redención

En 1 Timoteo 2, el apóstol Pablo instruye a Timoteo en asuntos de la iglesia local, incluyendo el rol de las mujeres. En un pasaje particularmente controversial, Pablo relata la historia de Adán y Eva, haciendo un argumento que ha causado que muchos lectores se sientan incómodos: “Además no fue Adán el engañado sino la mujer, y ella, una vez engañada, incurrió en pecado. Pero la mujer se salvará siendo madre y permaneciendo con sensatez en la fe, el amor y la Santidad” (1 Tim. 2:14–15).

Este pasaje es desconcertante a primera vista. ¿Está Pablo mirando el rol de la mujer en la Caída y está cruelmente echándoselo en cara? ¿Está argumentando que las mujeres serán salvas a través del acto de tener hijos? ¿Está argumentando a favor de un tipo peculiar de religión basada en obras? ¿Se está refiriendo a la habilidad única de la mujer de desarrollar en su vientre los que llevarán la imagen de Dios, una red de seguridad inherente para la humanidad ante la posibilidad de aniquilación?

De hecho, las palabras de Pablo se parecen mucho a las propias palabras que Dios dijo a Satanás y a Eva después de la Caída. Cuando Pablo utiliza la palabra “se salvará siendo madre,” él no se está refiriendo al sobrevivir físico de la humanidad a través de la procreación sino al nacimiento del niño, literalmente “el alumbramiento,” como William Mounce y John Stott lo han señalado en sus respectivos comentarios. El uso en el griego del artículo definido que señala a la singular e inigualable naturaleza de este alumbramiento, y el grande contexto de la conversación de Eva en el huerto en los dos versículos anteriores, nos lleva a un giro completo a la profecía de Dios: Por la mujer nacería el Salvador quien derrotaría a Satanás. Ella será salva, o redimida, por el nacimiento del Niño.

La gran consolación de Dios

Dios le dice a Satanás inmediatamente después de la Caída que él estaría en guerra con la mujer; la historia ha confirmado esta verdad. Aun hoy, en muchas áreas empobrecidas del mundo, las simples palabras “es una niña” pueden ser mortales. El sexo femenino continúa siendo menospreciado y abusado sistemáticamente, con abortos determinados por el sexo e infanticidio normalmente resultan en muertes femeninas.

Porque la mujer fue el instrumento por el cual Dios nos traería a Su Hijo y nuestra salvación al mundo, ella vino a ser uno de los más odiados enemigos de Satanás. Ella sería quien abriría la puerta para dejar entrar al enemigo, más ella también daría a luz al que la cerraría permanentemente. Aunque ella fue a la que Satanás primeramente se acercara como su aliada en su plan de derrotar a la creación perfecta de Dios, Satanás estaría en guerra con ella por siempre porque la simiente de la mujer finalmente derrotaría la suya.

Pero antes hubo otra mujer: María. Quizá usted ha visto la imagen icónica de María consolando a Eva. Pintada en el 2003 por una monja de la Mississippi Abbey en Iowa, luego hicieron una tarjeta de navidad, y el año pasado se difundió rápidamente en el internet. María, sus entrañas crecidas con el niño Jesús, delicadamente toca con sus manos ahuecadas la cara abatida de Eva, que descansa su mano en el estómago de María. Lloré cuando la vi, movida por la esperanza que se le ofrecía a Eva al padecer la vergüenza y las consecuencias de sus propias elecciones.

No obstante lo maravilloso sobre la consolación de Eva es que era Dios mismo, y no María, quien habló del rol que su sexo desempeñaría en la derrota final de Satanás. A ella se le había confiado con el destino de la humanidad una vez y fracasó, más Dios le confiaría a la mujer el destino de la humanidad una vez más. El Niño nacería de sus entrañas, alimentado con sus pechos, y protegido en sus brazos. Esta salvación sería demostrada, de acuerdo a 1 Timoteo, por su perseverancia con sensatez en la fe, el amor y la santidad.

Aunque algunos han exaltado a María a una perfección sin pecado, la realidad es que ella simplemente confió y obedeció a Dios en su momento decisivo. Una pecadora ella misma, trajo al mundo al que nunca pecaría. Él cargó con el pecado de ella y el nuestro. Y cargó con la vergüenza de Eva y la nuestra. Eva, María, y todos los creyentes entre ellas y después de ellas serán salvos por el nacimiento de ese niño.

Esta Navidad, cuando meditemos en la encarnación de Cristo, podemos maravillarnos en todas las formas en que la venida de Jesús está atada inseparablemente a la mujer. Si bien nuestra necesidad está atada a Eva, el nacimiento del Salvador está atado a María. La vergüenza de Eva encuentra su giro final en la dignidad de María. Dondequiera que el nombre de Cristo es recibido, la mujer es salvada y su dignidad es restaurada, como Dios mismo predijo de Eva.

Las palabras de Dios a Eva se hicieron realidad en María, y la dignidad de la mujer está en la salvación para toda la humanidad. El Salvador ha nacido y la batalla ha sido ganada. Por fe en Él, somos rescatados de ambas vergüenzas de Eva, la legítima y la ilegítima. Ahora somos heraldos y participantes de la gracia. A través de la vida y muerte de Cristo, no tan sólo hemos sido rescatados de nuestra vergüenza, sino también somos dignos, restaurados para gloria, y empoderados para cumplir los propósitos de Dios para nosotros, tal como fuimos creados para ser.

Wendy Alsupes profesora de matemáticas y autora del próximo libro ¿Es la Biblia buena para las mujeres? (Is the Bible Good for Women? Multnomah, Marzo) Ella bloguea en TheologyForWomen.org.

Los primeros 1,000 días de su bebé

La nutrición como fundamento del éxito dentro del salón de clase.

Christianity Today December 8, 2016
Peel Head / Shutterstock

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional del Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Cuando pensamos en lo fundamental de lo que un niño necesita para tener una vida exitosa y floreciente, vemos una interrelación entre su espiritualidad, su educación, y su desarrollo físico y emocional. Tenemos que pensar comprensivamente en cómo mostramos el amor a nuestros hijos por medio del lenguaje, el trato, y la nutrición para que tengan lo básico para ser exitosos en la escuela, en la iglesia y en el parque infantil.

Esto empieza desde el principio. Aun antes de nacer.

En los primeros 1,000 días de la vida—desde la concepción hasta los 2 años de edad—la nutrición es crítica para la madre y el bebé. En algunas naciones en desarrollo, las madres crónicamente desnutridas que no tienen acceso a buena nutrición pueden dar a luz a niños que pueden sufrir de retraso en el crecimiento. Para los más de 20 por ciento de niños que sufren de retraso en crecimiento, esta condición irreversible puede llevarlos a trastornos del desarrollo cerebral, a un cociente de inteligencia baja, sistema inmunológico debilitado y alto riesgo de enfermedades como diabetes y cáncer. Por lo tanto, desde el primer día, las mamás necesitan ser educadas sobre la necesidad de una dieta balanceada, fortificada con hierro, ácido fólico y proteína, si es posible. Esto puede romper el ciclo, y en muchos casos, puede proveer un fundamento fuerte para una oportunidad de una vida mejor.

En los Estados Unidos, los primeros 1,000 días son importantes también.

Educar a las mujeres en los Estados Unidos sobre la nutrición apropiada y un cuidado prenatal es crítico para un fundamento fuerte para la salud de sus niños también. Aunque raramente vemos extrema pobreza y retraso en crecimiento aquí en los Estados Unidos, como se ve en otras partes del mundo, más del 25 porciento de bebés viven en familias que enfrentan pobreza.

Esta pobreza los encamina hacia desafíos como la inseguridad alimenticia, dietas no saludables, obesidad y bajos niveles de lactancia materna. Necesitamos más educación y recursos para mamás y familias para mejorar la nutrición y un cuidado apropiado para bebés en los primeros años. Cuando hacemos esto, apoyamos a los niños y los preparamos para su jornada educativa y para el éxito en el salón de clase.

Los psicólogos cognitivos y los economistas ahora también están de acuerdo que los primeros 1,000 días son críticos para el desarrollo de la mente tanto como para el cuerpo. Se calcula que niños que viven en pobreza escuchan 30 millones menos de palabras para la edad de 4 años que los hijos de personas profesionales. Exponer a los niños a un vocabulario es una clave vaticinadora del éxito en su vida, de evitar ser arrestado, de graduarse de la escuela secundaria, de obtener trabajo y de no depender de programas sociales.

Bajo un fundamento de diálogo, orientación de nutrición y acceso a recursos, tanto aquí como alrededor del mundo, niños y familias tienen la oportunidad de prosperar—física, emocional, y cognitivamente. Esto es vital mientras el niño entra a un ambiente pre-escolar y la escuela primaria.

¿Como podemos nosotros como padres, abogar por los niños, apoyar el acceso a la nutrición y comida saludable para llevar a los estudiantes hacia el éxito, especialmente entre estudiantes pobres y minorías?

Primero, podemos educarnos a nosotros mismos, a nuestros amigos y a nuestras familias sobre la importancia crítica de los primeros 1,000 días en la vida de un niño. Las mujeres necesitan acceso inmediato a cuidado de alta calidad antes de estar embarazada y cuidado prenatal que incluye orientación de nutrición. La mitad de las mujeres en los Estados Unidos aumentan demasiado peso durante su embarazo y necesitan entender cómo combatir este exceso para que después de dar a luz, puedan perder su sobrepeso.

Con mis dos hijos, aumenté entre 65-70 libras; también caí víctima a esto. Durante mi primer embarazo, fui diagnosticada con diabetes gestacional debido a la mala nutrición. Sí tuve un buen cuidado prenatal que incluyó orientación sobre la nutrición así que aprendí cómo incorporar la proteína con carbohidrato para que mis niveles de azúcar bajarán. También tuve que aprender a limitar mi uso de azúcar directa, como el dulce, de mi dieta.

Ya que nace el bebé, se debe aconsejar lactancia materna exclusiva por los primeros 6 meses—en casa, entre amigos, en nuestra comunidad y en nuestro lugar de empleo. Este fundamento de buena nutrición da un buen apoyo para una inmunidad por años venideros.

Otras claves para un principio sólido son introducir las comidas correctas al tiempo correcto, tener acceso a comida saludable y económica; limitar el azúcar en la comida y en las bebidas a bebés y niños pequeños.

Segundo, más allá de proveer conocimiento podemos abogar. Podemos llamar o escribir a los gobernantes electos y dejarles saber que nos importa el cuidado materno y de niños, en los Estados Unidos y alrededor del mundo. Podemos darles permiso para hacer lo correcto y aumentar el presupuesto para mujeres y niños en naciones necesitadas para una nutrición adecuada y cuidado de salud.

Y en los Estados Unidos, los oficiales gubernamentales pueden fortalecer programas de nutrición que existen para familias de bajos recursos con niños, para asegurar que tienen comida saludable y accesible para las familias que enfrentan pobreza. También pueden proveer acceso universal para un buen cuidado prenatal y prevención de obesidad para toda mujer embarazada.

Juntos podemos hacer una diferencia y promover la nutrición en los primeros 1000 días de vida—empezando con la concepción—y animar una estimulación emocional e intelectual a través de conversaciones con bebés empezando desde el nacimiento. Con este fundamento, los niños tendrán una oportunidad de ser exitosos en el futuro.

Jenny Eaton Dyer, Ph.D. es la Directora Ejecutiva de Hope Through Healing Hands, una organización de salud global comprometida a mejorar la calidad de vida de comunidades alrededor del mundo usando la salud como el camino hacia la paz. Como tal, ella dirige la Coalición para Madres y Niños Saludables alrededor del Mundo con el apoyo de la Fundación Bill & Melinda Gates.

La gracia de la disciplina de la iglesia

No le hacemos ningún favor a nadie si ignoramos o minimizamos las creencias fundamentales.

Christianity Today December 8, 2016

Esta traducción fue publicada en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

La respuesta no fue sorprendente. Unos le llamaron una “purga;” otros le llamaron “caza de brujas.” El InterVarsity Christian Fellowship (IVCF) dijo a sus 1,300 empleados que se esperaba que ellos se sujetaran a los compromisos teológicos de la organización—en particular a aquellos que tienen que ver con la sexualidad humana. Si un empleado está en desacuerdo con los puntos de vista de IVCF (que son tradicionalmente ortodoxos), se espera que tal persona renuncie.

Tenemos un nombre distinto para las acciones de IVCF: discipulado.

La disciplina no es algo que se practica en la mayoría de las iglesias estadounidenses. Ni siquiera es algo de lo cual hablan. En una reciente encuesta de LifeWay Research, el 62 por ciento de los cristianos que asisten a la iglesia—y el 57 por ciento de evangélicos—dijeron que sus iglesias no tienen la autoridad de negar la Cena del Señor o de excluirlos de compañerismo. Una encuesta anterior de LifeWay encontró que 9 de cada 10 evangélicos—dijeron que la iglesia no tiene la autoridad de declarar si ellos no son cristianos. Una investigación Barna en el 2011 encontró que sólo el 5 por ciento de los cristianos involucrados en una iglesia dice que su iglesia los hace que rindan cuentas (el porcentaje fue casi el mismo para los miembros de grupos cristianos pequeños).

La creencia popular entre los cristianos parece ser la que expresaron en una carta abierta a IVCF, publicada en su totalidad por el Religion News Service, oponiéndose a su decisión: “Comprendemos que las conversaciones sobre el matrimonio, la sexualidad, y el sexo son cruciales para los cristianos, no obstante también reconocemos que los cristianos de buena voluntad mutua pueden entablar tales conversaciones y llegar a diferentes conclusiones.”

Por supuesto que pueden. Sin embargo no significa que esos cristianos deberían discipular a estudiantes universitarios a través de InterVarsity, o liderar el ministerio de universitarios y de la juventud de la iglesia local. Eso es especialmente cierto cuando una organización evangélica o iglesia, después de muchos años de estudio y oración, ha concluido correctamente que la sexualidad humana es una cuestión teológica fundamental.

Y ahí está el problema. Una carta abierta del Gay Christian Network argumentó: “Aunque simpatizamos con la necesidad de las organizaciones religiosas de poder tomar posiciones teológicas, no creemos que la caza de brujas basada en creencias personales privadas son la manera correcta de manejar una cuestión sensitiva donde muchos cristianos están evolucionando.” Para IVCF, y para un creciente número de instituciones evangélicas tradicionales, no es asunto de “creencias personales privadas” sino un aspecto de antropología bíblica (lo que la teología sistemática llama la doctrina del hombre) que tiene repercusiones a lo largo de la teología y del ministerio de uno.

Vivimos en un mundo que escucha una canción continua de autonomía absoluta, con su coro de “mis derechos,” “mi libertad,” y “mi verdad.” Otros abogan por comunidades de inclusión que abarquen a los intelectualmente marginados. Al mismo tiempo, los medios de comunicación y la élite universitaria que cantan esas canciones son los mismos que “excomulgan” a los que no congenian con sus ideas. Esa es la razón del número creciente de universidades seculares que rehúsan aceptar oradores con puntos de vista “dañinos.”

Así que de algunas formas, todos creen que los grupos tienen el derecho de determinar sus límites intelectuales. Para la iglesia—que insiste en ideas que la cultura encuentra sorprendentes—es crucial que sea clara sobre sus valores doctrinales y éticos. Eso es exactamente lo que IVCF está haciendo. Además, no se trata de ser puro teológicamente (el motivo de los antiguos fundamentalistas) tanto como asegurar que los líderes están unidos alrededor de creencias y prácticas cruciales para el ministerio.

Hay amplio espacio para la gracia en la disciplina de la iglesia. Y para perdón. Y el enseñar humildemente a aquellos que aún están tratando de llegar a una decisión: “Así, humildemente, debe corregir a los adversarios, con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento para conocer la verdad,” escribió Pablo (2 Tim. 2:25). Al final, las organizaciones tendrán que ser honestas y caritativas sobre las creencias y éticas fundamentales: “Así que celebremos nuestra Pascua no con la vieja levadura, que es la malicia y la perversidad, sino con pan sin levadura, que es la sinceridad y la verdad” (1 Cor. 5:8).

Por la gracia de Dios, la disciplina de la iglesia está regresando en varios círculos cristianos. La red de iglesias de Mark Dever (Nine Marks) ha hecho un compromiso sólido de discipulado. Como el sitio web Nine Marks nos recuerda, la disciplina de la iglesia no es principalmente “corregir el pecado en la vida del cuerpo” sino primeramente “ todo lo que la iglesia hace para ayudar a sus miembros a buscar la santidad.”

El mundo evangélico estadounidense ha estado en lo correcto en repudiar los indicadores arbitrarios de la santidad como prohibir el juego de barajas y ver películas. Pero ¿estamos tratando a la gente con gracia si les permitimos a los líderes a traficar en creencias y éticas que sabotean la habilidad tanto de los líderes como los seguidores a llegar a ser hechos a la imagen de Cristo?

No es purgar el asegurar que los líderes concuerden en lo que constituye un sano juicio, buen corazón, y vida santa en Cristo.

Así es como se mira el amor en la comunidad de Cristo.

Mark Galli es jefe de redacción de Christianity Today.

La última oportunidad para los cristianos árabes

¿Por qué debe apoyar EE.UU. el Refugio Seguro para Cristianos Perseguidos en el Medio Oriente?”

Christianity Today November 3, 2016
Trocaire / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Mario Bramnick, abogado de profesión, es presidente de La Coalición de Liderazgo Hispano-Israelí (HILC por sus siglas en inglés), una organización afiliada de la Conferencia Nacional de Líderes Hispanos Cristianos (NHCLC por sus siglas en inglés), la organización cristiana hispana internacional pro-Israel más grande en América y el mundo. La NHCLC es la organización cristiana hispana más grande del mundo. Parte de la visión del HILC es crear un muro de protección contra la persecución de árabes cristianos en todo el Medio Oriente, educar a la iglesia sobre la persecución cristiana y llevar el Evangelio al mundo árabe musulmán.

¿Puede describir qué está sucediendo con los cristianos en el Medio Oriente?

Hay un gran sufrimiento en Iraq y Siria. La región es asolada por el terror. Millones han sido obligados a huir de sus casas. Los cristianos y otras minorías étnico-religiosas han sufrido genocidio a manos del Estado Islámico (ISIS).

ISIS se está enfocando en cristianos iraquíes precisamente porque son cristianos. Los cristianos son un obstáculo en el camino del objetivo de ISIS: establecer un califato islámico puro en el Medio Oriente y fuera de él.

¿Cómo tomó lugar esta persecución?

Cuando las operaciones militares de EE.UU. cesaron en Iraq se creó una inestabilidad política que dejó un vacío de poder, y ese espacio lo llenaron grupos terroristas empeñados en destruir la civilización occidental. ISIS ha obligado a millones de iraquíes y sirios a abandonar sus hogares, desestabilizando naciones vecinas y exportando los problemas del Medio Oriente a Europa.

¿Puede decirnos cómo se dio la declaración de genocidio del Congreso?

En marzo, la Cámara de Representantes de los EE.UU. votó unánimemente a favor de categorizar la matanza de cristianos en Iraq y Siria como genocidio. Y bajo inmensa presión, el Secretario de Estado, John Kerry, se unió al Congreso en su declaración de genocidio.

El Departamento de Estado de los EE.UU. ha traído a miles de refugiados musulmanes al país, ignorando intencionalmente el sufrimiento de los cristianos. De los 10,000 refugiados sirios a quienes se les permitió entrar a EE.UU., tan sólo 56 eran cristianos. Sin embargo, los cristianos conforman el 10 por ciento de la población de Siria.

¿Cómo podemos proteger a nuestros hermanos árabes cristianos?

El reverendo Samuel Rodriguez, presidente de la Conferencia Nacional de Líderes Hispanos Cristianos, ha dicho, “Es tiempo que la iglesia ayude a crear un muro de protección en contra de la persecución de cristianos árabes.”

Ya se están proponiendo soluciones a favor de esta labor.

El congresista Jeff Fortenberry (R-NE) introdujo una resolución que provee apoyo norteamericano para el establecimiento de una provincia como refugio seguro en la región de la llanura de Nínive al norte de Iraq. "Este genocidio ha sido reconocido con todo el peso y la autoridad moral de los Estados Unidos y de muchas entidades internacionales, y provee una vía para otras consideraciones políticas," dijo Fortenberry, mientras introducía la resolución. "Un paso siguiente debe ser la retitularización y revitalización de la llanura de Nínive, permitiendo así la repatriación de aquellos que tuvieron que huir."

¿Qué hará el Refugio Seguro de Nínive?

Brindará protección para minorías religiosas, permitiéndoles reconstruir sus hogares y restaurar sus culturas sin temor a morir, ser torturados o destruidos.

Robert Nicholson, director ejecutivo del Proyecto Philos, que promueve la participación cristiana positiva en el Medio Oriente, dijo, "Como pueblo indígena, tiene el derecho a permanecer. Necesitan protección, especialmente en lugares donde fueron objetivo de eliminación genocida. El gobierno iraquí y el Gobierno Regional Kurdo han reconocido la necesidad de crear la Provincia de la Llanura de Nínive. Es tiempo que Estados Unidos haga lo mismo."

Una región protegida, semi-autónoma ayudaría a descentralizar el gobierno iraquí, lo cual es esencial para mantener la estabilidad en un vacío de poder posterior al Estado Islámico.

"Si no descentralizamos, el país se desintegrará," dijo el Primer Ministro iraquí Haider al Abadi en abril del 2015. "En mi opinión personal, no hay limitaciones a la descentralización."

En la medida que refugiados cristianos procuran regresar a sus hogares abandonados en Iraq, necesitan garantías de seguridad. La provincia propuesta en Nínive sería un punto de apoyo sólido hacia la preservación y restauración del cristianismo en el Medio Oriente.

¿Qué podemos hacer específicamente como cristianos?

Debemos apoyar la resolución de Fortenberry, H.Con.Res. 152, y tener la esperanza que todos los norteamericanos se nos unan para hacer lo mismo.

"Este refugio seguro es la última oportunidad que tenemos," dijo Rabee Mano, un refugiado cristiano asirio de la ciudad iraquí de Qaraqosh, "de lo contrario el cristianismo será eliminado de Iraq."

La Coalición de Liderazgo Hispano-Israelí se levantará a favor de los árabes cristianos que sufren gran persecución en países musulmanes. Pondremos de manifiesto el sufrimiento de los árabes cristianos, incluyendo los cristianos palestinos. Ayudaremos a crear un muro de protección contra la persecución de árabes cristianos en todo el Medio Oriente, a educar a la iglesia sobre la persecución cristiana y a llevar el Evangelio al mundo árabe musulmán.

El año de vivir sin esperanza

El 2016 nos ha tentado hacia el nihilismo. Por el bien del mundo, debemos mejorar.

Christianity Today November 3, 2016
Oli Winward @SalzmanArt

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Una caricatura de un perro sentado en un cuarto, calmadamente afirmando “Esto está bien” mientras que estaba siendo devorado por las llamas, ha circulado ampliamente en los medios de comunicación sociales y se ha convertido en el símbolo de facto del 2016.

Hemos escuchado a muchos líderes decir durante años que el mundo “va cuesta abajo y sin frenos.” En estos días, los líderes más jóvenes se encogen de hombros con cada noticia desmoralizante que dice que “nada importa” y que afirma que la situación política es un “incendio en cestos de basura.”

Este lenguaje fue cooptado por el senador emergente de Nebraska Ben Sasse en un comunicado de prensa: “El Senador Sasse no estará asistiendo a la convención y en vez de asistir estará llevando a sus niños a ver algunos ‘incendios en cestos de basura’ a través del estado, que gozan de mayor popularidad que los candidatos favoritos actuales.”

Mientras tanto, la cuenta de Twitter de Hillary Clinton alcanzó un momento crítico retórico cuando le dijo al candidato Donald Trump, “Borra tu cuenta,” repitiendo como un loro una respuesta común que se utiliza para poner fin a una conversación en vez de iluminar cualquier tipo de verdad. Muchos líderes evangélicos utilizan parpadeantes metáforas apocalípticas para referirse al estado del planeta Tierra.

Cada una de estas afirmaciones conscientemente hiperbólicas pueden ser explicadas, aun defendidas. En muchos aspectos, el 2016 ha sido horrendo. Una elección desalentadora caracterizada por un debate aturdidor, una continua repetición de violencia, y una falta total de unidad nacional o empatía se nos ha pegado a todos nosotros los que nos gusta estar informados.

Este tipo de conmiseración es hasta cierto punto, saludable y valiosa. En cantidades moderadas, un arrebato retórico hiperbólico puede ayudar a los que están alienados a sentir que se conocen entre ellos y se entienden.

Pero en medio de una elección con Twitter como su fibra, la preocupación existencial se ha convertido en la postura nacional. Aun líderes cristianos se han llevado las manos a la cabeza en público en aparente exasperación y han tomado una actitud que está peligrosamente cerca de la desesperación.

Estas micro-afirmaciones, ya sea que las escribamos, re tweetiémos, o que nos gusten, con el tiempo se convierten en posturas. En el curso de un año, se vuelven hábitos de nuestro corazón y nuestra mente colectivas.

Hasta el punto que la iglesia pueda tomar una postura audaz en contra de estos simples males que se hacen presentes en este año en particular, hemos hecho algo bueno. Pero nuestra actitud hacia el mal debería ser distinta. “No os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza” (1 Tes. 4:13). Pablo dirige a sus lectores hacia un enfoque claramente prometedor: la resurrección, tanto de Cristo como de la iglesia. “Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras.”

A diferencia, muchos de nosotros este año hemos rasgado nuestra respuesta de las páginas de Eclesiastés: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad.” Pero Eclesiastés existe para prepararnos para algo mejor. Pone claramente el fundamento para la esperanza, no una postura no comprobada de nihilismo. Lo que aprendemos de Pablo es que la resurrección de Cristo nos da una respuesta definitiva sobre el mal y el sufrimiento.

Por supuesto no podemos esperar ingenuamente. Los cristianos son llamados a admitir la verdad de nuestra presente situación. Una de las más sorprendentes realizaciones del 2016 ha sido que los males personales y sistémicos presentes que vemos tienen raíces profundas y persistentes. Isaías declaró en el año en que el rey Uzías falleció, “Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios blasfemos.” Para nosotros, tal parece, eso no es ni la mitad de la historia.

La política alejada de Dios y la discordia racial que hemos visto este año no salieron de la nada. Ambas han existido por siglos, alternadamente a la vista de todos, y luego olvidadas, enterradas bajo la superficie. La verdadera actitud no es actuar como si el 2016 hubiera salido de la nada como un autobús a alta velocidad, sino trabajar para comprender por qué era inevitable, tal vez hasta merecido.

Los noticieros y los medios de comunicación sociales tienden a tratar los nuevos acontecimientos como si fueran lo único, cada “gran cosa terrible” se presenta como leña para echarle al fuego que arde intensamente alrededor de la caricatura de nuestro perro mascota. Sin embargo, no podemos aceptar el decuidado marco de referencia sensacional que se le da a cada evento individual. Son mucho más que simple coincidencia.

Los presentes dolores no nada más nos sucedieron. Nosotros somos parte de dichos dolores, y ahora ellos son parte nuestra. Sólo después de dar un paso atrás, admitiendo nuestras maldades personales y colectivas, y dependiendo completamente en Dios para salvación, somos libres, luego, para actuar.

Al actuar con cuidado, preocupación, y esperanza, podemos dar pequeños pasos para traer orden a este caos. Ninguno de nosotros puede enmendar los errores espectaculares que han salido a la luz este año, pero sí podemos dar pasos individuales hacia el orden en nuestros propios caminos. Podemos traer orden a nuestras comunidades a través de hablar con la verdad, y no a través de llevarnos las manos a la cabeza en desesperada frustración ni en comunicar el fin del mundo antes de que la trompeta suene.

Richard Clark es director editorial en línea de CT.

‘Quiero que las circunstancias te cambien a ti’

Cómo quiere Dios que superemos los obstáculos que impiden que los estudiantes alcancen su potencial académico y sus metas.

Christianity Today November 3, 2016
Steven Pisano / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Mateo Magdaleno es un líder y orador reconocido internacionalmente. Actualmente es el Director de Educación para IDQ Group Inc., proveyendo estrategias innovadoras para corporaciones de Fortune 500, organizaciones de no lucro, agencias gubernamentales, universidades, y distritos escolares comprometidos a edificar un futuro más fuerte a través de combatir la epidemia de analfabetismo, reducir la tasa de abandono de estudiantes de la escuela preparatoria e incrementar la inscripción a la universidad y la retención de estudiantes

menos favorecidos. El hermano Mateo obtuvo su licenciatura en Comunicación de Corporaciones y Asuntos Públicos de Southern Methodist University. El reside en Dallas donde cuida de su madre de edad avanzada, Maria, y está en el proceso de adoptar a su hermana mayor, Sylvia, quien está dotada con síndrome de Down.

Los desafíos de la vida pueden a veces ser demasiado grandes. Para estudiantes minoritarios de bajos ingresos, el graduarse de la escuela preparatoria o de la universidad puede verse como algo imposible cuando no tienen apoyo familiar, ayuda económica o lo básico como donde vivir o comida. La brecha académica que existe entre estudiantes minoritarios y sus compañeros blancos ha sido tema de discusión por décadas. Y aunque hemos visto progreso en reducir la brecha, necesitamos hacer más para apoyar a estudiantes en riesgo.

Me deleita poder platicar con Mateo sobre esto porque él trae experiencias personales a la discusión y por su experiencia profesional. Te he oído decir que te has visto inspirado al animar a estudiantes a través del mundo. ¿Cómo sucede esto?

Los estudiantes me han enseñado tanto al viajar de China a Colombia a México, a Honduras y aquí en los Estados Unidos. Una reunión de estudiantes que tuve ofrece un ejemplo inolvidable. Me invitaron a una reunión con estudiantes dotados con necesidades especiales (mi hermana mayor es dotada con síndrome de Down). El cuarto estaba lleno con alrededor de 60 estudiantes, cada uno enfrentando desafíos diferentes. Algunos estaban en sillas de ruedas, algunos sordos, otros tenían diferentes formas de aprendizaje. Les dije a estos jóvenes, "Gracias por inspirarme a ser mejor."

Una jovencita quien era sorda levantó su mano y con una mirada de confusión preguntó, "Señor, ¿cómo le inspiramos nosotros? Mírenos. Mire a su alrededor. Somos los muchachos con quienes nadie quiere comer. Mírenos, somos los que nadie quiere en la escuela. ¿Cómo dice usted que le inspiramos?" Todo me lo estaba diciendo en señas y un intérprete me lo estaba traduciendo. Fue uno de esos momentos que cambian tu vida. Le contesté "me inspiras porque trabajas con lo que tienes."

En veces estamos tan enfocados en lo que no tenemos. Nos enfocamos en que "no tuve padre" o "soy pobre" o lo que sea nuestro desafío. Pero estos estudiantes estaban trabajando con lo que tenían en vez de enfocarse en lo que no tenían. Si un muchacho no tenía una pierna, trabajaba con la pierna que tenía. Si esa jovencita no podía hablar con su boca, se comunicaba con sus manos. Estaban trabajando.

Después de ese intercambio, otros estudiantes empezaron a señalarme. El intérprete me dijo que estaban diciendo "trabaja chico, trabaja chica." ¡Que lección para nosotros! Tienes que aprender a trabajar con lo que tienes. Con lo que te queda. Sea lo que sea.

¿Que consejo le das a padres con un estudiante que enfrenta algún obstáculo abrumador en su jornada educativa? ¿Como pueden los padres ayudar a un hijo o hija que se siente desanimado?

El primer paso, que puede suceder mucho tiempo antes que se vea el desafío, es rodear a tu hijo/a con modelos positivos incluyéndote a ti mismo. Lo demuestren o no, tú eres su mayor modelo positivo. Si los padres vienen de una familia quebrantada/disfuncional, pueden parar el ciclo. Mi madre es un ejemplo perfecto.

Cuando regresé a la universidad, mi madre me dijo "oh no, no me vas a dejar atrás m'ijo. Me voy contigo y yo también obtendré mi educación." Mi madre tenía 62 años cuando decidió aprender a leer y escribir. Por sus circunstancias, era analfabeta pero no permitió que eso la venciera. Padres, ustedes son el primer líder de sus hijos. Ustedes son un testimonio andante, viviente de lo que Dios puede hacer.

Un segundo paso es orar por sus hijos y hablarles con palabras positivas. Quizás no le fue muy bien a usted durante el día, pero considere que es posible que sus hijos también hayan tenido un día difícil. Cuando interactuamos con nuestros hijos ya tarde en el día, podemos orar, "Dios, a ti te entrego mis preocupaciones. Te las entrego porque me importa mi hija, y mis palabras importan."

Mateo, la historia de tu vida es de ánimo para muchos estudiantes. ¿Puedes compartir algo de tu historia con nosotros?

Absolutamente. Como el hijo menor de 10 de familia y como inmigrante a este gran país llamado Norteamérica, fui el único miembro de mi familia que se graduó de la escuela preparatoria. Tuvimos grandes desafíos como familia y como estudiantes. A veces vivimos bajo puentes porque mi madre fue víctima de violencia doméstica y no teníamos ningún otro lugar donde dormir.

Cuando mi mamá estaba embarazada de mi hermana mayor, mi padre le pegó tan fuerte que daño el cerebro de la bebé y nació con daño mental severo. Antes que naciera yo, mi mama contempló un aborto porque financieramente no podía sostener a los 9 hijos que ya tenía. Yo era de aquellos que la sociedad considera "un error," pero me encanta lo que Dios hace con errores. Los transforma en milagros.

Comparto mi historia con la esperanza de poder animar a alguien que esté enfrentando obstáculos en la vida o en la escuela. Desde que era joven, siempre supe que era diferente, no era popular en la escuela, y no encajaba en ningún lugar. Aún en la iglesia no sentía que pertenecía allí. Le empecé a preguntar a Dios "¿porque no encuentro mi lugar? ¿Porque nací en una familia disfuncional? ¡Cambia mi situación!" Dios me respondió muy claramente: "no cambiaré tus circunstancias porque quiero que tus circunstancias te cambien a ti."

Tuve que escoger si iba a dejar que mi situación y mi pasado me convirtieran en una persona amargada, o en una mejor persona. Empecé a depender en la Palabra de Dios. Durante la escuela preparatoria me mantuve enfocado recordando quien decía Dios que yo era. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Cada semana hacía una decisión intencional de aprender un versículo bíblico me hablara sobre mi identidad propia. Aprendí a confiar más en lo que Dios decía de mi que en lo que decían los demás.

Dios no está tratando de hacerle daño

Escuchar al Padre que se deleita en nosotros y nos canta.

Christianity Today November 3, 2016
Brayden Heath / Lightstock

Este artículo fue producido en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Mi entrenador de básquetbol en la preparatoria era un gritón anticuado que motivaba a través de atemorizar y avergonzar. Su voz era fuerte, pero yo sólo la escuchaba cuando hacía algo mal. Si yo perdía el balón en la ofensiva o me equivocaba en lo que me correspondía en la defensiva, el ensayo paraba, y el entrenador empezaba su tarea de avergonzar. Con sus mejillas enrojecidas y con espuma en la boca, me gritaba al punto que yo tenía que limpiarme su saliva de mi cara. De verdad nunca le conocí fuera del ensayo de básquetbol, pero sí sé que era un hombre enfadado.

Mucha gente tiene una opinión similar de Dios. Creen que Él es un anciano cascarrabias que se tiene que salir con la suya, y que cuando no lo hace, avergonzará, culpará, y asustará a la gente para meterlos en línea. Aunque muchos no lo dirían en voz alta, muy dentro muchos creyentes piensan de Dios como “el Dios que quiere hacerme daño,” que está esperando que nos equivoquemos para así cumplir su cuota mínima divina de castigar el pecado. Tal vez esto viene de una enseñanza en particular o de una mala experiencia con una iglesia o un cristiano, pero de cualquier manera, así es como muchos funcionalmente ven a Dios.

Cuando abrimos la Biblia, encontramos un Dios muy diferente. El Dios que se deleita. El Dios que canta. El Dios que salva.

Porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso, se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos. (Sof. 3:17)

Este es uno de los versículos más inspiradores y alentadores que usted alguna vez leerá—pero no en la manera del “poder del pensamiento positivo.” El leer este pasaje simplemente como un energizante inspirador desvalora y oculta su verdadero significado. Sacar el versículo de su contexto del Antiguo Testamento y rodearlo de nubes y palomas es pasar por alto el gozo significativo y el serio deleite del que habla. Examinar el pasaje por entero, por supuesto es entender la profundidad del canto y la historia en general a la que pertenece.

Un hermoso canto de deleite

Sofonías 3:17 principia declarando una de las verdades más básicas pero hermosa: El Señor salva. Mientras que la mayoría de nosotros tendemos a enfocarnos en aquello de lo que hemos sido salvos, este versículo enfatiza para lo que hemos sido salvados. De acuerdo a Sofonías 3, no tan sólo hemos sido salvados del juicio, sino también hemos sido salvados para gozo—el gozo de Dios.

Antes de que miremos a través de esta ventana al corazón de Dios, permítame invitar a los lectores a contestar esta pregunta: ¿Qué piensa usted que Dios de verdad siente cuando lo mira? Para muchos de nosotros, aunque intelectualmente sabemos que Dios nos ama, creemos en nuestro corazón que Dios está decepcionado con nosotros, enojado, o quizás aun que le somos indiferentes. Otros de nosotros sabemos que somos perdonados, sin embargo, pensamos de nuestra posición ante Dios sólo en términos negativos: Él no está enojado conmigo. Yo no soy culpable.

Muchos cristianos tienen esta percepción de Dios porque sobre enfatizamos de lo que hemos sido salvados y pasamos por alto para lo que hemos sido salvos. Imagínese si alguien me preguntara como me siento sobre mis hijos, y le dijera, “No los odio.” Eso es una declaración verdadera, pero no es suficiente. Yo amo a mis niños. Me deleito en ellos. Pero cuando pensamos de nuestra relación con el Señor, muy a menudo sólo pensamos de las cosas que Dios no piensa o siente: “Él no está enojado conmigo. Él perdonó mi pecado.”

Sofonías 3:17 afirma que Dios es victorioso para salvar y se enfoca en aquello para lo cual Dios nos salvó, la declaración de tres aspectos de Sofonías 3:17—que Dios se deleita en nosotros, que nos renovará con su amor, y que se alegrará por nosotros—es una de las declaraciones más hermosas de la gracia y el amor de Dios en toda la Biblia.

La primera parte de esta declaración es que Dios “se deleitará en ti con gozo.” El deleitarse es una acción asociada más con la humanidad que con Dios, pero Sofonías pinta un cuadro del Dios que se deleita. El pueblo de Dios no es un error con el cual Dios tiene que conformarse porque valora el compromiso que hizo. Él no da su gracia a regañadientes, como Ebenezer Scrooge antes de la visita funesta de los tres fantasmas de la Navidad. No, la Escritura dice que Dios se deleita al mostrar misericordia (Miqueas 7:18). El Señor no es un dador reacio, como si tuviera cierta cantidad limitada de gracia y tuviera que repartirla con moderación. Él es “grande en amor y fidelidad” (Éxodo 34:6). Literalmente Él está rebosando de amor por nosotros. Dios no tan sólo nos tolera; Él está apasionado por su pueblo.

La segunda parte de la declaración de Dios es que “te renovará con su amor.” El Señor es un “guerrero victorioso” (Sofonías 3:17), más su poder es dirigido por su amor y su fuerza siempre va de acuerdo con su carácter. Cuando Sofonías dice que el Señor “te renovará con su amor,” no es que el carácter de Dios haya cambiado sino que por su amor, nuestra posición ha cambiado. Ya no estamos bajo su juicio; más bien, estamos bajo su cuidado (Sofonías 3:15). Es una declaración enraizada no en emociones que cambian sino en un pacto que no cambia, que perdura.

La tercera parte de la declaración es que el Señor “se alegrará por ti con cantos.” Este es un modo de ver a Dios increíblemente único. Él no es el Motor inmóvil de la filosofía griega ni el dios sin emociones de los estoicos; el Señor es el Dios que canta. Sólo el Dios que es creativo y hermoso añade ritmo y cadencia cuando las simples palabras no son suficientes. El Dios de la Biblia canta—y canta por su pueblo.

Yo tengo cuatro hijas, una de un año, una de tres, una de cinco, y otra de seis. La hora de irse a la cama siempre es un desafío. Quieren quedarse despiertas. No están cansadas. Pero tenemos una rutina todas las noches donde yo les canto. Normalmente tomo en mis brazos a la de un año y me pongo a cantar, y ella se tranquiliza y se calma. Se siente amada, segura, y a salvo. Sofonías nos está recordando que Dios es nuestro Padre que nos canta y nos mantiene cerca en sus brazos.

Una historia más grande de salvación

Un canto individual se entiende mejor en el contexto de su lugar dentro de la vida y obra del compositor o de la banda. Así es con el canto que Dios le canta a su pueblo. Este pasaje viene al final del Libro de Sofonías, que trata casi en su totalidad sobre el juicio de Dios. El libro principia con Dios declarando, “Arrasaré por completo cuanto hay sobre la faz de la tierra” (1:2) y se desarrolla poco a poco con Dios declarando juicio a nación tras nación. Entonces, y sólo entonces, Dios declara su gracia. Hay una profunda dinámica obrando entre la justicia de Dios y el gozo de Dios.

El juicio de Dios solo se puede entender como la expresión del carácter de Dios dentro de la historia de la gracia de Dios. Él es majestuoso y misericordioso. Y la justicia de Dios no es incompatible con su amor sino surge precisamente para proteger lo que Él ama. El odio de Dios hacia el pecado y el mal no es nada de qué avergonzarse. El juicio es la respuesta justa y recta de cómo el pecado y el mal corrompen la misma bondad de la creación. Todos sabemos muy dentro de nosotros que la justicia es algo bueno, es por eso que clamamos justicia cuando el débil es oprimido y cuando a alguien se le ha hecho mal. Nos enfurecemos cuando el culpable sale libre; no queremos que los agravios sean ignorados. Dios es juez justo, y su perfecta justicia es un aspecto esencial de su perfecto carácter.

Además, el santo juicio de Dios es inseparable de su intención de restaurar la creación entera. Él no es irritable, arremetiendo arbitrariamente contra las personas moralmente neutrales. La Biblia es la historia de un Rey santo restaurando a un pueblo inmundo y renovando su creación entera. Aquello contra lo que Dios está en contra en juicio se debe entender dentro de la historia más amplia de lo que Dios está a favor en amor. Sin la santidad de Dios, su gracia se abarata. La misericordia se remueve. El amor se convierte en sentimentalismo. Dios se convierte en Santa Claus.

El Señor es justo y alegre. Es guerrero feroz porque es padre compasivo. A través del Antiguo Testamento, tanto la justicia como la misericordia de Dios son proclamadas audazmente. ¿Pero cómo puede un Dios justo alegrarse de un pueblo rebelde?

Esta tensión a final de cuentas se resuelve en la Cruz, donde la muerte expiatoria de Jesucristo muestra el carácter recto de Dios y libra del pecado a un pueblo injusto. Jesucristo realiza el gran intercambio, donde Él paga el castigo por nuestro pecado y nosotros recibimos el estatus de su justicia. La Cruz es un constante recordatorio de que nuestro pecado es grande pero que nuestro Salvador es más grande. Y aunque Sofonías 3:17 es una declaración dirigida a la tribu de Judá, en última instancia es el León de Judá quien la cumple. ¿Por qué Jesucristo resistiría el dolor de la Cruz y la vergüenza de tan horrenda muerte? Como el autor de Hebreos lo dice, lo hizo “por el gozo que le esperaba” (12:2). A través de Cristo, somos salvados del juicio y para gozo.

Una mejor banda sonora de por vida

Nuestra perspectiva de Dios dicta en gran manera la forma en que vivimos. Si vemos a Dios como agente de policía cósmico, entonces viviremos con temor del castigo. Si vemos a Dios como un bombero celestial, entonces hablaremos con Él sólo cuando estemos en problemas. Pero si Dios es el guerrero victorioso que le canta a su pueblo, eso lo cambia todo, y no tan sólo nuestras vidas “espirituales” o el compartimiento “religioso” de nuestro mundo ordenado. El canto de deleite de Dios es como una banda sonora de por vida, pero no sencillamente coincide con nuestro estado de ánimo; más bien, forma todos nuestros pensamientos y motivación. He aquí unas cuantas maneras en las que el canto de Dios de deleite forma la manera en que vivimos nuestras vidas:

Primero, el deleite de Dios por nosotros es la fuente de nuestro deleite en Él. Dios no es un aguafiestas cósmico que busca nuestra obediencia sin preocuparse por nuestro gozo. Dios desea que nos deleitemos y eso no quiere decir que Dios tiene que reprimirse a sí mismo. El deleite de Dios y nuestro deleite no están en una situación de suma-cero, como si para que Dios fuera alabado, nosotros tuviéramos que sufrir. Si bien Dios puede y ciertamente es glorificado a través de nuestro sufrimiento fiel (Rom. 8:17–30), Él también es glorificado en nuestro deleite. El sexo fue idea de Dios. Las papilas gustativas fueron idea de Dios. La risa fue idea de Dios. Dios es un buen Padre que nos ha colmado de dones y es glorificado cuando nos gozamos en sus dones y en última instancia cuando nos deleitamos en Él como el dador de todo don (Santiago 1:17).

Segundo, el amor de Dios convierte nuestra obligación en deleite. Cuando yo era un cristiano joven, era motivado por la culpabilidad e impulsado por un sentido de obligación. Yo leía mi Biblia, oraba, y asistía a la iglesia porque eso es lo que los “buenos cristianos” deben hacer, y porque Dios se molestaría conmigo si no lo hacía. Yo era tan miserable como lo era hipócrita. Más cuando por fin comprendí el santo amor de Dios, cambió mi vida. A causa de la Cruz, cuando Dios me mira Él no ve mi pecado; sino ve la justicia de Cristo y se alegra por mí. Yo no tengo que ganarme la aprobación de Dios a través de portarme bien o de desarrollar mi currículum espiritual. Él me aprueba por gracia, no por lo que yo haya hecho sino por lo que Cristo ha hecho por mí. Por el amor de Dios, lo que una vez fuera obligación ahora es deleite. Cuando no estamos trabajando para la aprobación de Dios sino a causa de la aprobación de Dios, entonces los ritmos normales de la fe son dones para recibir.

Tercero, la alegría de Dios por nosotros hoy nos da esperanza para el mañana. Cuando yo era niño, me encantaba cuando mi mamá hacía galletas. Después de que ella batía la masa, me dejaba lamer la cuchara. Estaba tan deliciosa, y aun así sólo aumentaba mi deseo por lo que estaba por venir: galletas con pepitas de chocolate. Cuando estamos absortos dando y recibiendo deleite, experimentamos un anticipo del gozo eterno que está por venir. Pero, al igual que el lamer la cuchara, este anticipo de las bondades de Dios aumentará nuestro deseo por la plenitud del gozo que experimentaremos en la nueva creación (Isaías 65:17–19).

Jeremy Treates pastor de predicación y visión en Reality LA en Los Angeles y professor de teología en Biola University. Es el autor de The Crucified King: Atonement and Kingdom in Biblical and Systematic Theology (Zondervan).

De ‘enemigo del pueblo’ a amigo

La iglesia perseguida muestra el poder de comunidad en medio de la hostilidad social.

Christianity Today November 3, 2016
blvdone / Shutterstock

Esta traducción fue publicada en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

El vivir bajo hostilidad anti-cristiana es una paradoja de tensiones. Los cristianos a nivel mundial sufren no tan sólo como amigos de Dios sino también como enemigos del pueblo.

Un hermano cristiano en una región difícil recientemente compartió conmigo que mientras los cristianos en su cultura pueden resistir la brutalidad policíaca y el arresto injusto, la hostilidad anti-cristiana no necesariamente ha sido marcada por la violencia que vemos en el Medio Oriente. La hostilidad anti-cristiana en dicha región es más social que física. La conversión a Cristo es tabú. A los cristianos se les odia, se les expulsa de sus familias, y en sus propias palabras, se les ve “peor que a los drogadictos.”

Los cristianos reaccionan a esta hostilidad con lo que yo describo como “perseverancia productiva trabajando a través de comunidad.” Están llenos de una profunda esperanza en Cristo que echa fuera el temor al hombre, y sus vidas a menudo son marcadas por una transformación radical personal y un discipulado comunal que es tan atractivo, que otros arriesgan ser estigmatizados por conocer a Cristo.

Los cristianos allí establecen nuevas familias a través de hospedar a nuevos convertidos en sus hogares por varios meses. Estos nuevos creyentes están siendo protegidos de la presión social y se preparan para enfrentar la hostilidad una vez que regresen a la sociedad. Ellos aprenden sobre la agricultura o de la formación de aptitudes de comercio, así como también los principios bíblicos en los negocios. Estas habilidades les ayudarán a ganarse la vida si no pueden conseguir trabajo debido a su fe. Además, ese mentoreo les permite a estos hombres y mujeres atraer una influencia asertiva a la vida cotidiana en general. Ese testimonio es más que contracultural; por su orientación bíblica, es “otra-cultural.”

Cuando leemos las epístolas bíblicas en el contexto de la hostilidad anticristiana, las citas bíblicas como Gálatas 6:10 cobran vida: “Hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe” (el énfasis es mío). El mandato de Cristo en Juan 15 de “que se amen los unos a los otros” se agranda a la luz de la hostilidad que los creyentes enfrentaron en esos tiempos.

Aunque despreciados, los cristianos bíblicos en las culturas mayormente musulmanas a menudo son conocidos por su compasión y cuidado. Los musulmanes, cansados de la brutalidad del islam radical, se están convirtiendo a Cristo en números sorprendentes, atraídos por una comunidad que ha comprobado tangiblemente que la iglesia no es una enemiga sino una amiga. Como resultado, las nuevas comunidades crecen aún bajo la hostilidad.

Todo esto pone al descubierto el poder potencial de esas comunidades en Norteamérica. Muchos creyentes se han cansado del cristianismo definido por una lealtad abyecta a la nación o la política; unos preferirían identificarse como “cristianos en Norteamérica” en vez de “cristianos norteamericanos.” Ellos buscan reestablecer su identidad principal en Cristo a través de despojarse del individualismo Occidental y abrazar a la comunidad cristiana genuina.

Algunos han estado formando esas comunidades por décadas, calladamente preservando la fidelidad bíblica.

En la comunidad Bonton en el sur de Dallas, el ministerio The Men of Nehemiah se describe a sí mismo como “un ministerio residencial, de discipulado, y rehabilitación de adicción para los que no tienen donde vivir y hombres anteriormente encarcelados,” y funciona junto con iglesias locales y organizaciones paraeclesiales. Para ellos, comunidad y discipulado es llevar fruto entre aquellos que nuestra sociedad tiende a descuidar: los drogadictos, ex convictos, y los sin casa crónicos. En las palabras de un participante, “o encontraba la valentía de matarme yo mismo, o encontraba la valentía de pedir ayuda.” Él clamó el nombre de Cristo, y vio su vida transformada por medio de esta comunidad.

Esto tiene implicaciones para las luchas por la libertad religiosa de las iglesias, las escuelas cristianas y las organizaciones sin lucro religiosas. Al haber perdido capital cultural, nuestro hablar se ha vuelto más restringido. Como por ejemplo, en muchos escenarios, el expresar opiniones sobre la sexualidad conducirá a que uno sea odiado y acusado de intolerancia. Aun así nuestros colaboradores en el extranjero que enfrentan sus propias limitaciones han encontrado que ese precioso compañerismo que transforma les ayuda a ganarse la confianza poco a poco de la cultura en general.

No sabemos si las elecciones de noviembre cambiarán la presente corriente de resentimiento en contra del cristianismo. Puede tomarles a los cristianos en Norteamérica varias generaciones para recuperar el capital cultural. Si bien, el ganar confianza cultural no es una de nuestras preocupaciones principales, puede ser un poderoso resultado adicional de las comunidades perseverantes que han ayudado a transformar vidas, una persona a la vez.

Karen Ellises embajadora de International Christian Response y candidata al doctorado en el Oxford Centre for Mission Studies.

Capacitando a las familias hispanas para vencer

La participación de los padres en la escuela hace una diferencia marcada en el éxito del niño en la vida.

Christianity Today November 3, 2016
vladimix / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

A medida que la población hispana en este país sigue creciendo, la necesidad de capacitar padres y niños hispanos con las herramientas necesarias para superar los retos académicos, se vuelve aún más necesaria. Una de las mejores maneras de lograr esto es a través del programa “Hijos Altamente Capaces”.

Hijos Altamente Capaces (HAC) es un curso para padres diseñado para ser ofrecido en iglesias y comunidades, pero especialmente en escuelas públicas. El currículo es de 13 semanas de duración, y se basa en principios cristianos de crianza e investigación probada. Este programa fue iniciado en el 2010 por el ministerio Enfoque en la Familia, en respuesta a una necesidad crítica de familias en Santa Ana, California, y ahora se ha extendido por todo EE.UU. y otros países vecinos. ¿Qué hace a Hijos Altamente Capaces un programa único? Su enfoque está en capacitar y se basa en los 40 Elementos Fundamentales del Desarrollo del Search Institute.

Por décadas, el Search Institute ha hecho investigación con más de 5 millones de niños, y ha encontrado que hay 40 elementos necesarios que cada niño o joven necesita para crecer y madurar. Mientras más de estos elementos tiene un niño en su vida, más probable es que practique comportamientos saludables y se aleje de comportamientos no saludables. Varios de los elementos directamente afectarán la probabilidad de que un niño o joven venza retos académicos significativos ahora y en el futuro.

El elemento número 6 es "La participación de los padres en la escuela". Éste elemento, más que cualquier otro, hace una diferencia marcada en el éxito del niño en la vida. Los maestros, consejeros y administradores de la escuela saben que están haciendo una diferencia en las vidas de sus alumnos, pero también saben que su trabajo causaría mucho más impacto si los padres se involucran más en la vida de sus hijos y su aprendizaje. La participación de los padres, por sí sola, resultará en que más niños alcancen el potencial para el cual Dios les creó.

Una de las 8 áreas de los 40 elementos fundamentales del desarrollo, es el área de "Valores Positivos". Tres de los seis activos en esta sección son "La igualdad y la justicia", la "Integridad" y la "Responsabilidad". No cabe duda que éstos son valores que los padres deben enseñar y los niños deben aprender, pero no podemos ignorar la necesidad de que los padres los modelen delante de sus hijos, a fin de que ocurra verdadera enseñanza y aprendizaje. Si hay algo que causa confusión real en un niño o joven, es tener un padre o madre que les dice que hagan una cosa, pero hace otra. Hijos Altamente Capaces enfatiza la importancia de ser un buen ejemplo para los hijos, y proporciona a los padres las herramientas necesarias para desarrollar estos elementos en sus hijos.

Sin duda, la principal responsabilidad de un padre es preparar a sus hijos para la vida. Llegará un día en que nuestros hijos vivirán por su cuenta y no estaremos ahí. Cuando esto suceda, ¿serán capaces de prosperar sin usted? ¿Serán capaces de planificar y tomar decisiones acertadas? ¿Podrán relacionarse bien con los demás, especialmente aquellos que tienen un trasfondo, raza, lengua o cultura diferente a la de ellos? ¿Serán capaces de resolver conflictos pacíficamente? La sesión 9 de Hijos Altamente Capaces se enfoca en ayudar a los padres a saber cómo preparar a sus hijos para la vida y desarrollar competencias sociales claves para que puedan tener éxito, no importa a donde les lleve la vida.

Hijos Altamente Capaces es más que simplemente otro programa. Se trata de romper ciclos e impactar generaciones. Cada vez que un padre cambia su comportamiento en base a lo que aprende, no solo está haciendo una diferencia en su vida, sino también en la vida de sus hijos, nietos y más allá, especialmente cuando se trata de lograr el éxito académico y alcanzar su potencial educativo.

Algo que ha traído mucha alegría a muchos, es ver cómo algunos padres, tras completar Hijos Altamente Capaces, han decidido regresar a la escuela y aprender inglés, obtener su GED o comenzar una licenciatura. ¡El poder de su ejemplo probablemente inspirará e impulsará a muchos de sus hijos a lograr grandes cosas!

En el 2013, cuando la escuela elemental Manuel Jara de Fort Worth comenzó a ofrecer Hijos Altamente Capaces en colaboración con la Primera Iglesia Bautista, Luz Vallejo era una madre de 2 niñas en la escuela y estaba a la espera de un tercer hijo. Ella era muy tímida y no decía mucho. Pero a través del programa de 13 semanas, un cambio comenzó a ocurrir. Luz parecía sentirse un poco más confiada, las niñas parecían estar felices en la escuela y estaban experimentando éxito académico.

Pronto, Luz comenzó a trabajar tiempo parcial en McDonald's, y pasó por el Programa de Inglés como Segundo Idioma en la escuela del condado. No hace mucho, fue a ver a la directora de la escuela y le trajo una copia de su certificado de GED, habiéndose graduado de la escuela preparatoria. Luz se acaba de convertir en líder de turno en McDonald's y planea iniciar un programa de licenciatura el próximo semestre.

Ahora, Luz se convirtió en líder de un grupo de Hijos Altamente Capaces.

Pregúntese, "Si mi iglesia cerrara sus puertas definitivamente, ¿la comunidad sentiría el impacto? ¿El ministerio que hacemos en el vecindario es tal, de que si dejamos de existir la comunidad sufriría? Probablemente la respuesta a estas pregunta es "No". Pero comience el programa Hijos Altamente Capaces y cambiará a "Sí". Estamos en este mundo para hacer una diferencia para la gloria de Dios. Comencemos hoy.

Para comenzar Hijos Altamente Capaces en su iglesia, escuela o comunidad local, póngase en contacto con Gabriel Cortés llamando al (214) 202-8395 o escríbale a Gabriel.Cortes@rezilientkidz.com.

El privilegio de votar: Una perspectiva hispana

Como creyentes hispanos queremos ser buenos ciudadanos de este país, ya sea que haya sido nuestro país de nacimiento o de adopción.

Christianity Today October 3, 2016
Grand Canyon National Park / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Estaba de visita en Rio Grande City, Texas un pequeño pueblo en la frontera al cruzar el río del pueblo donde yo nací y pasé los primeros 15 años de mi vida en el lado mexicano. Estábamos visitando con la familia y la televisión estaba prendida a bajo volumen. Donald Trump empezó a dar su discurso anunciando que estaba corriendo para presidente. Después de terminar su discurso, uno de mis familiares me preguntó que qué pensaba yo. Le dije, “oh, es un mero truco publicitario, nadie va a votar por él.” Más de 13 millones me mostraron lo equivocado que estaba, al votar por Trump como candidato Republicano para la presidencia.

En esta edición de CThoy se incluyen dos artículos de Ron Sider y James Dobson donde explican sus razones para votar por el candidato de su preferencia. Toda elección tiene cierto nivel de ansiedad. Los asuntos de raza, etnicidad, y afiliación religiosa contribuyen su parte a este sentido de ansiedad.

Según la encuesta del Pew Research Center, los evangélicos blancos prefieren a Trump en un 78 por ciento comparado con un 17 por ciento que prefieren votar por Clinton. Así que, aunque el votante en general se encuentra en conflicto en cuanto a por quién votar, los evangélicos blancos parecen ya haberse decidido firmemente a favor de Trump. A pesar de todos los problemas de moralidad y carácter que Trump muestra, los evangélicos blancos lo encuentras el candidato más atractivo.

La comunidad negra ha rechazado rotundamente la candidatura de Trump, sólo el 1% dicen que van a votar por él de acuerdo a una encuesta de Quinnipiac poll; o el 6% según otra encuesta del NBC News-Wall Street Journal-Marist. La visión que Trump presenta para el futuro de Norteamérica no es una visión atractiva para el votante negro. A eso le agregamos el hecho de que el voto negro por décadas ha consistentemente escogido el lado Demócrata.

Los votantes hispanos reflejamos preferencias menos definidas según una encuesta del Pew Research Center. Aquellos de primera generación que prefieren hablar Español, o que son bilingües, favorecen a Clinton con un 80 por ciento comparado a un 11 por ciento a favor de Trump. Los hispanos que prefieren el inglés favorecen un poco mejor a Trump que el resto de los hispanos, un 48 por ciento a favor de Clinton, y un 41 por ciento a favor de Trump. Pero es muy obvio que la retórica anti hispana de Trump se deja ver en las tasas tan bajas de apoyo a su candidatura por parte de los hispanos en general. Pero ya que la retórica anti hispana de Trump tiene un enfoque anti-inmigrante, se puede entender por qué entre más lejos se encuentre uno como hispano de la comunidad inmigrante (en términos de lengua y cultura), lo más dispuesto que está el votante a pasar por alto el tono preponderantemente anti-hispano de la campaña de Trump.

Una de las características del pueblo hispano en Estados Unidos es que tenemos una tasa más baja de votantes registrados (58 por ciento) que los blancos (95 por ciento) o los negros (87 por ciento) según una encuesta de Gallop. Eso pone a nuestra población en una seria desventaja en cuanto a posibilidades de hacerse escuchar por los candidatos que terminan ganando las elecciones. Representamos el 17 por ciento de la población del país, pero sólo el 8.12 por ciento de los votantes registrados. Parte de esa diferencia en la tasa se puede atribuir a los hispanos que son residentes pero no ciudadanos, y por lo tanto no pueden votar.

El mandato de Cristo de darle a César lo que es de César significa en su nivel más básico que debemos contribuir con nuestros impuestos para el bienestar del estado (Marcos 12:17). Muchos de nosotros que venimos de una perspectiva evangélica Latinoamericana crecimos con una desconfianza natural del gobierno y de la vida pública. Obedecíamos los mandamiento de pagar nuestros impuestos y diligentemente obedecíamos todas las demás leyes de nuestro país, pero no queríamos ninguna participación en puestos gubernamentales y teníamos poca confianza en participar en el proceso político.

Antes de hacerme ciudadano en los 1970s, me causó gran sorpresa como evangélico mexicano descubrir que un Cristiano nacido de nuevo, Jimmy Carter, estaba corriendo para presidente. Fue un deleite ver la interacción entre la iglesia y el estado que mostraba respeto por la iglesia y esperanza para el estado. El estado necesita de la participación ordenada de sus ciudadanos en la tarea de escoger a los gobernantes que han de servir al pueblo. Así que podemos decir que dar a César lo que es de César incluye nuestra participación responsable en el proceso político como votantes y también en puestos de liderazgo en el gobierno.

Como creyentes hispanos queremos ser buenos ciudadanos de este país, ya sea que haya sido nuestro país de nacimiento o de adopción.

Aun aquellos que no pueden votar porque no son ciudadanos, pueden hacer uso de su influencia para animar a aquellos familiares o amigos que sí son ciudadanos a que no dejen pasar la oportunidad de votar. Hagamos todo lo que esté de nuestra parte para crear una consciencia de responsabilidad cívica en nuestro círculo de influencia. Como hispanos, nuestra baja tasa de votantes registrados hace aun más importante que no desperdiciemos la oportunidad de votar.

Por lo tanto, en estas elecciones, no se quede en casa. Vaya y vote. Este año tiene todo el potencial para ser el año en que veamos un aumento en los votantes hispanos. ¡Usted puede ayudar a que así sea!

Javier Elizondo es editor de CT en español y Director de Desarrollo del Baptist Credit Union en San Antonio, Texas.

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