Era el semestre de otoño de 2024 y había conseguido una mesa en el centro de estudiantes de la Universidad Taylor, que normalmente estaba abarrotado. Mientras estaba sentada estudiando, una chica se deslizó en el asiento frente a mí y me preguntó si podía sentarse conmigo. Vivíamos en el mismo edificio, pero realmente no la conocía. Aun así, le dije que sí. Ella se fijó en la calcomanía en la parte trasera de mi computadora portátil. Decía: «Feminidad bíblica, no feminismo».
«¿Cuál es tu definición de feminismo?», me preguntó, lo que nos llevó a una discusión sobre lo que dice la Biblia sobre el género, el papel de la mujer en la iglesia y los efectos de los diferentes movimientos culturales.
Esa conversación improvisada no ha sido la única vez que he hablado de temas controvertidos con mis compañeros. Hemos hablado sobre el aborto, la inmigración, el matrimonio, el racismo, el ecologismo y mucho más. Hemos hablado de escatología en la fila para subir a las atracciones en Six Flags.
La generación Z valora la autenticidad. Queremos estabilidad. Buscamos comunidad. Y estamos dispuestos a abordar temas difíciles para encontrar aquello que estamos buscando. Por encima de todo, queremos un evangelio que nos diga toda la verdad. La generación Z no necesita un evangelio suavizado.
Nacidos entre 1997 y 2012, los también conocidos como zoomers son más jóvenes que el internet. Los miembros de esta generación de mayor edad apenas recuerdan la vida antes de los teléfonos inteligentes, y los más jóvenes no conocen una vida sin redes sociales.
Somos una generación que alcanza la mayoría de edad en un mundo que no nos parece estable. Nuestra plaza pública está en internet, y estamos acostumbrados a recibir información filtrada, editada y parcial. Recurrimos a las redes sociales, especialmente a TikTok, para estar al día de las noticias. Tendemos a desconfiar de las instituciones establecidas. La cobertura engañosa de las noticias sobre política y la difusión en redes sociales de puntos de vista alternativos e información falsa han hecho que la Generación Z sea escéptica. Todo parece falso, y a los zoomers no nos gusta.
La Generación Z ha crecido en un entorno político divisivo que parece dirigirse hacia una violenta implosión. Hemos visto cómo la cultura occidental ha descartado las fronteras tradicionales y naturales en torno al género y el matrimonio, y cómo califica cualquier rechazo como intolerancia. Muchos de mi generación siguen marcados por los confinamientos forzados de COVID-19 y la ansiedad que rodea tanto a la enfermedad como a la respuesta a la misma. Y, al mirar hacia el futuro, a muchos de los zoomers nos preocupa no poder afrontar el costo de la vida, especialmente la vivienda.
Por otra parte, la Generación Z siente una profunda soledad. Más conectados que nunca a través de las pantallas, muchos veinteañeros no tienen comunidades presenciales en las que puedan confiar. Para los miembros de una generación cuyos problemas de salud mental están bien documentados, esto significa que sufren en soledad.
La necesidad de autenticidad, estabilidad y comunidad podría ser la razón por la que algunos miembros de la generación Z están volviendo a los ideales tradicionales. Son conscientes de los pensamientos contradictorios que rodean al matrimonio, el género y la vida. Muchos están desilusionados con las soluciones progresistas dominantes.
La defensora de los derechos de los niños Katy Faust lo resumió así: «Una de las razones del giro hacia la derecha de la Generación Z es que han probado y visto cómo la ruptura familiar ha destruido sus vidas. Han visto a sus amigos probar todas las etiquetas sexuales y seguir estando deprimidos, ansiosos y solos. Han experimentado de primera mano la crisis de la falta de sentido. Quieren una alternativa».
Desgraciadamente, la generación Z ha reaccionado con un retorno al tradicionalismo secular. Por ejemplo, muchos jóvenes se sienten cada vez más atraídos por un tipo de hipermasculinidad popularizada por influencers como Andrew Tate. Esta versión de la masculinidad enseña que la masculinidad es sinónimo de fuerza física, glorifica los deseos de la carne y anima a los hombres a vencer a los débiles. Los jóvenes parecen sentirse atraídos por individuos como Tate porque son un antídoto contra el antagonismo cultural hacia los hombres.
Muchas mujeres jóvenes también se sienten atraídas por la tendencia de las «esposas tradicionales» (tradwives), que reduce el llamado de Dios a una caricatura estética, crea expectativas poco realistas y puede tergiversar la doctrina bíblica del liderazgo en una dictadura. Las mujeres jóvenes parecen sentirse atraídas por esta tendencia porque contrarresta la idea de la sociedad occidental de que deben «hacerlo todo».
Pero ninguna de estas cosas satisface, porque pasan por alto la verdadera fuente de la inestabilidad, la falsedad y la soledad. Intentan arreglar la brecha en la relación de la humanidad con Dios mediante vuestro propio poder.
La generación Z necesita una alternativa, y el evangelio la proporciona.
Cuando la gente endulza el evangelio en un esfuerzo por hacerlo parecer más agradable, lo minimiza. Empieza a parecerse al resto de las filosofías hedonistas y posmodernas que causan destrucción en nuestra cultura.
Para una generación acostumbrada a navegar entre información editada, filtrar el evangelio para que parezca más suave lo convierte en otra ideología inestable que conduce a la soledad. Predicar «eres aceptado tal y como eres» hace sentir bien a las personas, pero no es del todo cierto. Sí, Él nos salva tal y como somos, pero no nos deja tal y como somos (Romanos 5:6-11).
Cuando evitamos predicar la gravedad del pecado y las consecuencias de nuestra relación quebrantada con Dios, menospreciamos el sacrificio de Cristo.
Es bueno hablar del amor de Dios: Él es amor. Pero su amor es diferente del amor tal como lo define el mundo. Su amor es acción (Salmos 136). No se regocija en la maldad —ni siquiera en la maldad popular— sino que se regocija en la verdad (1 Corintios 13:6). Su amor es sacrificial (Juan 15:13).
Evitar las partes de las Escrituras que son más difíciles de predicar solo proporcionará a las personas una visión incompleta de Dios y de la salvación. Hace que parezca que el evangelio no tiene un impacto en el mundo real.
La Biblia sí aborda la injusticia, la violencia, la seguridad financiera y la soledad. La generación Z necesita una respuesta que solo las Escrituras pueden dar, pero debemos compartir las Escrituras en su totalidad.
Para una generación que anhela autenticidad, la Biblia es honesta acerca de la naturaleza pecaminosa de la humanidad (Salmos 51; Romanos 3:23). Tanto los autores del Antiguo como del Nuevo Testamento no rehúyen discutir las duras realidades de este mundo caído. La Palabra de Dios es honesta sobre el único camino a la salvación (Juan 14:6; Romanos 10:9-10). Las Escrituras son auténticas: proclaman la verdad sin fingir ni editarla primero (2 Timoteo 3:16-17; Hebreos 6:18).
¿Los zoomers quieren estabilidad? Dios es un Dios de orden (1 Corintios 14:33). Él sostiene el mundo en sus manos (Salmos 24:1; Mateo 5:45), estableció lo que es correcto e incorrecto (Miqueas 6:8), castiga el mal (Isaías 13:11; Romanos 1:18) y provee para aquellos que buscan primero su reino (Mateo 6:33).
Él es la piedra angular y el fundamento firme (1 Pedro 2:6). Él proporciona estabilidad y es estable (Lucas 6:46-49). ¿La generación Z quiere comunidad? Dios promete no abandonarnos ni desampararnos jamás (Deuteronomio 31:8; Hebreos 13:5). Él envía al Consolador para acompañar a sus seguidores (Juan 15:26-17). Él ama incondicionalmente (Romanos 5:8) y no nos deja permanecer en nuestros problemas (1 Tesalonicenses 4:3). Los cristianos tienen una comunidad integrada de creyentes con quienes compartir la vida (Efesios 2:19). Y Cristo mismo proporciona comunidad.
Los cristianos necesitamos compartir que Cristo murió por nuestros pecados (Isaías 53:5). Él experimentó toda la ira de un Dios justo contra el mal (Romanos 3:23-26). Dios está dispuesto a salvar a todos, sin importar cuán degenerado sea el pecador, pero jamás deja a las personas tal como son. La libertad en Cristo no es una licencia para seguir pecando (Gálatas 5:13). Su bondad tiene como objetivo llevar al arrepentimiento (Romanos 2:4). Creer en Él es el único camino hacia la salvación. Vivir en pecado dará como resultado esclavitud al pecado (Romanos 6). Saber que Cristo es el único camino hacia la salvación quita la máscara que disfraza los resultados de las ideologías culturales prominentes (Romanos 10:9-10).
Hay una iglesia en mi zona hace un gran trabajo al predicar la muerte y resurrección de Cristo. Pero como solo predica esas doctrinas elementales de Cristo (Hebreos 6:1), muchos jóvenes se han ido. Ellos quieren iglesias que hablen de lo que está sucediendo en el mundo que les rodea y que les muestren que Dios tiene un plan para sus dolores específicos. Necesitan ver que estas doctrinas fundamentales —el evangelio— se conectan con su vida. Un evangelio diluido no lo logrará.
La Generación Z está abierta a Jesús, pero desconfía de la religión. La religión parece falsa y desconectada: Jesús parece real.
Una de mis hermanas menores regresó a casa después de su primer año en la universidad Cedarville emocionada con Jesús porque se dio cuenta de que su fe es una relación. Jesús es alguien con quien puede pasar tiempo y a quien puede conocer mejor. Él no está desconectado de lo que sucede en el mundo.
Ahora es el momento perfecto para hablarle a la Generación Z sobre el evangelio completo, aunque resulte ofensivo para el mundo (1 Pedro 2). Mi generación necesita saber que no estamos locos por preguntarnos por qué hay algo que no se siente bien con respecto a la cultura LGBTQ. Necesitamos saber por qué vivir solo para nosotros mismos nos hace sentir depresión y ansiedad.La generación Z sabe que el status quo no está bien, pero muchos buscan respuestas en los lugares equivocados. El conservadurismo secular es tan peligroso como el liberalismo secular. Sin la estabilidad, la autenticidad y la comunidad que Cristo aporta, nada cambiará. Las discusiones honestas con la Generación Z, en las que se abarca toda la Escritura, incluidas las partes que este mundo odia, atraerán a mi generación hambrienta hacia Cristo.
Kenna Hartian es la becaria Habecker para Christianity Today.