El activista político conservador Charlie Kirk falleció el miércoles a los 31 años tras recibir un disparo en un evento público en un campus universitario de Utah.
Kirk creó un movimiento político masivo con videos virales en los que aparecía dando respuestas contundentes y contraargumentos rápidos en debates abiertos a todo público. Se describía a sí mismo como un disruptor, argumentando que la disrupción era la única forma de hacer que Estados Unidos «volviera a ser grande» [en inglés, Make America Great Again, MAGA]. Kirk adoptó el eslogan político característico de Donald Trump y lo llamó «la doctrina MAGA», de la que dijo: «es una doctrina de renovación y renacimiento de Estados Unidos… que Estados Unidos es el país más grandioso de la historia del mundo».
Prometió «jugar a la ofensiva contra la izquierda secular», fundó cientos de representaciones de su organización juvenil Turning Point USA en las universidades, y enseñó a una generación de activistas de base a asumir el riesgo de la controversia. Los grupos lo invitaban a sus campus, donde cautivaba a las multitudes con entretenidas y polémicas discusiones.
Los videos de sus «matadas» y «victorias» llegaron, según algunas estimaciones, a miles de millones de personas. En el proceso, Kirk se convirtió en uno de los principales defensores del estilo confrontacional de participación política, mismo que él y otros creían necesario para lograr recuperar la cultura estadounidense para el conservadurismo.
«Confrontar directamente a la izquierda, y prometer luchar contra su ideología antiliberal con el poder del Estado cuando sea necesario, es la clave para ganarse a los estadounidenses de a pie», dijo en 2021.
Kirk se convirtió en un asesor de confianza de la administración Trump. Muchos, incluido el propio Trump, le atribuyeron el mérito de haber conseguido el apoyo de los jóvenes para la reelección de Trump en 2024.
El presidente dio la noticia de la muerte de Kirk en las redes sociales.
«El gran, e incluso legendario, Charlie Kirk ha fallecido», escribió Trump. «Nadie entendía o tenía el corazón de la juventud de los Estados Unidos de América mejor que Charlie. Era querido y admirado por TODOS, especialmente por mí, y ahora ya no está con nosotros».
El gobernador de Utah calificó la muerte de Kirk como un asesinato político. Algunos líderes cristianos, entre ellos el expastor de la megaiglesia del área de Chicago a la que Kirk asistía durante su adolescencia, dijeron que el activista político debería ser considerado un mártir.
«Estoy muy afligido y conmocionado por la pérdida de nuestro querido amigo Charlie Kirk», escribió James MacDonald en X. «Es un mártir de la causa de recuperar Estados Unidos del [poder del] maligno… Charlie se agotó por causas justas y no se avergonzaba de su fe en la salvación por medio de Jesucristo».
El pastor principal de la megaiglesia del área de Phoenix a la que Kirk asistía regularmente como adulto añadió que Kirk fue asesinado por sus opiniones bíblicas sobre la verdad.
«Lo que el enemigo ha intentado hacer hoy es silenciar al pueblo de Dios, silenciar a los hombres y mujeres de Dios», explicó Luke Barnett en su sermón del miércoles por la noche. «Bueno, acabas de desatar al dragón».
Charles James Kirk nació el 14 de octubre de 1993. Su madre, Kimberly, era terapeuta de salud mental, y su padre, Robert, era arquitecto.
Kirk creció en los suburbios al norte de Chicago. Se interesó por primera vez en la política al escuchar al comentarista conservador Rush Limbaugh en la radio. Cuando era adolescente, sintonizaba los debates sobre el plan del presidente Barack Obama para reformar el sistema de salud, y las discusiones sobre los esfuerzos del movimiento Tea Party para oponerse a los demócratas de forma más eficaz que el Partido Republicano.
«Yo pensaba: “¡Este tipo es increíble!”», dijo Kirk a The New York Times. «Nunca lo olvidaré: durante mi pausa para el almuerzo, de 12:17 a 12:55, lo escuchaba. Solo yo. Me volqué por completo en Rush».
En 2010, a los 16 años, se ofreció como voluntario para la campaña republicana para ocupar el escaño vacante de Barack Obama en el Senado, llamando a las puertas y repartiendo folletos de un candidato fiscalmente conservador y socialmente liberal.
Kirk tuvo su primera experiencia en la gestión de su propia campaña política al año siguiente, cuando reunió a sus compañeros de clase para protestar por la subida del precio de las galletas en la cafetería de la escuela secundaria. Creó un grupo en Facebook y retó a los adolescentes de Prospect Heights, Illinois, a «mostrar al poder establecido el poder de nuestra generación».
Según el Chicago Tribune, fue «más una travesura que una acción política seria», pero el hecho de que Kirk se divirtiera no significaba que no fuera también serio.
«Nunca digo nada sin intencionalidad», declaró al periódico. «No lo diría si no quisiera decirlo».
En 2012, Kirk estableció una conexión política fundamental que cambió su vida. Habló en un evento del Día del Gobierno Juvenil en una universidad católica y aprovechó su tiempo para presentar sus argumentos en contra del movimiento Occupy Wall Street. Dijo que los manifestantes de izquierda eran divisivos y, además, tenían ideas terribles. Lo que Estados Unidos necesitaba, según Kirk, era responsabilidad fiscal y un gobierno limitado.
Kirk captó la atención de los estudiantes presentes en la sala y del restaurador jubilado Bill Montgomery. Lo escucharon y parecieron sentirse atraídos a considerar seriamente sus argumentos. Montgomery, que entonces tenía 72 años, se acercó a Kirk después y le instó a no ir a la universidad.
«Tienes que involucrarte en la política», le dijo Montgomery.
Kirk había esperado ingresar en la Academia Militar de Estados Unidos en West Point, Nueva York, pero no lo había conseguido. Estaba considerando la Universidad Baylor, pero el activismo le parecía más emocionante e importante.
Con la ayuda y el respaldo financiero de Montgomery, Kirk fundó Turning Point USA. Los documentos de constitución decían: «Turning Point USA cree que todos los jóvenes pueden ser iluminados con los verdaderos valores del libre mercado».
Kirk pronto descubrió que tenía un don para conectar con donantes. Los hombres conservadores de más edad lo encontraban carismático y convincente, y estaban deseosos de brindarle apoyo financiero.
«Es fenomenal», dijo el empresario evangélico Peter Huizenga. «A su edad, es uno de los chicos más exitosos, maduros, organizados e inteligentes que he conocido. No puedes encontrar a chicos como él».
En la Convención Nacional Republicana de 2012, Kirk se topó con el megadonante evangélico conservador Foster Friess. Nunca lo había visto antes, pero Kirk decidió presentarle su visión de Turning Point. Unos días más tarde, un cheque de Friess por 10 000 dólares llegó al buzón de la casa de sus padres.
Kirk también demostró ser muy hábil para conectar con los estudiantes universitarios. Turning Point añadió docenas de representaciones universitarias cada año y pronto rivalizó o incluso superó a grupos conservadores más antiguos y consolidados en muchos campus universitarios, como Young Republicans, Young Americans for Freedom y Young Americans for Liberty.
Los jóvenes no siempre estaban interesados en los argumentos económicos que Turning Point defendía, pero Kirk no tardó en encontrar temas que atrajeran a los estudiantes al movimiento.
Con frecuencia montaba mesas con el lema «Dime que me equivoco» («Tell Me I’m Wrong») en los eventos del campus, invitando a los estudiantes a debatir con él. Se centraba en los temas más candentes. Descubrió que los debates sobre la libertad de expresión y la censura eran especialmente eficaces. Los estudiantes conservadores chocaban regularmente con los profesores de izquierdas y a menudo sentían que estos intentaban adoctrinarlos. Turning Point lanzó una lista de vigilancia, lo que suscitó una controversia que aumentó la notoriedad del grupo.
Kirk se unió a la campaña de Trump en 2016, trabajando en estrecha colaboración con Donald Trump Jr. y actuando como director juvenil. Kirk siguió ofreciendo asesoramiento después de las elecciones, acudiendo con frecuencia a reuniones en la Casa Blanca. Se convirtió en un elemento habitual del ecosistema mediático de la derecha y tuvo una gran presencia en las redes sociales, donde a menudo avivaba la polémica.
El activismo político de Kirk se volvió más abiertamente religioso en 2019. Él y el entonces presidente de la universidad Liberty, Jerry Falwell Jr., cofundaron un grupo de expertos al que llamaron Falkirk Center. Kirk dijo que este centro «explicaría el vínculo entre el evangelio de Jesucristo y la libertad fundacional estadounidense», y que ayudaría a movilizar a los evangélicos conservadores en las próximas elecciones.
Durante la pandemia de COVID-19, se convenció aún más de que las batallas políticas y las batallas espirituales estaban profundamente entrelazadas. Durante el confinamiento por la pandemia, leyó The Founders’ Key, del presidente del Hillsdale College, Larry P. Arnn; Dominion, del historiador británico Tom Holland, y The Age of Entitlement, del autor conservador Christopher Caldwell. Los tres títulos le enseñaron que todos los enfrentamientos políticos y los conflictos culturales eran en realidad una gran lucha entre cosmovisiones opuestas.
«Vi a los wokies [del inglés woke, personas concienciadas] apelando a un orden moral que, según ellos, era verdadero y bueno», declaró a The New York Times. «Y yo dije: “Bueno, nosotros creemos que el nuestro lo es”».
Cuando las iglesias cerraron temporalmente para detener la propagación del coronavirus, Kirk se alarmó al ver que los cristianos se rendían a las órdenes del gobierno sin protestar. Pensó que esto podría ser fácilmente el primer paso hacia el autoritarismo, y quería que los cristianos lucharan.
«Mientras nosotros nos hemos dedicado a los presupuestos, los bautismos y los edificios más grandes», dijo, «los humanistas seculares han ido ganando terreno… Es el momento de levantarnos y dar un paso al frente. Y la Biblia dice muy claramente: «Negocien… hasta que yo regrese ”» (Lucas 19:13, NBLA).
Rob McCoy, un pastor de Calvary Chapel que se enfrentó al gobernador de California, Gavin Newsom, por las órdenes relacionadas con la pandemia, fue mentor de Kirk, quien comenzó a llamar a McCoy su pastor. Ambos fundaron juntos Turning Point Faith en 2021, organizando eventos en las iglesias, trabajando para reunir a pastores y movilizar a los cristianos conservadores.
«Me di cuenta de que hay un deseo de renacimiento en este país, que hay un anhelo de un tipo diferente de cristianismo», dijo Kirk. «Se trata de predicar un evangelio apasionado y llevar a la nación al arrepentimiento, lo que luego conducirá al avivamiento».
Kirk describió las elecciones de 2020 como una batalla espiritual y, en un discurso, declaró que los demócratas «defienden todo lo que Dios odia», antes de liderar a la multitud en un cántico de «¡Cristo es Rey! ¡Cristo es Rey!».
Kirk movilizó a grupos de iglesias y universidades a favor de Trump en 2024, dedicando un año y medio centrado específicamente en las elecciones. Cuando Trump ganó un número sorprendente de votos jóvenes, Kirk se atribuyó el mérito.
«Registramos a decenas de miles de nuevos votantes y conseguimos un número récord de votos jóvenes», dijo. «Los votos de los jóvenes le dieron la victoria a Trump en la Casa Blanca».
A pesar de su éxito, Kirk no mostró ningún deseo de dormirse en los laureles ni de bajar el ritmo. Su aparición en la Universidad del Valle de Utah iba a ser la primera parada de una nueva gira por los campus universitarios, llamada «American Comeback Tour».
La bala mortal alcanzó a Kirk mientras debatía con un estudiante.
A Kirk le sobreviven su esposa, Erika Frantzve Kirk, y sus dos hijos, de 1 y 3 años.