El año pasado, Vicki Neulinger estaba pasando por lo que ahora llama «el abismo»: sufría ansiedad, estaba atravesando un divorcio difícil y se sentía totalmente apática ante la vida.
«Estaba completamente confundida», dijo Neulinger, una mujer de 43 años de Virginia. «En ese momento oscuro, no estaba viviendo. Estaba sobreviviendo».
Un día de marzo de 2024, después de mudarse con sus padres, estaba buscando una nueva serie en Amazon Prime Video y se topó con The Chosen (Los elegidos). La aclamada serie histórica sobre Jesús y sus discípulos estrenó los dos primeros episodios de su quinta temporada el 28 de marzo en Estados Unidos, y en los cines de Latinoamérica el 10 de abril.
El comienzo de la primera temporada no atrapó la atención de Neulinger de inmediato, así que dejó de verla. Pero entonces, según cuenta, oyó una voz.
«Lo juro. Oí a [Dios] decir: “Vuelve a esa serie, enciéndela y mírala”. Y lo hice», dijo.
Mientras Neulinger veía la serie, recordó sus encuentros con Dios durante su infancia. Su abuela, una cristiana devota, la llevaba a menudo a la escuela dominical. Más tarde, Neulinger se alejó de la fe y se adentró en el materialismo, la espiritualidad New Age y la magia. Aprendió hechizos, practicó el vudú y se unió a grupos de Facebook en los que personas que se autodenominaban brujos despotricaban contra el cristianismo.
Esta experiencia hizo que se identificara profundamente con el personaje de María Magdalena, que en el primer episodio de The Chosen sufre a causa de una posesión demoniaca. Al principio, Neulinger no se dio cuenta de que el personaje interpretado por Jonathan Roumie era Jesús. Fue cuando él llamó a María por su nombre cuando Neulinger recordó las palabras que su abuela le decía cuando era niña: «El Señor nos llama por nuestro nombre».
«Fue entonces cuando pensé: “¡Oh, es Jesús!”, y me puse a llorar», cuenta.
Desde su estreno en 2019, la serie traducida al español como Los elegidos se ha vuelto extremadamente popular. Según el equipo de producción, se estima que 280 millones de personas la han visto en Netflix, Amazon Prime Video y la aplicación móvil de la serie, atraídas por los prestigiosos valores de producción y la representación realista y culturalmente informada de Jesús y sus discípulos. The Chosen batió el récord de serie de televisión más traducida, con disponibilidad en más de 50 idiomas. Según se informa, sus creadores, liderados por el director y productor Dallas Jenkins, han recaudado casi 100 millones de dólares mediante microfinanciación colectiva (crowdfunding) y planean producir siete temporadas [enlaces en inglés].
La quinta temporada se centra en la Semana Santa. Tras su estreno en cines, estará disponible en Prime Video durante 90 días, y luego de forma gratuita en la aplicación The Chosen.
Gran parte del debate sobre la serie se ha centrado en la entusiasta —y, otras veces, polémica— acogida que ha tenido entre los evangélicos, que constituyen la mayoría de los seguidores de la serie. Sin embargo, también ha tenido impacto en otro grupo: los seguidores de la serie que no se identifican (o, al menos, no solían identificarse) como cristianos. Según los productores de la serie, un tercio de sus seguidores no son religiosos.
Algunos, como Neulinger, crecieron yendo a la iglesia, pero abandonaron la fe al llegar a la edad adulta, y ahora están redescubriendo el cristianismo a través de la serie. Algunos más son agnósticos o ateos, pero aprecian la representación realista y cercana de Jesús. Otros eran hostiles al cristianismo cuando comenzaron a verla, pero cambiaron de parecer después de terminar de ver las primeras cuatro temporadas.
Matthew Page, un investigador independiente que vive en el Reino Unido y ha estudiado las adaptaciones cinematográficas de la Biblia y es autor del libro 100 Bible Films, afirma que el Jesús de The Chosen se diferencia de muchas otras representaciones de Cristo: se ríe con facilidad, baila en ocasiones y parece un ser humano normal.
«Hay algo muy cotidiano y ordinario en él», afirma Page, que también ha escrito extensamente sobre la serie en su blog. «Se ven momentos en los que actúa con poder divino, pero es muy humano, muy fácil de hacer que uno se sienta identificado, muy judío».
Taylor Chee-Schmidt, que vive en Seattle y trabaja como directora de programas para una empresa de tecnología, se identifica como atea. Empezó a ver la serie hace apenas un par de meses y la vio en maratón para intentar terminar las temporadas anteriores antes del estreno de la más reciente.
«Vi el primer episodio y ni bien comienza hay un exorcismo», dijo Chee-Schmidt. «Parecía real. Era un exorcismo humanizado. Me hizo recordar cuando estoy en el centro de Seattle, en el metro, y hay mucha gente sin hogar y con problemas mentales, y a veces tienen un episodio».
Chee-Schmidt también aprecia que la serie parezca auténtica en cuanto a la Galilea y Judea del siglo I.
«No son todos rubios, blancos y de ojos azules. De hecho, hay personas de color interpretando estos papeles», dijo Chee-Schmidt. «No parece que simplemente hayan buscado en el armario rasgos bíblicos de la década de 1930 y hayan sacado accesorios de la época dorada de Hollywood».
Para otros, ver la serie ha sido una forma de volver a conectar con la fe de su infancia. Michael Lamping, un joven de 29 años que trabaja en informática en Wisconsin, creció asistiendo a la misa católica, pero dejó de creer en el cristianismo cuando el ritual semanal empezó a parecerle más una tarea que una expresión de adoración.
Durante la pandemia de COVID-19, Lamping descubrió The Chosen y quedó atrapado. Se sintió inspirado a aprender más sobre el cristianismo y comenzó a interesarse por documentos históricos relacionados con la Biblia, análisis críticos de las Escrituras y conferencias sobre la fe.
«La historia me ayudó enormemente a darme cuenta de que la fe no es algo que debamos temer, como la retratan muchos medios de comunicación», dijo.
The Chosen también ha tenido un impacto en personas de otras religiones. Sabi Ali, de 26 años y que trabaja como administradora en Londres, creció como musulmana y solía debatir con sus primos cristianos sobre la fe. El año pasado, sus primos la convencieron de comenzar a ver The Chosen.
Después del primer episodio, Ali se mostró escéptica. Pero al final del segundo, estaba llorando y terminó viendo la serie en una semana y media. Una escena en particular le impactó profundamente.
«Fue cuando Jesús llegó a los botes donde estaban Simón Pedro y Andrés, y ninguno de ellos había pescado nada», dijo Ali. «Jesús dijo: “Echen la red otra vez”. Se me puso la piel de gallina por todo el cuerpo y no sabía por qué, pero sentí muchas emociones».
Ali comenzó a dudar de las enseñanzas del islam y del Corán, que dicen que Jesús fue un profeta milagroso, pero no el Hijo encarnado de Dios.
Entonces, un día que vieron varios episodios de la serie, ella y sus primos volvían a casa cuando apareció un hombre que le ofreció a Ali un folleto sobre el evangelio. «Jesús te ama», le dijo, y luego desapareció. Ali lo tomó como una señal de Dios.
«Mi primo estaba frente a él, y no se lo dio a mi primo. Me lo dio a mí», dijo. Comenzó a ir a la iglesia con regularidad y ahora se identifica como cristiana.
Ali también le presentó la serie a su madre, una musulmana devota que solía ver el cristianismo con malos ojos. Empezaron a verla juntas y pronto su madre comenzó a verla incluso cuando Ali estaba fuera de casa, trabajando. Ahora, su madre también se ha convertido al cristianismo y dedica su tiempo libre a leer la Biblia y ver videos sobre la fe.
«Era lo que estaba buscando», dijo Ali sobre The Chosen. «Necesitaba algo sin darme cuenta de qué era lo que estaba buscando. Dios me dijo: “Necesitas saber la verdad, y esto te ayudará a comprenderla”».
Al igual que la madre de Ali, Vicki Neulinger también ha empezado a leer más la Biblia gracias a The Chosen. Después de empezar a ver la serie, compró una Biblia de estudio NVI y encontró en línea guías que relacionan cada episodio con los pasajes de las Escrituras. Desarrolló una rutina: antes de ver un episodio, leía el pasaje de la Biblia correspondiente. De esta manera, en el transcurso de seis meses, leyó la Biblia de principio a fin por primera vez.
Todavía se enfrenta a muchas dificultades, pero siente que ahora está en una mejor situación que en marzo del año pasado. Por la gracia de Dios, está saliendo del abismo y, por algún extraño milagro, lo hizo con la ayuda de una serie de televisión.
«Creo que Dios ha estado llamando a mi puerta toda mi vida. Ha estado llamando con fuerza», dijo. «Y esta ha sido finalmente su forma de decir: “Abre la puerta”».
Christopher Kuo es un periodista independiente que vive en Irlanda. Su trabajo ha sido publicado en The New York Times, The Los Angeles Times, Duke Magazine y otros medios.