En Venezuela, un vendedor de flores anuncia el inicio de la temporada navideña. Según la leyenda, Antonio Pacheco viajó durante años desde Galipán, un pueblo en las montañas del norte, hasta Caracas, con flores para vender cada diciembre. Cuando llegaba a la Plaza Bolívar el primero de mes, su aparición marcaba la llegada de la Navidad.
Sin embargo, este año, cuando Pacheco llegó por medio de una representación teatral, se encontró con una temporada navideña en pleno apogeo, un gran árbol de Navidad en el centro de la plaza, luces en todos los edificios importantes y un cartel iluminado que le deseaba una Feliz Navidad a los transeúntes. De hecho, algunas de las decoraciones ya habían comenzado a desvanecerse, ya que habían sido colocadas dos meses antes. Según el calendario oficial del Estado, la Navidad dio inicio el 1 de octubre.
Según la tradición local, las fiestas navideñas comienzan con la Fiesta Católica de la Inmaculada Concepción de la Virgen María el 7 de diciembre y terminan con la Epifanía el 6 de enero. No obstante, en los últimos años, estas fechas se han vuelto maleables.
En 2020, el presidente Nicolás Maduro anunció que la Navidad comenzaría el 15 de octubre. Al año siguiente, mientras el país se recuperaba de la pandemia de COVID-19 y los sucesivos confinamientos, ordenó que la temporada festiva comenzara el 4 de octubre. El año pasado, le dijo a sus seguidores de TikTok: «Feliz Navidad a partir del 1 de noviembre. ¡El Niño Jesús ya viene!».
Para la declaración de octubre de este año, que se produjo pocas semanas después de las controvertidas elecciones presidenciales, el equipo de comunicaciones del presidente publicó un comercial de televisión que mostraba niños y ancianos venezolanos sonrientes. Reporteros del canal de televisión estatal Telesur salieron a las calles para mostrar imágenes de ciudadanos disfrutando de las luces navideñas.
Maduro ordenó que el gobierno instalara adornos navideños en oficinas públicas y parques. El gobierno colocó decoración decembrina y luces en lugares especiales como la Plaza Bolívar y la Plaza Los Símbolos. El Parque Nacional Waraira Repano iluminó su icónica cruz. (Este año, los medios de oposición informaron que el gobierno había impuesto multas a las empresas que se negaron a colocar adornos navideños antes de tiempo).
Como en años anteriores, el gobierno, a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), incrementó la cantidad de alimentos que entrega en los barrios más pobres, priorizando zonas con densa población chavista, o aquellas ideológicamente alineadas con el socialismo de Hugo Chávez, quien gobernó Venezuela entre 1999 y 2013.
Este año, el Ministerio de Educación de Venezuela también emitió un comunicado de prensa donde señalaba que, a partir del 1 de octubre, las escuelas debían ofrecer «actividades pedagógicas, artísticas y culturales que reflejen las raíces, costumbres y tradiciones ancestrales» de la Navidad en Venezuela.
A pesar de las proclamaciones del gobierno, todo parece indicar que el calendario de la iglesia no ha cambiado.
«La forma y el momento de la celebración [de la Navidad] son responsabilidad de la autoridad eclesiástica», declaró la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) poco después del anuncio navideño gubernamental. «Esta festividad no debe utilizarse con fines propagandísticos o políticos particulares».
Varios pastores evangélicos contactados por CT prefirieron no comentar sobre el adelanto de los festejos navideños, debido a la tensión política que vive el país. Pero las redes sociales de algunas de las iglesias más grandes de Venezuela, como la Iglesia Maranatha, Asambleas de Dios o la Iglesia Pentecostal Unida, no mostraron publicaciones sobre Navidad durante los meses de octubre y noviembre. (De hecho, en octubre, como se puede ver en sus publicaciones de redes sociales, muchas congregaciones de todas las denominaciones observaron el Mes de la Biblia).
No fue sino hasta el 1 de diciembre que la mayoría de las iglesias, tanto evangélicas como católicas, comenzaron a promover cantatas, servicios de culto relacionados con el tema y celebraciones de Adviento, y también comenzaron a cantar villancicos los domingos por la mañana.
«Declarar la Navidad de manera extemporánea es convertirla en una fiesta de despilfarro y gasto», dijo a CT el cardenal Baltazar Porras, exarzobispo de Caracas, cuya renuncia fue aceptada por el Papa Francisco apenas un mes antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
«Curiosamente lo que se promueve no tiene que ver con la identidad venezolana sino con arbolitos, nieve, renos y figuras ajenas a nuestra cultura que intentan hacernos creer que estamos felices y contentos porque aquí vivimos muy bien, olvidándonos de los presos, la tortura y la falta de libertad».
Otros venezolanos que se han enfrentado a Maduro comparten este escepticismo.
«Esta medida busca asociar la imagen de Maduro con el bienestar y la alegría en un intento de monopolizar el sentimiento popular», dijo Miguel Ángel Martín, expresidente del Tribunal Supremo de Venezuela a CT, actualmente exiliado en Estados Unidos.
Aunque Maduro declaró su victoria en las elecciones del 28 de julio, la oposición lo acusó de fraude electoral, una afirmación compartida por observadores extranjeros y por los Estados Unidos. Desde entonces, el gobierno ha arrestado a al menos 1300 personas que protestaron por los resultados. La oposición también ha culpado a las fuerzas de seguridad del Estado de causar la muerte de al menos 21 manifestantes.
Al malestar político se han sumado los problemas sociales y económicos. Según una encuesta de la Universidad Católica Andrés Bello, el 50,5 % de la población de Venezuela vive en pobreza extrema, a pesar de ser el hogar de las mayores reservas de petróleo en el mundo. Las crisis persistentes han desencadenado una intensa ola de migración. Las Naciones Unidas estiman que actualmente 7.7 millones de venezolanos viven en el exterior. (La población del país es 29.4 millones).
«La intención de forzar un ambiente navideño busca vaciar de contenido el significado que la iglesia le da a esta celebración e intenta sustituirlo, presentándolo como un paliativo superficial ante el descontento social», afirmó Teresa Flores, directora del Observatorio de Libertad Religiosa para América Latina, con sede en Lima, Perú.
No obstante, Ender Urribarrí, pastor de la iglesia Encuentro con Dios en la Colonia Tovar, un pueblo ubicado 60 kilómetros al este de Caracas, ve la medida como una oportunidad extendida para compartir el Evangelio.
«Ojalá no fueran solo tres meses que se celebra la Navidad», dijo a CT, «sino todo el año».
Hernán Restrepo es un periodista colombiano que vive en Bogotá. Desde 2021, administra las cuentas de redes sociales de Christianity Today en español.