Justicia y un corazón para los huérfanos en la aldea global

Hoy en día, hay más de 150 millones de huérfanos en el mundo.

Christianity Today May 26, 2016
donnierayjones / Flickr

Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

¿Qué tiene que ver la Justicia con el corazón de Dios hacia los que no tienen padre en la Aldea Global?

La respuesta puede enseñarnos cómo imitar al corazón de Dios hacia los niños vulnerables, los huérfanos y las familias en dificultad.

En las últimas palabras de Moisés tenemos un asiento de primera fila en el corazón de Dios, que nos permite una mejor comprensión de su amor por los niños, los pobres y los que carecen de padre. El capítulo 24 del Deuteronomio (versículos 17-22) registra las instrucciones dadas por Moisés en sus últimas palabras, con respecto a los huérfanos, las viudas y los extranjeros. Él hace un llamado a la Justicia, un llamado a la Generosidad, y un llamado a la Redención.

Uno de los mensajes fundamentales de Moisés fue una súplica, una petición a los que iban a entrar en la Tierra Prometida para defender la justicia y no permitir que se violara, especialmente en el caso de los huérfanos, las viudas y los extranjeros. Moisés enseñó que un ciudadano de la Tierra Prometida debe tener una actitud social y humana hacia los más débiles económicamente hablando. Moisés estaba preocupado por los pobres, los desfavorecidos, los siervos, los esclavos fugitivos, los residentes extranjeros, los huérfanos, las viudas y los criminales convictos. Estaba preocupado porque los extranjeros no tenían derechos en un tribunal de justicia; los huérfanos no tendrían un padre que los defendiera en los tribunales; y porque la reputación de las viudas estaría en entredicho si su manto externo no era devuelto a la caída del sol. Moisés les recuerda su esclavitud en Egipto. Alude a la historia de José y al trato injusto por parte de sus propios hermanos y de la esposa de Putifar. ¿Ustedes recuerdan la traición de los hermanos de José, que le ocasionó ser vendido como esclavo? ¿Recuerdan cómo fue falsamente acusado por la esposa de Putifar e injustamente arrojado en la prisión por segunda ocasión? Moisés deseaba que los hijos de los esclavos al entrar a la Tierra Prometida recordaran su origen, con el fin de que ellos tuvieran cuidado de no repetir lo que les hicieron. En otras palabras, Él quería que el dolor de su pasado sirviera como un impulso hacia su futuro. Moisés dice “no olvides la injusticia, el abuso, el maltrato y el dolor de tu pasado para que cuando esté bien apagado, cuando te conviertas en un hombre libre, cuando llegues a la tierra de la prosperidad, demandes apasionadamente la justicia para los extranjeros, los huérfanos y las viudas.” Tal vez ustedes han sufrido algún tipo de dolor, maltrato, injusticia y, quizás, incluso, algún tipo de abuso. Es posible que hayan padecido tanto insultos como lesiones. Ustedes pueden haber sido despreciados, ridiculizados y burlados. Moisés nos recuerda que apelar a la justicia significa tomar el dolor de nuestro pasado para beneficiar a otros en el futuro. La verdad es que encontramos nuestra propia curación cuando perdonamos a quienes nos han herido y prevenimos el abuso y la injusticia destinados a otros.

La aldea global incluye a los niños vulnerables y a los huérfanos que viven en la comunidad de ustedes, en el condado de ustedes, en el estado de ustedes, a través de nuestra nación, en nuestras fronteras y en otros países. Hoy en día, hay más de 150 millones de huérfanos en el mundo. Muchos de ellos son verdaderos huérfanos con ambos padres fallecidos, otros son huérfanos de uno solo de los padres y viven con el que está vivo, pero que es incapaz de cuidar de ellos, y algunos son huérfanos sociales, cuyos padres los quieren, pero no les pueden proveer en sus necesidades. En los Estados Unidos nos referimos a estos niños como niños vulnerables, vulnerables al abuso, al abandono y a la negligencia. CAFO, la Alianza Cristiana para huérfanos (cafo.org), dirigido por Jedd Medefind, es un movimiento excepcional que atrae nuestro interés para servir a niños huérfanos y vulnerables.

El Dr. Robert Buckner Cooke nació en Madison, Tennessee y respondió a un llamado a la vocación ministerial a la edad de 17 años. Ese mismo año comenzó como pastor en su primera iglesia, y un tiempo después, se trasladó a Albany, Kentucky, donde fue pastor en la Iglesia Bautista de Albany. En 1859 se trasladó a París, Texas, en respuesta a un llamado para servir en la Primera Iglesia Bautista allí, en 1861. Cuando cruzó la frontera deTexas, un hombre conocido como general Sam Houston hacía campaña como candidato a la gobernatura. Buckner llegó a Texas al principio de la Guerra Civil en EE.UU. Durante los siguientes veinte años R. C. Buckner serviría en esa iglesia, donde inició una imprenta llamada el Mensajero Religioso y escribió sobre la difícil situación de los niños cuyos padres fueron a luchar en la Guerra Civil y que nunca regresaron. En 1877 el Dr. Buckner vendió la imprenta, pero no sin antes publicar una invitación a los diáconos y líderes de todo Texas para asistir a la convención del diáconado en su iglesia, la Primera Iglesia Bautista de París, Texas. Su objetivo era incrementar el interés para el cuidado de los huérfanos en todo el estado.

Buckner fue atrapado por esta visión del corazón de Dios por los huérfanos de la que nos habla Santiago en 1:27 "La religión verdadera y perfecta de Dios, nuestro Padre, consiste en esto: Visitar a los huérfanos y a las viudas que necesitan ayuda, y guardarse de la corrupción de este mundo." Buckner enfocó la mirada en el cuidado de los huérfanos al preguntar a los diáconos reunidos, “Hermanos, ¿qué pasaría si ustedes murieran y su hijo se quedara solo? ¿Cómo les gustaría que otros respondieran?"

Antes de la reunión en la iglesia, el Dr. Buckner se reunió con algunos líderes fuera del edificio, debajo de un viejo roble, y dijo: "Para conseguir que esto empiece, yo pongo un dólar en el sombrero". Más de veintisiete dólares fueron colocados en el sombrero y llevados dentro de la iglesia. Ellos juntaron doscientos dólares ese día, luego dos mil dólares dos años más tarde, y en 1879 inició el Hogar del Huérfano Buckner en Dallas, Texas.

Buckner estuvo influenciado por los escritos de Santiago, el medio hermano de Jesús. A su vez a Santiago lo influyó la vida y el ministerio de Jesús, su medio hermano. Jesús atrajo la visión del Profeta Isaías a su ministerio tal como se señala en el primer sermón de Jesús en la sinagoga de su ciudad natal de Nazaret (Lucas 4: 14-30). Este primer sermón esboza la visión de Jesús para el ministerio: Dar la buena nueva a los pobres, devolver la vista a los ciegos, liberar a los oprimidos y a los cautivos y para proclamar el año de gracia del Señor.

Yo Escribí acerca del corazón de Dios para los huérfanos en el libro La Agenda de Jesús: Conviértase en un agente de la Redención. Ustedes pueden conocer más sobre este volumen en www.jesusagenda.org

Más de 137 años después de que el primer dólar se colocó en el sombrero, Buckner Internacional continúa proporcionando hogares temporales y adopciones, programas de familias de transición, servicios de preservación de la familia y de cuidado a los ancianos. Usted puede saber más acerca de lo que hacemos en buckner.org. Nuestra misión es hacer brillar la esperanza en la vida de los niños vulnerables, sus familias y los adultos mayores.

Los invito a unirse a nosotros en la búsqueda del corazón de Dios para ayudar a los huérfanos en la Aldea Global.

Albert L. Reyes, DMin, PhD, Presidente y CEO de Buckner Internacional, un ministerio de servicio social internacional centrado en la transformación de las vidas de los niños vulnerables, sus familias y las personas mayores, con sede en Dallas, Texas.

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